Movimientos sociales que ponen foco a la erradicación del acoso, el abuso y el hostigamiento sexual contra las mujeres, como #Metoo, son
un llamado a escuchar y creer a las personas que han sobrevivido a
estas formas de violencia y deben contribuir a poner fin a la cultura
del silencio, declaró la representante de ONU Mujeres en nuestro país,
Belén Sanz Luque.
En un conversatorio llevado a cabo en la Ciudad de México, la
funcionaria de la entidad de las Naciones Unidades dedicada a la
igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en nuestro país,
destacó que nunca, como ahora, ha sido tan urgente responsabilizar a los
perpetradores de acoso y violencia sexual contra mujeres y niñas.
Si bien el debido proceso es un tema fundamental que se empuja desde ONU- Mujeres,
sólo un puñado de hombres ha experimentado las consecuencias de este tipo de acciones, mientras las mujeres en todo el mundo viven con los efectos secundarios duraderos de esta forma de violencia.
Para este organismo de la ONU es necesario dejar de cuestionar la
credibilidad de la víctima y centrarnos en la rendición de cuentas del
agresor. En relación con los señalamientos de denuncias falsas, a
propósito de foros como #Metoo, Sanz Luque destacó que no superan ni 3 por ciento de las que se registran en países que cuentan con ese tipo de datos.
Por otro lado, advirtió que ningún sector es inmune al acoso y a otras formas de violencia sexual:
es en ese sentido que urge intensificar nuestros esfuerzos, entendiendo que es un problema sistémico y no son incidentes o problemas aislados, advirtió.
Expresó que este problema de carácter social requiere articular una
política integral para sancionar de manera adecuada, promover la no
repetición y prevenir esas acciones.
Esto requiere cambiar la cultura de impunidad y del silencio, hacia la cero tolerancia a esta forma de violencia, dijo.
Por su parte, Berenice Fuentes, de la organización Equis, Justicia
para las Mujeres, advirtió que en México la estrategia para atender la
violencia sexual parte de un perfil reactivo, por lo que es necesario
contar con una política integral para erradicar estas conductas de todos
los sectores. Exhibió que la norma mexicana respecto al acoso sexual es
heterogénea, desigual y subjetiva.
Ana Langner
Periódico La Jornada
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