No
es sólo ella. Ni su caso es el peor. Ha escandalizado por su condición
de legisladora de ‘‘izquierda’’ que hacía punta en la lucha desde el
Congreso contra los retorcimientos que de la mano de Los Pinos buscan
favorecer al máximo poder televisivo, el de la empresa de Emilio
Azcárraga, que históricamente ha frenado el desarrollo cívico y
cultural de los mexicanos y se ha constituido en hiperactivo factor de
poder que ayuda a la consolidación de los intereses de las cúpulas
(ayudando y promoviendo a determinados personajes en busca de la
Presidencia de la República y acallando y distorsionando las luchas
sociales y electorales que tratan de cambiar ese entramado de
complicidades en las alturas). Pero Purificación Carpinteyro es sólo un
botón de muestra (imperdonable, vergonzoso, cínico) del grado de
corrupción al que ha llegado el ejercicio de los cargos políticos en
México y del nefasto entreveramiento de intereses empresariales y
políticos en este país de descomposición galopante.
La ávida Purificación, urgida de hacer negocio a como dé lugar, es
sólo una parte del complejo mundo de la izquierda mexicana que se ha
permitido y promovido, la de las corrientes dominantes en el Partido de
la Revolución Democrática, los Chuchos, los Bejaranos
y las demás agrupaciones internas que por igual pelean por llegar a
cargos y erarios desde los cuales seguir ‘‘haciendo política’’ a partir
del dinero y con destino final en el dinero, en un círculo sin fin que
perpetúa la corrupción administrativa (como ha sucedido en el Distrito
Federal, ocupe quien ocupe la correspondiente jefatura de Gobierno) y
excluye de la posibilidad de participación política a quienes carecen
de dinero para ‘‘invertir’’. De esa cultura política trastocada no está
exenta la construcción de Morena, donde la falta de recursos económicos
fundacionales ha llevado a entregar ciertos seccionamientos regionales
a patrocinadores que así se convierten en una suerte de
franquiciatarios y donde sobreviven formas de la praxis compartida
durante décadas con el perredismo que, a fin de cuentas, es su punto de
referencia.
Del panismo es sabida su consustancial vocación por los negocios, con ejemplos extremos como el del llamado Jefe
Diego, un abogado que ha utilizado sus relaciones políticas para
promover personajes en la estructura del Poder Judicial y de la
procuraduría federal de justicia, donde de manera agradecida son
beneficiados los asuntos que promueve Fernández de Cevallos a través de
su bufete divino, ganador muy frecuente de litigios a partir de la
información privilegiada y los criterios jurisdiccionales bien
aceitados. El más reciente escándalo de corrupción sabida entre
panistas se dio en el caso de los moches que legisladores de
esa formación de derecha exigían a presidentes municipales para
conseguirles apoyos presupuestales federales. Y ni qué decir de los
negocios de Vicente Fox, su esposa Marta y la avispada parentela del
par de enamorados del enriquecimiento súbito y fácil. Memorables
también son las camisas azules y las manos negras (es el título de un
revelador libro, ya clásico, de Ana Lilia Pérez) de la pandilla
encabezada por Felipe Calderón, el funesto personaje que ha dicho que
de la ‘‘guerra’’ contra el narcotráfico que desató no se arrepiente (él
sigue con vida para decidir si se arrepiente o no, mientras 100 mil
mexicanos fallecieron, la mayoría en condiciones terribles y sin
merecer siquiera procesos judiciales de esclarecimiento de esas
muertes).
Del PRI
no hay mucho que insistir en el tema. Las más recientes reformas
constitucionales son un banquete insano para voracidades sin fondo. La
redacción de muchos de esos rubros se ha hecho pensando en la manera en
que se reflejarán en ‘‘oportunidades’’ de negocio para inversionistas
‘‘amigos’’ que sabrán encontrar la forma (nada difícil de imaginar, en
realidad) de compensar, por los favores recibidos, a los políticos
complacientes. El peñismo, como el salinismo en su momento, tiene la
vista tendida hacia el futuro y busca la manera de afianzar poderíos
económicos, dependientes o asociados al poder político actual, que
financien y apoyen a través de sus vertientes mediáticas (sobre todo
Televisa, Televisión Azteca y los futuros receptores de las cadenas de
transmisión abierta, con la alianza entre Grupo Toluca, Prisa, Grupo
Mac y Reporte Índigo en espera del ‘‘milagro’’) la continuidad
transexenal de este mismo grupo mexiquense-hidalguense que a su vez
será garante de la continuidad de los negocios cedidos a capitales
nacionales y extranjeros.
