MUJERES CAUTIVAS
Por: Teresa C. Ulloa Ziáurriz*
Un delito de violencia de género
Según datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el
Delito (UNODC), aproximadamente 75 por ciento de las víctimas de trata
detectadas en Latinoamérica y el Caribe entre 2007 y 2010 fueron mujeres
y niñas. Esto evidencia que la trata de personas constituye un delito
con una fuerte connotación de género y es una de las formas más extremas
de violencia contra las mujeres, y por ende, una grave violación a sus
Derechos Humanos.
El próximo 30 de julio se conmemora el “Día Internacional contra la
Trata de Personas. Y tendríamos que preguntarnos qué es la trata de
personas. El Protocolo de Palermo, en su Artículo 3 define la trata
como:
a) Por “trata de personas” se entenderá la captación, el transporte, el
traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la
amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al
fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de
vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para
obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra,
con fines de explotación. Esa explotación incluirá, como mínimo, la
explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación
sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas
análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos;
b) El consentimiento dado por la víctima de la trata de personas a toda
forma de explotación que se tenga la intención de realizar descrita en
el apartado a) del presente artículo no se tendrá en cuenta cuando se
haya recurrido a cualquiera de los medios enunciados en dicho apartado;
c) La captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción
de un niño con fines de explotación se considerará "trata de personas"
incluso cuando no se recurra a ninguno de los medios enunciados en el
apartado a) del presente artículo;
d) Por "niño" se entenderá toda persona menor de 18 años…”
Lo que quiere decir que la trata es la captación o reclutamiento, el
transporte, el traslado o la recepción de una persona, para explotarla.
En nuestra legislación nacional se incluyen 13 diferentes formas de
explotación: explotación de la prostitución, la pornografía, el turismo
sexual, la esclavitud, la servidumbre, los trabajos forzados, la
explotación laboral, el matrimonio o el embarazo forzado; adopciones
ilegales, mendicidad forzada, reclutamiento de niñas, niños y
adolescentes para actividades de la delincuencia organizada y tráfico de
órganos, tejidos y sus componentes. También sanciona la publicación de
anuncios de contacto sexual.
Y en su Artículo 40 la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar
los Delitos en Materia de Trata de Personas establece que el
consentimiento otorgado por la víctima, no es causal excluyente de
responsabilidad para quien o quienes la trataron o la explotaron de
cualquier forma.
EL LOBBY PROXENETA
Sin embargo hay organismos internacionales, gobiernos latinoamericanos,
poderes judiciales, ONG internacionales, académicas, que escriben libros
y nunca han atendido o litigado ningún caso de trata y explotación
sexual que se empeñan en separar la trata de las distintas formas de
explotación, especialmente de la explotación sexual, alegando que la
trata es prostitución forzada pero que hay prostitución autónoma y
libremente elegida, cuando 60 por ciento de las mujeres y trans que
están en situación de prostitución, llegaron ahí por pobreza, pobreza
extrema y falta de oportunidades, discriminación y violencia.
Tampoco toman en cuenta que las formas más comunes de reclutamiento son
la fuerza, el engaño, falsas promesas, las adicciones, la seducción o el
enamoramiento, el embarazo y el matrimonio infantil.
La prostitución es una institución profundamente patriarcal para el
control de los cuerpos y la sexualidad de las mujeres y niñas, por lo
que es de extrañar que mujeres que se dicen feministas promuevan la
legalización de la prostitución como un trabajo como cualquier otro,
haciéndose cómplices del patriarcado o actuando a su servicio, como
parte del lobby proxeneta.
BESOS ENTRE VARONES
El pasado 10 de junio en la Revista Proceso salió publicado un artículo
titulado “Besos entre Varones”, escrito por Marta Lamas, que anda de
gira por todo el país presentando su libro para promover la
reglamentación de la prostitución, donde escribe:
…“Hace días circula en las redes un video casero donde un joven es
forzado a besar a otro hombre, mientras algunos varones se divierten y
les exigen a ambos que abran más la boca, que se abracen más fuerte y se
toquen los genitales. La última escena de esa filmación casera, es una
toma de ese joven, ya solo, en un patio, escupiendo con repugnancia (yo
diría vomitando)”.
“Según parece, se trata de uno de los usos y costumbres que ha
instaurado un dirigente sindical, líder de una organización de taxistas
de Salina Cruz, Javier Córdova, apodado “La Culebra”…
…Lo que se ve en el video no es un beso “amistoso”, sino una humillante
prueba de obediencia. … no es una expresión de una homosexualidad gozosa
y consentida, sino la imposición perversa de un dirigente sindical que
condiciona la entrada a su gremio obligando a dos hombres a dar un
espectáculo para regocijo de los demás”.
“Lo que expresa esa escena es una de las vertientes más patéticas del
machismo mexicano, la que disfruta de la imposición de un acto de
contenido sexual aprovechándose de la necesidad de trabajo de un
compañero”.
Cuando terminé de leer este artículo me pregunté ¿cómo es posible que
indigne el beso entre varones como una de las vertientes más patéticas
del machismo mexicano a través de la imposición de un acto de contenido
sexual, aprovechándose de la necesidad de trabajo y no nos indigne la
explotación de la prostitución, por fuerza o necesidad?
Debe quedarnos claro que la trata de personas concluye cuando empieza
cualquiera de las formas o modalidades de explotación, y son dos delitos
distintos que se deben sancionar con concurso real, esto es sumando las
penas de cada delito.
*Directora de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas
en América Latina y el Caribe, A.C. (CATWLAC por sus siglas en
inglés).
CIMACFoto:Anayeli García Martínez
Ciudad de México
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