El
ejercicio de libertades públicas en la Plaza de la Constitución de la
capital del país no está sujeto a la letra puntual de la ley sino a las
valoraciones discrecionales que los gobernantes en turno hagan de tales
derechos. Tal es el mensaje implícito dado a conocer de manera forzada
por el jefe del Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, al
responder a periodistas sobre las razones, o la falta de ellas, que han
llevado a posponer la importante feria del libro que anualmente se
realiza en el máximo zócalo del país. A pesar de su formación como
jurista, el ex procurador de justicia de la ciudad de México solamente
atinó a valerse de un delator criterio subjetivo: pronto se volverá a
programar ese encuentro editorial,
cuando haya condiciones.
Tales
condicionesparecen impuestas por la administración federal a la capitalina, que cada vez se pliega más a las indicaciones de aquella. Lo que se busca, específicamente, es que el corazón simbólico del país no sea ocupado por manifestaciones de protesta política y social. Aún cuando el ejercitante formal del poder federal no despacha en Palacio Nacional sino en el área cómodamente aislada y protegida de Los Pinos (como lo han hecho varios de sus antecesores), la retención del Zócalo se ha convertido en una obsesión autoritaria, en una especie de expropiación ejemplarizante.
Para
recuperaresa plaza, y que el máximo nivel del organigrama federal pudiese dar un rápido Grito de Independencia, se invirtieron recursos y atención gubernamentales que, en lugar de esas andanzas belicosas contra profesores, debieron haberse volcado en la atención inmediata de la tragedia lluviosa que ya a esas horas había llegado a varias regiones del país. El uso de fuerzas policiacas y militares para desalojar a ciudadanos en protesta fue violatorio de derechos y libertades, aunque buena parte de la ciudadanía prefirió atenuar la gravedad de los hechos al asumir que eran necesarios para dar paso a celebraciones históricas.
Cumplidas las celebraciones patrias sin protestas en la plancha
central capitalina, el gobierno de Miguel Ángel Mancera habilitó una
nueva excusa para seguir sustrayendo ese espacio simbólico a la
dinámica de los conflictos. El noble propósito de recibir la ayuda
popular para los damnificados por los fenómenos meteorológicos sirvió
para cerrar el paso a la anunciada pretensión magisterial de
reinstalarse en campamentos e incluso para impedir que el principal
opositor masivo a la reforma energética pudiese llegar en morena marcha
a la plaza muchas otras veces conquistada (en cambio, Televisa, para
dar muestra de los nuevos vientos, transmitía desde allí programas de
variedades en los que convocaba a ayudar a los golpeados por las
inundaciones).
Tales maniobras de manipulación política por decisión de las
autoridades quedaron en evidencia contundente en el caso de la
mencionada feria del libro. A última hora, antes de que iniciara una
conferencia de prensa, los organizadores de esa actividad cultural
fueron notificados de que el detallado trabajo de organización de esa
feria era botado al cesto de las conveniencias políticas,
moviéndolopara una fecha indefinida, como si la concurrencia de editoriales y lectores fuese un objeto susceptible de mudanzas fáciles. El gobierno capitalino actuó en este punto como una simple oficina ejecutora de órdenes superiores, a la que de pronto se le avisa que debe hacer o dejar de hacer determinadas cosas. Pareciera evidente que Mancera se ajustaba a fulgurantes indicaciones de una instancia política superior, pues de otra manera es de suponerse que la posposición se habría anunciado con anticipación y sin formas políticamente traumáticas.
El
desaseo mostrado en este episodio reavivó la consideración de que el
Zócalo capitalino es un espacio público al que los ciudadanos tienen
derecho a llegar, a menos que se declare un estado de sitio. Deseoso de
que los profesores en protesta no se vuelvan a instalar allí, el
gobierno federal lo mantiene bajo control militar, con la complicidad
ejecutiva de la administración de la ciudad de México. En demanda de
que ese espacio vuelva a la normalidad constitucional, escritores y
ciudadanos en general han hecho eco a una propuesta de Fabrizio Mejía
para que este viernes a las 12 horas, en la esquina de 16 de Septiembre
con el Zócalo, se realice con libros un cerco simbólico al espacio
secuestrado por políticos iletrados. Tal vez así, con participación
ciudadana y activismo cultural, vuelvan a esa plaza central las
condicionespara que se restituyan allí cuando menos algunas libertades.