En ese viscoso contexto, el expediente Carpinteyro ayuda a los
poderes mediáticos que en el tramo de las leyes reglamentarias de la
reforma a las telecomunicaciones buscan acrecentar sus privilegios.
Grave responsabilidad histórica de la diputada pillada urdiendo
negocios relacionados con los temas sobre los que debe legislar, pero
también de su partido, que ha pretendido refugiarse en la treta
insuficiente de sacar del foro a la ex calderonista grabada en
confesión de conflicto de intereses. No basta con una excusa en un
escenario de excusados. Tampoco es suficiente enderezar las baterías
contra las telebancadas y el villano propicio, el panista Javier Lozano
(los legisladores llevados a curules y escaños por las televisoras para
defender sus intereses es una aberración altamente dañina para el
interés nacional, pero no sirve en este caso de excusa de la
putrefacción exhibida por Purificación). El propio PRD debería anunciar
el inicio de un proceso de separación de su bancada de esta diputada
externa, nunca de izquierda, y demostrar con hechos que la propia
postura de ese partido no está ya negociada, como en otros ámbitos,
aparentando disidencias de cartón que finalmente dejan el paso libre a
los triunfadores que luego generosamente pagarán esos servicios con
tiempo en pantalla, comentarios amables en espacios ‘‘de opinión’’ y
efectivo subterráneo para campañas y cuentas personales.
Y, mientras la directora del Fondo Monetario Internacional,
Christine Lagarde, llega de refuerzo para tratar de aparentar un
marcador económico menos desastroso en México, ¡hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Las
mexicanas y mexicanos tienen derecho a estrenar automóvil y los
fabricantes quieren vender más. Hasta ahí, todo bien. Sin embargo,
¿cuántas unidades pueden venderse –arriba del millón y pico que ya se
comercializan actualmente cada año? De acuerdo con la más reciente
Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi, 60 por ciento de las
personas que tienen una ocupación sólo ganan entre uno y tres salarios
mínimos. No tienen capacidad económica para comprar un vehículo ni son
sujetos de crédito. Hay que agregar a 7 por ciento que trabajan sin
remuneración, a veces con su familia. Y también a un sector
no especificadoque representa 11 por ciento adicional. Total: 78 por ciento no cuenta para venderle un coche. Sólo 7 por ciento gana más de cinco salarios mínimos. Por otro lado, el Inegi habla en esta encuesta de personas con ocupación y empleo. Todavía faltaría considerar a las desempleadas. Es lamentable que las autoridades del Distrito Federal y entidades vecinas endurezcan el Hoy no circula para ver si aumenta la venta de automóviles nuevos –la pantalla es descontaminar el medio ambiente– cuando la estadística gubernamental muestra que los potenciales clientes están listos para vender su voto, no para estrenar automóvil.
Una década de la Marcha de Blanco
Mañana se cumplirán 10 años de la histórica marcha
contra la delincuencia que congregó a más de un millón de manifestantes
vestidos de blanco en Paseo de la Reforma. En aquel entonces, poco se
imaginaban quienes participaron que el país atravesaría por una década
marcada por una violencia aún mayor. Tampoco imaginaron que surgirían
los grupos de autodefensa, o vigilantes, ante el fracaso gubernamental.
De acuerdo con Causa en Común, una de las organizaciones que impulsaron
la marcha, el número de homicidios dolosos aumentó 58 por ciento, al
pasar de 11 mil 658 en 2004 a 18 mil 388 en 2013. En cuanto al
secuestro, las cifras son todavía peores: en 2004 se registraron 323
denuncias, mientras que en 2013 fueron mil 698, un incremento de 426
por ciento. En la marcha participaron funcionarios y empleados de
corporaciones y bancos, que incluso pusieron el transporte. Sin
embargo, Vicente Fox y Marta Sahagún trataron de desvirtuarla y ponerla
en contra del entonces jefe de Gobierno, López Obrador. Se llevaron la
sorpresa de que los manifestantes protestaban también contra el
gobierno federal. De cualquier modo, hicieron un daño enorme; otra
manifestación que se realizó tiempo después ya no tuvo el mismo éxito.
