7/24/2017

Los periodistas pal café. . .



En otras circunstancias, parecería absurdo que el gobierno federal celebre, como una especie de triunfo de último minuto, la sujeción a proceso judicial de Javier N, alias Javier Duarte de Ochoa, el personaje que simboliza los excesos delictivos de los políticos mexicanos.
Es, desde luego, un júbilo oficial envenenado, tramposo. Se festeja con ínfulas victoriosas someter a juicio al ex gobernador de Veracruz, como si este hecho fuera suficiente por sí mismo, cuando, en términos reales, se regaló a la acuciosa defensa de Duarte de Ochoa toda una plantación de errores, imprecisiones y torpezas que podrán ser cosechadas con sentido exculpatorio más adelante, pasadas las elecciones presidenciales, acaso ya en el tramo final de la cómplice administración peñista.
El juego de las apariencias justicieras entró a partir de este sábado reciente en una etapa de latencia: el actoral personaje conocido como Javidú queda a resguardo en una cárcel de jurisdicción capitalina (a pesar de que el gobierno de Miguel Ángel Mancera ha advertido que no tiene las condiciones adecuadas para cuidar de un interno de las características del veracruzano), en espera de que la Procuraduría General de la República (PGR) y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) encuentren, en el plazo de seis meses, más datos que refuercen las acusaciones hasta ahora enderezadas contra el rotundo amigo del inquilinaje actual de Los Pinos.
Cuando se retome el caso Javidú, en enero del año próximo, ya estará centrada la atención pública en los detalles de la contienda global que desde ahora se prevé fragorosa (Presidencia de la República, algunas gubernaturas, Congreso federal en sus dos cámaras y, en determinados casos, legislaturas estatales y presidencias municipales).
Los escándalos y las tormentas que se produzcan en este semestre habrán de atenuar la indignación y la observación que hoy rodean el caso del más escandaloso (pero no el peor) de los agresores del interés público. Y es probable que, para entonces, poco se repare en el daño al proceso judicial que se ha infligido desde ahora, con la primera diligencia judicial cargada de errores cometidos por la parte gubernamental y la segunda, la de este sábado, cargada de enmiendas tan cacareadas como insuficientes, que han dejado empotradas en el armario manipulable del poder judicial las claves para posteriores exculpaciones, a título de violaciones al debido proceso, imprecisiones de origen, acusaciones fofas y comprobaciones programadamente desbaratadas.
Por cierto, parece necesario reproducir aquí lo publicado en esta columna el pasado 6 (https://goo.gl/o2maoj), pues se sigue propiciando mediáticamente la expectativa de que a Duarte de Ochoa se le podrá castigar por la totalidad de los presuntos delitos cometidos durante su paso por el gobierno de Veracruz, y que algunos añadidos podrán darse conforme aparezcan datos e indicios. No hay tal: “Javier Duarte de Ochoa no podrá ser juzgado por acusaciones distintas de aquellas que fueron ya presentadas puntualmente por las administraciones de Enrique Peña Nieto y Miguel Ángel Yunes Linares en Guatemala para pedir su extradición (salvo, claro está, por los delitos de otra índole que cometiera en adelante, por ejemplo, en la propia cárcel mexicana).
“Dicho de otra manera: Javidú (...) ha sido virtualmente exonerado del resto de hechos delictivos que cometió como gobernador de Veracruz y sólo deberá responder por el reducido número de casos concretos que sustentó la Procuraduría General de la República y los que presentó la manejable fiscalía veracruzana. Sólo por esos casos, ni uno más.”
Miguel Ángel Mancera ha declarado una guerra al diccionario. Según su cruzada semántica, en la Ciudad de México no hay cárteles, sino grupos delictivos dedicados al narcomenudeo y a otras actividades que no calificarían para dar a esos simples granujas el título mayor que, en todo caso, ostentan las agrupaciones de otras partes del país.
El esfuerzo conceptual del ex procurador de justicia de lo que entonces solamente se llamaba Distrito Federal pretende reducir, por la vía declarativa, la gravedad del problema que muchos capitalinos asumen, sin tretas retóricas, como propios de cárteles: el cártel de Tepito, llamado Unión Tepito; el cártel de Tláhuac, con su abatido jefe llamado El Ojos, y otros.
Los efectos de esos cárteles sobre la vida de los habitantes de la capital del país están a la vista. Ayer hubo muertos y heridos en un tianguis de Iztapalapa, donde, según versiones que las autoridades tratan de diluir, hubo un enfrentamiento entre comerciantes del lugar contra cobradores de derecho de piso. La descomposición de la vida citadina, el aumento de la violencia y la inseguridad no habrán de disminuir solamente por la verbosidad cargada de aspiraciones electorales de Mancera.
Rafael Moreno Valle realizó ayer un acto masivo de apoyo a su precandidatura presidencial panista en el Auditorio Nacional. Hasta ahora había navegado en aguas someras, con giras discretas y, sobre todo, la embustera propaganda disfrazada de promoción de un libro cuya parte más leída ha sido solamente el título, colocado en anuncios espectaculares por todo el país.
La atención de quienes decidirán la postulación presidencial del partido conservador ha estado centrada en los pataleos del grupo calderonista, que ha pretendido forzar la designación adelantada de Margarita Zavala, y en el atrincheramiento estructural de Ricardo Anaya. El ex gobernador de Puebla, Moreno Valle, sólo parecería en condiciones de avanzar si ese pleito entre las dos corrientes principales obligara a optar por una tercera vía.
Pero, en realidad, el ex priísta y ex gordillista busca acumular cierto capital político para posteriores negociaciones y, sobre todo, para canjear sus fichas por la postulación a la gubernatura de su esposa, Martha Erika Alonso Hidalgo, actual secretaria general del PAN estatal (la actual gubernatura, a cargo del morenovallista José Antonio Gali, fue electa sólo por 20 meses). ¡Hasta mañana!
Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero, Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx



