La Jornada
John Saxe-Fernández
La actual constelación histórica, nacional, regional y planetaria es de abismal deterioro, aun de cara a la crisis capitalista de los años 70 en materia de desempleo mundial y en Estados Unidos, hoy equiparable si no es que mayor al registrado durante la Gran Depresión. En lo nacional, en medio del colapso petrolero, es íntima la conexión entre lo económico-comercial y los combustibles fósiles, de alto impacto y riesgo estratégico en la relación de México –y Canadá– con Estados Unidos. Agréguese la actual emergencia climática por el acelerado calentamiento atmosférico y humedad en varias regiones del mundo. Datos de estaciones metereológicas detectan niveles de severidad calor-humedad que exceden la tolerancia del cuerpo humano. Esto ocurre 30 años antes de lo esperado en modelos climáticos. La urgencia (Colin Raymond et al, Science Advances 08/05/20) ocurre junto a la inesperada irrupción del SARS-CoV-2, responsable de la enfermedad Covid-19, una pandemia de riesgo existencial severo no registrado desde la
influenzade 1918-1920.
Las precipitadas críticas a las medidas para abatir los riesgos técnicos por el acoplamiento de centrales intermitentes (eólica, solar) junto a la caída en la demanda eléctrica ameritan atención por venir de dentro y fuera del país contra un gobierno mexicano, democrático y progresista, consciente de la necesidad de abatir esos riesgos técnicos al servicio eléctrico, así como las consecuencias económicas ocasionadas por las necesarias medidas de confinamiento de la OMS, aplicadas con éxito y efectividad en México. La continuidad del servicio eléctrico vía la red de transmisión eléctrica, sin mayor inversión en el sexenio anterior, está en riesgo por el orden de magnitud de la caída en el consumo de electricidad ante el confinamiento y el cierre de fábricas y negocios de alto consumo eléctrico. Los riesgos de costosos apagones fueron motivación básica para el Acuerdo del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) y la Secretaría de Energía para preservar y fortalecer la continuidad y seguridad del Sistema Eléctrico Nacional. Planteos reafirmados por especialistas en el tema, entre ellos Víctor Rodríguez Padilla y Santiago Barcón (ver JSF, La Jornada, junio 18/ 2020) .
Barcón advierte que “cuando las energías variables –eólica y solar– penetran masivamente en un sistema eléctrico basado en centrales térmicas –el caso de México– las centrales de ciclo combinado, las más eficientes y flexibles, sufren las mayores afectaciones al tener que generar menos energía al punto de poner en riesgo su subsistencia. Los sistemas eléctricos de España y Alemania ejemplifican esa situación”.
Barcón explica que
la estabilidad del sistema eléctrico depende del control de la frecuencia en todo el sistema eléctrico interconectado síncronicamente, ello implica mantener el equilibrio permanente e instantáneo entre la generación y el consumo en cada punto del sistema. La estabilidad de la frecuencia aumenta con la inercia del sistema eléctrico, inercia integrada por la suma de las masas de los generadores activos en el sistema en cualquier momento. Las eólicas y las solares son asíncronas, no aportan inercia al sistema. (Ver Víctor Rodríguez, Energía Hoy, 1° junio 2020; Santiago Barcón,
El verdadero costo de un apagón, Energía Hoy, 12 de mayo de 2020.)
Este asunto técnico, que bien explica las medidas planteadas por el Cenace, ingresó por arte y magia del millonario torrente de quejas financiado por quienes sienten afectados sus intereses ante la avalancha electoral que llevó a AMLO a la presidencia. Acusándolo ahora, entre otras
fallasde estar contra las energías limpias. La precipitación y escándalo con el planteo de Cenace, junto al manejo oficial contra la Covid-19 ingresaron a la vasta y bien financiada campaña contra AMLO desplegada sin descanso, desde el primer minuto de su mandato, por quienes pesan por su dinero en los medios. Rodríguez Padilla, ante el ruido mediático y después de insistir que
el tema de la generación eólica y solar reviste aspectos jurídicos, regulatorios, sociales, económicos, ambientales, políticos y culturalesaclaró que
el Acuerdo del Cenace sólo obedece a la dimensión técnica del asuntoy comentó que
más allá de las criticas compulsivas, desmesuradas y fuera de lugar de la oposición, los intereses creados en la industria eléctrica, las cúpulas empresariales, los comentaristas que poco entienden de redes eléctricas y los que se oponen patológicamente a cualquier iniciativa oficial, vale la pena decir que lo único que ha buscado el Cenace es que no falte electricidad, sobre todo en esta época de confinamiento.(Ibid) Un consejo valioso, pero desoído por la insidia de judicializar acá a la usanza de la lawfare, que elevó a un vil Bolsonaro en Brasil.
Coda: Si a pesar de todo el riesgoso viaje a EU va, buena relación con demócratas es hoy imperativo histórico y de seguridad.
Continuará...
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