DERECHOS HUMANOS
Claudia pelea ese derecho, pero se topa con burocratismos
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Anayeli García Martínez
Cimacnoticias | México, DF.- En seis meses, de diciembre de 2012 a mayo de 2013, el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF) ha recibido 11 mil 582 demandas de pensión alimenticia, patria potestad, guarda y custodia, y régimen de convivencias y visitas para padres e hijos.
A los juzgados de lo familiar de la Ciudad de México diariamente acuden decenas de mujeres para solicitar información y saber cómo presentar una de estas demandas. Así lo hizo Claudia, una joven madre de 32 años que tiene una hija de seis años de edad.
Hace 13 años Claudia conoció a un hombre del que se enamoró, fueron novios por ocho años hasta que decidieron vivir juntos. Durante cinco años convivieron en la misma casa y tuvieron una hija. Sin embargo en julio de 2012 él decidió irse del hogar.
Según los datos del TSJDF, en el mismo periodo (diciembre de 2012 a mayo de 2013) se han solicitado 14 mil 870 divorcios, pero la joven no tuvo que hacer este proceso porque ella y su pareja nunca se casaron.
Un día, de forma inesperada y sin decir nada su pareja tomó su ropa, sus documentos y todas sus pertenencias personales y se fue de la casa. Ese mismo día él la llamó por teléfono y tajante y sin rodeos le advirtió que no le daría ni un centavo para su hija.
“Un día ya no estaban sus cosas, se había llevado todo. En la noche me llamó por teléfono y me dijo que estaba viviendo con alguien más, que no lo molestara y que ya no me iba a dar apoyo económico para ella (la niña)”, cuenta la mujer.
Desde entonces el padre habla por teléfono unas dos o tres veces al mes para preguntar por su hija, pero si llega a hablar con Claudia, la insulta, le recuerda que no piensa brindarle ayuda para mantener a la niña y le insinúa que no se atreva a hacer algo contra él.
Cuando ambos vivieron juntos, ella dejó de trabajar pero ahora consiguió un empleo como telefonista. Trabaja de tres de la tarde a nueve de la noche y gana 3 mil pesos al mes; sin embargo, de su sueldo le descuentan 2 mil 600 pesos del Infonavit.
Así que cada mes ella se queda con 400 pesos, dinero que no le alcanza para mantener a su hija y a su mamá, con quien ahora vive. “A veces no tengo ni para comprarle zapatos, ese tipo de cosas que sí me duele”, relata.
Claudia dice que su hija nunca estuvo acostumbrada a lujos, pero tenía lo necesario, ahora ni siquiera puede comprarle ropa nueva. “No le falta comida, pero no es como yo quisiera”, lamenta al hacer una lista que debe costear ahora que inicie el ciclo escolar.
Las carencias de su hija la motivaron a demandar la pensión alimenticia. “Básicamente lo hago por ella, por mí no, porque yo puedo trabajar y puedo aguantar lo que sea, pero pues ella no. Aparte vienen gastos porque se va a la primaria”.
INEFICACIA INSTITUCIONAL
Decidida a dar la batalla jurídica contra su ex pareja, un ex policía de Seguridad Pública del Distrito Federal, Claudia comenzó a indagar cómo pedir la pensión alimenticia y la guarda y custodia de la niña.
Varias veces llamó por teléfono a los juzgados, pero nunca le contestaron. Decidió ir a preguntar a una delegación del DIF, donde la remitieron a los mismos juzgados. Otro día preguntó en una delegación del Instituto de las Mujeres del DF, donde le dieron la misma respuesta.
Al final acudió a los juzgados de la delegación Cuauhtémoc, pero una vez en el lugar le dijeron que allí no era y que debía ir al DIF de su delegación.
Cimacnoticias verificó que en los juzgados se atiende a las mujeres, pero al día sólo se reparten de 10 a 40 fichas, dependiendo de cuántos abogados estén disponibles. Las fichas se entregan a las 9 de la mañana y quien llegue más temprano es quien puede obtener una.
Claudia ya había intentado ir al DIF, donde también reparten fichas de atención, pero a pesar de que en varias ocasiones llegó a las 6 de la mañana o antes, nunca alcanzó turno. Hasta ahora sigue buscando ayuda porque no tiene dinero para pagar un abogado ni se puede dar el lujo de perder su trabajo.
“Es mucha la demanda; yo escuche en la radio, y vi unos carteles que te podían ayudar aquí (en los juzgados), que marcaras o vinieras. Lo vi, no sé si es una promoción o algo así, vine porque pensé que me iban a atender”. No fue así.
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