Foto
Y después de Tláhuac, ¿qué? El gobierno perredista de la capital insiste en que los sangrientos sucesos no pasan de ser un hecho desconectado de la guerra de los cárteles de las drogas. Sin embargo, la mayoría de la población, alarmada, no coincide con ese punto de visita. Tampoco los medios internacionales, como puede leerse en Reuters, The New York Times y Los Ángeles Times, sólo por mencionar algunos. Más que obstinarse en negar la realidad, Miguel Ángel Mancera debería apresurar la decisión de dejar el gobierno para emprender su campaña por la candidatura a la Presidencia de la República, a lo que tiene derecho, sin duda. O permanecer en su cargo, pero asumiendo sus responsabilidades. Pero a lo que no tiene derecho es a dilatar una decisión hasta el límite, porque a los problemas que afectan a los capitalinos está agregándose el de la guerra de las mafias, en la que suelen perder la vida y patrimonio personas inocentes. Esto dicen algunos medios internacionales:
La encarnizada guerra entre las organizaciones delictivas que luchan por el control de las rutas del narcotráfico ha alcanzado a la capital de México, en medio de inusuales hechos de violencia y cifras récord en homicidios: Reuters.
“La Ciudad de Mexico, sede de la elite política y financiera de la nación, parecía estar en una órbita distinta de la turbulenta constelación de estados narcos en la frontera con Estados Unidos y el resto del país. Pero ese sentido de excepcionalismo cayó con la batalla armada en la delegación Tláhuac…”: Los Ángeles Times.
La capital de la nación parecía cerrada a la guerra de las drogas como campo de batalla de otros estados. Eso ya no más: The New York Times.
Más sangre
Y ayer domingo siguió corriendo la sangre en la capital: cinco personas fueron asesinadas en dos tiroteos. Reuters remachó su diagnóstico: La encarnizada guerra entre organizaciones delictivas que luchan por el control de las rutas del narcotráfico ha alcanzado a la capital de México, en medio de inusuales hechos de violencia y cifras récord en homicidios.
¿Puede ser perdonado?
Trump ha encargado a sus abogados que hurguen en las leyes hasta dónde alcanza el poder presidencial para perdonar algunos delitos. No es que tenga en mente salvar a un condenado a muerte, sino que está pensando en usar el poder del perdón con él mismo, sus familiares y colaboradores que hayan actuado fuera de la ley. Sería algo sin precedentes en la historia de Estados Unidos. Pero es cosa de ellos. Lo que si no tiene perdón es lo que ha hecho sufrir a nuestros paisanos y su familias con la amenaza de las deportaciones masivas y el impuesto sobre las remesas. Además, ha actuado con hipocresía. El club de Trump Mar-a-Lago y su Campo Nacional de Golf en Florida han solicitado visas a las autoridades migratorias para contratar a extranjeros bajo el programa H-2B, que permite tomar trabajos temporales que no sean del área agrícola y que supuestamente son rechazados por empleados gringos.
Ombudsman social



