Las evidencias de alta
corrupción en cuanto al Paso Exprés, tan mal construido en Cuernavaca,
han desencadenado una serie de denuncias respecto a obras en todo el
país que fueron construidas y puestas en funcionamiento de manera
similar.
El modelo criminal que se ha ido descubriendo en el caso específico
del libramiento morelense, donde dos personas perdieron la vida, está
presente en toda obra importante que se haya realizado durante el
sexenio en curso, con el secretario de Comunicaciones y Transportes
(SCT), Gerardo Ruiz Esparza, como doctoral ejecutor de maniobras dañinas
al interés público, y personajes de su entorno igualmente implicados,
como su subsecretario de Infraestructura, Óscar Callejo, quien antes fue
director de carreteras en la propia SCT y delegado de esta secretaría
en el estado de México.
La urdimbre corrupta muestra sus efectos casi en toda obra y
servicios públicos, y en todos los niveles: federal, estatales y
municipales, y en todos los poderes: Ejecutivo, Legislativo, Judicial y
organismos
autónomos. Es un ciclo perverso: funcionarios que exigen moches sobre los contratos que asignan, empresarios que reducen drásticamente los niveles de calidad para ajustarse a las exigencias porcentuales de corrupción, obras y servicios que se inauguran para la fotografía oficial y que en un abrir y cerrar de ojos mostrarán deficiencias graves, y una población que sufre consecuencias negativas, inmediatas y permanentes.
Y, sin embargo, se mantiene intocado el pacto de la corrupción
impune. Enrique Peña Nieto ha evitado ir al fondo del problema. Ni
siquiera ha hecho alguna declaración medianamente aceptable sobre el
Paso Exprés y las demás denuncias ciudadanas que se van multiplicando.
La vista de Los Pinos pretende posarse en otros asuntos, como si el
expediente morelense fuera una excepción. El secretario Ruiz Esparza
sigue aferrado a la versión de las lluvias y la basura e incluso ha sido
poco cuidadoso con su jefe, Peña Nieto, al sostener algo que es una
verdad jurídica, que es éste quien debe juzgar si está bien o mal lo
hecho en la SCT, pero que, en las circunstancias actuales, significa
políticamente encajarle al ocupante de Los Pinos una corresponsabilidad
explícita en lo que ha sucedido.
Por cierto, el ingeniero civil Óscar Arzaluz Murguía, egresado de la
Universidad Autónoma del estado de México en 1987, quien trabajó para la
Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), comenta:
lo que pude ver, a través de las imágenes y los videos, fue que el concreto hidráulico con el que está hecha esta vialidad no estaba armado; esto es, que contenga acero estructural en su parte interna, como son las varillas que se pueden ver, por ejemplo, en una loza de cualquier construcción. El acero estructural, o varillas, son por especificación recomendables para utilizarse dentro del concreto hidráulico, porque evitan que existan cuarteaduras por los cambios de temperatura, separaciones, escalonamientos, deformaciones y, lo más importante, como lo que acabamos de ver, en caso de que exista una falla total. Si este concreto hidráulico (no asfáltico) hubiese estado armado, lo que habría pasado es que la parte que falló se habría quedado colgando de las varillas, pero no habría colapsado. Habría que checar las especificaciones y contratos de obra, porque suena extraño que una obra de esa envergadura no cuente con altas especificaciones, y, si las tenía, entonces el problema grave está en su parte constructiva. Por otra parte, mencionar que, independientemente del tema de una falla estructural en el concreto hidráulico (llamado así por sus componentes: cemento, agregado fino o arena, agregado grueso o grava, agua y acero estructural), no debemos dejar de mencionar la otra falla, ocasionada por la falta de atención en la parte de infraestructura hidráulica, que toda obra de vías terrestres debe tener, como el ya mencionado caso de la creciente de agua y la alcantarilla. ¡Es inadmisible!
