Acapulco, Gro. La Red de Mujeres Empleadas del Hogar
en Guerrero cumplirá en octubre próximo 19 años en la defensa de los
derechos labores del gremio. A lo largo de estos años, también han
ayudado a las trabajadoras del hogar que llegan de las comunidades a las
ciudades a encontrar un espacio donde se respeten sus derechos de
acuerdo a la Ley Federal del Trabajo.
La “Casa Solidaria”, como se llama el refugio con el que cuenta la
Red, ubicado en el municipio Chilpancingo, recibe a empleadas del hogar
de este municipio y principalmente de cuatro ciudades de Guerrero:
Chilapa, Apango, Tlapa y Tixtla.
En Guerrero se tienen contabilizadas 64 mil trabajadoras del hogar,
según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). La Red de
Mujeres Empleadas del Hogar ha logrado dar acompañamiento a 647
trabajadoras, la mayoría, hablantes de lenguas maternas como el náhuatl,
mixteco y zapoteco.
En entrevista, la representante de la Red en Chilpancingo, Petra
Hermilio Martínez, defiende que los derechos de las trabajadoras son:
seguro social, las jornadas de trabajo y los pagos de salarios justos,
pago de aguinaldos, el alimento del día, vacaciones pagadas, días
festivos, el pago por horario extra y la no discriminación, ya que
muchas mujeres provienen de la región de la montaña del estado y
únicamente hablan lenguas indígenas y usan indumentaria regional.
Los empleadores, recordó, tienen que dar de alta a las trabajadoras
en el seguro social para el otorgamiento de medicinas y la atención
médica, sobre todo en el contexto de la pandemia por la COVID-19. “La
experiencia que tenemos es que cuando las mujeres son contratadas
directamente, muchas veces en los empleadores se da el acoso y
explotación”. Por eso, añadió, se creó la “Casa Solidaria”, el área de
bolsa de trabajo y de salud, en donde se revisa el estado físico y
psicológico de las aspirantes al trabajo doméstico remunerado. En total,
son 30 mujeres en esta casa ayudando a otras mujeres.
En esta Casa se le da un mes a la trabajadora y se le acompaña en sus
tareas de limpieza, lavar, planchar, cuidar niñez y personas adultas
mayores. Además, la Red creó un corredor migratorio de mujeres que se
trasladan a otros estados o ciudades del país. También son conectadas
con otra Red de Empleadas del Hogar en Cuernavaca, Morelos.
Las mujeres que acuden a pedir apoyo solidario llegan por
recomendaciones emitidas por los comités de sus municipios, recomendadas
por otras compañeras o por instituciones como la Secretaría de la
Mujer. Otra de las formas para visibilizar el trabajo de la Red de
Mujeres Empleadas del Hogar es a través de las estaciones de radio
locales donde las promotoras acuden.
Se capacitan para que en su propio trabajo las recomienden, dijo
Hermilio Martínez, pero el no reconocimiento de sus empleadores por ese
esfuerzo, es otra forma de discriminación porque sólo piensan en darles
su pago. “Es difícil que encuentren trabajos permanentes porque muchas
veces duran algunas ocasiones una semana porque no todos los empleadores
pretenden pagar lo que se establece -en la Ley- pese a que trabajan más
de 8 horas y no tienen descanso”.
Durante el confinamiento obligatorio por la pandemia del SAR-COV2 la
mayoría de las 647 trabajadoras fueron dadas de baja en su trabajo y a
la fecha han sido reincorporadas a sus labores únicamente 4 mujeres,
indicó Hermilio Martínez. Las demás se encuentran en busca de trabajo.
En estos meses, la organización les transfirió un apoyo económico, una
despensa y un kit de salud que contenía gel antibacterial y cubrebocas.
Por ello la defensora Petra Hermilio llamó a las y los empleadores a
que valoren el trabajo doméstico, su importancia, sus beneficios y
afilien a las trabajadoras al seguro social.
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