Dicen en el pueblo, generalmente con un tonito sentencioso: no hay fecha que no se llegue ni plazo que no se cumpla. Pero como seguimos en Estados Unidos, sin visa ni siquiera green card, un poquito de urbanidad y buenas maneras no me quitan lo indocumentado pero tampoco menguan mi refinada educación de colegio particular (el Ignacio Zaragoza de los Hermanos Lasallistas). Por eso subtitulemos: “ there is not date that is not fulfilled, nor a term that is not reached.”
Para autocancelar la excusa de que el espacio me constriñe, las sociedades financieras me asfixia y me cancela la oportunidad de proporcionar la información ofrecida, por esta vez empiezo con el plato principal.
Iniciemos con un inquilino o, más bien un deudor hipotecario. En aquel lado nadie compra un bien inmueble (o mueble, recapacito,) al contado. La cadena del crédito accesible y vitalicio, para quien respete la esclavitud ad perpetuam del débito mensual, es como un cordón umbilical que alimenta la sociedad de consumo. The American Dream es sencillo y fácil de entender: Poseer. Consumir. Derrochar, desperdiciar y, aún devastar. Recordemos que del otro lado de la frontera, tienen una estrategia infalible para activar la producción y la reconcentración del capital: inventar, crear satisfactores que luego la industria de la publicidad hará el milagro de hacer creer a la gente que fue a ella a quien se le ocurrieron y los considere como artículos indispensables los cuales comience a reclamarlos con gran urgencia para atender necesidades que no habían descubierto antes. El objetivo, de entrada, es poseer. Luego vendrá el agrandar, magnificar: (departamentogcasagmansión. Igual con los autos, la vestimenta, los viajes, festines y el glamur). Se compra (a plazos) todo lo que la ambición reclame y el crédito permita. Al final (y aún antes si es posible), de la pesada carga que las deudas significan, y a cuyo pago se dedican vidas enteras, se mal revende todo, y no para gozar de la tranquilidad que otorga la legítima propiedad de lo adquirido, sino para volver a empezar el vía crucis que implica regir la vida entera por el vocablo latino: excelsus: más alto, más arriba, más riqueza, abundancia, poder, lujo, confort, belleza. Más nuevo y moderno, más inútil, pero ostentoso, petulante, clasista. Todo objeto, bien, concesión, privilegio, fuero, rango que oculte, o disimule siquiera, pobreza de espíritu, deplorable calidad humana y, las más de las veces, una supina ignorancia e insensibilidad acogota a los poseedores, aunque su expresión externa sea la del permanente winner. Su vida interna confirma un latinajo (a los que no soy muy afecto): “ Maxima egestas avaritia.” Que como todo el mundo sabía en el kínder Apolonio M. Avilés, donde estudié quiere decir: la avaricia es la mayor pobreza.