Siempre dispuesto a morir (políticamente) por su propia boca,
el pez de granja derechista (de propiedad estadunidense), Vicente Fox
Quesada, emitió ayer en Venezuela un temprano certificado de pesimismo a
la marcadamente difundida movilización contra Nicolás Maduro, expresada
en una votación informal, llamada
plebiscito, a la que asistió el ex presidente mexicano como
observador.
Desmemoriado a conveniencia, el ex gobernador de Guanajuato emparejó
lo vivido ayer en aquel país sudamericano con el entusiasmo cívico
desbordante que en 2000 se produjo al poner fin a la prolongada estancia
del PRI en Los Pinos. El esposo de la señora Marta no ayudó a la causa
de los antichavistas, pues, como es sabido, las expectativas de cambio
profundo en México fueron radicalmente desaprovechadas por un personaje
que traicionó la esperanza popular, convirtió la corrupción en ejercicio
personal y familiar y terminó participando en el fraude electoral
correspondiente a su sucesión, en 2006, y en un servil apoyo en 2012 al
mismo PRI, convertido ya, el citado Fox, en redituable pieza de
permanente apoyo al sistema y al partido que decía combatir.
Si tales son (adaptadas a la circunstancia venezolana) las
perspectivas que el ex panista ve ahora respecto a la movilización
contra Maduro, flaco favor le hace. Fox, por cierto, al igual que Felipe
Calderón, han mostrado un excepcional activismo en contra del régimen
de Maduro, en consonancia con el interés intervencionista de Estados
Unidos, notablemente secundado en México por el canciller Luis Videgaray
y Enrique Peña Nieto. Otro ex presidente asomó ayer: Luis Echeverría
Álvarez, quien recibió en su casa de Ciudad de México la visita del
embajador de China, a 45 años de que México reanudó relaciones
diplomáticas con la nación oriental.
Y, mientras llega hoy a México Javier Duarte, para ser sujeto a
procesos judiciales por presuntos delitos específicos, pero sólo por
esos, los consignados en la solicitud de extradición hecha por el
gobierno mexicano y no por ningún otro que se le pretendiera agregar,
¡hasta mañana!
Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero, Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
No te hagas, Ortiz: ¿si desde la semana
pasada conocías los nombres de los acaudalados arrendatarios de Trump
(¿o compradores?, intervengo yo), qué necesidad de hacerla tan cansada.
Otro: En casa estamos ansiosos, ya conseguiste expectación y lectores
cautivos. No vayas a salir con que son de Juan Pérez Jolote o Pedro
Páramo, prestanombres. Y un amigo optimista: ¿Si son tus mansion-ma tes
y no quieres balconearlos, te entiendo. A ellos y otros más reclamantes
que me enviaron correos, los decepciono. La relación de los
propietarios que tanto interés ha despertado no son un descubrimiento
personal. Éstos han sido mencionados en diferentes medios de la prensa
oral y escrita, y ahora los republicito a la manera de aquellos viejos
carteles que en el Medio Oeste llenaban las calles, los aparadores y por
supuesto hoteles y bares con las caras de los facinerosos más temibles
del momento. Sobre el pecho del malhechor cruzaba con grandes letras
diagonales la palabra: wanted! Luego venían sus generales,
delitos cometidos, grado de peligrosidad y cantidad de la recompensa
ofrecida por su captura: vivo o muerto, para hacerla más facilita. Los
interfectos (segunda opción del diccionario) ya no están en esos
afiches, sino en las publicaciones costosísimas en las que se auto
homenajea nuestra chabacana burguesía. Pagan y pagan las páginas dentro
de las cuales no tienen escrúpulo y recato para cantarle su indecorosa
forma de vivir: Vacíos, insensibles e inevitablemente zafios, exhiben,
con ufanía y orgullo lo que en una sociedad cristiana (credo que
presumen profesar la mayoría de los llamados interfectos), sería
vergüenza, pecado con escándalo y, por supuesto, en el caso de que en
realidad fueran creyentes, estupidez supina porque: ¿Quién, en su sano
juicio, cambia 100 años de satisfactores menores: soberbia, avaricia,
vanidad, arrogancia, fatuidad, altanería y presunción por una eternidad a
la vera del señor? Sentirse inferiores les provoca a estas personas, el
llamado por don Sigmund, complejo de inferioridad, que surge de una
profunda necesidad de reconocimiento. Estas carencias de seguridad y
autoestima desencadenan mecanismos compensatorios para satisfacer, por
medio de los objetos materiales, sus más profundas carencias anímicas
Con sensibilidad de buldócer, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, celebra que
por el mal rato que pasaronya se
indemnizóa los deudos de las más recientes víctimas del Paso Exprés de Cuernavaca. Así es: a las corruptelas, contratos amañados, presupuestos inflados, obras incompletas y/o fallidas, descarada protección a los
amigosdel régimen y a las consecuencias de tan nefastas prácticas, ahora el gobierno las tipifica como
mal rato.
