7/10/2013

Embarazos tempranos, problema mundial de salud pública


NACIONAL

   UNFPA urge acciones contra ese flagelo

Especial | Imagen Retomada del sitio nutricion.pro

Por: Anaiz Zamora Márquez
Cimacnoticias | México, DF.- 


A nivel global, cada año 16 millones de mujeres adolescentes entre 15 y 19 años se convierten en madres, lo que representa el 11 por ciento de los alumbramientos a escala mundial; la mayoría de ellas vive en países en desarrollo.  
 
Ante la creciente problemática, este año el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) dedicó el Día Mundial de la Población –que se conmemora este 11 de julio– al combate de la alta incidencia de embarazos tempranos, que a decir de la instancia de la ONU es un grave problema social y de salud pública. 
 
En México el porcentaje de los partos en madres adolescentes es aún mayor. De acuerdo con el Instituto de Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2011 el 18.4 por ciento (472 mil 987) del total de los nacimientos correspondieron a madres menores de 19 años; de ellas, el 2.4 por ciento (11 mil 321) eran menores de 15; es decir una de cada cinco niñas y niños nacidos en 2011 tuvieron como madre a una adolescente.
 
Organizaciones civiles que defienden y promueven los Derechos Humanos (DH) de las y los jóvenes denuncian que estas cifras lejos de disminuir van en incremento.
 
Por ejemplo, de acuerdo con datos del estudio “La infancia cuenta en México”, elaborado por la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), para el año 2000 la tasa de maternidad en niñas de 15 a 17 años ascendía a los 49.1 nacidos vivos por cada mil jóvenes, pero para 2010 la tasa ascendió a 56.1 niños nacidos vivos por la misma cantidad de jóvenes.
 
Académicos, investigadores y activistas tanto nacionales como internacionales advierten que la alta incidencia de embarazos tempranos repercute en el desarrollo individual de la madre, de su hijo y del país.
 
En ello coincidió Nashieli Ramírez, directora de Ririki Intervención Social –organización defensora de los derechos de la infancia–, quien afirmó que la alta tasa de embarazos en adolescentes indica que “México está fallando como sociedad”.
 
En declaraciones a Cimacnoticias, la también docente y especialista en investigación educativa, señaló que los embarazos prematuros ponen en riesgo la salud  (e incluso la vida) de la joven y la de su hija o hijo, amplían las posibilidades de que sean madres en más de una ocasión, merman su acceso al empleo y al crecimiento económico, y repercuten en su bienestar emocional y psicológico.
 
Ramírez dijo que a raíz del incremento de la desigualdad social en años recientes en México, también cambió la tendencia de los embarazos en adolescentes, ya que anteriormente se registraban en su mayoría en aéreas rurales, pero actualmente las adolescentes se embarazan de igual forma en la ciudad o en el campo.
 
Lo que está relacionado –consideró– con la falta de oportunidades en educación y empleo, que actualmente vive la población joven, por lo que las y los adolescentes optan por medidas inmediatas para lograr un supuesto desarrollo económico y personal.
 
Así, abundó la activista, algunos varones jóvenes se integran al crimen organizado y las adolescentes basan su plan de vida en ser madres.
 
Sumado a ello, explicó Nashieli Ramírez, también se han visto afectados los servicios de salud sexual y reproductiva de las y los jóvenes, lo que se refleja en poco acceso a métodos anticonceptivos y a servicios de planificación familiar, así como en el inicio cada vez más temprano de la vida sexual y sin métodos de protección.
 
LAS CIFRAS NO MIENTEN
 
La Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (Enadid) 2009 reportó que la necesidad insatisfecha de anticonceptivos (NIA) entre las mujeres de 15 a 19 años es de 25 por ciento, mientras que un 3 por ciento del total de la población en este rango de edad dijo no tener conocimiento sobre algún método de anticoncepción.
 
Por su parte, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) reveló que del total de mujeres adolescentes entre 12 y 19 años sexualmente activas, el 33.4 por ciento no utilizó ningún método de control natal durante su primera relación sexual.
 
Como Cimacnoticias ha informado, los servicios de salud sexual y reproductiva son condicionados a las jóvenes al acompañamiento de alguna persona mayor de edad o por la madre, padre o tutor.
 
Así también los programas de salud y educación dirigidos a la población adolescente disminuyeron. Por ejemplo, el programa de Acción Específica 2007-2012 sobre Salud Sexual y Reproductiva para Adolescentes sólo tuvo presupuesto durante tres años (2009, 2011 y 2012).
 
En paralelo, la Secretaría de Salud federal (Ss) mantiene en la “congeladora” desde hace siete años el anteproyecto de la Norma Oficial Mexicana (NOM) 047, sobre Atención a la salud del grupo etario de 10 a 19 años, presentado en 2006 por el Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia y autorizado en 2010 por la Comisión Federal de Mejora Regulatoria.
 
SIN FUTURO
 
Nashieli Ramírez advirtió que de no detenerse el alto número de embarazos en adolescentes, los avances de México en la disminución de las tasas de fecundidad podrían perderse, ya que las mujeres que son madres a edades tempranas tienen mayores posibilidades de tener más hijos posteriormente.  
 
También se puede desarrollar una sociedad más pobre y con menos educación, pues recordó que comúnmente al ser madres las niñas dejan de ir a la escuela, lo que igualmente tiene consecuencias a nivel social, pues existe una generación de mujeres jóvenes que no están preparadas y por lo tanto sus posibilidades de acceder a mejores condiciones laborales se ve mermada.
 
También esto lo advierte el UNFPA al considerar que “el embarazo en la adolescencia estimula el ciclo de pobreza y mala salud transmitido entre sucesivas generaciones”.
 
Cabe destacar que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el riesgo de morir en el parto para una madre menor de 15 años es cinco veces mayor que para las madres de más de 20 años.
 
De igual forma aumentan las probabilidades de que el embarazo o el parto generen consecuencias en la salud de la mujer, así como las posibilidades de que el producto nazca con bajo peso y con deficiencias nutricionales, lo que traerá consecuencias en su desarrollo posterior.
 
Por la conmemoración del Día Mundial de la Población, el director ejecutivo del UNFPA, Babatunde Osotimehin, llamó a los Estados Miembros de la ONU a que ofrezcan educación integral sobre sexualidad apropiada para las y los adolescentes, así como servicios de salud reproductiva de buena calidad que estén “fácilmente disponibles para que esta población tome decisiones informadas y sean saludables”.
  

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