Las estudiantes
que han luchado por la creación de mecanismos que permitan enfrentar los casos
de acoso y hostigamiento sexual, y otras violencias de género que se presentan
al interior de la institución, fueron las primeras denunciadas después de que
se publicara el Protocolo para prevenir y atender la violencia de género en la
Unison.
Sin embargo, no
solo no se han atendido las denuncias de las estudiantes quienes desde hace más
de dos años clamaban por un protocolo de actuación, sino que ahora ellas son
las acusadas por el maestro, quien contaba con denuncias anteriores, incluso
por una compañera de trabajo.
Una estudiante del séptimo semestre de Sociología, quien pidió omitir
su nombre por motivos de seguridad, explicó que no conocen el
contenido de la denuncia del docente, pues una de las irregularidades en
que ha incurrido la Universidad de Sonora, es citarlas sin haberles
enviado copia de la queja.
Solamente una de
ellas cuenta con el documento, pues lo solicitó para saber de qué se le acusa, ya
que el citatorio fue escueto y en forma extremadamente expedita, de acuerdo a
las fechas indicadas en el mismo.
Las alumnas de la Unison, se encuentran sorprendidas y preocupadas
pues la denuncia del maestro les hace que tengan que utilizar tiempo en
dar vueltas para investigar lo que debería ser transparente, cuando
podrían dedicarlo a trabajos escolares, además de que el incidente les
ha causado estrés extremo.
De las cuatro alumnas supuestamente denunciadas, solo una cuenta con
su copia a petición expresa. Todas han sido acusadas por el mismo
maestro del departamento de Historia, dijo otra estudiante de
Sociología.
En relación al Protocolo
aprobado recientemente, consideran que se activó a favor del docente que está
actuando en su contra, pues mientras ellas duraron años denunciándolo y nunca
les resolvieron sobre sus quejas en la Comisión de Derechos Universitarios, a
éste le respondieron rápido, emitiendo un citatorio para las alumnas quienes
deben responder de inmediato.
Fue a través del
profesor y Secretario académico de la División de Ciencias Sociales, Jorge
Borja Castañeda, que la Comisión de honor y justicia citó a las estudiantes
para que comparecieran en esa instancia para responder sobre la denuncia.
Consideraron que
el Protocolo está funcionando de acuerdo a los intereses del profesor, al
atender de inmediato la denuncia que presentó en su contra.
“No entiendo cómo si el Protocolo es para atender casos de violencia
de género contra las mujeres, no toman en cuenta las relaciones de poder
entre un académico universitario y unas estudiantes universitarias”,
comentó la estudiante de Sociología.
La mayor
preocupación es que la Comisión de honor y justicia es ya la última instancia
para sancionar, no obstante no se ha realizado investigación alguna, ni han
tenido la oportunidad para defenderse.
La serie de
irregularidades pone de manifiesto la orientación a actuar en forma expedita
para proteger y atender la denuncia del docente, mientras se sorprende con una
posible sanción a las estudiantes, a la par que no se han atendido sus
denuncias contra el propio acusador.
Las estudiantes
temen que la Comisión de honor y justicia pueda fallar en su contra, incluso
con la expulsión, cuando ni siquiera les han tomado declaración como víctimas.
Informaron que este viernes 22 de noviembre acudieron a responder a
la Comisión de honor y justicia, que no se presentarían al citatorio,
pues requieren primero conocer de qué se les acusa y tener en sus manos
su copia correspondiente de la denuncia, en atención a los principios
básicos del Derecho.
Consideraron que
el procedimiento que ha realizado la Universidad de Sonora en su contra ha sido
arbitrario pues a pesar de que entró en vigencia el Protocolo de actuación,
parecería que éste se activó para proteger al maestro denunciado de acoso y
hostigamiento sexual y escolar, cuando la intención original era proteger a las
estudiantes por ser el grupo más vulnerable.
Lamentaron que
todas las denuncias que se han presentado en la Comisión de derechos
universitarios han quedado sin respuesta y sin resolución, y la de los docentes
se resuelven de inmediato, accionando mecanismos extremos en contra de las
estudiantes, como lo es la Comisión de honor y justicia, procedimientos que
ponen en riesgo su trayectoria académica.
Otra alumna de Sociología, quien también pidió el anonimato, expresó
que no entiende en qué se basa la persona denunciante para hacer
señalamientos en contra de las alumnas y cómo es que puede disponer del
tiempo de ellas, quienes deberían estar usándolo para las tareas
escolares.
“Están añadiendo
instancias, elementos, instituciones, autoridades, sanciones posibles, que
ahorita que estamos en finales de semestre se nos hace que son tácticas de
intimidación porque nos están sometiendo a usar el tiempo en otra cosa, y
además a estrés y presión psicológica”, dijeron.
Una estudiante de Derecho e integrante de la Comisión estudiantil de
género, explicó que el proceso que pretenden seguir contra cuatro
estudiantes, no cumple con las formalidades por lo que está plagado de
irregularidades.
Una de ellas es
que revisando el Protocolo, la Comisión de honor y justicia puede tratar casos
entre pares, es decir entre estudiantes, y esta supuesta denuncia es de parte
de un docente en contra de sus alumnas. No cumple con el requisito de citatorio
porque fue de un día para otro, además de que no es la instancia
correspondiente ya que no está facultada para ello.
Posteriormente se dará respuesta a cada uno de los puntos de la queja
que supuestamente el docente incluye en contra de las estudiantes,
finalizó.
Hermosillo, Son.
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