Alainet
La
reforma laboral impulsada por el Jefe del Ejecutivo, Felipe Calderón
“no garantiza mejores condiciones para la población femenina, al
contrario, habla de que las mujeres podemos trabajar más pero sin
prestaciones, sin beneficios por parte del Estado y de las empresas”,
apuntó Rocío Mejía Flores, al presentar el libro “La economía feminista
como un derecho”.
Mejía Flores, integrante de la Asociación de Mujeres Líderes Microempresarias (AMMULIMI), señaló que esta reforma tiene como eje central la subcontratación o outsourcing , lo que significa quitar responsabilidades al empleador, aunque advirtió que en México dicho esquema existe de manera ilegal desde hace 20 años.
“El problema es que si pasa la reforma laboral, se podrá contratar, sobre todo a las mujeres en condiciones más precarias, o sea por hora, lo que significa no tener seguridad social ni derecho a prestaciones como créditos para vivienda, guardería o comedores populares. Todo eso desaparecerá. Es un riesgo importante para los derechos laborales, principalmente para las mujeres. Legalizar lo que ya se viene haciendo es legalizar de manera negativa medidas que afectan las condiciones de vida”.
Durante el evento realizado en la unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana, la también economista insistió en que la flexibilidad laboral afecta más al sector femenino, ya que son las mujeres las que realizan las labores y actividades que el gobierno deja de hacer.
Explicó que si el Estado deja de pagar guarderías, son las mujeres quienes van a cuidar a los niños; si no hay más inversión en salud, son las mujeres quienes van a cuidar a los enfermos. Eso es la “economía de los cuidados”, dijo.
“Siempre piensan que hay alguien que cuida a los enfermos, a los adultos mayores, a los niños, si enferman los hijos, hijas o el esposo… ¿quiénes los tienen que cuidar? las mujeres. Por eso se llama la economía de los cuidados. Por eso la crisis económica reflejada en menos empleos se va directamente a las mujeres. Por eso es que la economía feminista analiza a fondo este problema”.
En su turno, la integrante del Programa Interdisciplinario de Investigación y Acción Feminista AC, Rocío Suárez, citó a una de las autoras del libro, María Rosa Renzi, quien señala que la economía de los cuidados es un modelo basado en que cada trabajador o trabajadora cuenta en casa con alguien que le resuelve la comida, la ropa , el cuidado de niños, adultos y personas con capacidades diferentes “pues las normas de trabajo son hechas sobre un modelo masculino”.
Añadió que Renzi apunta que el sistema capitalista patriarcal está organizado para excluir a las mujeres y darle como mandato conseguir su felicidad y valoración en cada sociedad a través del ejercicio de tareas exclusivas del cuidado y que “por estas modelo de trabajo masculino sustentado en los cuidados familiares, las mujeres enfrentan mucha dificultad para entrar al mercado laboral.
Expuso que las autoras del libro -Alba Carosio, Antonella Picchio, María Rosa Renzi , Amaia Orozco, Mayela García y Amaia Pérez Orozco- plantean un problema teórico en la economía: “ver la conexión estructural entre el trabajo no remunerado (hecho mayormente por las mujeres) y el trabajo remunerado (hecho mayormente por los hombres)”, pues aseguran que la economía tradicional en ningún momento toca el tema de la familia o de las transacciones que están afuera del mercado como los recursos que aportan las mujeres.
Motivo por el cual las escritoras retoman, indicó la también asesora en derechos de las mujeres, el concepto de Economía Feminista, corriente de pensamiento “relativamente nuevo y en pleno proceso de construcción”, pues desde hace tres décadas se ha desarrollado gracias al impulso dado en el siglo XIX por las investigadoras Priscilla Wakefield, Julie Daubié y Heather Bigg.
Por su parte, Mejía Flores agregó: “la economía feminista propone una definición que no se limita al mercado sino que suma la provisión, incluye actividades dedicadas al hogar, al cuidado de la salud, de los niños, ancianos, personas con discapacidad, busca visibilizar todas las actividades que no se contabilizan y pagan”.
La obra es publicada por la Red Nacional Género y Economía con apoyo de la Fundación Heinrich Böll y compila los análisis de economistas sobre la participación activa de las mujeres en los procesos de producción y reproducción, situándolas en el centro de las actividades económicas.