Es común pensar que, en términos geográficos, en Estados Unidos existe una dicotomía social, política y económica caracterizadas por el pensamiento liberal y por el conservador. Esquemáticamente hablando, en las costas predomina el pensamiento liberal y progresista, mientras en el sur y en el centro agrícola del país el pensamiento conservador y reaccionario. Independientemente de las razones históricas de esa dicotomía, esa caracterización ha venido cambiando en las décadas recientes, debido a que la configuración de la población también ha cambiado. Entre otros factores, debido a la migración y la educación, particularmente en las capitales de algunas ciudades del sur y centro del país, en las que están ubicados los centros culturales, artísticos y las instituciones de educación superior. En esos centros urbanos la población es más liberal y menos atada a los cánones conservadores. Por ejemplo: Austin capital de Texas; Raleigh, capital de Carolina del Norte; Nashville capital del estado de Tennessee.




El indicador general de la inflación, Indice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), registró en junio un incremento anual (12 meses) de 6.31%, el más alto porcentaje desde 2001 (6.6). El crecimiento del índice de la Canasta Básica fue aun mayor, de 8.57%, el más alto desde el año 2000 (9.2); y el Indice Nacional de Precios (a que vende el) Productor (INPP) aumentó 5.61% con tendencia descendente desde el 8.40 registrado en enero (Gráfico 1).
Inflación según el gasto
Si el aumento en el INPC nacional junio-junio fue de 6.31%, los principales incrementos en rubros básicos se registraron en:
• Alimentos 7.88%. Destacan: Tortilla de maíz 8.18, fruta fresca 8.39, pescados y mariscos 9.03, aceites y grasas vegetales 9.45, arroz 10.06, hortalizas frescas 17.41, el frijol 17.53, y azúcar 27.17%.
• Energéticos 15.20%. Destacando: Gas doméstico natural 17.84, gasolina de bajo octanaje (magna) 20.65%, y gasolina de alto octanaje (premium) 25.60
• Transoporte 13.07%. Destacan: Transporte público urbano 10.11, transporte por cuenta propia 14.86, y Metro / transportes eléctricos 26.13 (Gráfico 2).
En acumulado quinquenal junio 12-junio 17, los rubros con mayor incremento (+ de 30%) son: Agua (suministro) 30.03%, refrescos y agua embotellada 30.74, pan dulce 30.75, transporte colectivo 30.78, galletas populares 31.10, transporte por cuenta propia 35.10, hortalizas frescas 35.22, gas doméstico natural 40.29, frutas frescas 41.38, pescados y mariscos 44.90%, trámites vehiculares 47.02, gasolina magna 51.76, metro y transportes eléctricos 52.13, carne de res 53.73, y gasolina premium 61.03%.



