Pandemia
▲ Frente al área de urgencias del Hospital General de México Dr. Eduardo
Liceaga, de la Secretaría de Salud, las funerarias que ofrecen sus
servicios colocan féretros en la acera, por lo que causan asombro entre
algunos de los transeúntes.
La enfermedad de Covid-19 será una de las principales
causas de muerte en México, en mucho debido a la elevada cantidad de
personas que viven con enfermedades crónicas descontroladas. Éstas se
ubican entre los principales factores de riesgo de complicación y muerte
entre los afectados por el coronavirus, advirtió Ruy López Ridaura,
director del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de
Enfermedades.
Ante esta realidad, el gobierno de México
está decidido a enfrentar a las enfermedades cardiometabólicas de manera decisiva, sin conflictos de interés. Es
hora de cambiar la perspectiva, dentro de un sistema de salud público, gratuito y universal, con el que se terminan las
aventuras comerciales que no pudieron resolver el problema en años, afirmó Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, durante la conferencia vespertina en Palacio Nacional, en la que el reporte sobre el comportamiento de la pandemia informó de una nueva cifra máxima de casos confirmados en un día: 8 mil 438.
El registro acumulado llegó a 370 mil 712 casos, mientras los
fallecimientos subieron a 41 mil 908 con los 718 que se confirmaron
entre el miércoles y jueves.
López-Gatell destacó que la pandemia de Covid-19 encontró a la
población de México con una salud deteriorada por males crónicos como
obesidad, diabetes e hipertensión arterial. Las dos primeras fueron
declaradas como emergencias epidemiológicas en noviembre de 2016.
Quedó pendiente adoptar las medidas para combatir el problema, el
cual se generó desde la década de los 80, cuando se expandieron
globalmente los mercados de alimentos ultraprocesados y de alto
contenido calórico. Esto ha sido el motor fundamental de las epidemias
de males crónicos, subrayó.
López Ridaura presentó los datos: 73 por ciento de las personas que
han muerto por el coronavirus tenían al menos una comorbilidad,
principalmente obesidad, diabetes, hipertensión o alguna cardiovascular.
De los fallecidos, 43 por ciento era hipertenso, 38 por ciento tenía
diabetes, 25 por ciento vivía con obesidad. En todos los casos, el doble
respecto de los que enfermaron y se recuperaron.
Eso es lo que ya pasó, pero los riesgos para la salud y la vida de
las personas frente a Covid-19 deben ser motivo de alarma, pues 73 por
ciento de los mexicanos tiene sobrepeso y obesidad, 25 por ciento
hipertensión arterial y 14 por ciento diabetes.
Más grave aún es, respecto de las dos últimas, que una parte mínima
tiene bajo control sus niveles de presión arterial y glucosa en sangre.
Foto José Antonio López
Ángeles Cruz Martínez
Periódico La Jornada
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