CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Apenas
iniciaba la conmoción mundial por el triunfo del Brexit en Gran
Bretaña, y el viernes 24 el secretario de Hacienda mexicano, Luis
Videgaray, anunciaba el segundo gran recorte presupuestal en el año: en
febrero fue de 123 mil 500 millones de pesos y ahora de 31 mil 715
millones.
En total, Videgaray anunció ya 155 mil 215 millones de pesos
de recorte en sectores fundamentales: primero en Petróleos Mexicanos
(Pemex), que tendrá 100 mil millones de pesos menos, según lo anunciado
en febrero, y ahora este segundo recorte afectará el gasto corriente en
educación y salud.
El efecto inmediato del Brexit se volvió a sentir en una
devaluación del peso mexicano frente al dólar, que ya lleva acumulado
casi 20% de depreciación en menos de un año. La barrera de los 20 pesos
por dólar prácticamente se da por descontado, con todas las
consecuencias que esto tendrá para sectores altamente dependientes de
las importaciones.
En medio de estas medidas, anunciadas como “preventivas”, en
realidad se esconden algunas medias verdades o mentiras completas que
retratan una vez más una estrategia de comunicación que privilegia la
simulación y la “imagen de estabilidad”, por encima de las dimensiones
reales de la debilidad económica de México, con o sin el Brexit.
Algunos economistas y analistas financieros consultados han
destacado estos cinco puntos que revelan las mentiras del galardonado
ministro de Hacienda mexicana:
1. La mentira del presupuesto Base Cero: Al presentar el
Presupuesto de Egresos de 2016, Videgaray presumió que el gobierno
realizó “una revisión a fondo de cada uno de los programas y acciones
del gobierno de la República. También se evaluó la eficacia y
pertinencia de cada uno de los rubros del gasto y su incidencia en el
logro de los objetivos trazados en el Plan Nacional de Desarrollo”. A
partir de eso, se realizó una “reingeniería del gasto público con
enfoque de presupuesto Base Cero” para 2016.
Según Videgaray, el Presupuesto de Egresos de 2016 sería
“realista, responsable y amplio”. Ahora resulta que es maleable, opaco y
restrictivo, sobre todo en rubros como la prestación de los servicios
de salud y educación. En menos de seis meses, el Ejecutivo federal
disminuyó en 3.4% el presupuesto que aprobó el Congreso.
2. El uso y abuso del endeudamiento: El problema,
evidentemente, no es el Brexit y las relaciones comerciales entre México
y Gran Bretaña que representan menos del 1% del intercambio comercial
de nuestro país. El problema es la debilidad mayor de nuestra economía a
partir de un uso abusivo del endeudamiento, al incrementarlo de 33.1%
del PIB heredado de la administración de Felipe Calderón a 43.2% actual.
El Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento
Económico (IDIC) advirtió que el recorte anunciado por Videgaray “es
producto del error de política económica de haber ampliado el déficit y
el endeudamiento público durante los últimos cuatro años”.
El titular de la Secretaría de Hacienda no ha explicado
claramente ante la sociedad qué impacto ha tenido esta estrategia de
incrementar el endeudamiento, tal como lo hicieron gobiernos estatales
priistas que ahora pretenden “blindarse” y protegerse ante la llegada de
gobiernos de alternancia. Son los casos de Javier Duarte, en Veracruz;
Roberto Borge, en Quintana Roo, y César Duarte, en Chihuahua. ¿Son casos
aislados o la administración peñista realiza ensayos locales de lo que
puede suceder al terminar su sexenio en 2018?
3. “Volatilidad exterior” que encubre desaceleración
económica: Con o sin Brexit la economía mexicana presentaba ya claros
síntomas de no poder llegar en 2016 ni siquiera a la misma tasa de
crecimiento de la economía en 2015, que fue de 2.5%. Hacienda y el
“ministro maravilla” responsabilizaron a la “volatilidad exterior”
producto de la disminución abrupta de los precios del petróleo. Ahora ya
tenemos a los británicos y los grupos xenofóbos y conservadores para
responsabilizar de algo que es un resultado de la debilidad estructural
del modelo económico defendido por el peñismo.
La mayoría de los analistas académicos y de organismos
privados prevén que el segundo recorte anunciado por Videgaray tendrá un
claro impacto en la falta de crecimiento económico, aunado a una mayor
incertidumbre de los mercados financieros globales.
El IDIC señaló en su análisis que el recorte del gasto es
“un factor adicional de riesgo que inhibirá el crecimiento económico
durante este año”.
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