Lo cierto es que desde hace muchos años el
mal ratose extiende por la geografía nacional y se prolonga, entre tantas otras cosas, por prácticas como las citadas y en empresas de negro historial, entre ellas las asociadas a un oscuro empresario de nombre Juan Diego Gutiérrez Cortina –
clienteVIP
rescatadopor el Fobaproa– y a las tropelías de su familia, que no son pocas. Este personaje se cuenta entre los accionistas de Banamex que no pagaron un centavo de impuestos (cortesía de Vicente Fox y Francisco Gil Díaz) por la venta de la institución financiera a Citibank, en 2001.
En el cuento de nunca acabar: empresas
inhabilitadaspor la Secretaría de la Función Pública (como la constructora Gutsa, de Gutiérrez Cortina, ahora conocida como Epccor, a cargo de sus retoños), que simplemente cambian de razón social para seguir pegadas a la ubre presupuestal, sin que se registren consecuencias legales por la pésima calidad de las obra realizadas, el interminable retraso en la entrega de las mismas, los contratos amañados (corrupción galopante) y la descarada práctica de inflar precios luego de
ganarlicitaciones gubernamentales (el caso del Paseo Exprés no es excepción, sino regla; recuérdese, por ejemplo, la fraudulenta Estela de Luz y/o la
rehabilitaciónde la carretera México-Acapulco, conocida como Autopista del Sol).
Desde luego que esa
buena estrellano es casual, ya que el fundador de la dinastía, Antonio Gutiérrez Prieto, fue muy cercano a la familia política –la priísta, en primer lugar, sin olvidar a la panista– y, por ejemplo, perteneció a la
Comisión de Financiamiento y Consolidación Patrimonialdel PRI para financiar la campaña presidencial de Carlos Salinas de Gortari (participaron otros 15 empresarios, todos favorecidos con la venta de firmas paraestatales, como Telmex, reprivatización de la banca, aerolíneas e ingenios azucareros, y la
apertura económica). Seis años después, también formó parte del
pase de charolaorganizado por el propio CSG en casa de Antonio Ortiz Mena (25 millones de dólares por cabeza) para financiar la campaña de Luis Donaldo Colosio (al final el beneficiado fue Ernesto Zedillo),
contribuciónque generó mayor fortuna, mediante más contratos y prebendas públicas.
El circuito perfecto de la política y los negocios. Lo anterior llevó al gobierno de Zedillo a
rescatar(vía erario nacional) a muchos empresarios
amigos, como los Gutiérrez Prieto-Cortina. Entre otras muchas cosas, por medio del Fobaproa (Banamex, con créditos relacionados –ilegales– y el entonces denominado Bital, hoy HSBC; Aeroméxico, que junto con otros empresarios adquirió durante el salinato, al igual que Multibanco Comermex, después Inverlat y más tarde comprado por Scotiabank) y más adelante del negocio carretero (también concesionado por Salinas). La familia salió ilesa, pero no el erario. Y así, sexenio tras sexenio, este tipo de personajes amarran negocios tras negocios con la garantía de impunidad y continuidad que les otorga el financiamiento de campañas políticas, especialmente las presidenciales.
