Ciudad de México.- La empresa Cuerpos de Seguridad Auxiliares del
Estado de México (Cusaem), que brinda servicios de seguridad para
algunas dependencias del Estado y particulares, presiona a personal con
síntomas de COVID-19 para que laboren horas extras, denunció una de sus
trabajadoras.
“Mariana” (nombre ficticio por motivos de seguridad) trabaja como
guardia de seguridad de la empresa Cusaem. Ella es habitante del Estado
de México y los espacios que resguarda están generalmente en la Ciudad
de México. Cada inicio de turno, la trabajadora se traslada por más de
una hora en transporte público y luego permanece en su sitio de trabajo
durante dos días seguidos.
Desde que inició la pandemia, dijo la trabajadora, Cusaem entregó al
personal un cubrebocas y gel para manos, pero no les envió a guardar
confinamiento ni les explicó qué pasaría en caso de que alguna
trabajadora o trabajador resultara contagiado por la nueva pandemia.
Aunque no son policías, Cusaem garantiza el acceso a la salud de su
personal a través del Instituto de Seguridad Social del Estado de México
y Municipios (ISSEMYM), un organismo auxiliar del Poder Ejecutivo de
esa entidad que ofrece atención médica para trabajadores del Estado.
No obstante, de acuerdo con Mariana, en mayo pasado, los supervisores
de esta empresa informaron al resto del personal que en caso de
solicitar una incapacidad por el motivo que fuera, incluyendo de salud,
se les pagaría el sueldo a la mitad.
En días pasados, Mariana presentó fiebre, dolor de huesos, gripe,
pérdida de apetito, diarrea y vómito durante ocho días consecutivos.
Algunos de estos síntomas están asociados con la enfermedad COVID-19, de
acuerdo con la Secretaría de Salud.
Mariana decidió no solicitar un permiso para ausentarse del trabajo
para evitar la reducción de su sueldo. Además, tras más de una década de
laborar para Cusaem, Mariana ya sabe que cuando las y los trabajadores
solicitan permisos para visitas médicas, los supervisores se los niegan
y les piden que tomen sus días de descanso para ello. Días antes de
sentirse enferma, Mariana sufrió un robo en el transporte público, tras
los cual se quedó sin su documentación del ISSEMYM, lo que se sumó a
todos los otros obstáculos que le impidieron solicitar un permiso.
Pese ello, Mariana informó a sus supervisores sobre su estado de
salud. Ninguno le ofreció tomarse unos días de descanso ni le facilitó
otra forma para acceder a su derecho a la salud o quedarse en casa, como
recomiendan las autoridades sanitarias federales y estatales en casos
sospechosos de COVID-19.
Por el contrario, Mariana costeó con su propio sueldo los gastos de
salud y trabajó una jornada normal, es decir, cuatro días completos (día
y noche) de trabajo por tres de descanso en una misma semana. Todo esto
por 3 mil 400 pesos que recibe quincenalmente.
Presión para doblar turnos
Mariana actualmente resguarda un edificio particular. Cuando acaba su
turno, una compañera mujer la sustituye. Ambas trabajan y descansan en
el mismo cuarto, una superficie de dos habitaciones. Comparten
utensilios de comida y de cama.
Para evitar más posibles contagios y no perder su empleo, durante
esta pandemia las dos trabajadoras limpian de manera constante los
espacios que resguardan, en los que laboran y en los que descansan.
Ellas ponen dinero de su bolsillo para pagar los insumos de limpieza que
necesitan porque la empresa no les da nada para esto.
Pese a ello, luego de que Mariana enfermó, su compañera experimentó
los mismos síntomas de CODIV-19 (fiebre, dolor de cuerpo, gripa y tos). A
esta compañera, los supervisores le negaron el permiso o incapacidad
bajo el argumento de que “eran pretextos”, relató Mariana.
Además de impedirle faltar, los supervisores le pidieron a esta
trabajadora que laborara horas extras y resguardara durante 12 horas
seguidas un espacio público en el que actualmente salen y entran
personas durante casi todo el día. De acuerdo con Mariana, es muy común
que Cusaem les pida a las trabajadoras doblar turno, esto significa que
van a trabajar 24 o 48 horas más a la quincena por 200 pesos extras.
Mariana aseguró que, en caso de negarse a trabajar más horas, los
supervisores las amenazan con futuras represalias, por ejemplo, les
dicen que las van a cambiar de lugar de trabajo para mandarlas a zonas
lejanas a sus domicilios o de más difícil acceso.
De acuerdo con Mariana, la pandemia sólo profundizó más las precarias
condiciones de trabajo de este personal de seguridad en Cusaem, toda
vez que las mujeres, muchas de ellas madres solteras que habitan en los
municipios del Edomex, enfrentan acoso sexual por parte de los
supervisores o jefes de turno, además de amenazas e intimidación para
evitar que se organicen.
Cusaem, una empresa opaca
No es posible saber cuántas personas laboran actualmente en Cusaem,
ni cuántas de ellas son mujeres, toda vez que esta información no es
pública por tratarse de una empresa privada pero que a la vez es
proveedora de servicios de seguridad para el Estado.
Hasta 2019, Cusaem proveía de servicios a varias dependencias del
Estado a cambio de contratos millonarios, por ejemplo, de acuerdo con
Transparencia, en 2018 Cusaem obtuvo un contrato de 51 millones de pesos
por servicios para el Instituto Nacional de Migración. Este 2020, la
Plataforma de Transparencia sólo tiene registrado un contrato de Cusaem
con el Sistema Público de Radiodifusión del Estado, por un millón 606
mil pesos.
“El Cusaem no cuenta con el registro de empresa de seguridad privada,
que ninguna ley en la entidad los regula ni los reconoce, y en el
oficio no los reconocen como parte de la Secretaría y solo los coordinan
para trabajos de operatividad, pero sí usan sus insignias, escudos,
instalaciones para capacitación y armas (…) es el organismo de este tipo
que más cobra a las empresas para brindar seguridad y que se presume
que trabajan desde hace años sin certeza ni legalidad (…) son más de 40
mil elementos adscritos a una Policía que no existe en la
infraestructura gubernamental y que es un organismo opaco e ilegal”, se
lee en un comunicado de prensa emitido por el Congreso del Estado de
México en 2019 luego de que legisladoras y legisladores de diferentes
bancadas analizaran el caso de esta empresa.
En este comunicado,se adviertió que personal de Cusaem solicitó al
Congreso estatal la homologación del salario con la Policía estatal, 40
días de vacaciones en dos periodos anuales, caja de ahorro, aguinaldo de
60 días, cursos de actualización, ascenso de jefes de región,
renovación de seguros de vida, reconocimiento como policía auxiliar y
policía bancaria y auxiliar del Estado de México, creación de la
Comisión de Honor y Justicia, capacitación de elementos operativos,
indemnización al personal, pagos de los días festivos y reembolso por
disminución de salarios.
Al no ser policías pertenecientes a la Secretaría de Seguridad
Pública, no existe actualmente en México ningún diagnóstico que revele
las condiciones laborales de las mujeres que laboran como guardias de
seguridad privadas.
20/AJSE
No hay comentarios.:
Publicar un comentario