Causa en Común subraya que el empeoramiento de las condiciones de
seguridad para los mexicanos se da a pesar de que el gobierno duplicó
los recursos destinados para este propósito. El Sistema Nacional de
Seguridad Pública gastaba en 2004 un total de 4 mil 656 millones de
pesos, contra 9 mil 797 millones que gastó durante 2013. El gobierno
también incrementó el número de policías federales en el territorio
nacional 136 por ciento en términos absolutos. En 2004 había 21
policías por cada cien mil habitantes, mientras que el año pasado había
44. ¿Qué es lo que está fallando? Posiblemente la respuesta esté en
nuestros altos índices de corrupción e impunidad. De acuerdo con el ranking
de la organización Transparencia Internacional, en materia de
corrupción México ocupó el año pasado la posición 64 de 115 países.
No a la exportación
Aunque está en vías de convertirse en potencia
petrolera, Estados Unidos mantiene la prohibición de exportar petróleo
crudo. La Casa Blanca aclaró reportes sobre una decisión del
Departamento de Comercio respecto de las ventas al exterior de un tipo
de petróleo ultraligero que agitó al sector. Se trató de permisos para
exportarlo, pero había pasado por un proceso de refinación, lo que le
quitó lo crudo. En los años que vienen, nuestros descendientes verán
cómo gracias a la reforma energética México acabó con sus reservas y
tendrá que importar no sólo gasolina y gas, sino también petróleo crudo
para mover sus escasas refinerías.
Por segundo año consecutivo el gobierno mexicano augura que la otra mitad de este 2014 traerá consigo un
muy buenresultado económico para el país, pues espera
mayor crecimientoen el vecino del norte, lo que sería el
principal factorde impulso para la recuperación interna. Esa fue su apuesta en 2013, pero el vaticinio falló y todo apunta a que en el presente año también.
Atornillado a lo que allá suceda, las veladoras gubernamentales se
mantienen encendidas en espera de que la economía mexicana –que va de
recorte en recorte– reciba respiración artificial y una que otra
transfusión del vecino del norte. Logrado ese objetivo, la reactivación
sería cuestión de horas, y lo demás peccata minuta, siempre de acuerdo con la versión de los neocientíficos instalados en Hacienda.
Pero más allá de ese acto de fe, el problema real es que la economía estadunidense (
salvadorade la mexicana y
motormundial) recién registra su peor comportamiento desde el terremoto económico-financiero de 2009, al retroceder 2.9 por ciento en el primer trimestre del año, es decir casi tres veces más de lo originalmente estimado por el Departamento de Comercio de aquella nación.
A finales de mayo, esa institución del gobierno estadunidense estimó
que el producto interno bruto de su país reportaría un descenso de uno
por ciento en el primer trimestre de 2014, el peor desempeño desde
igual lapso de 2011. Sin embargo, en una revisión más profunda el
organismo aceptó que la caída real resultó mucho mayor (2.9 por ciento)
a la originalmente prevista, la peor desde el periodo enero-marzo de
2009, algo que a todas luces no contribuye, ni tantito, a que se haga
realidad la cábala del
ministro del añoy amigos que le acompañan.
Sirva de contexto que en el último trimestre de 2013 la economía del
vecino del norte registró un avance de 2.3 por ciento; tres meses
después se canceló cualquier posibilidad y el registro fue de una caída
de 2.9 por ciento. No es gratuito, pues, que dos semanas atrás el
propio Fondo Monetario Internacional recortara su estimación sobre el
crecimiento estadunidense (de 2.8 a 2 por ciento). De hecho, el
organismo
recomendóal gobierno estadunidense a
implementar reformas estructurales que apuntalen su maquinaria productiva para reponer su capacidad de generación de empleos, y a aumentar el salario mínimo por estar rezagado desde la crisis.
Lo anterior, desde luego, tuvo efectos inmediatos para el de por sí
enclenque futuro económico mexicano: la citada caída estadunidense
motivó al Bank of America Merrill Lynch a recortar la estimación sobre
el comportamiento del producto interno bruto nacional para 2014.
Lo revisamos a la baja: de 3 a 2.6 por ciento, debido al recorte de nuestro pronóstico de crecimiento del PIB para Estados Unidos de 2.3 a 2 por ciento, exportaciones petroleras menores a las esperadas (-12 por ciento interanual en el primer trimestre de 2014), y un impacto ligeramente más negativo de lo esperado de la reforma fiscal(La Jornada, Roberto González Amador).
