Bajo la lupa
Alfredo Jalife-Rahme
▲ El presidente ruso, Vladimir Putin, encabeza una reunión con miembros
del gobierno por medio de una teleconferencia en la residencia estatal
de Novo-Ogaryovo.Foto Afp
esultó certero el anuncio programado de la vacuna rusa contra el Covid-19 (https://bit.ly/30NgEJS), lo cual valió el anuncio presidencial del zar Vlady Putin, según el influyente portal Sputnik:
Esta mañana fue registrada la primera vacuna contra el Covid-19 en el mundoen una reunión con el gabinete de ministros.
El zar ruso señaló que lo más importante es
garantizar que la vacuna sea segura y eficaz(https://bit.ly/2PIWytZ).
El zar declaró que una de sus hijas había sido vacunada exitosamente (https://bit.ly/2DXBygA).
En paralelo, el ministro de Salud, Mijaíl Murashko, confirmó que la
vacuna del Instituto Gamaleya mostró su alta eficacia y seguridad en las
pruebas clínicas:
Todos los voluntarios a los que se administró la vacuna desarrollaron anticuerpos y ninguno de ellos presentó complicaciones serias.
Según Sputnik, el Ministerio de Sanidad afirmó que la vacuna rusa contra el Covid-19 garantiza una inmunidad hasta dos años:
El esquema de doble inyección permite generar una inmunidad duradera con el uso de las vacunas vectoriales.
Rusia ha sido líder mundial en la investigación de vacunas y Sputnik expone el
secreto (sic) de los dos vectores, que es una tecnología única:
detrás de esta velocidad está la experiencia de Rusia en la investigación de vacunasque
utiliza los adenovirus, que se encuentran en las adenoides humanas y que normalmente transmiten el resfriado común, como vectores, que pueden engendrar un material genético de otro virus en una célula. Se extrae el gen del adenovirus, que causa la infección, y se inserta un gen con el código de una proteína de otro virusy
ayuda al sistema inmunológico a reaccionar y producir anticuerpos que protegen de la infección(https://bit.ly/2Cinwp8).
Rusia ya recibió solicitudes de 20 países –de Latinoamérica
(esperemos se encuentre México), el Medio Oriente y Asia– para más de
mil millones de dosis.
Llama la atención el deliberado sabotaje de la controvertida OMS –que
contaba para 2018-2019 con un presupuesto de cinco mil 600 millones de
dólares cuando EU contribuía con 15 por ciento –que hoy es rehén de la
polémica Fundación Melinda & Bill Gates, con intereses globalistas
obscenos y quienes son sus principales contribuyentes cuando Trump dejó
de financiarla” (https://bit.ly/2FaaxH3).
En forma perturbadora viene como tercer
donadorde la OMS la
alianza GAVI: “Después del Covid-19, el Reino Unido (con sus ex primer ministros ‘socialistas’ Gordon Brown y Tony Blair, y el príncipe de Gales), el Foro Económico Mundial de Davos, la Fundación Bill & Melinda Gates y el grupo público/privado GAVI buscan la instauración de un gobierno mundial desde sus plataformas del G-20, las vacunas y el Gran Reset de Davos” (https://bit.ly/3irsMGg).
Otro contribuyente bizarro es National Philanthropic Trust que ahora
me salto, sin dejar de señalar que bajo el manto de la ominosa
filantropíamuchos megabillonarios cometen los peores crímenes de lesa humanidad.
Hoy es muy grave que no se pueda ya distinguir, desde el punto de vista de la
ingeniería financiera, cuál es la diferencia entre la OMS y los intereses globalistas de Bill Gates cuando la OMS parece más bien una organización globalista que busca imponer los intereses de Microsoft, con la Universidad Johns Hopkins –sustrato geopolítico de la invasión a Irak con el neoconservador straussiano Paul Wolfowitz– y de los designios
epidemiológicosdel multimillonario Mike Bloomberg.
Las envidias y los golpes bajos no se han hecho esperar de parte de la misma OMS como de los multimedia anglosajones: desde The Guardian hasta The Financial Times con sus conspicuos intereses globalistas quienes ponen en tela de juicio
la habilidad de Moscú para desarrollar una inoculación segura y efectiva tan rápido( FT; 11/8/20).
Hoy la vacuna rusa le otorga un inmenso prestigio al zar Vlady Putin que vive la repetición del
momento Sputnik.
Se entiende la angustia de sus competidores anglosajones que quedaron
sembrados en la carrera geopolítica y farmacológica de las vacunas.
Facebook: AlfredoJalife
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