Gabriela Rivera presenta denuncia ante Secretaría de la Mujer
Lo primero que vio la indígena mixteca Gabriela Rivera Maldonado al
abrir los ojos después de recibir más de 20 latigazos y quedar
semiinconsciente fueron los rostros del presidente municipal de San
Miguel Peras en Oaxaca, Santiago Ramírez Cervantes y del síndico, Sergio
Rivera Flores, quienes reían al verla tirada en el suelo.
El domingo 15 de enero –repasa en entrevista la traductora de Gabriela,
Otilia Flores– frente a su hijo de 2 años de edad, Gabriela fue golpeada
con un tuchi (látigo) por orden de los dos funcionarios que la
detuvieron en la comandancia como represalia por querer participar en
las elecciones del año pasado.
Para preparar la golpiza, el presidente municipal y el síndico mandaron
llamar a los abuelos de Gabriela antes de que ella fuera retenida en la
comandancia. Una vez allí los confrontaron con su nieta y el abuelo tuvo
que aguantarse las ganas de oponerse porque fue obligado a darle un
puñetazo en la cara porque ellos son “la autoridad”.
“Cómo es posible que en este tiempo golpeen a una mujer adentro de la
presidencia (municipal). Para nuestros antepasados eso (gobernar) era
sagrado”, dice Otilia, quien además aprovechó para reclamar que la foto
de su compañera fuera difundida y aclarar que Rosa Aguilar y Mariana
Díaz, quienes también habían manifestado su interés en participar en las
elecciones, fueron igualmente amenazadas.
La mañana del 15 de enero –relata la traductora– unos policías en una
patrulla llegaron a tocar a la casa de Gabriela Rivera. Cuando ella
abrió la puerta y pregunto qué pasaba, ellos respondieron “súbete y
vámonos”; sorprendida, preguntó las razones pero ellos sólo dijeron que
tenía que ir al edificio de la presidencia municipal.
En un pueblo donde la mayoría se conoce, la joven logró convencer a los
policías de que ella iría caminando hasta allá pero debía cambiarse de
ropa. Así lo hizo. Tomó a su hijo de 2 años de edad y salió hacia la
presidencia municipal. Al llegar, el síndico la esperaba en la entrada,
le pidió pasar y que esperara.
Gabriela creyó que sería acusada por una señora con la que había
discutido semanas antes pero después de esperar alrededor de media hora,
llegó el presidente municipal y la hizo pasar a otra área donde la
esperaban sus abuelos. A sus familiares les dijeron que ella estaba
detenida porque “tenía muchas quejas”.
Cuando Gabriela intentó irse porque su hijo empezó a llorar, los
policías la detuvieron, la abuela se llevó al niño y ella fue encerrada.
Su abuelo fue obligado a darle un golpe “por no respetar a las
autoridades”, después los policías la tomaron por la fuerza y ella sólo
alcanzó a cubrirse el rostro mientras empezaron a darle de latigazos.
Al reaccionar vio al presidente municipal, Santiago Ramírez Cervantes y
al síndico, Sergio Rivera Flores, riéndose. Tras la golpiza la dejaron
salir pero como no podía caminar un policía la ayudó para regresar a su
casa.
El año pasado se realizó en el municipio de San Miguel de las Peras, una
elección por el sistema normativo interno, es decir, por usos y
costumbres. De acuerdo con el Instituto Estatal Electoral y de
Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO) la elección debería ser en
octubre pero Otilia refiere que el 7 de mayo de 2016 se hizo una
asamblea en la que los hombres excluyeron a las mujeres.
Gabriela manifestó su intención de participar pero no fue considerada
para ningún cargo y por el contrario recibió amenazas de “recibir
balazos” si se entrometía en estos asuntos, por lo que incluso el 23 de
enero el Partido de la Revolución Democrática emitió un comunicado para
pedir una investigación por este caso.
El pasado martes 24 de enero Gabriela, hablante de mixteco, acompañada
de su traductora, hizo las denuncias ante la Secretaría de la Mujer de
Oaxaca y la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca.
Este día continuará su denuncia ante la Defensoría Pública Electoral
para Pueblos y Comunidades Indígenas del Tribunal Electoral Poder
Judicial de la Federación (TEPJF).
Con este testimonio, en este mes suman seis casos de violencia por
conflictos electorales en Oaxaca documentados por el Colectivo por la
Ciudadanía para las Mujeres. Tres presidentas municipales han sido
agredidas: la alcaldesa de San Juan Bautista Lo de Soto, Samantha
Caballero Melo; de San Pedro Atoyac, Irma Aguilar Raymundo; y de
Eloxochitlán de Flores Magón, Eliza Zepeda.
También estas las amenazas contra la síndica de Pinotepa Nacional,
Yareli Cariño López; y contra la de Santo Domingo Zanatepec, Erika
Molina, casos que entran en la definición de violencia política de la
Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia del estado.
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Anayeli García Martínez
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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