9/19/2015

Honduras reprime y encarcela a mujeres campesinas



   Defendían sus tierras y ahora son acusadas de “usurpación”

Las lágrimas, el desconsuelo y la desesperanza en los rostros de tres mujeres campesinas presas desde hace unos 40 días en la penitenciaría de Marcala, departamento hondureño de La Paz, por el delito de “usurpación”, son la historia de tantas campesinas que luchan por una parcela de tierra en muchos rincones del país centroamericano.

 
Un grupo de familias de la comunidad de Crucitas, Santa María, de La Paz, procedieron a recuperar estas tierras; pero al parecer le pertenecen a una mujer de nombre Consuelo Alvarado, con quien iban a reunirse para negociar el precio de los predios, pero ella no quiere a las y los campesinos, sino que se las quiere vender a cuatro terratenientes, los que hacen uso de su poder e influencia para sacar a los campesinos de la tierra que han cultivado por cuatro años.
 
Antes de poder conciliar, llegaron elementos de la Policía Nacional y reprimieron a las y los campesinos arrojándoles químico en los ojos, golpearon personas adultas mayores, mujeres, niñas y niños; llevándose varios detenidos, entre ellos cuatro menores de edad. Hasta ahora están presos 11 hombres y tres mujeres.
 
Las tres campesinas presas son Norma Herrera, Sonia Isabel Gáleas y Geraldina Santos Hernández, integrantes de la Central de Trabajadores del Campo (CTC).
 
Geraldina Santos, de 35 años, expresó que “teníamos una casita; me llamaron porque nos íbamos a reunir con la dueña de la tierra, pero nos emboscaron; llegaron los policías, golpearon a las compañeras”. Añadió que golpearon a su abuela de 74 años de nombre María Melesia Hernández, y a varias mujeres embarazadas.
 
Aseguró que José Alberto Reyes, supuesto dueño de los predios donde Hernández tenía su casa, porta un documento con fecha de este año, pero que no está legalizado. “Es el que nos odia a nosotros y nos tiene aquí; a mí me amenazó de muerte; ‘ustedes en un hoyo van a morir’, nos dijo”.
 
Por su parte, Norma Herrera, de 43 años y madre soltera de cinco hijos (uno detenido), recordó que desde hace cuatro años que se encuentran en posesión de la tierra, pero que el último año empezaron a reprimirlas, que tenían sus casas y plantaciones de café listas para la cosecha, pero que fueron destruidas en el desalojo por los policías.
 
Herrera mencionó los nombres de los terratenientes: Consuelo Alvarado, José Reyes Yánez y “Henry”, pero sabe que son cinco los que los mandan a reprimir. “Nos hicieron una propuesta que iba a llegar la dueña a hacer negocio con nosotros, más bien fue una emboscada que nos hicieron y desde que llegó la policía entraron violentos echándonos gases en la cara; una compañera se nos desmayó dos veces en la patrulla”, dijo.
 
Mientras tanto, Sonia Isabel Gáleas no pudo contener las lágrimas cuando narró lo que sucedió el día del desalojo violento. Al referirse a que podrían estar dos años en la cárcel por el delito de “usurpación”, se le formó un nudo en la garganta y se le apagó la voz.
 
Gáleas tiene tres hijos y no puede creer que posiblemente puedan pasar algunos años en prisión, por el único delito de querer tener una casa para vivir con su descendencia.
 
*Este artículo fue retomado de la agencia internacional de noticias Adital.



CIMACFoto: Gabriela Mendoza Vázquez
Por: la Redacción*
Cimacnoticias | Fortaleza, Bra.- 
  

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