El 68 a medio siglo
Es un buen día para reconciliarnos, señala Navarrete
▲ La bancada de Morena aplaude al diputado Pablo Gómez, quien en tribuna
dio su postura sobre el movimiento estudiantil de 1968, por el cual
estuvo preso en Lecumberri.
Por primera vez, representantes de los tres Poderes de la
Unión se reunieron en la Plaza de la Constitución para recordar a los
caídos de Tlatelolco, en 1968. En una ceremonia cívica, la bandera
nacional fue izada a media asta.
Es un buen día para reconciliarnos, dijo el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, quien acudió con la representación del Presidente de la República.
Medio siglo después, en la principal plaza pública del país,
integrantes de todos los partidos políticos manifestaron su respeto por
los caídos y entre ellos se obsequiaron saludos y abrazos cordiales.
Navarrete se refirió al acto –
por el 50 aniversario de los acontecimientos del 2 de octubre de 1968– y aseguró que hay elementos para esclarecer finalmente los sucesos de Tlatelolco,
porque las instancias están trabajando en esa dirección. Además –comentó–, está el trabajo de los historiadores y la desclasificación de documentos.
Lo que vale la pena destacar es que este país y esta sociedad es tan fuerte que es capaz de reconocer aquellos hechos y sucesos que generaron muerte de personas, que era innecesaria, y que podamos conmemorarlos, señaló.
Pablo Gómez, diputado federal e integrante del movimiento estudiantil
del 68, destacó la asistencia en el Zócalo del presidente de la Corte,
Luis María Aguilar.
Los Poderes de la Unión están en deuda con la nación porque nunca se persiguió a los culpables de la masacre y de otros actos represivos. Sigue la demanda de justicia. Aseguró que el gobierno de López Obrador saldará esa deuda histórica, pero insistió:
La pregunta es si los jueces lo van a hacer, porque en 50 años no han hecho nada, señaló Gómez, quien estuvo preso en Lecumberri de 1968 a 1971.
La ceremonia, convocada por el Senado, dio inicio minutos antes de
las ocho de la mañana. Media hora antes llegaron al Zócalo legisladores
de todos los partidos representados en el Congreso de la Unión,
funcionarios públicos y el presidente de la Corte, al tiempo que
elementos del Ejército alistaban el riguroso protocolo para el lábaro
patrio.
Con toda solemnidad avanzaron en la Plaza de la Constitución el
presidente del Senado, Martí Batres, flanqueado por los titulares de
Gobernación y de la Corte, así como por Dolores Padierna, vicepresidenta
de la Cámara de Diputados. Detrás caminaron coordinadores de ambas
Cámaras y una veintena de integrantes de las bancadas.
Por el PRI acudieron René Juárez y Miguel Ángel Osorio Chong, ex secretario de Gobernación, quien más tarde comentó:
con el izamiento de la Bandera a media asta en el Zócalo recordamos con solemnidad y respeto el movimiento estudiantil de 1968.
Gómez y algunos otros legisladores entonaron el Himno Nacional con la mano en alto, con la
Vde la victoria. Al final, emocionados, exclamaron: ¡2 de octubre no se olvida!
Foto Cristina Rodríguez
Fabiola Martínez, Periódico La Jornada
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