El sacerdote católico Pedro Gutiérrez Farías. Foto: Especial |
GUANAJUATO, Gto. (apro).- Adolescentes desaparecidas, otras
embarazadas como producto de violaciones cometidas presuntamente por uno
de los responsables del albergue, recién nacidos entregados en adopción
a parejas estadunidenses de manera irregular y a cambio de dinero, son
algunas de las graves anomalías que se acumulan a los hallazgos
detectados en los centros de asistencia de la organización Ciudad del
Niño de Salamanca, fundados y manejados por el sacerdote Pedro Gutiérrez
Farías.
Testimonios de vecinos, profesores, e incluso de adolescentes que
escaparon de la Ciudad del Niño y la Ciudad Juvenil –ambos centros
manejados por el sacerdote católico y con domicilio en Salamanca- fueron
recabados en un informe del Centro de Promoción de los Derechos Humanos
de Niños, Niñas y Adolescentes, NIMA, en el que se ratifican además las
omisiones cometidas por distintas autoridades, desde el DIF municipal,
el Sistema DIF estatal, la Procuraduría de Protección a Niños, Niñas y
Adolescentes, la Procuraduría de Justicia del estado y la Procuraduría
de los Derechos Humanos del Estado.
Tanto NIMA como la Red de derechos de la infancia (Redim) han
apuntado a la ineficacia y una red de corrupción desde instancias
oficiales que registraron maltratos, abusos sexuales, registros en actas
de nacimiento de menores violatorios de la ley y otras anomalías, sin
que procedieran para frenar estas situaciones, ni para que se
investigara y sancionara a los responsables señalados por las propias
víctimas, principalmente el sacerdote Pedro Gutiérrez y su principal
colaborador, Martín Bermúdez, además de un grupo de monjas.
A cargo de la supervisión de estos centros de asistencia social
–obligados por la Ley general y la Ley estatal de protección de niños,
niñas y adolescentes- figuran el Sistema DIF, cuyo director estatal,
Alfonso Borja Pimentel, es comunicólogo de profesión y fue presidente
municipal de Jaral del Progreso y funcionario de la Secretaría
particular del gobernador Miguel Márquez, antes de que éste lo designara
director del DIF.
El otro funcionario directamente responsable, Rolando Gaytán Vera,
actual procurador de Protección a Niños, Niñas y Adolescentes, comenzó
su carrera pública como policía municipal en Jaral del Progreso,
corporación donde fue ascendiendo hasta ser director de la misma en el
trienio de Alfonso Borja (2009-2012), quien ya al frente del DIF lo
integró a su equipo.
Por lo menos dos entrevistados por el personal de NIMA, cuyos
testimonios son incluidos en este informe, relataron que hicieron
denuncias a alguna de estas instancias sobre lo que ocurría con los
menores y adolescentes en la Ciudad del Niño “y en cuanto mencionábamos
el nombre nos colgaban y nunca nos volvían a contestar las llamadas”.
“En un testimonio queda expresado que una de las personas que ejecuta
los traslados cuando hay adolescentes embarazadas es Martín Bermúdez:
(…) inclusive sabe que cambian a las niñas de un lado a otro para cuando
van ustedes a investigar, ya sea con otras personas, el DIF, o
cualquier cosa; las cambian, ya ve que tienen en Moroleón, Morelia;
tienen varias casas, tienen en Irapuato. Ahí el que las trata más mal es
el Martín, se embarazan y ya cuando se aliviaban (…) viene gente del
otro lado y les dan en adopción a los niños, pos claro, dándoles una
buena tajada de dinero”.
Otros testimonios refieren que el sacerdote realizaba reuniones en
las cuales ofrecía a las adolescentes en prácticas de explotación
sexual, señala NIMA, que de manera indirecta tuvo acceso al testimonio
de una menor que escapó de la Ciudad del Niño, y narró haber ocultado su
embarazo para escapar, pero cuando salió y dio a luz, fue localizada y
obligada por Martín Bermúdez mediante amenazas a entregarle a su hija
“porque la niña era de la Ciudad del Niño”.
NIMA responsabiliza al gobierno del estado por las graves violaciones
a los derechos humanos cometidas contra estas adolescentes.
