Tal política la comparten y azuzan las empresas dominantes de comunicación periodística y la superpoderosa red de redes sociales. Occidente ha decidido apoyar incondicionalmente a su par israelí con complacencia cómplice y colaboración logística plena. Ponen a su servicio la industria de armas, los medios de comunicación, los gobiernos, las trasnacionales alimentarias, de energía y electrónicas, además de sectores amplios, habitualmente blancos, de sus poblaciones.
La prohibición de alojamiento a Roger Waters en Buenos Aires y Montevideo resulta una vergüenza, pero la mancha se extiende. El 14 de noviembre, la BBC dio a conocer la cancelación de exposiciones del internacionalmente conocido artista, cineasta y activista Ai Weiwei en galerías de Londres, Nueva York, París y Berlín por expresar en redes sociales opiniones críticas a Israel en el contexto actual.
Ya el 16 de octubre, Amnistía Internacional (AI) reaccionaba tras la
petición a todas las prefecturas de Francia formulada por Gerald
Darmanin, ministro del Interior, para prohibir todas las manifestaciones en apoyo a la población palestina
. Para AI, la prohibición constituye un grave y desproporcionado ataque al derecho a la protesta
.
Ante las atrocidades cometidas por Hamas en el sur de Israel, el bloqueo y los fuertes bombardeos en la franja de Gaza
, según AI, es
importante que los actores de la sociedad civil puedan movilizarse de
forma pacífica y pública, en especial los que piden que las partes del
conflicto respeten los derechos de la población civil
. Las policías
reprimen y golpean las protestas por la paz en Palestina mientras
cobijan las movilizaciones de apoyo a Israel bajo la vieja consigna
culposa de condenar el antisemitismo
. Reconocen en Israel una entidad histórica; Palestina es sólo un accidente (más) en la historia imperial de Occidente.
En otro ejemplo, el 10 de noviembre más de 40 colegios de Madrid se congregaron contra
el asesinato de niños y niñas en Gaza, tras los ataques que inició
Israel el 7 de octubre y por los que han perdido la vida casi 5 mil
menores de edad
. El Salto Diario informó que los escolares argumentaban: No hay derecho, ni internacional ni ningún derecho, que ampare el asesinato de niños para lograr un fin
. Al día siguiente, la embajada de Israel en España condenó los actos antisraelíes
y pidió prohibir futuras convocatorias similares. Esto es sistemático.
Las embajadas de Israel en el mundo de los blancos intervienen,
presionan, propagandizan, si no ya en favor de la guerra del gobierno
que representan, al menos contra sus críticos y opositores en el mundo aliado
. Sólo una parte de las naciones latinoamericanas ha salido respondona contra las exigencias de Tel Aviv y Washington.
La operación de silenciamiento al pueblo palestino estaba en marcha
ya antes del actual desenlace. Apenas en septiembre, un mes antes del
sorpresivo ataque de Hamas contra Israel y la brutal venganza
que
el gobierno militarizado de este país desató contra todos los
palestinos que persisten en Palestina y se interponen a sus ambiciones
territoriales, el periodista Simon Jaber advertía: Las redes
obstaculizan regularmente la capacidad de los palestinos de compartir
noticias, impulsar publicaciones, debatir y dar forma a las narrativas
en torno a los problemas que afectan a sus comunidades
.
En la antesala de la operación israelí de tierra arrasada en Gaza, Jaber escribía en la Red Internacional de Periodistas: Las
plataformas sociales suelen utilizar acontecimientos violentos, como
los ataques israelíes en Gaza o la incursión en el campo de refugiados
de Jenin, en julio de 2023, como excusa para restringir cuentas,
simplemente sobre la base de una imagen o una palabra que supuestamente
infringe las normas de la empresa
.
Tampoco son infrecuentes las restricciones retroactivas que penalizan
publicaciones de hace años. Muchos medios palestinos han sufrido
prohibiciones por este motivo, de acuerdo con el especialista Amjad
Qawasmi, citado por Jaber: Las redes sociales, especialmente Meta,
limitan la capacidad de expresión de los periodistas palestinos y
restringen su visibilidad para el público
.
Jaber añadía: Un ejemplo fue la gran censura en 2021, durante las
protestas de Sheikh Jarrah contra la demolición de casas palestinas en
Jerusalén Oriental por parte de las fuerzas israelíes
. Mientras los palestinos lo denunciaban en Internet, las grandes plataformas suspendieron cuentas y borraron publicaciones por compartir contenidos contra la expansión de los asentamientos
.
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