En otro tema: Miguel Ángel Osorio Chong estuvo ayer ante comisiones
de la Cámara de Diputados, en el contexto de la glosa de algo
políticamente perdido en el espacio que alguna vez, al iniciar
septiembre, fue conocido como
primer informe presidencial. El secretario de Gobernación ha mostrado hasta ahora una capacidad de supervivencia, en medio del concierto de pifias del equipo al que pertenece, que contrasta con lo que sucede con Luis Videgaray, quien al arranque del sexenio parecía un personaje arrolladoramente por encima del ex gobernador hidalguense. El discurso de Osorio ayer en San Lázaro, previsible, descansó en la negociación y la concertación, a pesar del clima políticamente exaltado que se vive en el país.
El virtual virrey Videgaray (Virreygaray, en síntesis) debió batirse
en retirada ayer mismo ante los arreglos hechos en San Lázaro a la
miscelánea fiscal que envió a título de
reforma hacendariapara aprobación legislativa. Dijo estar de acuerdo con el destazamiento de sus propuestas originales, mientras los empresarios pujaban para echar abajo más líneas clave del proyecto original y en tanto los partidos peleaban por adjudicarse méritos de algunas de esas modificaciones (César Camacho apareció para tratar de posicionar a su partido en el espectro de las fuerzas que influyeron para recular en materia de impuestos a las clases medias).
Y, mientras Rosario Robles defendía ayer la cruzada electoral contra el hambre, ¡hasta mañana!
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El
pasado fin de semana en Irlanda hubo una consulta pública, un
referendo, para decidir si desaparece el Senado. ¿Razones? Es costoso e
inútil. Por escaso margen los ciudadanos decidieron que se quede un
tiempo más, pero deberá reformarse. Viene esto a colación porque el
Congreso de México está siendo rebasado. Primero, por el Pacto por
México. En sus cámaras –¿o recámaras?– se cocinó la reforma de las
telecomunicaciones. Ahora, la Cámara de Diputados en particular está
siendo rebasada por las mesas de trabajo que establecieron el Consejo
Coordinador Empresarial y funcionarios de Hacienda. Gerardo Gutiérrez
Candiani, del CCE, ha estado negociando directamente con Luis Videgaray
Caso y su gente. Echan chispas Manlio Fabio Beltrones y Silvano
Aureoles por el ninguneo. Tratando de poner un curita en la
herida, Videgaray dice que será el Congreso el que diga la última
palabra. ¿La palabra es ‘‘sí’’ a lo que les pongan enfrente? El
Presidente propone, el CCE dispone, es la nueva tónica.
Cordero, mala memoria
De visita en Reynosa, donde participó en el foro No más
impuestos para tu familia, Ernesto Cordero ironizó que el Fondo
Monetario Internacional haya bajado a 1.2% el cálculo del crecimiento
económico. Al rato será de 1%. Y se vio generoso, ya hay quien dice que
caerá a cero. Hasta ahí iba bien, pero luego derrapó en las movedizas
arenas del endeudamiento que ha solicitado el gobierno. ‘‘Esto
demuestra la voracidad del gobierno federal, que pretende regresar a
los tiempos del pasado y empeñar el futuro del país’’, dijo Cordero.
¿Qué tan pasados los tiempos? Porque en los recientes, Felipe Calderón,
a pesar de que creó y subió impuestos, le agregó muchos dígitos a la
deuda pública.
El régimen de los vehículos pesados
Aunque hay acuerdos en la reforma fiscal, falta por
resolver temas importantes. En los primeros tres trimestres del
presente año se han comercializado 28 mil 96 vehículos pesados entre
los distribuidores, a diferencia de los 28 mil 905 que se habían
colocado en el mismo periodo del año pasado. Es una caída sensible.
Septiembre fue un mes malo, definitivamente; se vendió casi 20% menos
unidades al distribuidor, y 15.8% menos al público en general. El
descenso, el mayor en lo que va del año, de acuerdo con Miguel H.
Elizalde Lizárraga, presidente de Asociación Nacional de Productores de
Autobuses, Camiones y Tractocamiones, coincide con la discusión de una
propuesta fiscal que, de aprobarse en los términos planteados por el
Ejecutivo federal, afectaría en sentido negativo la operación de las
empresas armadoras de autobuses, camiones y tractocamiones ubicadas en
territorio nacional. Son muy conocidas: Cummins, Dina, Volkswagen,
Mercedes Benz, Kenworth y Volvo, entre otras. Se refiere a la reforma
contenida en el artículo 25 de la ley del IVA, que propone aplicar este
impuesto a las importaciones de material de ensamble y de maquinaria y
equipo mediante el depósito fiscal automotriz, lo cual obligaría a los
fabricantes de vehículos pesados en México a pagar el IVA en la aduana
de entrada, aun cuando las importaciones fueran temporales. Lo
anterior, a diferencia del régimen que ha venido operando por más de 22
años, a través del cual se puede diferir el pago del IVA en la
importación, para pagarse en el momento en el que las empresas
armadoras conocen el destino de los vehículos fabricados (mercado
nacional o internacional).