Por ello, a estas alturas resultan incalculables (por número
de casos, víctimas fatales y presupuesto involucrado, en todos los
sectores) los
malos ratos(Ruiz Esparza dixit) que a lo largo de los sexenios han pasado, y pasan, los mexicanos y la ausencia total –salvo en casos altamente mediáticos, como el de Paso Exprés– de
indemnizacionespara el sufrido pueblo nacional al que, sin más, le pasan el cúmulo de facturas del cochinero público-privado.
Una muestra de ellos es el
rescatecarretero (con la creación a modo del Fideicomiso de Apoyo para el Rescate de Autopistas Concesionadas, el Farac, constituido en Banobras, también por cortesía de Ernesto Zedillo), un barril sin fondo que este año cumple dos décadas a lo largo de las cuales los mexicanos han pagado una cantidad multimillonaria –y la seguirán pagando cuando menos hasta 2033–, cuyo saldo lejos de disminuir se ve incrementado sexenio tras sexenio.
Al mediar el año, las
expectativas de los centros de análisis económico del sector privado
sobre el comportamiento de varios indicadores básicos han mejorado
ligeramente respecto a los primeros meses del año, pasando de
deprimentes a menos deprimentes.
Crecimiento económico
La expectativa de crecimiento del PIB en 2017 promedió en
la encuesta mensual del Banco de México 1.49% en los tres primeros
meses del año, subió a 1.66 en abril, a 1.97 en mayo, y a 1.98% en
junio. A la fecha, esta expectativa de un crecimiento en torno al 2.0%
la adoptan también el gobierno federal (Secretaría de Hacienda) y el
Banco de México (Gráfico 1), pero no los organismos internacionales que
hasta hoy mantienen pronósticos todavía más bajos: el FMI 1.70, el Banco
Mundial 1.80%, y la OCDE 1.90
En sus proyecciones de crecimiento para 2018, el sector privado
reconsidera ligeramente al alza su pronóstico de 2.09% en febrero al
2.23% actual. El Banco de México comparte este 2.2 al igual que el Banco
Mundial, mientras que Hacienda se mantiene en 2.5%, y el FMI (y OCDE)
en 2.0
Dicen que la estadunidense es
el ejemplo planetario de la democracia. Pero si esto fuera democracia,
sería todo lo contrario de lo que es ahora. De hecho, tal vez el mensaje
implícito en casi todas los sondeos y análisis de la llamada opinión
pública se podría resumir con acento argentino:
¡qué se vayan todos!
Tal vez lo más notable en este país –es que el pueblo– tan manipulado
con las muy sofisticadas ciencias políticas del manejo exquisito del
temor (entre los países avanzados, no hay duda que el superpoder es el
más miedoso), la retórica simplista pero efectiva de la
libertady el
bien, y el discurso materialista vestido de religión –a fin de cuentas no se la cree. De hecho, cada vez menos. Esto es, a la vez, alarmante y esperanzador.
Por un lado, la creciente enajenación entre el pueblo y las llamadas
instituciones democráticas–incluyendo a los medios– permite que surjan personajes protofascistas, como Trump. Por otro, registra que el pueblo sí tiene un sentido común que no se traga la historia oficial de la democracia y que percibe a la cúpula como opuesta a sus intereses. Estas son afirmaciones muy generales y, por supuesto, es mucho más complicado, pero el hecho es que una y otra vez en las encuestas se registra no sólo la desaprobación a los supuestos representantes del pueblo, sino a casi todas sus propuestas políticas.
Víctor Hermosillo y
Celada, senador por Baja California, realizó un donativo de 100 mil
pesos al municipio de Mexicali para pavimentación y bacheo de avenidas y
calles. El donativo corresponde a junio y julio, de acuerdo con un
compromiso que adquirió en abril, cuando anunció que cada mes donaría 50
mil pesos para dicho propósito hasta el término de su gestión.
