En encuentro en Chiapas, Red Mesoamericana acusa violencia
Con una ola de aplausos para honrar a Berta Cáceres, defensora
ambientalista hondureña asesinada el pasado 3 de marzo, inició el X
Encuentro de la Red Mesoamericana Mujer, Salud y Migración (RMMSM), en
esta ciudad chiapaneca.
La frontera sur de México es una región con alto flujo migratorio. Se
trata de al menos 112 mil personas –registradas por el Instituto
Nacional de Migración (INM) en 2010– que emigraron de manera irregular a
México con la intención de llegar a Estados Unidos.
Aunque no es posible conocer con exactitud el volumen del flujo
migratorio debido al subregistro y a las condiciones en que se realiza,
Guatemala, Honduras y El Salvador son los países de procedencia de la
mayoría de las y los migrantes, y de los que las mujeres representan
casi la mitad (48 por ciento) de la población en tránsito.
Aurelia Martínez, coordinadora de la Organización Fraternal Negra
Hondureña, (Ofraneh), denunció la violencia, violación a los Derechos
Humanos (DH), carencia de servicios de salud y educación, y las
profundas desigualdades de género y raciales, que obligan a las mujeres a
salir de sus países a pesar del riesgo de ser asesinadas en el tránsito
migratorio.
De acuerdo con la Encuesta sobre Migración en la Frontera Sur de México
(Emifsur) –realizada por el Colegio de la Frontera Norte y dependencias
federales–, las mujeres centroamericanas se internan a nuestro país por
las localidades chiapanecas fronterizas con Guatemala, que se
caracterizan por presentar una alta dinámica laboral, comercial y de
concentración de asentamientos poblacionales. Tan sólo en 2015, 2 mil
359 guatemaltecas emigraron a diario para trabajar en esta frontera.
Con el objetivo de analizar la realidad de las mujeres en las
migraciones y la violación a sus derechos en la frontera
México-Guatemala, 80 expertas se reúnen los días 25 y 26 de mayo en esta
ciudad.
Convocadas por la RMMSM, la Red de Gestoras de Derechos de la Frontera
México-Guatemala, y Formación y Capacitación (Foca), las integrantes de
más de 40 organizaciones civiles mexicanas, de Guatemala, El Salvador y
Honduras, acusaron la situación de riesgo para las mujeres migrantes en
su paso por México, donde son violentados sus DH, principalmente sus
derechos laborales.
Diana Damián Palencia, directora de Foca, refirió que el Encuentro se
suscribe en la evidencia de la pobreza extrema, falta de oportunidades y
de empleo en los países de origen, que colocan en riesgo a las
centroamericanas que emigran a la frontera sur mexicana en busca de
trabajo.
Se trata de trabajadoras migrantes jóvenes, en edad productiva y
reproductiva, con escasas oportunidades educativas, provenientes de
Centroamérica que llegan a trabajar a Chiapas. Se estima que 55 por
ciento de las personas nacidas en otro país y que radican en Chiapas son
mujeres provenientes de Honduras, El Salvador y Guatemala.
María Rosa Laínez Hernández, fundadora de la RMMSM e integrante de la
Asociación de Desarrollo Económico y Social Santa Marta (ADES) en El
Salvador, denunció la doble y triple vulnerabilidad de las mujeres
indígenas y rurales, quienes son las que más emigran por razones
económicas.
En particular, las expertas denunciaron la falta de respeto a los
derechos laborales de las mujeres en las migraciones, ya que la ausencia
de garantías de empleo y salario digno provocan pobreza y altas
posibilidades de explotación laboral.
Según el Instituto para las Mujeres en la Migración (Imumi), el trabajo
del hogar es la principal ocupación de las trabajadoras migrantes, a él
se dedica 65 por ciento de las salvadoreñas, 49 por ciento de las
guatemaltecas, y 37 por ciento de las hondureñas. El comercio, trabajo
agropecuario e industrial, el comercio informal y los servicios, son
otras de las ocupaciones de las centroamericanas en Chiapas.
Se trata de dos formas principales de trabajo transfronterizo y
temporal. Las trabajadoras transfronterizas son aquellas que cruzan la
frontera para trabajar en territorio mexicano por menos de 24 horas.
Tan sólo en 2009 –de acuerdo con los datos del Imumi– se registraron 223
cruces diarios de mujeres centroamericanas; 65 por ciento de ellas
laboraron como vendedoras ambulantes, y 31 por ciento se dedicaron al
trabajo del hogar. Del total de estas trabajadoras migrantes, 37 por
ciento percibió más de dos salarios mínimos.
En tanto, las trabajadoras temporales cruzan la frontera para trabajar
por más de 24 horas, reportando 157 cruces diarios de mujeres en 2009.
De este total, 70 por ciento de ellas se dedicaron al trabajo del hogar.
Apenas 6 por ciento de las empleadas temporales gana más de dos
salarios mínimos.
Damián Palencia exigió al Estado mexicano que garantice condiciones de
empleo digno para las migrantes centroamericanas con respeto a su
derecho a la salud principalmente. Al gobierno de Chiapas le urgió a
facilitar la documentación para que las migrantes puedan trabajar en el
estado con condiciones dignas, seguras, con acceso a los servicios de
salud y con calidad de vida.
Carolina Gutiérrez Palacios, coordinadora de la RMMSM en Guatemala,
llamó a los ministerios de Relaciones Exteriores y de Trabajo y
Previsión Social de su país a actuar en la atención y derivación de
casos de mujeres migrantes trabajadoras, para garantizarles condiciones
dignas de trabajo y salarios dignos.
“En nuestros países no existen condiciones para poder sobrevivir, si en
nuestros países hubiera condiciones de vida no sería necesario emigrar,
sin embargo, donde quiera que se encuentren, las mujeres en las
migraciones tienen derechos como humanas”, concluyó la defensora
salvadoreña Laínez Hernández.
“Espiritualmente, a la distancia estamos con ellas, que sigan adelante
porque emigrar es un derecho”, dijo la defensora garífuna (etnia con
descendencia africana e indígena) Aurelia Martínez.
Las expertas garífunas, poptí, tseltales, tsotsiles, tojolabales, mam y
mestizas reunidas en San Cristóbal de las Casas demandaron la
importancia de reconocer que las mujeres migrantes contribuyen al
desarrollo, por lo que exigieron igualdad de oportunidades de empleo
entre mujeres y hombres, y que se les brinde la documentación migratoria
y permisos de trabajo.
Asimismo, exigieron el respeto de los derechos laborales de las trabajadoras migrantes en la frontera sur de México.
Aspecto del Encuentro en Chiapas | Foto: Paulina Sentíes Martínez-Parente
Por: Cirenia Celestino Ortega
Cimacnoticias | San Cristóbal de la Casas, Chis.-
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