Hermosillo, Son. Al 22 de julio en Sonora había 150
registros de mujeres embarazadas positivas a COVID-19, de acuerdo con el
reporte de la Secretaría de Salud del estado de Sonora el cual reconoce
el fallecimiento de 3 embarazadas por esta causa, aunque el reporte de
la semana epidemiológica 30, el Gobierno federal reporta cinco fallecimientos por esa causa.
El Fondo de población para las Naciones Unidas (UNFPA) organizó el
Seminario “Salud y Mortalidad materna en México en el marco de la
COVID-19, una aproximación desde los Derechos Humanos”, con la
participación de la Secretaría de Salud, agencias de la ONU para los
Derechos Humanos, la Organización mundial de la Salud, la Organización
Panamericana de la Salud, y el Observatorio de la Mortalidad materna en
México.
El representante de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los
Derechos Humanos en México, Jesús Peña, expuso que en la semana
epidemiológica 29, en México se reportaron 81 muertes de embarazadas
positivas a SARS-Cov-2, y 27 están pendientes de ser verificadas. Eso
convierte a la COVID-19 en la primera Razón de muerte materna (RMM) en
México.
Por su parte, el representante de a OPS/OMS en México, Cristian
Morales, especificó un total de 2 mil 622 embarazadas contagiadas y 81
MM en México, lo que coloca a nuestro país en el primer lugar de la
región, con 27.5 por ciento de muertes maternas y agregó que es clave
que los certificados de defunción durante el embarazo, parto o
puerperio, contengan la mayor cantidad de detalles posibles de la muerte
como si la embarazada tenía virus confirmado, o era caso sospechoso, y
la secuencia causal, es decir si hubo dificultad respiratoria o
neumonía, e informar las condiciones de comorbilidad.
Aseguró que existe evidencia de que todas las muertes maternas han
aumentado en la región, pero hay obstáculos para registrarlas como tal
por error en los certificados de defunción en los países. La
reconversión de hospitales para atender la COVID-19 también ha mermado
los servicios esenciales, incluyendo la atención al embarazo, no sólo en
México sino en el mundo.
El experto también indicó que urge vigilar y registrar las consultas
prenatales, pues durante la pandemia ha habido una pérdida de
continuidad en la atención prenatal y hay mujeres con embarazo de alto
riesgo que han perdido la cobertura de salud y han fallecido.
Respecto a las cesáreas expresó que se ha registrado un exceso de
éstas en la región de las Américas y ello conlleva complicación en los
sistemas de salud. La recomendación, dijo, es que aún en embarazadas con
COVID-19, el nacimiento sea por parto natural a menos que sea
indicación absolutamente necesaria de cesárea.
Recordó que esta práctica es parte de lo que conocemos como violencia
obstétrica y que se debe evitar a toda costa, no sólo porque daña la
salud de las mujeres, sino porque puede poner en riesgo la salud del
recién nacido cuando esta cesárea no es médicamente indicada.
En este sentido precisó que es necesaria la capacitación del personal de salud que atiende la salud materna con los lineamientos federales para la atención a embarazo, parto y puerperio, y COVID-19, que todos tengan las competencias necesarias para aplicarlo.
En su oportunidad, Arie Hoekman, de UNFPA, especificó que en México
las muertes maternas por COVID-19 y las sospechosas de esa causa sumaban
la semana pasada 108, que representa un 25 por ciento del total,
colocándose como la primera causa de muerte materna.
La Secretaria Técnica del Observatorio de Mortalidad Materna en
México, Hilda Argüelles, habló sobre la incidencia de RMM en relación
con los Objetivos del Desarrollo Sustentable. Indicó que en varios
estados la RMM se ha incrementado y que el COVID-19 ya destaca entre las
causas principales. Entre estos estados se encuentran Sonora, Tabasco,
Nuevo León y Colima. En el caso de Sonora, partiendo de una línea base
de 23 en el año 2010, en el estado aumentó la RMM en 2017 a 31. El
porcentaje de reducción para Sonora es nulo, pues aumentó a 34 por
ciento. El ritmo de disminución anual es de 5 para la entidad.
En relación a las defunciones por estado notificante positivas a
COVID-19, a la semana epidemiológica 30, Sonora presentaba 5 casos, pero
localmente el gobierno del estado reconoce 3.
Los panelistas del Seminario coincidieron en que México está en
situación de emergencia no sólo por COVID-19, sino por el incremento de
muertes maternas relacionadas a COVID-19 como un amplificador que hace
todavía más evidentes las diferencias sociales.
“Cada embarazada que muere por COVID-19 nos habla de que hemos
fallado en garantizarle sus Derechos Humanos, a la educación, a la
información, a los servicios de salud, al acceso al desarrollo, entre
otros derechos”, concluyó.
20/SNE/LGL
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