De cualquier forma, nada de lo citado altera a los neo científicos
de Hacienda ni empaña los anteojos color de rosa que utiliza el
ministro del año. Aquí, dicen, todo funciona de maravilla y, por lo mismo, pronostican un
futuro promisorio, y si la realidad indica lo contrario, pues ella es la equivocada.
Sin embargo, la lectura no es la misma en otras latitudes. La Jornada informa que
el frenón de la economía mexicana se extendió más allá de marzo, y prácticamente concluida la primera mitad del año, el panorama se ha deteriorado, consideraron analistas financieros, en un momento en que continúa la revisión a la baja de la previsión de crecimiento para 2014, por parte de analistas y especialistas del sector privado. La economía mexicana mostró signos de deterioro en el primer semestre del año, que el pasado 6 de junio llevaron al banco central a reducir la tasa de referencia de 3.5 a 3 por ciento anual, dado que se prevé un periodo prolongado en que la economía crezca por debajo de su potencial.
En una encuesta de expectativas económicas realizada por Banamex, en
la que participan 27 grupos financieros nacionales y extranjeros,
la previsión de crecimiento para 2014 fue reducida a 2.7 por ciento. Al comienzo de año, ese mismo grupo de expertos situaba el pronóstico en 3.8 por ciento. Con una pausa en febrero, la previsión promedio de crecimiento económico para este año ha sido reducida por los expertos que participan en la encuesta elaborada cada mes por Banamex. En la última muestra la cifra más baja es la de Monex, que prevé para 2014 un aumento del PIB de 1.9 por ciento, y la más alta de CIBanco, que la sitúa en 3.2 por ciento. A corto plazo nuestra perspectiva para la economía mexicana se ha deteriorado, por lo cual reducimos nuestro pronóstico de crecimiento del PIB de 2.9 a 2.6 por ciento en 2014, expuso Isaac Velasco, de Ve por Más”.
La
Legislatura ejerce facultades de fiscalización de las cuentas de
municipios y órganos autónomos, pero ¿qué debe ocurrir para que estas
sean realmente públicas? No hay órganos que traduzcan la información de
la contabilidad gubernamental en indicadores claros para todos. Se nos
debe informar sobre la calidad y confiabilidad del sistema de cuentas,
porque si el ejercicio de revisión de la cuenta pública se limita al
envío de información contable a la Cámara de Diputados, queda en una
revisión de oficina que nunca se convertirá en un mecanismo de utilidad
social para mejorar sus procesos. Deberíamos contar con un órgano
autónomo que traduzca la información para comparar costos comunes en
diferentes municipios y medir la eficiencia en el ejercicio del gasto,
además de recibir una exposición clara de la evaluación del ciclo
hacendario completo. En suma, una evaluación del desempeño de los
gobiernos.
Con ello, los ciudadanos tendríamos claridad sobre la calidad del
control de los gastos que realiza cada unidad responsable de ejercer
recursos públicos. Así no habría sólo un ejercicio contable interno
entre los poderes y esotérico para los ciudadanos, sino una verdadera
evaluación ciudadana. Existen algunos ejercicios académicos para
evaluar las cuentas públicas, pero no llegan a los ciudadanos.
Luego
de la filtración de una conversación telefónica en que se le escucha
planeando negocios en telecomunicaciones con un empresario, la diputada
por el PRD Purificación Carpinteyro, a la sazón secretaria de la
Comisión de Comunicaciones de la Cámara de Diputados, anunció su
decisión de retirarse del proceso de discusión en curso sobre las leyes
secundarias en la materia, aunque reiteró que no tiene ningún vínculo
de negocios o comercial con inversionistas del ramo.
Se manifiestan contra la privatización del agua
No conformes con pretender
privatizar el petróleo, ahora buscan privatizar el agua. En distintas
entidades de la República, incluido el DF, se impulsan iniciativas
tendientes a privatizar el vital líquido.
A la memoria de Lynn Williams y de Napoleón Gómez Sada
Hace unos días, el pasado 21
de junio, se rindió un extraordinario y sensible homenaje en Toronto,
Canadá, a Lynn Russell Williams, el primer presidente internacional
canadiense de los United Steelworkers (USW), que marcó un cambio
profundo en la mentalidad y la lucha sindical de Norteamérica en la
búsqueda de mayor democracia y justicia social.