El creciente beneficio económico que, vía remesas, aportan los emigrantes a sus familias y sus respectivos países tiene un altísimo costo social. Los gobiernos gerenciales –aquí y en el resto de América Latina– han armado un jugoso negocio privado por el trasiego de dinero de los expulsados de su tierra, pero nada hacen para atemperar el sufrimiento y detener la tragedia de quienes obligadamente abandonan su país por razones evitables.
En 2016 cerca de 240 millones de emigrantes movieron alrededor de 450 mil millones de dólares en remesas. De ellos, Latinoamérica captó alrededor de 70 mil millones de dólares en mesadas, de los que en México quedaron casi 27 mil millones) ocupando así el primer lugar regional y el cuarto internacional. Para naciones como Haití, Honduras y El Salvador, tales envíos representan 25, 17 y 18 por ciento de su producto interno bruto, respectivamente, y en todos los casos las divisas aportadas por los expulsados de su tierra se utilizan como herramienta para nivelar, en lo posible, las cuentas macroeconómicas.
El multimillonario negocio privado de las remesas (el citado cuan muy productivo trasiego del hambre de otros) involucra a agencias financieras nacionales e internacionales (en la mayoría simples filiales u oficinas de representación de la matriz) y mientras la mayoría de los emigrantes sudan la gota gorda para obtener recursos y destinar una parte a sus familias, son víctimas de racismo y permanente violación de sus derechos humanos; otros, muy pocos, cobran altas comisiones por las transferencias. Esa es la gran solución de los gobiernos gerenciales a la emigración, mientras en sus respectivos países se deteriora vertiginosamente la situación económico-social y arrasa con su población.
En la edición dominical, La Jornada advierte que el número de menores de edad que emigraron de países centroamericanos hacia México, o de dichas naciones y de aquí hacia Estados Unidos, llegó a su máximo histórico en 2016, cuando más de cien mil de ellos fueron aprehendidos por autoridades migratorias de ambas fronteras, de acuerdo con la Fundación Bancomer y el Consejo Nacional de Población (nota de Juan Carlos Miranda).
El año pasado fueron detenidos cien mil 234 menores (59 mil 692 en Estados Unidos y 40 mil 542 en México) en su intento por migrar a alguno de los dos países, un incremento de 9.3 por ciento frente al máximo histórico previo en 2014. En nuestro país el aseguramiento de menores extranjeros por las autoridades migratorias se incrementó más de 900 por ciento en los recientes seis años, al pasar de 4 mil 43 detenidos en 2010 a 40 mil 542 al cierre del año pasado, según cifras preliminares. La mayoría de las detenciones de menores extranjeros correspondió a varones adolescentes de entre 12 y 17 años (40 por ciento).
En este contexto la Cepal detalla que además de una elevada pobreza y los niveles más altos de desigualdad, México, al igual que la mayoría de países de la región, se caracteriza por una serie de rezagos sociales y económicos, entre los que destacan vacíos y dificultades de acceso a mecanismos de protección social que permitan a las personas hacer frente a riesgos y vulnerabilidades individuales y colectivas magnificadas, además, por razones de género, edad o pertenencia étnico-racial.
El horror, mientras los barones del trasiego de dinero obtienen más y más utilidades. El organismo especializado de la ONU divulgó un análisis temático que detalla la situación, y en este sentido aporta su numeralia para comprender de mejor manera de qué se trata todo esto, e indica que por el lado mexicano la frontera está integrada por seis estados, y por el estadunidense cuatro estados. En casi la mitad de la frontera existe un muro fronterizo y en la restante existen barreras naturales. El paso fronterizo divide a 48 condados estadunidenses y 94 municipios mexicanos.



Un asesor financiero de uno de los bancos más grandes del mundo en Wall Street comenta a La Jornada que el momento político estadunidense se puede resumir en una sola frase: Estamos viviendo en una república bananera.
Varios de los elementos clásicos de un régimen autoritario y corrupto están presentes: la instalación de miembros de la familia del presidente Donald Trump en puestos clave –sobre todo su hija Ivanka y su yerno Jared Kushner– a pesar de su nula experiencia en gobierno, los ataques y humillaciones públicas contra su equipo si percibe que éste no cumple con su labor básica de proteger a esa familia e impulsar sus deseos personales. A esto se suma el desconocimiento y hasta burla de normas y prácticas de ejercicio democrático de su poder, el uso de la mentira y de tácticas orwelianas para proclamar qué es verdad y qué no, y usar el gobierno para promover sus negocios, entre tanto más.
Una de las muestras más extraordinarias de esto fue la reunión de su gabinete hace poco más de un mes, donde permitió que las cámaras de prensa grabaran un ejercicio casi obsceno en el cual uno por uno sus secretarios fueron obligados a elogiarlo y expresar que trabajar con Trump es un gran privilegio y un honor, y hasta una bendición por la que sienten profunda gratitud. Nunca nadie había sido testigo de algo tan vergonzoso en una cita del gabinete.




