Patricia H. Escamilla Márquez*
Asólo unos meses de las
elecciones presidenciales en Estados Unidos, hay diversas opiniones
sobre cómo votará el importante electorado hispano. Una opinión
controversial surgió entre los críticos mexicanos de la reciente visita
de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) a Washington DC. Entre otras
cosas, alegaban que la visita del Presidente mexicano le generaría votos
hispanos a Donald Trump, el candidato republicano. Sin embargo, hay
varias razones por las cuales este argumento no resulta convincente.
Por un lado, no todos los hispanos son de origen mexicano como para
que les interese lo que haga López Obrador. Los hispanos en Estados
Unidos son una población de más de 60 millones de personas de diferentes
orígenes étnicos, culturas, nacionalidades, lugares de nacimiento y
situaciones socioeconómicas y migratorias. Casi 39 millones son de
origen mexicano, nacidos en México o tierras estadunidenses. Pero más de
20 millones no lo son.
Los hispanos tampoco son un bloque con los mismos intereses y
preferencias políticas. Por ejemplo, para los cubanos y puertorriqueños
la política migratoria de Estados Unidos y el T-MEC (tratado comercial
México-Estados Unidos-Canadá) no son una prioridad o un asunto
relevante, como podrían ser para los de origen mexicano.
Por otro lado, tampoco hay argumentos convincentes para alegar que la
visita de AMLO pudiera influir en las preferencias políticas de la
población de origen mexicano y generarle más votos a Trump. Hay por lo
menos cinco razones para dudarlo.
Primero, probablemente la mayoría de la población de origen mexicano
en Estados Unidos ni se enteró de la reunión del Presidente de México
con Donald Trump. No sé de alguna encuesta formal que lo confirme, pero
un sondeo que hice sugiere que así es; entre otras razones, porque los
medios estadunidenses le dieron muy poca cobertura a la visita.
Segundo, sería difícil que la visita de AMLO pudiera influir
significativamente en una población tan diversa como la de origen
mexicano en territorio estadunidense. Hay obreros, cocineros, jornaleros
agrícolas, empresarios, profesionistas y líderes políticos. Hay ricos,
pobres y clasemedieros. Algunos no saben leer ni escribir, ni en español
ni en inglés, y otros cuentan con educación superior.
Tampoco todos tienen lazos familiares, económicos o políticos fuertes
con México. Hay estudios que indican que los lazos generalmente
persisten en-tre los nacidos en México, pero se disipan en las
siguientes generaciones.
La mayoría nació en Estados Unidos y unos 11 millones nacieron en
México. Algunos son ciudadanos de Estados Unidos, otros más son
residentes autorizados y unos 5 millones viven y trabajan en el país
gobernado por Trump sin permiso.
Tercero, muchos migrantes mexicanos en Estados Unidos apoyan a AMLO,
pero no todos. Esto se puede ver en los resultados de las elecciones
presidenciales en México en 2018. De los 98 mil que votaron en tierras
estaunidenses, unos 64 mil votaron por AMLO. En suma, no todos los
mexicanos o de origen mexicano que viven allá tienen los mismos
intereses y preferencias electorales y de políticas públicas, ni son
potencialmente susceptibles a la influencia de AMLO o de algún otro
presidente mexicano.
Cuarto, más relevante aún es que hay estudios que indican que los
electores de origen mexicano en Estados Unidos deciden su voto
principalmente con base en sus intereses domésticos. Algunas veces sus
intereses coinciden con los del Presidente de México, pero no siempre.
De hecho, la mayoría repudia a Trump por su retórica y políticas
migratorias hostiles. Además, es partidaria del Partido Demócrata, con
Joe Biden como contrincante del republicano Trump, en las elecciones del
3 de noviembre.
Por eso, es improbable que una reunión entre López Obrador y Donald
Trump, por muy cordial que haya sido, los haga cambiar de opinión; es
decir, que los haga ver a Trump como una buena opción electoral y no
como el presidente que lleva casi cinco años agrediéndolos y
perjudicándoles la vida.
Quinto, Trump podrá explotar las imágenes y discursos de la visita de
AMLO para promocionarse todo lo que quiera. Pero eso no necesariamente
le generará más votos. De hecho, su halagadora retórica hacia los
mexicanosdurante la visita podría restarle votos a Trump entre su base dura.
En suma, el voto de los electores de origen mexicano en los comicios
presidenciales de noviembre próximo en territorio estadunidense lo
determinarán ellos y no el Presidente de México. Votarán por el
candidato que los convenza de que buscará cambios concretos para mejorar
la política migratoria y de educación, empleo y salud para ellos en
Estados Unidos.
* Académica especialista en relaciones México-EU en materia de política migratoria y la población de origen mexicano en EU.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario