En las movilizaciones del domingo pasado para cuestionar
su gobierno, la oposición ejerció su derecho a disentir, el cual está
garantizado en esta administración porque
estamos construyendo una democracia, no una dictadura, sostuvo el presidente Andrés Manuel López Obrador. Afirmó sentirse
feliz, felizpor la concentración del Zócalo y en especial por el respaldo popular y la actitud de la gente.
En este contexto y sin mediar pregunta, López Obrador mencionó las
consideraciones del escritor peruano Mario Vargas Llosa sobre los
riesgos de presuntas regresiones.
Si viene y dice que estamos a punto de regresar a la dictadura perfecta, es libre. Tiene todo su derecho a expresarse. ¡Qué nos vamos a estar enojando!
–¿Exageró Vargas Llosa?
–Eso se los dejo a ustedes, porque es libre de expresarse.
–¿No se va a aplicar el artículo 33 constitucional contra algún ciudadano extranjero?
–Nunca. Jamás se va a aplicar el legendario artículo 33.
En su valoración sobre el domingo, mencionó los incidentes hostiles
contra la prensa, los cuales le merecieron una descalificación.
Repruebo esa actitud. No se debe agredir a nadie. Ustedes cumplen con su trabajo. Eso, en vez de ayudar, perjudica, dijo el mandatario, quien enfatizó el papel de los periodistas que deben estar
lo más cercano que se pueda al pueblo y lo más distante que sea posible del poder.
Disculpas a Emilio Azcárraga
La agresión al reportero de una televisora le dio pauta
para cuestionar otras actitudes contra el dueño de Televisa, Emilio
Azcárraga.
Los invito para que vengan al Informe, porque represento a todos y él paga por todos los que han hecho comunicación (...) otros empresarios no les dicen nada, también de medios importantísimos y contra Emilio, así, directo. Yo ofrezco disculpas.
Las críticas presidenciales a las agresiones no impidieron un nuevo
incidente durante la conferencia, el cual patentizó la hostilidad entre
medios digitales y la prensa tradicional. Aunque lo advirtió mediante un
mensaje en Twitter, Iber Alejandro que iba expresamente a desmentir al
reportero de la televisora, hacia el final, pidió derecho de réplica.
Asumió que rompía las reglas por lo cual seguramente le retirarían la
acreditación levantando el gafete de invitado provisional para esa
fecha, para cuestionar el maltrato, dijo, de que era víctima de los
reporteros tradicionales.
La verdad sí soy su simpatizante, no lo idolatro, simplemente he venido siguiendo su lucha, y si por eso voy a ser juzgado, está bien, lo acepto. Señor Presidente, me despido. No pretendo venir a la mañanera porque no tiene caso que me discriminen.
–No te vayas, quédate, o sea, somos libres –dijo López Obrador.
–No tiene caso.
–Ya ofreciste disculpas y ya ahorita se van a dar un abrazo, ya se acabó.
Y dio por concluida la conferencia. Dicho abrazo no se concretó.
El incidente desató una nueva oleada de recriminaciones en redes
sociales al reportero de la televisora, similar a la registrada hace
unas semanas, en esa ocasión por el operativo en Culiacán. “Yo no sentí
que me hayas faltado al respeto –en aquella ocasión–, estabas cumpliendo
con tu responsabilidad, haciendo tu trabajo, no sentí que me
agredieras, nadie me ha agredido. Lo que pasa es que hay mucha
sensibilidad, que es lo que hay que ir poco a poco serenando, se tiene
que ir resolviendo porque se están dando cambios, reacomodos”.
Al abundar en torno a la concentración en el Zócalo, López Obrador
aseveró que había entusiasmo entre los asistentes a pesar del sol.
Yo estaba preocupado por eso, pero hice muchos esfuerzos por resumir, quité muchas cosas y fue lo que logré. Y estuvieron ahí, eso es lo más importante, el entusiasmo de la gente.
En torno a las movilizaciones, el Presidente dijo que lo único que se
confirma es que aún hay conservadurismo en México. Estimó que aun
cuando se habían ostentado desde el principio como ciudadanos, en
realidad siempre fueron militantes de partidos políticos,
se están quitando la máscara. Es evidente, donde se manifiesten, que participan dirigentes de partidos. El ex presidente Fox llegó a decir que hay que empezar a preparar las condiciones para que en 2021 la oposición tenga mayoría.
Sobre su relación con el sector empresarial, destacó que es buena, si
bien matizó. Con el anterior dirigente del Consejo Coordinador
Empresarial (Juan Pablo Castañón), que “no se portó mal pero tuvimos
algunas diferencias, como el aeropuerto. Con Carlos Salazar muy bien, es
prudente, inteligente, tiene prestigio en el sector empresarial.
Finalmente, sobre las reivindicaciones feministas contra la violencia
y a favor de la despenalización del aborto, dijo que su gobierno dejará
que se dirima este último tema en la sociedad, pues es algo que
polariza a la sociedad y por ahora se está impulsando la transformación
del país.
Alonso Urrutia y Néstor Jiménez
Periódico La Jornada
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