Baja California recibe este lunes al presidente Enrique Peña Nieto. Visita de doctor, según la agenda dada a conocer, pues sólo estará poco más de dos horas en el estado, donde se han cometido mil 12 homicidios en el primer semestre.
La entidad ocupa el tercer lugar nacional en ejecuciones, 70 por ciento perpetradas en Tijuana. El Presidente visitará Mexicali, donde se encontrará con un movimiento social que se opone a la instalación de una planta cervecera de Constellation Brands e instaló un plantón en la carretera Mexicali-San Felipe.
El mandatario irá a San Felipe en helicóptero, así que quizá sólo pueda verlos desde el aire. Inaugurará el canal agrícola 27 de Enero en el Valle de Mexicali –que sustituye varios dañados por un sismo de 7.2 grados en 2010– y un tramo carretero que enlaza la vía que corre paralela al Alto Golfo de California con la Transpeninsular, que corre al lado del Pacífico.



Puertas y ventanas de la memoria. La idea de un lago, segundo largometraje de la realizadora argentino-suiza Milagros Mumenthaler, es el sugerente entrecruzamiento de recuerdos íntimos de Inés Acevedo (Carla Crespo), la mujer encinta que prepara un libro de fotografías y poemas sobre su pasado familiar donde evoca las temporadas de vacaciones a orillas de un lago al sur de Argentina en compañía de un padre añorado que habrá de desaparecer, poco después, durante los días aciagos de la dictadura militar.
A diferencia de muchas otras películas argentinas o chilenas que abordan el tema de la desaparición de seres cercanos como un reclamo de justicia que se mantiene vivo a través de la obstinación de la memoria personal o colectiva (un caso emblemático, el cine documental de Patricio Guzmán), lo que acomete aquí la directora es mostrar los efectos de ese pasado, hecho de imágenes idílicas y recuerdos tormentosos, sobre un presente y una vivencia personal que se rediseña fantasiosamente y cobra ímpetu nuevo sobreponiéndose, de modo catártico, a la desdicha.




Es un consenso: los músicos de jazz en este país –siempre– han hecho su tarea del Diez, desde aquellos pianistas que recrean los clásicos del ragtime hasta los grupos que van del sonido Nueva Orleáns al etno jazz y al jazz progresivo. Todos (o casi todos) dejan un estupendo sabor de boca. Lo malo es que estos jazzistas, además de músicos, hasta hace poco tenían que ser sus propios manágers, sus propios secres, sus bookings, sus roadies, sus ingenieros de sonido, sus técnicos de luces, sus productores, sus promotores, sus agentes de prensa... todo, con tal de seguir tocando.
Por fortuna, las cosas empiezan a cambiar. Sin prisa pero sin pausa, la silueta de una incipiente infraestructura se ha ido dibujando en los horizontes del jazz en México. Y uno de los ejemplos más categóricos y contundentes de este soporte profesional es la creación de la agencia Blackhill Media, a iniciativa del preclaro e hiperactivo maestro Erik Montenegro, quien después de tres lustros al frente de Relaciones Públicas del Instituto Mexicano de la Radio y de la gerencia de Horizonte se inserta de lleno en esta nueva aventura.




Como corrido ranchero, la crónica de la vida de Juan Rulfo pasa por las consignas de la infancia violentada, las peripecias adversas para construir una vida posible, el éxito que corona un talento mayor, las controversias con distintos poderes y, en el ocaso terrenal, el peso de andar cargando su propia leyenda. En primer lugar le toca andar el mundo en terrenos de la provincia mexicana que no ha mutado demasiado desde los postreres momentos del fin de la Revolución.
Cuando los caciques se reorganizan, los cotos se institucionalizan y el campo aún tiene sangre sin coagular, el niño Juan Rulfo va andando los días entre un susto y otro, sea por querellas de terrenos y ganado, sea porque un día una improvisada camilla mortuaria le estampa la imagen de su padre muerto a balazos. En esos territorios donde se quiere que lo peor resulte un sueño, los dramas son la esencia de un nuevo día y se extraña tanto a los muertos que uno quiere hablar con ellos como lo hizo en la alborada de la jornada, cuando nadie se imaginaba que habría cirios encendidos por la tarde, Juan Rulfo crece absorbiendo la materia de lo que hoy es literatura magnífica, base de estudio en una cincuentena de países pues, como se ha insistido tanto, Rulfo es el escritor mexicano más traducido y leído en todo el mundo.