Los
genios tecnocráticos que desde hace 30 años dicen llevar las riendas
del país se han enfrascado en una discusión intrascendente para el
grueso de los mexicanos, pues el centro de su
debatese finca en que si
técnicamente la economía está o no en recesión. Unos dicen que sí, otros que no y algunos que quién sabe, pero el hecho es que de tiempo atrás la economía está en la lona y ninguno de los integrantes del clan se ha tomado la molestia de proponer alternativas viables para reactivar lo que algún día llegó a crecer a un ritmo anual sostenido de 6 por ciento y ahora, como dice la canción,
de aquel chorro de voz sólo me quedó un chisguete.
Mientras pierden el tiempo con sus jaloneos conceptuales, a lo largo de los años el ritmo de
crecimientoeconómico del país ha ido de mal en peor: de aquel 6 por ciento de avance anual, la tasa se desplomó a 2 por ciento en promedio, y al ritmo que va nada raro será registrar, a corto plazo, un
progresode uno por ciento. Nadie mueve un pelo para revertir este desastre –que conlleva un altísimo cuan creciente costo social–, y a golpe de
reformascotidianamente anuncian que
ahora síla situación mejorará, cuando en los hechos con cada una de ellas lo único que han logrado es ralentizar aún más el comportamiento de la economía.
¿Qué fue de aquella
potenciaeconómica presumida años atrás, que se colocaba en la primera posición latinoamericana? A la vuelta de las
reformas, México ocupa las últimas posiciones en la región y ahora, en cuanto a ritmo de crecimiento, sobresale por
crecera un ritmo menos que el de Haití, y su comparativo ya no es con Brasil o Argentina, sino con las más pequeñas islas caribeñas. Pero para la tecnocracia el punto es si
técnicamenteel país está o no en recesión.
Mientras los tecnócratas deciden para un lado o para el otro, y el
bienestar de los mexicanos sigue a la baja, el Centro de Estudios de
las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados reporta que
entre enero y julio de 2013 la actividad económica registró un
comportamiento tres veces menor al observado en igual lapso de 2012, lo
que ya es indicativo de que el horno no está para bollos ni para
debates estériles.
A juicio del citado centro de estudios, la
moderacióndel crecimiento de la actividad económica se explica por el menor dinamismo de la demanda externa, aunque queda la esperanza de que a partir de agosto se registre alguna mejoría. Con cifras ajustadas por estacionalidad, en julio de 2013, el IGAE se
recuperó, al reportar un
aumentode 0.47 por ciento, cuando un mes atrás lo había hecho únicamente en 0.03 por ciento; no obstante, mantiene una reducción acumulada de 0.69 por ciento con relación a su máximo reciente de noviembre de 2012.
Por otro lado, el CEFP señala que en agosto de 2013 la cartera total
de la banca comercial creció a una tasa real anual de 7.01 por ciento
(la más alta desde febrero pasado cuando lo hizo 8.25). La cartera del
sector privado aumentó 7.13 por ciento y, a su interior, el crédito del
sector industrial y sus componentes manufacturero y de construcción
reportaron tasas de 7.87, 15.90 y -0.64 por ciento, respectivamente. En
lo que se refiere al crédito al consumo, éste se expandió 11.12 por
ciento (los dos meses anteriores lo hizo al 11.47 y 11.77); mientras
que las carteras del sector financiero y del sector público avanzaron
19.21 y 6.50 por ciento, en cada caso.
En
lo que se refiere a la morosidad de la cartera de la banca comercial,
ésta se ubicó en 2.97 por ciento y a su interior destacan los
porcentajes de morosidad correspondientes a la cartera de créditos
personales, de operaciones de arrendamiento y de otros créditos al
consumo con 7.71, 12.52 y 7.76 por ciento, respectivamente. La tasa de
deterioro ajustada indica que la cartera total tiene una morosidad de
4.57 por ciento, sobresaliendo sus componentes de crédito a la
adquisición de inmuebles y de nómina, con porcentajes de 49.09 y 11.02
por ciento, en cada caso (en agosto de 2012 dicho indicador se ubicaba
en 29.73 y 7.75 por ciento, respectivamente).
