2/09/2018

¿Ya tiene autorización López Obrador, de la gran burguesía y los EEUU, para asumir la Presidencia?




Pedro Echeverría V.

1. Sería maravilloso que México fuera un país independiente, libre y soberano; pero nunca lo ha sido. Primero fuimos cultura de muchos pueblos indígenas, luego colonia de España, más tarde país peleado por colonialistas europeos y desde el siglo XX plenamente dominado por los EEUU. Bueno preguntarían: ¿Qué país en el mundo es independiente si hasta el pías enemigo del mundo, los EEUU, depende de los intereses de las más poderosas transnacionales? Aunque sus gobiernos sean Republicanos o Demócratas tienen que arrastrase para que los grandes petroleros, los fabricantes de armas, la FED, etcétera, les aprueben gastos y le autoricen una política gubernamental. A los EEUU se les conoce como los más criminales y guerreristas del mundo, pero no han llegado a ser, como México, ningún patio trasero sometido en todo. ¿O, sí?

2. Así que AMLO y los anteriores mandatarios de México, para ser presidente de un país, debe ser aprobado por los EEUU, como también los gobernantes de todos los países de su zona. Recuerdo mucho aquel pasaje de 1929 cuando el candidato presidencial de oposición José Vasconcelos le reclamó al embajador yanqui en México Dwight Morrow por qué el apoyo de EEUU al candidato oficial del PRI, Pascual Ortiz Rubio. El embajador Yanqui se burló del muy popular, pero ingenuo Vasconcelos que no sabía que cualquier candidato tenía que presentarse antes en los EEUU. Obviamente ni Meade ni Anaya lo necesita porque en EEUU son muy conocidos, así como los partidos que representan, pero López Obrador –por su prestigio de centro/izquierda tendrá que jurar que no tiene mentalidad expropiatoria ni se aliará con los enemigos de EEUU.

3. No olvido que en la campaña electoral de 2006, desde enero, López Obrador iba en “caballo de hacienda” porque todas las encuestas decían que llevaba ventaja de 20 puntos al candidato panista Felipe Calderón y 15 días antes de las elecciones –de acuerdo a las mismas encuestas- comenzó a desplomarse hasta que se emparejó un día antes. Los que nunca entendieron hablaron de errores tales como el ¡cállate chachalaca!, como no asistir a un debate, como no dar dinero a la TV, como la difusión ser “un peligro para México” o amigo de Chávez. La realidad es que me fastidia buscar cinco pies al gato para justificar o hacer notar errores o pretextos cuando sabemos que por lo menos desde hace un siglo es la gran burguesía y los EEUU los que deciden quien pasa y quién no. En 2006 el empresariado dijo: “ese señor AMLO no pasa, llueva o truene” y no pasó.

4. ¿No valen entonces los votos de los electores? Se sigue pensando en que el fraude electoral se realiza al contabilizarse los votos, como era antiguamente. Todos sabemos que el fraude se hace antes de votar: a) en los gastos de campaña, b) en la publicidad por TV, c) en la compra de votos con dinero y regalos; d) en el acarrea en los actos y a la hora de votar; es decir pareciera que un duende le toma la mano al elector. Lo he escrito mil veces: la gente vota, pero no lo hace por conciencia, por cariño y mucho menos por sus intereses de futuro; vota –sobre todo con carencia de comida, trabajo, vivienda- absolutamente manipulado por quien le ofrece de inmediato dinero, le promete trabajo o le hace regalos. He visto que quienes asisten a los mítines de campaña luego se mueven hacia otros candidatos y partidos en busca de obsequios.

5. Hay muchos datos que hacen pensar que López Obrador puede llegar muy fuerte al final de la campaña presidencial y que ello pueda obligar a los políticos y multimillonarios a aceptar a AMLO; también que el priísta Meade y el panista Anaya no les den la suficiente garantía y confianza para manejar al país en estos momentos de convulsión. O quizá recibirán algunos consejos o presión para probar a López Obrador. Obviamente con ello subrayo que toda la política y la economía sigue dominada absolutamente por la clase dominante y que el pueblo sin mínima conciencia y sin organización sigue ampliamente manipulado por la iglesia, los medios de información y por lo que representa el capitalismo. Me gustaría que aquella frase de Porfirio Díaz a Creelman de 1908, en el sentido de que el pueblo de México ya estaba preparado para ser libre, fuera cierta.

6. Díaz ya estaba hasta la madre, achacoso de ser un dictador desde 1876; su ejército muy bien armado, pero viejo, sería barrido por el pueblo indignado. Cuando supo que una parte de la población se había levantado en armas, temiendo que fueran todos los mexicanos, decidió mejor escapar porque tuvo miedo de que el pueblo lo apresara junto a su familia y lo ahorcará públicamente porque así son las cosas del “linchamiento”. Hoy no se dan estas cosas contra los gobernantes ladrones, represivos y mentirosos. Para ello están las cárceles para que purguen sus culpas y devuelvan lo robado; pero en México las cárceles sólo funcionan contra los pobres por robarse un pedazo de pan; los ricos poseen una hermandad de intereses que les permite no pisar la cárcel o sólo hacerlo por unos meses, para luego salir a gozar de sus riquezas. (9/II/18)
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