Se cumplieron ayer cuatro meses del asesinato de Miroslava Breach Velducea, corresponsal de La Jornada en Chihuahua y colaboradora de Norte de Ciudad Juárez. En ese tiempo los autores materiales e intelectuales de su muerte han gozado de impunidad y las autoridades estatales y federales han formulado abundantes declaraciones y promesas de justicia, pero ésta no parece encontrarse cerca. Por el contrario, y como sucede con el resto de las víctimas de la violencia que padecen la entidad y el país, las probabilidades del esclarecimiento y de la sanción a los responsables se reducen conforme pasan los días, los meses y las semanas.

Agradecer por la comida
En México no damos a nuestros campesinos el valor espiritual que tienen. Ellos merecen que todos los mexicanos les demostremos absoluto homenaje, como si fueran fuerzas armadas, Cruz Roja o el Papa.

Seis meses después de asumir el cargo entre promesas de construir un muro fronterizo pagado por México, salir del TLCAN, deportar millones de indocumentados (80 por ciento mexicanos) y declarar ilegales las ciudades santuarios, es tiempo de volver a evaluar el avance del presidente Trump y de la mayoría republicana en el Congreso en ejecutar esta agenda xenófoba, racista y proteccionista.

No es fácil saber cuál de las dos reformas estructurales, la energética o la educativa, ha causado más daño; una arrebata bienes materiales que manejados con honradez podrían servir para que la población tuviera lo necesario para vivir con lo suficiente y hasta con cierta holgura, la otra arrebata el futuro, condenando a niños y jóvenes a la dependencia, la falta de preparación, el conformismo y la sumisión.

Hoy, ver un programa de información por televisión significa de antemano estar dispuestos a observar la desolación y la muerte que impera en grandes porciones de nuestro planeta. Seguramente existe la proclividad a presentar un mundo destruido, incluso por los más bajos motivos mercantiles, pero más allá de la mentalidad coincidente en lo macabro y trágico, es un hecho que existe en nuestro mundo una prolijidad mucho mayor (tal vez que nunca) a que existan tales situaciones de violencia y de sangre, pero también de una moralidad capaz de saltarse todas las trabas.

Desde 1959 México celebra en julio el Día del Árbol. Brigadas de voluntarios siembran miles de plantas a fin de contrarrestar la enorme deforestación que arrastramos por la agricultura, la ganadería, los asentamientos humanos y hasta la siembra de enervantes. También por la pobreza extrema y la tala ilegal de especies de valor comercial. Pero de 10 arbolitos plantados apenas sobreviven dos o tres.

La distancia entre las ciudades de Nueva York y Washington DC es de 362 kilómetros. El viaje en automóvil dura alrededor de tres horas y media; en tren, cuatro horas y media y en avión una hora 20 minutos, a lo que hay que sumar el viaje al y desde el aeropuerto y la espera para abordar.
Descontento con el descontento que tengo, me abro de pecho y pongo el cerebro en la escalera de ascenso de la Línea 8 del Metro. Si no se quieren quedar sin respuesta no me pregunten por qué. El viento en el corazón, el viento de la calle me golpea el rostro. Despeina a una mujer que sube del otro lado del escalón que arrastra el impulso eléctrico de un mecanismo oculto bajo nuestros pies.

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