Tres coaliciones sin propuestas claras
eleccDivididos
en tres coaliciones, el 14 de diciembre los nueve partidos políticos
nacionales comenzaron las precampañas rechazando abiertamente los
derechos de las mujeres como el aborto y derechos de los grupos de la
diversidad sexual como el matrimonio igualitario.
En prácticamente tres semanas de campañas presuntamente internas, se
han escuchado escasas propuestas y solo algunas menciones a las mujeres,
resaltando las cualidades femeninas y señalándolas como clave de la
prosperidad y la historia; sin embargo, lo que ha sido evidente es el
rechazo de los partidos políticos a temas como el aborto.
COALICIONES SIN IDEOLOGÍA
Desde la conformación de las coaliciones algunos grupos feministas y
lésbico gay llamaron la atención sobre la integración de ideologías
totalmente opuestas que sólo se unían para abanderar una candidatura
presidencial.
Por ejemplo, la coalición “Por México al Frente”, integrada por los
partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y
Movimiento Ciudadano (MC), suman una visión conservadora y otra
progresista sobre los derechos de las mujeres.
En agosto pasado, ante las críticas sobre la conformación de este
frente, la secretaria de Igualdad de Género del PRD, Claudia Castello
Rebollar, la senadora perredista Angélica de la Peña y la senadora
panista Marcela Torres Peibert, pidieron a los líderes de sus partidos
incluir a las militantes en las mesas de negociaciones porque aseguraran
que tenían coincidencias en sus agendas de género.
Como muestra de lo contrario, en el Legislativo las panistas se han
caracterizado por manifestarse en contra de la interrupción voluntaria
del embarazo y de los matrimonios igualitarios; mientras que las
perredistas han promovido políticas a favor de ambos temas o para apoyar
a víctimas de violación sexual y para aligerar las cargas domésticas de
las mujeres.
Una forma de promover la agenda panista se concretó en febrero de
2014 cuando el Senado aprobó crear la Comisión ordinaria de la Familia y
Desarrollo Humano, presidida por el blanquiazul José María Martínez
Martínez y creada para promover la integración familiar, principalmente.
Otra coalición que generó suspicacias fue “Juntos haremos historia”,
integrada por los partidos Movimiento Regeneración Nacional (Morena),
del Trabajo (PT) y Encuentro Social (PES). Esto porque los dos primeros
se dicen de izquierda –aunque Morena siempre ha estado a favor de enviar
a consulta pública los temas polémicos– mientras que el PES ha
promovido una agenda conservadora, allegada a grupos eclesiásticos y
particularmente “provida”.
Tan solo en 2016 las y los diputados federales del PES hicieron suya
la iniciativa del Frente Nacional de Defensa de la Familia para
modificar el artículo 4 de la Constitución mexicana para “proteger la
vida desde la fecundación” y definir “la esencia heterosexual del
matrimonio”, lo que para grupos feministas era un paso para limitar la
maternidad libre y voluntaria.
El historial de los aliados de Morena hizo que la Secretaría de la
Diversidad Sexual del partido de López Obrador y las simpatizantes
Jesusa Rodríguez y Elena Poniatowska mostraran su rechazo a la alianza
con el PES.
Por su parte la coalición de los partidos Revolucionario
Institucional (PRI), Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza
(Panal), que han ido juntos en otros procesos electorales federales,
están divididos porque algunas veces apoyan las propuestas de género
pero en otras ocasiones las rechazan.
PARIDAD, TEMA EN COMÚN
El único tema en el que todos los partidos han mostrado coincidencia
es en fomentar la participación política de las mujeres. Las plataforma
electoral de la coalición “Juntos haremos historia” dice que considerará
en todo su proyecto de nación el principio de equidad de género y “Por
México al Frente” señala que eliminará toda forma de violencia política
contra la mujer e impulsará que todo órgano colegiado se integre de
manera paritaria.
Estas posiciones las han reafirmado los hasta hoy precandidatos En
noviembre pasado el panista Ricardo Anaya Cortés dijo que se debían
empujar acciones afirmativas “para lograr la verdadera paridad”. Un mes
después, en diciembre, el candidato priista, José Antonio Meade, dijo
que tenía que haber paridad de género en los cargos públicos, los
negocios y todos los ámbitos.
También en diciembre, Andrés Manuel López Obrador, presentó su
propuesta de gabinete en la que incluyó a ocho mujeres y ocho hombres
que eventualmente encabezarían las Secretarías de Estado.
Si bien públicamente todos los partidos han apoyado la paridad de
género en candidaturas, en su afán por evitar que las mujeres compitan
por cargos de representación proporcional en 2017 tres partidos (PES,
PT, PVEM) políticos impugnaron un acuerdo del Instituto Nacional
Electoral (INE) que promovía la paridad, legislada como principio
constitucional desde 2014.
En el acuerdo determinó que la mitad de las candidaturas para las
senadurías por voto directo debían ser para las mujeres y que las listas
se intercalarían por fórmulas de ambos sexos. En el caso de las
senadurías de representación proporcional el organismo dijo que también
debían estar encabezadas por mujeres para garantizar que sean las
primeras en obtener un escaño por asignación.
En el caso de las diputaciones federales de representación
proporcional el INE señaló que por lo menos 2 de las 5 listas de
candidaturas debían ser encabezadas por una fórmula ya sea de mujeres o
de varones.
Al conocer los criterios los partidos políticos alegaron que el
acuerdo del INE excedía sus facultades reglamentarias y vulneraba el
principio de autorregulación y autodeterminación de los partidos
políticos pero la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder
Judicial de la Federación confirmó el acuerdo.
Así en estas elecciones, donde también se renovará el Senado, la
Cámara de Diputados, se elegirán ocho gobernadores, un jefe de gobierno,
diputados locales e integrantes de ayuntamiento, se espera un
incremento de la presencia femenina en los gobiernos y en los Congresos
locales.
De acuerdo con el Observatorio de Participación Política de las
Mujeres en México, de forma general, las mujeres han pasado de ser el
3.5 por ciento de presidentas municipales y jefas delegacionales en
2005, a 14 por ciento en 2017, lo que quiere decir que en doce años la
cifra aumentó un 400 por ciento; en ámbito Legislativo federal hay 42
por ciento de diputadas y 36 por ciento de senadoras; y en los Congresos
locales representan 42 por ciento de legisladoras.
Imágen de Yunuhen Rangel Medina
Por: Anayeli García Martínez
Cimacnoticias | Ciudad de México .-
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