Carlos Bonfil
Una resurrección digitalizada. El documental Génesis 2.0 ,
dirigido por el suizo Christian Frei, en colaboración con el ruso Maxim
Arbugaev, propone una interesante exploración de algunas de las
posibilidades de la biología sintética imaginada como la gran revolución
científica en un futuro próximo.
A partir de la clonación de las especies animales y de un laborioso
proceso de ingenería genética, un grupo de científicos contempla
rediseñar y alterar a cualquier ser vivo, incluido el ser humano. Para
ilustrar esta fantasía la cinta elige dos vertientes narrativas, en
apariencia distantes.
Por un lado, Arbugaev sigue de cerca la faena de cazadores de
colmillos blancos de mamuts prehistóricos en las islas de Nueva Siberia.
Y aunque el objetivo de los cazadores es vender las piezas recuperadas a
precios muy elevados en el mercado chino, los hallazgos permiten
también a los científicos extraer de los restos animales congelados
fragmentos óseos, pelambre e incluso sangre viva a partir de la cual
poder intentar la clonación suprema de un mamut nuevo.
El suizo Christian Frei prosigue a su vez la pesquisa y detalla el
destino que esos experimentos pueden tener cuando un equipo de
ingenieros moleculares avizora en Boston un futuro en el que las
informaciones genéticas puedan manipularse y reproducirse en serie para
ensayar todo tipo de alteraciones susceptibles de prevenir enfermedades,
inhibir deformaciones congénitas y preservar la vida.
El aspecto inquietante de esas clonaciones genéticas es su posible
uso para fines de control político, desde la tentación de la eugenesia
negativa hasta el delirio de reorientar el curso de la evolución humana.
En China, territorio en cuyos sofisticados laboratorios de biología
sintética culmina la exploración del documental, se perfecciona la
premisa más temeraria de algún científico:
Hasta el momento el trabajo de Dios ha sido imperfecto, juntos podemos hacer que al fin ese trabajo sea perfecto.
En el documental coexiste así el afán de los cazadores que arriesgan
sus vidas, y la buena voluntad de los científicos que buscan resultados
benéficos para la humanidad con la ingeniería genética. Los cineastas se
limitan a plantear el estado actual de las investigaciones en biología
sintética.
La película Se exhibe en la sala 2 de la Cineteca Nacional, a las 16 y 21 horas.
Twitter: @Carlosbonfil1
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