Por el lado del ingreso, el CEFP indica que, de acuerdo con el IMSS,
en agosto pasado el salario básico de cotización promedio se ubicó en 8
mil 165 pesos al mes (nominales), para un crecimiento anual de 3.57 por
ciento,
mayoren 0.08 puntos porcentuales con relación al incremento de julio. Sin embargo, en el mismo periodo la inflación fue de 3.46 por ciento, por lo que en términos reales el salario
crecióen 0.11 por ciento.
Por sectores de actividad económica, el salario en la construcción y
en transporte y comunicaciones registraron las mayores reducciones
anuales, al caer 1.89 y 0.27 por ciento real, respectivamente. Los
sectores con mayores incrementos anuales en el salario de agosto, y
para todo lo que va del año, fueron las industrias extractivas,
eléctrica y suministro de agua potable, que registraron un crecimiento
anual de 5.79 y 3.09 por ciento real, en ese orden.
La
mejora–por llamarle así– en el salario base de cotización en los últimos dos meses, en términos reales, es producto de una reducción de la inflación, y no de aumento en el ingreso. En el primer semestre del año se registró una inflación anual promedio de 4.07 por ciento; en tanto en el periodo julio-agosto el crecimiento del INPC fue menor en comparación con los meses anteriores, presentando una inflación anual de 3.46 por ciento. Lo anterior, causó un ligero repunte en los salarios reales en estos meses, aunque el salario nominal alcanzó un menor crecimiento anual, promediando 3.53 por ciento. Por lo anterior, en lo que va del año el salario real presenta un
incrementoanual promedio de apenas 0.08 por ciento. Los salarios del sector formal siguen sin recuperar su nivel previo a la crisis: comparado con la cifra más elevada, en enero de 2008 el salario básico acumula una pérdida de 1.49 por ciento real. En los últimos 12 meses el crecimiento real anual promedió 0.05 por ciento, lo que implica que las alzas en los salarios nominales han sido casi iguales a la inflación, por lo que cualquier repunte de ésta ocasionará que el poder adquisitivo de los trabajadores se vea afectado.
Las rebanadas del pastel
Sobre este último aspecto no se sabe si los tecnócratas han discutido si
técnicamenteel poder adquisitivo de los salarios y el bienestar de los mexicanos están o no en recesión, aunque sí es clara su disposición a no dejar rastro de ellos.
Twitter: @cafevega
D.R.: cfvmexico_sa@hotmail.com
Tres
semanas después de que se detuvieron los trabajos de restauración de la
estatua ecuestre de Carlos IV –del escultor Manuel Tolsá, popularmente
conocida como El Caballito, la cual resultó dañada en más de la mitad
de la superficie–, el Gobierno del Distrito Federal inició un proceso
legal ante la Procuraduría General de Justicia capitalina, contra la
empresa Marina, Renovación de Monumentos, encargada de las tareas de
mantenimiento de la citada obra. Dicho proceso se suma a las pesquisas
emprendidas sobre el mismo asunto por la Contraloría General del
Distrito Federal.
País pisoteado
Qué lástima que Alberto
Patishtán siga encerrado en ese lugar indeseable. Es muy triste ver a
México tan lastimado; la justicia sólo es para quien pueda comprarla.
Al parecer, en este país no se castiga lo criminal, se castiga la
pobreza. Hay que exigir a las autoridades que se pongan a trabajar
porque ya no se puede más, mi país ya está muy pisoteado.
Hoy
el concepto de régimen autoritario y su aplicación a la experiencia
mexicana es un lugar común. Sin embargo, en México sólo los
especialistas recuerdan el nombre de su autor, el sociólogo y
politólogo español Juan J. Linz, quien falleció a los 86 años, en New
Haven, el pasado primero de octubre. Pocos académicos han tenido la
influencia que tuvo Linz en nuestra comprensión del autoritarismo, de
sus características, de sus instituciones y de su funcionamiento. Su
modelo se convirtió en el paradigma dominante y desplazó en forma
definitiva los trabajos que sobre el tema se habían hecho con base en
la teoría de la modernización.
