1/17/2017

Peña frente a las “querencias” de Trump



Utopía
Eduardo Ibarra Aguirre 
Como pocas, contadas ocasiones en este sexenio, el titular del Ejecutivo federal reaccionó de manera oportuna y clara a los pronunciamientos y amenazas que formuló el presidente electo de Estados Unidos, Donald John Trump, en su primera y muy accidentada conferencia de prensa, prevista a realizarse en la Torre Trump de Nueva York, sólo que la divulgación de una investigación sobre sus nexos empresariales con Rusia y las bacanales moscovitas con trabajadoras sexuales, le echaron a perder la fiesta al magnate venido a político y presidente, dentro de una semana, de la principal potencia imperialista.
Incluso si el discurso de Enrique Peña ante los embajadores y cónsules quedara en pieza de oratoria sin consecuencias prácticas, lo que es imprevisible por la compleja coyuntura en la relación México-EU y los enormes costos en juego, resulta un pronunciamiento sin desperdicio con todo y las alabanzas a las reformas estructurales, a que “El mundo está pendiente de cómo reacciona México frente al desafío de romper el viejo esquema para determinar el precio de las gasolinas” y que en las negociaciones con el nuevo inquilino de la Casa Blanca “el mundo verá a México como un país que con audacia y pragmatismo privilegiará el diálogo y el entendimiento para lograr beneficios concretos para todos los mexicanos”.
En medio de la tormenta que desató la divulgación del informe por la cadena CNN y a cuyos reporteros trató Donaldo Juan con prepotencia, se dio tiempo para volver a amenazar al Estado mexicano con la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y la construcción del muro fronterizo y su posterior pago por México. Muro que está en construcción hace 13 años.
Compromisos de campaña que rindieron frutos electorales al marido de la otrora actriz (porno) Bianca y que con la brillantez que lo distingue explicó: “México han sido lindos, muy lindos. Respeto al gobierno de México. Respeto al pueblo de México. Quiero al pueblo de México. Tengo a mucha gente de México trabajando para mí. Es gente fenomenal. El gobierno de México es estupendo. No los culpo por lo ocurrido… por tomar ventaja de Estados Unidos… no los culpo. Lo que estoy diciendo es que no deberíamos haber permitido que eso ocurriera. Y no ocurrirá más”.
De sí mismo aseguró con gran humildad: “Dije que sería el productor de empleos más grandioso que Dios jamás haya creado”. Amén.
Como registra Rayuela (La Jornada): “Tiene razón el señor Trump... somos tan abusivos que hasta les cedimos medio territorio...”
Frente a este personaje del imperio más agresivo y peligroso, sin precedente, Peña Nieto buscará “una negociación abierta y completa, donde todos los temas de la relación bilateral están sobre la mesa: seguridad, migración y comercio”. Fijó como objetivo que el gobierno estadunidense “debe asumir el compromiso de trabajar corresponsablemente para detener el tráfico ilegal de armas hacia México y el dinero ilícito que reciben las organizaciones criminales”.
Para el futuro de la relación bilateral comprometió que “en ningún momento aceptaremos nada en contra de nuestra dignidad como mexicanos. No son negociables principios básicos como nuestra soberanía, el interés nacional y la protección de nuestros connacionales”. Tampoco el muro que “México por supuesto no pagará”.
La postergada diversificación de mercados e inversores desde 1983 y más aún con el TLCAN, aparece hoy como de gran urgencia para el grupo gobernante que, con el agua al cuello, voltea hacia Argentina, Brasil, China…

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