Había denunciado violencia sexual de su esposo y el hermano de éste
Autoridades
de Iran ejecutaron ayer a Zeinab Sekaanvand, una mujer de 24 años de
edad víctima de violencia sexual, quien tras un juicio al que la
organización Amnistía Internacional calificó de “injusto”, fue
sentenciada a muerte por el homicidio de su esposo.
El representante de Amnistía Internacional por el Medio Oriente,
Philip Luther, declaró que la ejecución es una muestra repugnante del
menosprecio de las autoridades iraníes hacia la justicia juvenil y una
justicia internacional de Derechos Humanos.
Zeinab tenía solamente 17 años cuando la arrestaron. Luther dijo que
las autoridades de Iran demostraron su desdén por el derecho de niñas y
niños a la vida, y que la sentencia después de un juicio sumamente
injusto, haría la ejecución aún más indignante.
Según la información de Amnistía, la joven creció en una familia
pobre y conservadora, y huyó de su casa a la edad de 15 años para
casarse con Hossein Sarmardi, cuatro años mayor que ella. Sin embargo,
poco después Zeinab denunció ante la policía el abuso y maltrato de
parte de Hossein, del cual era víctima.
Ella hizo múltiples denuncias, también acusó a su cuñado, el hermano
de Hossein, de violarla, pero la policía nunca investigó. En febrero
2012, después de que su esposo fue asesinado, fue arrestada y “confesó”
que lo apuñaló después de meses de abuso físico y verbal y porque él se
había negado a divorciarse.
Zeinab no fue acompañada por una abogada o un abogado hasta la última
sesión del juicio. Fue cuando retiró su “confesión”, diciendo que
durante su arresto fue detenida en la estación de la policía por veinte
días y torturada por agentes para obligarla a declarar.
Además, acusó a su cuñado de haber matado a su esposo. Éste le dijo
que si aceptaba la responsabilidad del crimen, él la perdonaría. Bajo
leyes islámicas, la familia de la víctima tiene el poder de perdonar a
el o la agresora y aceptar una compensación financiera.
Pero el magistrado no investigó las declaraciones de Zeinab y en la
sentencia se basó en la “confesión” que había hecho sin abogada o
abogado presente.
Amnistía Internacional alegó que aunque ella era menor de edad cuando
se perpetró el crimen, el magistrado no aplicó el código penal iraní
del 2013, que permite a las y los jueces cambiar una sentencia de muerte
por otra pena, si las o los agresores fueron jóvenes y “no entendieron
la naturaleza o las consecuencias del crimen”, o no eran
“suficientemente maduros”.
Zeinab Sekaanvand fue sentenciada a muerte en 2014 en la provincia de
Azerbaijan del Oeste. Su familia fue informada apenas el pasado 1 de
octubre, cuando les dijeron que podían visitarla por última vez , que la
ejecución estaba agendada para el 2 de octubre.
Amnistía Internacional señala que se trata de la quinta ejecución en
Irán, de una persona que cuando cometió el crimen era menor de edad.
Las defensoras y defensores temen que no será la última en 2018, por lo
que llamaron a las autoridades a apegarse a las Convenciones
internacionales sobre la protección de niñas, niños y adolescentes que
firmó Irán, y declarar una moratoria de ejecuciones.
Demandaron conmutar todas las penas de muerte, con visión de abolir
esta pena en el futuro, y prohibir la pena de muerte para personas que
eran menores de edad cuando cometieron el crimen.
La organización internacional, defensora de Derechos Humanos, destacó
que está en contra de la pena de muerte en todos los casos sin
excepción, independientemente de la naturaleza del crimen, las
características del agresor o la agresora, o el método que el Estado use
para matar a la persona sentenciada.
Imagen retomada del portal Amnistía Internacional
Por: la Redacción
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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