Los embajadores de Buena Voluntad en organismos de Naciones Unidas
suelen ser personalidades populares de los mundos de las artes, el
entretenimiento, el deporte u otros campos de la vida pública que
funcionan como suerte de voceros de la institución que representan. En
el caso de ONU Mujeres, la actriz británica Emma Watson cumple desde
hace seis meses con la función de su embajadora y con ello una amplia
participación en diversos eventos a favor de los derechos de las mujeres
así como una serie de discursos calificados por gran parte de la prensa
internacional como emotivos y empoderados como fue el del pasado 21 de
septiembre.
Con motivo del lanzamiento de la campaña HeForShe de la ONU, Watson
dio un discurso en el que se asumió como feminista, e invitó a los
hombres a sumarse a las luchas del feminismo, en un discurso me atrevo a
decir algo desinflado, individualista y neoliberal, pese a los muchas
loas que ha recibido.
El feminismo por definición es la creencia de que los hombres y
los mujeres deberían tener igualdad de derechos y oportunidades. Esta es
la teoría política, económica y social de la igualdad de sexos, señaló
Watson tras exhortar a los hombres a unirse a favor de los derechos de
las mujeres.
Pero ¿de qué feminismo habló?, ¿quiénes son sus interlocutores? De un
momento a otro me pareció que se olvidó que desde hace muchos años y
desde muchas latitudes y posicionamientos políticos han existido y
existen muchos y muy variados movimientos feministas. No existe un solo
feminismo, existen los feminismos. Del feminismo del que Watson habla es
de uno institucionalizado, blanco, capitalista, individualista y
eurocentrista, uno que no hace temblar las estructuras pues forma parte
de ellas.
Dejó de lado las estructuras patriarcales capitalistas que
sostienen la invisibilización y avasallamiento de los grupos más
marginales, entre ellos las mujeres, las lesbianas, las personas inter y
transexuales, los grupos nativos que son feminizados en el sentido de
considerárseles como ciudadanos de segunda categoría y por tanto
deshumanizados.
Su discurso en tono binario estuvo dirigido al hombre blanco,
heterosexual, clase media, de herencia europea, citadino a quien le
pidió se uniera por el mejoramiento de los derechos de las mujeres
ofreciendo en un deslavado tono que él recibirá beneficios pues dejará
de sufrir. No hablamos muy a menudo de los hombres siendo presos de
estereotipos de géneros, pero puedo ver que existen. Cuando sean libres,
las cosas cambiarán para las mujeres como consecuencia natural. Si los
hombres no necesitan ser agresivos para ser aceptados, las mujeres no se
verán obligadas a ser sumisas. Si los hombres no necesitan controlar,
las mujeres no tendrán que ser controladas, señaló la actriz.
Así que ¿la recompensa para dejar a un lado todos sus privilegios
patriarcales de hombre blanco, heterosexual, clase media será el de que
podrá llorar y no sentirse obligado a ser agresivo como símbolo de
autoridad?
Me parece es algo simplista y vuelve a ubicar a las mujeres como
intrínsecamente débiles y sumisas, sumado a que ahora habría que esperar
a que aquél que goza de todos los privilegios los deje a un lado para
que los posibles suicidios entre hombres jóvenes por depresión
disminuyan, claro esto situándolo en el Reino Unido de Emma Watson.
Es así que al leer la columna de Carlos Mota en El Financiero HeforShe se topará
con muro en México sobre
el discurso de Emma Watson en la ONU, me queda claro que el encabezado
tiene toda la razón pero no por las razones que el columnista señala,
donde refiere que a las clases sociales acomodadas en México sólo les
parecerá una curiosidad el proyecto que lleva 498 afiliados
nacionales, evidenciando en palabras de Mota que las mismas clases
sociales mejor acomodadas reproducen el esquema machista y sexista en
el país, sino por que no se están tomando en cuenta las realidades y
contextos específicos de las luchas de las mujeres y de los distintos
feminismos de naciones oprimidas por el capitalismo y las prácticas
coloniales en el mundo en este caso en México.
En el discurso que la joven actriz dio en la ONU y por el que ha
deleznablemente ha recibido amenazas de difundir imágenes se pasan por
alto otros elementos que confluyen en la opresión de las mujeres en el
mundo como son la clase social, la raza, la preferencia sexual, la
explotación económica.
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