Al 10 de mayo ya había entregado 200 mil pesos correspondientes a
febrero, marzo, abril y mayo. Dijo que esa cantidad era un ahorro que
hacía renunciando a ciertas prerrogativas que tiene como senador, entre
ellas pago de alimentos, vales de despensa, vales de gasolina,
mantenimiento de su automóvil, gastos médicos y de capacitación.
Es notorio que al senador le sobra dinero, como a muchos políticos en
Baja California. La empresa de la que es socio, Constructora Ramher,
recibió del gobierno, también panista, un contrato por mil 500 millones
de pesos para la construcción, operación y mantenimiento del periférico
Aeropuerto-Zapata-Tijuana, y otro contrato por 6 mil 840 millones de
pesos para un segundo piso hacia la zona de playas del municipio.
En democracias artificiosas
como la nuestra el compromiso con la claridad de pensamiento cede su
sitio a la palabrería hueca, a la verborrea de concurso de oratoria y a
un discurso político alejado, por lo menos, de la realidad que dice
inspirarlo. La palabra lúcida es secuestrada entonces por leyes no
escritas, la mediocridad, los medios y la mercadotecnia, a la vez que
sistemáticamente rehúye encarar los hechos con madurez.
Brotan ejemplos cotidianos junto con las funestas consecuencias de
tamaños lastres, desde legiones de ciudadanos desaparecidos hasta
socavones advertidos, pasando por la pésima señalización y estado de
vialidades, segundos pisos y carreteras. Esta falta de respeto por la
palabra limita el pensamiento, la personalidad y la acción en nuestra
alegre clase política. Los optimistas se consuelan diciendo que lo mismo
sucede en el resto del mundo, o sea:
Mal globalizado, consuelo de tontos.
La deriva totalitaria. Un
vuelco radical para las certidumbres de la corrección política ha
significado constatar que una buena parte de la juventud occidental ha
dejado de identificarse con los viejos ideales libertarios y las buenas
tradiciones laicas, para abrazar de lleno el conservadurismo moral y los
fundamentalismos religiosos. La emergencia de grupos juveniles de
extrema derecha en Europa y la popularidad actual de bandas de rock
neo-nazis en poblados de la antigua República Democrática Alemana, es
sólo una de las múltiples manifestaciones del fenómeno.
En El discípulo, largometraje más reciente del ruso Kirill Serebrennikov (Traición,
2012), se describe la espiral de fanatismo cristiano en que se ve
atrapado el alumno adolescente Veniamin (Petr Skvortsov) cuando
emprende, a título personal, una violenta cruzada moralizadora en su
escuela.
La visitadora de la
Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) Norma Inés León señaló
ayer, ante el Mecanismo de Expertos sobre los Derechos de los Pueblos
Indígenas, perteneciente al Consejo de Derechos Humanos de la
Organización de las Naciones Unidas (ONU), que existe una brecha entre
el marco jurídico y la realidad en lo que concierne a la protección de
los pueblos indígenas en México.
En defensa de la geografía
Aurelio Nuño Mayer, secretario de Educación Pública:
El triángulo constituido por pobreza, clientelismo y elecciones se ha convertido en uno de los problemas serios de la democracia mexicana.
El documental Get Me Roger Stone,
producido por Netflix y cuya trama está basada en una de las más
controvertidas figuras del submundo de la política en Estados Unidos, es
una ventana que permite encontrar algunas claves que explican la grave
crisis ética y moral que atraviesan algunos sectores que forman el
complejo entramado de la política en ese país. ¿Quién es este personaje
que pudiera ser el protagonista de una novela de Mario Puzo o uno de los
maquiavélicos y cínicos personajes de Shakespeare en Ricardo III?
Las empresas Epccor y Aldesa,
constructores del Paso Exprés en Cuernavaca, Morelos, han declarado que
el socavón que llevó a los señores Juan Mena López y Juan Mena Romero a
su muerte la semana pasada
fue ocasionado por la erosión de una alcantarilla afectada por el exceso de basura y una acumulación extraordinaria de agua provocada por las intensas lluvias. De la misma manera, Miguel Ángel Mancera ha querido recubrir su ineptitud echando la culpa por las históricas inundaciones en la Ciudad de México a la
acumulación de basuraen el sistema de drenaje de la capital.
