Insurgencia magisterial
La Jornada
Durante la
conmemoración de la fundación del Instituto Politécnico Nacional, Peña
Neto aprovechó para reiterar que la reforma educativa no se proponía
perseguir ni sancionar a los maestros, sino impulsar su preparación para
ofrecer una educación de calidad a los escolares.
Irónicamente ese día la SEP anunciaba que serían cesados más de mil
profesores de Chiapas por incumplir con su labor docente, ausentarse de
sus escuelas y por participar en la movilización y el paro laboral
convocado por la CNTE, los cuales se sumaban a los 4 mil 200 de
Guerrero, Michoacán y Oaxaca que también serían cesados por los mismos
motivos. En días previos el encargado de la SEP, por concesión de su
jefe y amigo, hizo también otros cálculos y llegó a la conclusión que
podrían ser cesados otros 25 mil maestros que no se sometieran a la
evaluación
obligatoriasobre su desempeño.
Como gran estratega, el secretario Nuño informó que la SEP no tendría
problema para resolver el vacío docente causado por los profesores
cesados, pues aseguró que la SEP ya disponía de un ejército magisterial
de reserva con el que se sustituiría a los profesores despojados.
El flamante destacamento magisterial, según Nuño, estaría integrado
por aspirantes que no habían obtenido plaza en el concurso de oposición
para el ingreso al servicio docente, es decir, en el examen de selección
impuesto por la reforma para acceder al magisterio; asimismo, por
profesores en servicio que aceptaran laborar con el ofrecimiento de la
zanahoriade la doble plaza y otros profesionistas seleccionados y
capacitadospara desempeñarse como profesores.
Resolución fácil y sobre las rodillas para enfrentar un problema
mucho más complejo y profundo, como lo es la formación y preparación
para el desempeño de la profesión docente.
Lo que ignora o no alcanza a entender el secretario Nuño es que la
profesión de maestro no es intercambiable con otras y que los profesores
no son
objetossustituibles; los maestros y maestras de la escuela pública son profesionales de la educación y no pueden ser suplantados por otros que carecen de la formación pedagógica y la convicción para desempeñarse como educadores, ni tampoco por esquiroles de su propio gremio.
Con la imposición de la reforma de Peña Nieto y sus socios
empresariales, los concursos de oposición para ingresar al magisterio
han abierto indiscriminadamente la entrada de muchos profesionistas que
no cuentan con formación pedagógica ni están debidamente preparados para
desempeñarse como profesores de educación básica, lo cual responde al
proyecto de la SEP y el INEE sobre el futuro de la profesión magisterial
y la composición docente dentro de la escuela pública, ya que han
señalado que a mediano plazo y gradualmente el magisterio se integrará
mayoritariamente por profesionistas procedentes de instituciones de
educación superior distintas al normalismo, especialmente de
universidades privadas y públicas.
El desprecio e ignorancia sobre la historia, significado y
aporte de las normales en la formación de un magisterio esencialmente
comprometido con la preservación de la educación pública y cuyos
profesores egresados han representado un componente fundamental para
alimentar las luchas y resistencias magisteriales desplegadas durante
décadas por sucesivas generaciones de profesores que no han abdicado en
su empeño de reivindicar sus derechos y batallado por la educación
pública como patrimonio colectivo de los mexicanos, ahora se percibe
como adversa al modelo eficientista y privatizador de la reforma
educativa.
Bien saben que la identidad magisterial se ha conformado en gran medida desde la
cunanormalista y por ello, un proyecto central de la reforma es culminar con su extinción y barrer de la escuela pública a los profesores egresados de estas instituciones educativas.
Los desafíos sobre el futuro de la profesión docente y el normalismo,
ineludiblemente están articulados a los derroteros de la las luchas del
magisterio democrático y los combates y resistencias de los estudiantes
de estas legendarias escuelas. Ayotzinapa los encarna, condensa y
representa.
P.D. El entorno de persecusión, agresión y despojo al magisterio ante
la movilización y el paro laboral de miles de profesores no está exento
de tragicomedias: los mandos superiores del Ejército y la cúpula del
SNTE se reunieron, abrazaron y felicitaron mutuamente. Invitados por el
Ejército, los dirigentes sindicales y un grupo de maestros acudieron a
las instalaciones militares Los jefes castrenses reconocieron al SNTE
por
su labor en favor de la educación públicay entregaron reconocimientos individuales a una veintena de profesores que participaron en la evaluación docente con buenos resultados. Los mandos militares, ya encarrerados, alabaron la
entrega, determinación y convicción, así como la responsabilidad y lealtad mostrada por los profesores que sí participaron en la evaluación docente. Hasta ahora no sabíamos que el Ejército también evaluaba y estaba pendiente del comportamiento del magisterio y que incluso certifica y extiende cartas de buena conducta a los profesores.
* Investigador del Instituto Mora
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