Insurgencia magisterial
Regreso a la intolerancia
Desalojan la Plaza de Santo Domingo
Complicidad del gobierno de la CDMX, acusa
Granaderos en la calle de Madero antes del desalojo del plantón magisterial
La madrugada de este sábado más de mil profesores
de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE)
fueron desalojados del plantón instalado en la Plaza de Santo Domingo y
trasladados en autobuses –escoltados por la Policía Federal– hasta sus
entidades de origen.
Dirigentes del magisterio disidente calificaron la acción como un acto
represivo e intimidatoriodel gobierno federal, que incurrió en una
abierta violación a nuestros derechos humanos y constitucionales de libertad de tránsito y expresión, por lo que anunciaron que el próximo lunes interpondrán una denuncia ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Afirmaron que
en complicidad con el gobierno de la Ciudad de México, la administración peñista regresó a una práctica de intolerancia que no habíamos vivido en más de tres décadas. Con intimidación verbal, sicológica y física se obligó a nuestros compañeros a subir a los autobuses que ya tenían preparados para sacarlos de la capital del país, sin tener la seguridad de que efectivamente serían llevados a sus estados, afirmó Enrique Enríquez Ibarra, secretario general de la sección 9 de la Ciudad de México.
Desplegaron, dijo, un operativo policiaco que
selló las principales vialidades aledañas a la Plaza de Santo Domingo. Los compañeros que pernoctaban en el plantón fueron encapsulados desde las dos de la mañana y a nadie se le permitió salir de la plaza.
Por segunda ocasión en menos de 48 horas, el gobierno federal
perpetró dos desalojos, tras recordar que la madrugada de este viernes los docentes también se vieron obligados a levantar el plantón que mantenían en la calle de Bucareli desde el pasado 15 de mayo, ante la amenza de un desalojo violento.
El operativo de la Policía Federal para desalojar la Plaza de Santo
Domingo se armó durante la noche del viernes y a la una de la mañana del
sábado los agentes federales iniciaron su despliegue.
Cerco y amenazas
A la 1:30 de la mañana 700 elementos federales,
encabezados por el comandante Uriel Mendoza, y más de 600 de la
Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México se desplegaron en
las principales calles del Centro Histórico.
Poco después de las 2 horas maestros disidentes denunciaron que se
encontraban rodeados de cientos de granaderos y policías federales en la
Plaza de Santo Domingo. Los uniformados también formaron vallas de
granaderos en las calles de Cuba, Brasil, Perú, 5 de Mayo y Belisario
Domínguez, donde se estableció un cerco que impidió el paso a medios de
comunicación, e incluso a turistas y vecinos, quienes debieron ser
acompañados por policías capitalinos para llegar a sus casas.
Maestros disidentes de la sección 9 narraron que poco después
de las 2 de la mañana uno de los uniformados, que se identificó como el
comandante Mendoza,
lanzó la amenaza de que tenían orden de desalojar el campamento y que teníamos 20 minutos para recoger nuestras cosas.
En un video difundido por los docentes inconformes, el comandante advierte que
algunos de ustedes tienen órdenes de aprehensión, los invitamos a que se retiren pacíficamente y aborden los vehículos que están aquí y tienen el nombre de cada uno de los estados. Les vamos a dar 20 minutos para desalojar, se organicen y suban a los autobuses (...) de lo contrario nos veremos obligados a utilizar la fuerza.
Ante la inconformidad de los maestros para ser desalojados, y quienes
denunciaron que se trataba de una violación a su derecho a la libertad
de expresión, demandaron a Tereso Beltrán Pineda, comandante de la
Policía Federal, suscribir una carta –de la cual tiene copia La Jornada– en la que
se compromete a respetar la integridad física y sicológica de todos los contingentes de los estados, sin violentar en ningún momento los derechos humanos y la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos.
A las 03:29 horas, el primer convoy de cinco autobuses con maestros
de Guerrero y Chiapas avanzó por la calle de Belisario Domínguez, el
cual fue escoltado por elementos de la Policía Federal. Una hora más
tarde continúo el traslado de profesores de Michoacán, Chiapas, Oaxaca y
estado de México. En total, aseguró la CNTE,
constatamos el paso de 29 autobuses, aunque desconocemos si fueron más.
Por la mañana, dirigentes de la CNTE llamaron al magisterio disidente
a mantenerse movilizado y a concentrarse nuevamente en la Ciudad de
México.
Continuaremos con nuestro plan de acción, dijeron, por lo que a partir del próximo miércoles iniciarán, como se tenía previsto, una jornada de marchas y mítines.
El próximo lunes, señaló Enríquez Ibarra, acudirá a la CNDH; el
próximo miércoles se convocó a una marcha a las 11 horas, del Hemiciclo a
Juárez a Gobernación; el jueves 26 de mayo acompañarán a los padres de
los 43 estudiantes normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, y el viernes
27, se movilizarán a las 11 horas del llamado antimonumento a la
residencia oficial de Los Pinos.
La dirigencia nacional de la CNTE afirmó que
no hubo ninguna negociación durante el proceso de desalojo. Se cerraron todos los canales de comunicación, por lo que es falso que alguna representación de los maestros acudiera a la Secretaría de Gobernación.
En tanto, hasta el cierre de esta edición, la Secretaría de Educación Pública no había emitido ningún pronunciamiento.
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