Orlando Delgado Selley
Con insistencia AMLO ha
planteado que respetará la autonomía del Banco de México. El compromiso
se sostiene en su convicción de que se mantengan las condiciones de
certidumbre que permitan que la economía pueda reactivarse. Para ello
mantener la noción de que el nuevo gobierno no obligará al banco central
a operar en contradicción con lo que su Junta de Gobierno haya decidido
resulta necesario.
Al nuevo gobierno le parece que la autonomía de Banxico puede
funcionar consistentemente con su estrategia económica. Sin embargo, es
evidente que puede haber contradicción entre las decisiones de política
fiscal, tomadas por funcionarios del nuevo gobierno, y las de política
monetaria tomadas por el Banco de México.
No hay que olvidar que las modificaciones que se introdujeron en la
Ley Orgánica del Banco de México en los tiempos de Carlos Salinas no
sólo le dieron autonomía, sino establecieron la responsabilidad
fundamental del banco central en el cuidado de la estabilidad de
precios. El artículo señala:
El Banco de México tendrá por finalidad proveer a la economía del país de moneda nacional. En la consecución de esta finalidad tendrá como objetivo prioritario procurar la estabilidad del poder adquisitivo de dicha moneda. Serán también finalidades del Banco promover el sano desarrollo del sistema financiero y propiciar el buen funcionamiento de los sistemas de pagos.
Este artículo establece su
mandato único. A diferencia de esto, el Sistema de la Reserva Federal de Estados Unidos y otros bancos centrales en sus lineamientos legales señalan que junto con la tarea de procurar la estabilidad de precios tiene que ser consistente con un segundo objetivo. En el caso estadunidense la búsqueda de la estabilidad de precios debe permitir que la tasa de desempleo se mantenga dentro del rango establecido. Este es el
mandato dual. De esta manera, los movimientos de las tasas de interés de referencia tienen que ajustarse al comportamiento del mercado de trabajo. Consecuentemente la política monetaria tiene que diseñarse en consonancia con decisiones relevantes de las autoridades fiscales.
Con la intención de participar en la formación de las posturas del
Banco de México el gobierno de AMLO, haciendo uso de los señalado en el
artículo 39 de la Ley Orgánica, propondrá a Jonathan Heath como miembro
de la Junta de Gobierno del Banco de México. La propuesta abre la puerta
a la entrada al espacio en el que se toman las decisiones del banco
central de economistas que han desempeñado tareas profesionales en el
sector privado, así como académicas y periodísticas independientes, pero
que son ajenos al sector financiero del que han provenido los miembros
de la Junta de Gobierno.
La decisión es adecuada. Su ingreso pudiera darle a la gestión
monetaria perspectivas diferentes y, además, permitir que ciertos
indicadores económicos se publiquen tal como son. Sin embargo,
persistirá la posibilidad de que las decisiones del banco central
afecten los resultados que se esperarían de la política fiscal. AMLO ha
planteado que no habrá endeudamiento neto adicional y que se mantendrá
la disciplina, es decir, que el gasto sólo aumentará en la medida en la
que se incrementen los ingresos públicos. Pero estos no crecerán debido a
incrementos tributarios, ya que no habrá aumento en los impuestos. Pese
a estas restricciones es posible pensar que, por diversos motivos, la
inflación pueda tener un crecimiento por encima de lo esperado.
En estas condiciones para Banxico habría que actuar previniendo que
las expectativas inflacionarias se salgan de su rango esperado
incrementando la tasa de referencia. La consecuencia inmediata es que
aumentaría el costo del crédito, inhibiendo las decisiones de inversión
que, a su vez, afectarán la dinámica de la economía. No hay que olvidar
que buena parte de la explicación de la mediocridad del crecimiento
económico observado en los años recientes se explica por la contracción
de la inversión pública y el poco crecimiento de la inversión privada,
tanto nacional como extranjera.
Por ello, al tiempo que se mantiene el principio de que el banco
central debe permanecer con una entidad autónoma, pero abierta a las
opiniones de otros participantes del mundo económico, debe considerarse
que conviene modificar el mandato del banco para incorporar la
consideración de atender el crecimiento y la creación de empleo. En el
propio artículo 2 de su Ley Orgánica se puede añadir que Banxico tiene
el objetivo prioritario de
procurar una estabilidad de precios, consistente con la tasa de crecimiento de la economía que garantice la creación de empleos
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