En duda, legalidad de adopciones
Como parte de las conclusiones y alertas resultadas de este informe,
el director de NIMA, Raymundo Sandoval, consideró fundamental revisar la
legalidad de las adopciones realizadas por la Ciudad de los Niños,
sobre todo a parejas extranjeras.
Además, en esta investigación se toparon con la denuncia que desde
fines de abril hizo la regidora Leticia Martínez, de San Luis de la Paz,
en una sesión del Ayuntamiento de dicha ciudad, en la que expuso la
desaparición de dos menores que fueron canalizadas por el DIF municipal a
la Ciudad del Niño.
“La Procuraduría de los Derechos Humanos inició el expediente 46/17-D
y el Ministerio Público número 6 de Salamanca inició la carpeta de
investigación 21178/2017 por la desaparición de las dos personas menores
de edad”.
También el DIF municipal, responsable de la custodia de ambas
menores, interpuso una denuncia por la que se abrió la carpeta
27325/2017.
En las referencias recabadas por la asociación se ratifican los datos
presentados a la juez novena de Distrito Karla Macías Lovera, cuya
sentencia de amparo emitida a principios de junio pasado puso en
evidencia lo que pudo haber ocurrido durante los casi 40 años que tiene
de haber sido fundada la Ciudad del Niño por el sacerdote católico,
mismo que hasta la fecha no ha sido indiciado ni involucrado en una sola
acusación, como reconocieron autoridades guanajuatenses en una reunión
efectuada la semana pasada en la PGR.
“Él (Pedro Gutiérrez) siempre se agarró del gobierno, Romero Hicks es
su compadre, él iba y hacía el bautizo a sus hijos…se colgó de Fox…le
dio para que hiciera la Ciudad Juvenil…diputados…es un señor con una
trayectoria muy colgado de la política”, cita NIMA en otro de los
testimonios recabados.
El informe coincide con otros datos contenidos en la sentencia de la
juez Macías Lovera: profesores de varias escuelas de educación básica de
Salamanca a donde acudían a estudiar los alumnos de la Ciudad del Niño
habían detectado y en diversas ocasiones reportaron a sus superiores de
la Secretaría de Educación y al propio DIF casos de maltrato y abusos…y
tampoco lograron que se moviera un dedo en contra del padre Gutiérrez.
Personal de NIMA efectuó una visita a la Ciudad del Niño el 19 de
julio pasado, y el personal del DIF a cargo –mismo que tomó el control
del albergue cuando se hizo público el contenido de la sentencia de la
juez de Distrito sobre la situación al interior- le informó que en el
lugar permanecían todos los niños y niñas que habían sido encontrados al
momento de hacerse cargo del lugar.
Sin embargo, los integrantes de NIMA constataron que el DIF “entregó” a algunos menores de vuelta a los padres de familia.
“Preocupa a NIMA la forma de reintegración que esté haciendo el DIF”, indica el informe.
En la Ciudad Juvenil, se encontraron con que de 50 jóvenes (hombres y mujeres) que estaban en el centro, sólo quedaban unos 15.
“Lo que también revela el caso de Ciudad del Niño es la inexistencia
de un sistema de información que refleje cuántas y cuántos niños están
viviendo en este tipo de instituciones, de las que también se desconoce
el número, la capacidad, infraestructura y modelo de atención”, señala
el reporte.
Como recomendaciones, NIMA hizo un llamado a favorecer el acceso a la
justicia de las víctimas, la revisión de las quejas presentadas ante la
Procuraduría estatal de los Derechos Humanos, incluso, las que en su
momento fueron rechazadas; levantar un censo sobre la situación de cada
menor y joven ingresado en Ciudad del Niño; establecer planes de
atención integral para las víctimas y fortalecer las capacidades de las
instituciones encargadas de la supervisión de estos centros.
“Es notoria la falta de aplicación de la Ley de los derechos de
niñas, niños y adolescentes para el estado, ya que no se otorgaron
medidas de protección o medidas urgentes de manera oportuna, ni se
establecieron planes de restitución de los derechos” de todos y cada uno
de los menores albergados en la Ciudad del Niño y bajo la custodia del
sacerdote Pedro Gutiérrez.
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