El
23 de septiembre, como es del conocimiento público, tres comisionados
de la Asamblea Nacional en Defensa del Petróleo y de la Economía
Popular hicieron entrega, en la residencia del Poder Ejecutivo federal,
de un escrito que plantea procedimientos y contenidos alternativos a
dos de las iniciativas que la Presidencia de la República encaminó
recientemente al Congreso de la Unión en materia energética y
hacendaria. Para continuar los tres artículos que he publicado en La Jornada sobre la primera de ellas –“Trunca, incoherente, errada, falaz…”, el 15 de agosto;
Energía: detrás de los comerciales, dos semanas después, y “Compleja, inextricable, lesiva…” el 26 de septiembre–, examino ahora la respuesta que la Presidencia decidió ofrecer, 11 días después, el 5 de octubre, y la forma en que su tono y su tonada (decir de Jorge Alcocer referido a otro asunto) han exacerbado aún más el ambiente político en que se examina y comienza a debatirse tal propuesta. Adelanto que, a mi juicio, la respuesta peca de excesivo formalismo, burocratismo rampante, insuficiente criterio, es decir, irreflexividad, al tiempo que muestra escasa consideración y respeto a quienes firmaron el escrito original y al vasto número de ciudadanos mexicanos en cuyo nombre y representación lo hicieron. En suma, para continuar las caracterizaciones enumerativas, me pareció una respuesta formalista, burocrática, irreflexiva…
Ya
se va haciendo costumbre la aparición de algunos grupos de provocadores
incrustados en manifestaciones pacíficas (o desviando la atención para
que nadie se fije en ellas), cuyo único objetivo parece ser la
confrontación con la fuerza pública, la cual, hay que decirlo, ha
fracasado una y otra vez en las labores de
contención, dejando en el aire innumerables dudas y cuestionamientos. El debate público, en consecuencia, está lleno de hipótesis y acusaciones en torno a la determinación de los
verdaderos culpables, pero las investigaciones no aclaran el fondo de los hechos. Se da el caso de que muchos de los detenidos, como ocurrió el primero de diciembre, al final sean ajenos a los que les violaron derechos básicos, de modo que la represión deja víctimas pero no atrapa a los causantes de asaltar vitrinas y mobiliario urbano, de lanzar bombas molotov, tubos y objetos peligrosos contra la policía uniformada, como cualquiera pudo ver a través de la televisión e Internet.
Si
hay una valla de policías en una calle y los agredo nomás porque sí,
estoy cometiendo un acto ilícito; si hay un vidrio en la fachada de un
edificio y lo rompo, estoy cometiendo un acto ilícito; si hay un
teléfono público y lo destrozo, estoy cometiendo un acto ilícito; si
una señora va caminando a su trabajo o a comprar una torta y la agredo,
estoy cometiendo un acto ilícito. ¿Por qué, entonces, los que cometen
dichos actos ilícitos no deberían ser detenidos, acusados, juzgados y,
de demostrarles culpabilidad, encarcelados?
En
mi entrega anterior argumenté el acierto del presidente Maduro al
expulsar de Venezuela a Kelly Keiderling Franz, encargada de la
embajada yanqui en Caracas.
La
fuerza de la naturaleza con la que fueron azotados diversos estados del
país puede hacer pensar que los problemas causados por fenómenos
naturales son inevitables, lo mismo que sus consecuencias. En realidad,
el mundo ha evolucionado lo suficiente para hacerse cargo de estas
eventualidades y reducir al mínimo sus impactos sociales y económicos.
El último Informe sobre el Desarrollo Mundial 2014, elaborado por el
Banco Mundial y que se ha hecho público estos días en Washington, se
dedica precisamente a discutir el problema del riesgo y las
oportunidades económicas, políticas y sociales que plantea su control.
Nunca olvidarán este año, dijo mi madre dirigiéndose con una sonrisa de dicha a nosotros dos.
No, señora, no lo olvidaremos nunca, se lo juro, respondió David con una cara descompuesta entre tristeza y rabia. Era 1968. Octubre.
La
Compañía Nacional de Teatro (CNT) sigue ampliando su repertorio –esta
vez en su Quinto Ciclo, Teatro Mexicano– con una obra de Bárbara Colio
dirigida por Richard Viqueira, quien ya antes había trabajado un texto
de la dramaturga, Cuerdas, al que imprimió algo de su muy personal e imaginativa manera. Carnada
continúa la exploración y crítica del capitalismo salvaje que ha
convertido a las personas en competidoras en todos los campos, que la
autora ha hecho dentro de su escritura, aunque quizás seguir una de las
líneas argumentales (con algunas notables salvedades) de un clásico
como es El Rey Lear de William Shakespeare no lo convierte en
contemporáneo. Transformar a las tres hijas de Lear (Gomeril, Reagan y
Cordelia) en tres varones (Primero, Segundo y Tercero) responde, a mi
entender, más a las necesidades escénicas que a las del contenido
mismo, ya que las mujeres somos también, y a veces más, competitivas.
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