Pues nada, que La Bestia tiene
dueño. El ferrocarril que increíblemente ha transportado migrantes
centroamericanos pertenece o perteneció al consorcio estadunidense
Genesee & Wyoming Inc, que obtuvo una concesión para operar en
México por 30 años. Hoy hay dudas sobre el dueño. Quizá es la propia
SCT del gobierno federal.
La señora Bárbara Bruns es la
economista líderdel Banco Mundial, responsable de educación para América Latina y la región del Caribe. Invitada por la SEP para orientar los Foros de Consulta Nacional, vino a decirnos que a los maestros hay que pagarles de acuerdo con su desempeño.
Los profesores deben ser tratados de manera diferente, y su compensación económica debe estar ligada a su desempeño, enfatizó Bruns. Asimismo,
se tiene que destacar la labor de los profesores excelentes que hay en cada escuela, puntualizó… Hay profesores que logran captar la atención de los estudiantes y otros profesores donde (sic) la anarquía impera en el horario escolar, no obstante, ambos maestros reciben la misma compensación económica” (nota del portal Educación Futura, 16 de junio).
Es casi imposible observar las andanzas del público futbolero nacional en Brasil sin repasar en la memoria La fenomenología del relajo, ese ensayo de Jorge Portilla que abrió la necesidad de mirar
al mexicanoen su cotidianeidad, allí donde lo prohibido acude como recurso para
suspender la seriedad, cuestionando los valores mediante el valemadrismo, una forma de acción que invoca, con su ruidosa irresponsabilidad, la futilidad de las normas establecidas. A eso nos remite el grito famoso de la afición mexicana que ha causado tanta polémica dentro y fuera de México y que todos los lectores conocen. Pero más que el grito en sí, que me parece torpe y rudimentario, sin gracia y montonero, resultan increíbles las explicaciones que intentan justificarlo en nombre de la tradición nacional, la diversión a toda costa o la libertad de expresión. Para ello, con el fin de limarle los filos homofóbicos, se han echado a andar las interpretaciones instantáneas más inverosímiles y acomodaticias, desde aquellas que aprueban el coro como una inocua
forma de presióndeportiva, hasta aquellas que lo asimilan a un modo de ser idiosincrásico, esencial del mexicano, sin dejar de recurrir a las etimologías griegas y latinas para descubrir que si
putofue denigrante ya no lo es, todo en el afán de no admitir que hay un problema de fondo, pues (aunque inconscientemente muchos no lo adviertan) el asunto trasciende a los estadios y al futuro futbolístico que tantas promesas encierra.
Cuesta
trabajo hablar de monarquías en el mundo actual. El espectáculo de una
coronación a principios del siglo XXI se antoja insólito.
Afortunadamente el pasado jueves en España nos ahorraron ese
espectáculo pero sí proclamaron al nuevo rey, Felipe VI, hijo de Juan
Carlos, quien había abdicado. El Congreso de los Diputados había
acelerado el proceso legislativo para reglamentar el proceso de
abdicación.
La
interminable y multidimensional guerra de Estados Unidos por controlar
los hidrocarburos, otros recursos naturales estratégicos y los fondos
financieros de otros países lo ha conducido a utilizar prácticas de una
ferocidad y ausencia de escrúpulos sin límites.
Poco
después del maremoto que desató el desastre en la central de Fukushima,
en curso desde marzo de 2011, uno de los encargados de la salvaguardia
nuclear en México, en entrevista radiofónica, desestimó sin más, la
magnitud del trance. Parecía más preocupado por el negocio de la
nucleoelectricidaduna forma cara y muy peligrosa de calentar agua para mover una turbina y generar electricidad, como dice Barry Commoner, que por la salud de la población. No es algo nuevo, ni sólo local. El encubrimiento de lo intenso y extenso del daño ocasionado y de los riesgos generalizados a la salud por la radiactividad diseminada sobre humanos, animales y vegetales, ha acompañado a los grandes accidentes de Three Miles Island (1979), Chernobil (1986) y el de Fukushima, con efectos potencialmente devastadores sobre la vida en el Océano Pacífico y el planeta.
Recuerdo un libro ya convertido en clásico: La vida a plazos de don Jacobo Lerner.
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