Hermosillo, Son. Hartas de sufrir acoso y
hostigamiento sexual, un grupo de aproximadamente veinte jóvenes
sonorenses de entre 15 y 24 años de edad, crearon un sitio en twitter
denominado “Tendedero Guaymas y Empalme”.
Maestros, profesionistas, jefes de diversas empresas e instituciones,
fueron exhibidos de inmediato por otras jóvenes que deseosas de tener
una vía para denunciar a su acosador, enviaron su testimonio a las
autoras del sitio, algunos de las cuales alcanzaron a ser publicados.
Sin embargo, a pocas horas de haber sido creado y puesto en línea,
varias de ellas empezaron a recibir agresiones y amenazas a través de
sus cuentas personales y de terceras personas conocidas de ellas, y a
las que les hicieron comentarios sugerentes como “cuidado con los
levantones”, en un contexto en donde las privaciones de la libertad
están a la orden del día.
Pero no sólo amenazaron e insultaron a las autoras, sino a
integrantes de colectivos feministas que se han destacado por organizar
manifestaciones y actos conmemorativos en fechas emblemáticas para las
mujeres, y unirse a demandas como la despenalización del aborto y el
cese de la violencia contra las mujeres y feminicidio.
Sus actos, que son públicos, las ha visibilizado como integrantes de
esas organizaciones, y los agresores asumen que necesariamente son ellas
las autoras del tendedero, cuando no es así. Ambas hoy están
desplazadas fuera de su municipio Guaymas, fuera del estado de Sonora
para ponerse a salvo.
Y es que en Sonora el auge del movimiento feminista de principio de
año, tiene su reinicio a finales del año 2019, cuando en noviembre se
volcaron a las calles un sinfín de adolescentes y jóvenes reivindicando
su militancia feminista y exigiendo justicia por el feminicidio de
Raquel Padilla Ramos, Historiadora y Antropóloga asesinada en Ures,
Sonora.
A partir de ahí, las diversas manifestaciones callejeras no hicieron
otra cosa que crecer y crecer, no solo en Hermosillo, capital del
Estado, sino en otros municipios en donde la violencia generalizada y
contra las mujeres en particular, develó la existencia de negligencia
para prevenir y atender los reportes y denuncias.
Guaymas y Empalme figuran entre los municipios con mayor incidencia
de feminicidio en Sonora, según las cifras del Secretariado Ejecutivo
del Sistema Nacional de Seguridad Pública, y son dos de los seis
municipios para los que se solicitó la Alerta de Violencia de Género
contra las Mujeres hace un año, sin respuesta oficial aún.
Es por eso que la marea de mujeres y adolescentes se incrementó
notoriamente exigiendo alto a las diversas violencias, visibilizando las
que otras generaciones se aguantaron como el acoso y hostigamiento
sexual.
De ahí que Vivir Quintana, cantautora tamaulipeca, se inspirara en
las que ella llama “morras de Sonora”, para incluirlas en su letra de la
canción que se convirtiera en el himno de las marchas del 8 de marzo
pasado, “Vivir sin miedo”.
Pero en esta ocasión las jóvenes sí tienen miedo, pero ese miedo que
no las paralizó, sino que las hizo ponerse a salvo temporalmente. Están
desplazadas, lo cual incrementa las violencias a las que están sometidas
constantemente.
La cuenta del tendedero digital del acoso surgió como equivalente a
los tendederos físicos que instalaron en diversos momentos, por
estudiantes de la Universidad de Sonora, que después se replicaron en
diversos lugares del estado, y en innumerables instituciones de
educación media y superior.
Pero, al no poder hacerlo físicamente por el periodo de
confinamiento, decidieron hacerlo en forma virtual, emulando las cuentas
de Metoo que popularizaron la denuncia pública que ayudó a que más
mujeres se animaran a poner en público lo que no se atrevían en privado.
Pero no solo eso, muchas de ellas trascendieron la publicación de
twitter, y decidieron denunciar judicialmente a su agresor.
Sin embargo, el sitio duró solo 48 horas en línea pues tanto las
autoras como quienes solo apoyaron con alguna interacción de apoyo,
reaccionando, comentando o retuiteando, también fueron amenazadas y
agredidas con frases insultantes.
Al entrevistar a Xochitl (nombre ficticio para proteger su identidad)
quien viajó hacia otro estado de la República, comentó que “la
intención del tendedero fue visibilizar las agresiones sexuales que han
recibido algunas de las chicas que se agruparon para hacerlo”, pero
también animar a otras para que no permanecieran en silencio.
Relató que ella es una de las autoras y que se sorprendieron de que
en dos horas habían alcanzado los 10 mil seguidores. Desafortunadamente,
entre éstos se incluyeron cuentas falsas y otras de reciente creación
justo para agredirlas y amenazarlas, en sus propias publicaciones.
Tanto revuelo causó, que no solo creció la audiencia, sino que los
agresores acosadores empezaron a crear otras cuentas desde donde se
publicaban las agresiones. Una de ellas “Hombres unidos” fue bloqueada
por twitter ante numerosos reportes que denunciaban la violencia
machista.
Para Xóchitl hay una animadversión contra el movimiento feminista por
parte de hombres que agreden impunemente y que responden con odio y
violencia.
En el caso de “Lana” (nombre ficticio para resguardar su identidad)
quien no tiene nada que ver con la creación del tendedero virtual del
acoso, compartió que si bien ella no aportó nada para el tendedero,
apoyó como cualquier internauta en una de las publicaciones, y aun así,
le enviaron amenazas.
Lana, de 17 años de edad, fue víctima de expresiones como “es un
lugar de mafiosos (Guaymas), que se cuide de los levantones”,
transmitidos por un conocido de ella que recibió el mensaje en un grupo
de whatsapp.
En su opinión, es el colmo que después de que los machistas ejercen
violencia y ellas acosadas y violentadas, ni siquiera puedan estar
tranquilas, pues parece “que los machos tienen más poder que nosotras”, y
el temor es que esperen el momento para tomar venganza.
Por lo pronto, las denunciantes se encuentran desplazadas, arropadas
por sus redes de apoyo y tienen la esperanza de vivir una vida libre de
violencia y poder regresar, lo cual todavía no tienen claro cuándo será.
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