La iniciativa preferente de reforma laboral fue presentada por Felipe Calderón el pasado 1 de septiembre en la Cámara de Diputados, en donde ya fue aprobada. Actualmente, a escasas horas, será analizada por la Comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado de la República.
Fuente: http://alainet.org/active/58564
Mejía Flores, integrante de la Asociación de Mujeres Líderes Microempresarias (AMMULIMI), señaló que esta reforma tiene como eje central la subcontratación o outsourcing , lo que significa quitar responsabilidades al empleador, aunque advirtió que en México dicho esquema existe de manera ilegal desde hace 20 años.
“El problema es que si pasa la reforma laboral, se podrá contratar, sobre todo a las mujeres en condiciones más precarias, o sea por hora, lo que significa no tener seguridad social ni derecho a prestaciones como créditos para vivienda, guardería o comedores populares. Todo eso desaparecerá. Es un riesgo importante para los derechos laborales, principalmente para las mujeres. Legalizar lo que ya se viene haciendo es legalizar de manera negativa medidas que afectan las condiciones de vida”.
Durante el evento realizado en la unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana, la también economista insistió en que la flexibilidad laboral afecta más al sector femenino, ya que son las mujeres las que realizan las labores y actividades que el gobierno deja de hacer.
Explicó que si el Estado deja de pagar guarderías, son las mujeres quienes van a cuidar a los niños; si no hay más inversión en salud, son las mujeres quienes van a cuidar a los enfermos. Eso es la “economía de los cuidados”, dijo.
“Siempre piensan que hay alguien que cuida a los enfermos, a los adultos mayores, a los niños, si enferman los hijos, hijas o el esposo… ¿quiénes los tienen que cuidar? las mujeres. Por eso se llama la economía de los cuidados. Por eso la crisis económica reflejada en menos empleos se va directamente a las mujeres. Por eso es que la economía feminista analiza a fondo este problema”.
En su turno, la integrante del Programa Interdisciplinario de Investigación y Acción Feminista AC, Rocío Suárez, citó a una de las autoras del libro, María Rosa Renzi, quien señala que la economía de los cuidados es un modelo basado en que cada trabajador o trabajadora cuenta en casa con alguien que le resuelve la comida, la ropa , el cuidado de niños, adultos y personas con capacidades diferentes “pues las normas de trabajo son hechas sobre un modelo masculino”.
Añadió que Renzi apunta que el sistema capitalista patriarcal está organizado para excluir a las mujeres y darle como mandato conseguir su felicidad y valoración en cada sociedad a través del ejercicio de tareas exclusivas del cuidado y que “por estas modelo de trabajo masculino sustentado en los cuidados familiares, las mujeres enfrentan mucha dificultad para entrar al mercado laboral.
Expuso que las autoras del libro -Alba Carosio, Antonella Picchio, María Rosa Renzi , Amaia Orozco, Mayela García y Amaia Pérez Orozco- plantean un problema teórico en la economía: “ver la conexión estructural entre el trabajo no remunerado (hecho mayormente por las mujeres) y el trabajo remunerado (hecho mayormente por los hombres)”, pues aseguran que la economía tradicional en ningún momento toca el tema de la familia o de las transacciones que están afuera del mercado como los recursos que aportan las mujeres.
Motivo por el cual las escritoras retoman, indicó la también asesora en derechos de las mujeres, el concepto de Economía Feminista, corriente de pensamiento “relativamente nuevo y en pleno proceso de construcción”, pues desde hace tres décadas se ha desarrollado gracias al impulso dado en el siglo XIX por las investigadoras Priscilla Wakefield, Julie Daubié y Heather Bigg.
Por su parte, Mejía Flores agregó: “la economía feminista propone una definición que no se limita al mercado sino que suma la provisión, incluye actividades dedicadas al hogar, al cuidado de la salud, de los niños, ancianos, personas con discapacidad, busca visibilizar todas las actividades que no se contabilizan y pagan”.
La obra es publicada por la Red Nacional Género y Economía con apoyo de la Fundación Heinrich Böll y compila los análisis de economistas sobre la participación activa de las mujeres en los procesos de producción y reproducción, situándolas en el centro de las actividades económicas.
La iniciativa preferente de reforma laboral fue presentada por Felipe Calderón el pasado 1 de septiembre en la Cámara de Diputados, en donde ya fue aprobada. Actualmente, a escasas horas, será analizada por la Comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado de la República.
Fuente: http://alainet.org/active/58564
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