Para Francisco Toledo, en su cumpleaños
Hace 5 años, el Parlamento
Europeo aprobó por abrumadora mayoría, eliminar en 2020 los vertederos
de residuos e incinerar los materiales reciclables. Fue otro paso para
lograr en la Unión Europea, UE, el uso eficiente de los recursos
naturales, proteger el medio ambiente y la salud pública. Sostienen que
la energía generada en incineradoras y vertederos no es limpia ni renovable y contamina la atmósfera. En varias ciudades europeas ya no se autoriza la incineración al reciclar muy buena parte de la basura. En la UE cerca de 80 por ciento de los residuos son susceptibles de tal procedimiento. Por eso eliminan apoyos financieros y legales a la incineración y priorizan el reducir-reutilizar-reciclar, pues crea empleos, mayor crecimiento económico y un medio ambiente más limpio.
Caracas. Este domingo 16
de julio dio inicio en Venezuela una nueva fase de la guerra no
convencional de factura estadunidense, que la cúpula extremista y
maximalista que se apoderó de la conducción de la Mesa de Unidad
Democrática (MUD) ha denominado la
Hora 0.
Es apenas natural que el señor
Trump presuma de tener en su gabinete a varios multimillonarios y
agregue que, obviamente, no querría ahí a ningún pobre. Lo que debe
preocuparnos es que muchos pobres compartan ese juicio. Los ricos lo
serían por una aptitud personal que les daría también capacidad de
gobernar; lo contrario se aplicaría a los pobres, que lo serían por
ineptos.
Las controversias en
torno a la legislación de los servicios de atención a la salud han
dominado gran parte del debate político en Estados Unidos desde que
Barack Obama propuso su Affordable Care Act (Ley de Cuidado de Salud
Asequible) mejor conocida como Obamacare.
Conocí a Rocío Márquez
el 19 de julio de 2012, cuando supe que, valiente y con el compromiso a
flor de piel, decidió ofrendar su presencia y su cante a los mineros del
Pozo de Santa Cruz del Sil, en la provincia de León, en España, quienes
llevaban 45 días de huelga, encerrados en su mina como protesta contra
el cierre de las cuencas mineras de su región. Cuatro años antes, en
2008, Rocío había recibido el galardón de la Lámpara Minera, máximo
premio que el Festival del Cante de Las Minas, conocida como la Catedral
del Cante, otorga a lo mejor del cante flamenco.
Cuando hace un lustro
supimos que una de las concesiones mineras que al mejor postor ofrecía
la jubilosa Secretaría de Economía se llamaba Corazón de las Tinieblas,
en la Montaña de Guerrero, quienes seguimos esas noticias compartimos el
pasmo. Luis Hernández Navarro incluso escribió una columna al respecto (La Jornada, 6/5/17).
¿A quién se le ocurría, en el gobierno o en la empresa agraciada,
Hochschild Minning, la idea de nombrar así un destructivo proyecto de
minería a cielo abierto en las tierras me’phaa de Malinaltepec, como si
la población importara menos que la plata esparcida en el subsuelo? Si
fue ocurrencia de un publicista analfabeto es grave. Pero si los
responsables conocían, así fuera de oídas, la breve novela de Joseph
Conrad Heart of Darkness, entonces fueron unos cínicos. En algo más de 100 páginas, El corazón de las tinieblas, traducido
con maravilla al castellano por Sergio Pitol, es un retrato aterrador
del daño que causaron las empresas de extracción en las colonias.
Situada en el Congo a finales del siglo XIX, prefigura la literatura
moderna y, lo que es más, el mundo por venir, de manera equiparable a
otros relatos geniales de mediana extensión como La metamorfosis, El extranjero o Pedro Páramo.
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