REPORTAJE
UNAM desarrolla proyecto para evitar metástasis
Monumentos históricos del DF se iluminan de color rosa por la lucha contra el cáncer de mama |
ArchivoCIMAC/César Martínez López
Por: Anaiz Zamora Márquez
Cimacnoticias | México, DF.- El Instituto de Investigaciones Biomédicas indaga herramientas terapéuticas para aumentar el tiempo de sobrevida de las pacientes.
Cada dos horas una mexicana pierde la vida debido al cáncer de mama (CaMa), por lo que especialistas de la UNAM realizan pruebas científicas que de tener éxito en seres humanos, contribuirán a la atención de este mal que en nuestro país mata al año a 3 mil 500 mujeres.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Cancerología (Incan), cerca del 50 por ciento de los casos de CaMa derivan en metástasis (expansión de las células cancerosas a otros órganos). Según la institución, el tumor generalmente se expande al hueso, cerebro y/o pulmones.
Para ayudar a combatir este efecto, un equipo a cargo del doctor en Ciencias, Eduardo García Zepeda, realiza una investigación en el Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, para intentar identificar cuáles son las células del cuerpo humano que permiten o frenan el desarrollo del cáncer de mama.
En entrevista con Cimacnoticias, el también inmunólogo afirma que si se logra detectar adecuadamente estas moléculas se podrían crear herramientas terapéuticas alternas al tratamiento que se da a las mujeres diagnosticadas con CaMa, a fin de prevenir que se desarrolle la metástasis y aumentar el tiempo de sobrevida de las pacientes.
Este proyecto –acreedor del Fondo Pfizer de investigación básica 2013– nace en un contexto en que el Sector Salud ha sido incapaz de detectar la enfermedad de manera temprana, toda vez que alrededor de 60 por ciento de los casos se diagnostican con tumores en estado avanzado.
García Zepeda advierte que una de las muchas dificultades que se presentan para detectar a etapas tempranas el CaMa es la carencia de síntomas, y que los tumores pueden llegar a confundirse con otras formaciones que se desarrollan en las mamas como quistes o crecimiento del tejido.
Señala que ante el diagnóstico tardío se hace apremiante trabajar en la búsqueda de nuevas alternativas de detección temprana del cáncer, así como en nuevas formas de tratamiento que resulten más efectivas y permitan a la paciente tener un tiempo de sobrevida mayor y con mejor calidad.
FASE EXPERIMENTAL
Actualmente, este trabajo se encuentra en etapa de experimentación con ratones, a los que les han sido implantadas células cancerígenas.
El experto también colabora en otro proyecto para identificar genes, proteínas o células a través de una prueba de sangre como forma de detección temprana del CaMa.
Respecto al primer proyecto, el inmunólogo explica que la investigación se realiza en el “microambiente tumoral”, es decir se analizan las células, moléculas y vasos sanguíneos que rodean y alimentan un tumor.
Ante la presencia de células cancerosas (o cualquier organismo dañino) el sistema inmune responde a través de una inflamación, por lo que el equipo de especialistas se empeña en analizar este proceso.
El objetivo es identificar cómo reacciona el sistema inmunológico (defensa natural del cuerpo humano) ante la presencia de un tumor maligno, y así conocer cuáles son las células y moléculas que inhiben o permiten el desarrollo y progresión del cáncer.
El proyecto no está directamente destinado a buscar nuevas formas de detección temprana, sino a prevenir a tiempo –una vez que sea diagnosticado el cáncer– el desarrollo de metástasis.
De resultar exitosa la experimentación, se podrán crear tratamientos complementarios que refuercen las células del sistema inmunológico que inhiben la progresión y desarrollo del cáncer, destaca Eduardo García.
Ante la posibilidad de una alternativa que prevenga la aparición del CaMa, el experto aclara que a diferencia del cáncer cérvico uterino –en el que se detectó que uno de los factores que lo produce es el Virus del Papiloma Humano (VPH)–, no se ha logrado identificar una causa específica para el cáncer de seno, por lo que tampoco se ha podido desarrollar una vacuna preventiva.
García Zepeda precisa que aún se está en una fase inicial de la investigación, y por ello no se puede establecer un plazo para que haya resultados. Además –añade– muchas de las investigaciones tienen un resultado favorable en animales, pero cuando se realizan en personas los efectos pueden variar.
El especialista resalta la necesidad de continuar este tipo de proyectos que ayuden a un diagnóstico temprano o prevención de consecuencias, y en no abandonarlos aunque no se vean resultados inmediatos.
En México, el CaMa es la primera causa de muerte en las mujeres, 60 por ciento de ellas con entre 30 y 59 años de edad.
La Organización Mundial de la Salud estima que de no prevenirse y detectarse a tiempo este tipo de cáncer, para 2020 en México habría casi 20 mil mujeres con el padecimiento y morirían 7 mil 618. Para 2030 las cifras podrían dispararse a más de 24 mil 300 casos y 9 mil 700 fallecimientos.
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