Pedro Echeverría V.
1. Diferentes sectores de la izquierda socialista se reunirán (asistiré como invitado) en la ciudad de México el próximo sábado 21, un día antes de la “Megamarcha” que se planea desde la reunión de Atenco celebrada siete días antes. Entre los temas a debate están: I) Balance de la campaña electoral, sus resultados y las tareas para impedir la imposición de Peña Nieto; II) Retomar iniciativas para el reagrupamiento de varias corrientes de la izquierda mexicana. Sus objetivos: a) Impulsar amplia convergencia democrática y popular para impedir la imposición de Peña Nieto. b) Desmontar la nueva oleada de agresiones al pueblo trabajador y a la nación. c) Movilización y diversidad de acciones en lo que sería las organizaciones, la unidad y los programas.
2. Los tres objetivos anteriores son muy claros. En cuando a una concepción de balance que servirá de base a la discusión, puede leerse que: a) en el proceso electoral privó la inequidad; b) desde el principio se desplegó una estrategia para adelantar una conclusión ganadora hacia el candidato del poder político y económico, representado por Enrique Peña Nieto. c) para ello, señala, se encargaron los monopolios televisivos como Televisa y TV Azteca, así como algunos impresos como la OEM y Milenio y d) tuvieron actuación similar empresas encuestadoras con sondeos de opinión a modo, sumándose en los hechos a la campaña propagandista y publicitaria del candidato priísta.
3. Puntualiza el documento a discusión que bajo el imperio de la ley el IFE “dejó hacer y dejó pasar” acciones oportunamente denunciadas y comprobadas, tendientes a la compra de votos, el uso desmedido de recursos sobrepasando escandalosamente el tope de campaña, la intervención de gobiernos estatales y lo que después se evidenciaría con la masiva distribución de tarjetas de la banca Monex y de la cadena de autoservicio Soriana. Reitera que sin duda la credibilidad del organismo electoral se vio lesionada pues la percepción que de él tiene la mayoría del electorado es igual de negativa que en 2006, cuando se preparó el primer gran fraude a López Obrador.
4. Más aún así, con guerra sucia del PRI, a la que sumó el PAN, debe reconocerse que López Obrador pudo ubicarse al término de la campaña en empate técnico con el priísta. Preocupado por ello, el PRI desplegó durante la jornada electoral acciones fraudulentas para asegurar tres millones de votos de diferencia que aparentaran que los resultados no pueden cuestionarse. No puede olvidarse que a partir de 11 de mayo surgió un gran despertar juvenil en la Universidad Iberoamericana al ser repudiado el candidato del PRI, Peña Nieto y la empresa Televisa misma que manipulaba a los electores para imponer a Peña como presidente de México.
5. El 1 de julio, día de la jornada electoral, se reiteraron las viejas formas fraudulentas para inclinar los resultados electorales a favor del priísta Peña Nieto, pero además formas nuevas, como la utilización de los infantes chaperones que garantizaban que los votantes ‘comprados’ sufragaran por el indicado o los controles priístas en el exterior de cada casilla, para medir si se estaba cumpliendo con el objetivo planteado para cada una de ellas. Se registró que cuando aún no se daban los resultados tanto la candidata del PAN como el presidente panista Calderón reconocieron el triunfo de priísta para presionar a AMLO que lo haga.
6. Con todo y el fraude la izquierda (o mejor centroizquierda) avanzó duplicando sus grupos parlamentarios y ganando las elecciones en Morelos y Tabasco, además de refrendar con más del sesenta por ciento de los votos en el Distrito Federal. Sin embargo se actuó con rasgos de ingenuidad y candidez, al concentrarse en la vigilancia en las casillas el día de la elección, sin prever ni actuar en consecuencia ante la estrategia escandalosa del PRI para comprar votos, cooptar dirigencias sociales y mediatizar conciencias a través del miedo y la corrupción. Parece que MORENA no pudo cubrir todas las casillas por no tener el suficiente dinero para pagar el salario del día.
7. Hasta el momento ha habido dos megamarchas contra la imposición y se ha convocado para el domingo 22 a una tercera. Se han presentado denuncias del fraude y una intensa campaña en las redes sociales. López Obrador ha seguido la vía jurídica para impugnar el proceso y los resultados, además de dar a conocer el Plan Nacional para la Defensa de la Democracia y de la Dignidad de México. El fin de semana pasada se reunió en San Luís Potosí la organización “Congreso Social” y en Atenco, Estado de México, aproximadamente trescientas agrupaciones que aprobaron un Plan de Acción contra la imposición de Peña Nieto.
8. ¿Qué se proponen el PRI y el PAN? Josefina Vázquez dijo a Peña: “Si el candidato del PRI de veras quiere realizar la reforma laboral, reitero lo que ofrecimos en el Congreso hace más de un año: acordemos una reforma que posibilite desde ya los contratos por hora…” (Reforma, 6 de julio). El 13 de julio The Wall Street Journal informó que: “El equipo de campaña de Peña Nieto tenía la esperanza de que lograría aprobar en una sesión legislativa extraordinaria reformas importantes, en particular la laboral…, un asesor dijo que insistir enviaría a grupos de trabajadores radicales a manifestarse… pero aseguró que aún esperan promover reformas en septiembre.” Pero Enrique Peña está más decidido: “…eso (ser increpado) no me inhibirá ni frenará el impulso de las reformas que propondré. No me detendrá, pues tampoco lo consiguieron cuando fui candidato y viví el acecho y hostigamiento de algunos grupos, como el movimiento #YoSoy132 (La Jornada 13 de julio)
9) El proyecto de “reforma laboral” busca –como se sabe- aumentar la explotación del trabajo, bajar los salarios, reducir los derechos de los asalariados (de contratación colectiva, la estabilidad en el empleo, los derechos y servicios sociales, de sindicalización y de huelga, así como generalizar la subcontratación y la contratación por horas, los despidos arbitrarios y otras agresiones a los trabajadores). Las otras reformas que urgen a Peña son: La energética (mayor entrega a los grupos capitalistas del petróleo, el gas, la electricidad y de otras fuentes de energía); la reforma fiscal (IVA en alimentos y medicinas, nuevos impuestos, exprimir más a las capas medias…); la reforma educativa (mayor mercantilización de la enseñanza, cobros en la escuela pública, concesiones para la jerarquía católica en espacios y contenidos educativos, reducir la planta de profesores, facilitar los despidos.
10. Parece ahora depender el no reconocimiento de Peña Nieto de las fuertes movilizaciones que pudieran desarrollarse en el país, en particular en el DF y cuatro o cinco estados significativos (DF, Estado de México, Veracruz, Jalisco, Nuevo León, Puebla) La concentraciones tienen que ser pacíficas, sin armas, pero bloqueando instituciones económicas y políticas de la burguesía durante por lo menos una semana; si por el contrario éstas son simples marchas seremos nuevamente objeto de burla y perderemos el derecho de quejarnos. El fraude preelectoral –como lo escribí a su tiempo más de 50 veces, gigantesco y vergonzoso para nosotros si no logramos el desconocimiento de Peña Nieto.
pedroe@cablered.net.mx
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