Análisis
Los
halcones yanquis avanzan en sus planes de militarización de la frontera
sur con la creación de la Fuerza de Tarea México-Guatemala. Los
primeros indicios se dieron a conocer en 2010: “México y Guatemala no
son capaces de controlar el narcotráfico y el contrabando en su frontera
común”, según un cable emitido el 25 de enero de 2010 por la embajada
estadounidense en México. (La Jornada, 12 de diciembre de 2010. Y lo más
grave en 2011: “el jefe del Comando Norte de Estados Unidos, almirante
James Winnefeld, (…) advirtió que México pronto tendría que abrir en su
frontera sur otro frente en su lucha contra el crimen organizado (La
Jornada. 6 de abril de 2011). Este año, en Cozumel se anunció que el
Comando Sur “apoyará” la vigilancia en la frontera México-Guatemala,
para lo cual, creará una fuerza de tarea binacional.
Este
dispositivo militar responde a la época de la subordinación de los
Ejércitos “nacionales” a los mandos yanquis. La justificación es lo de
menos: migración de “indocumentados”, “contrabando de ganado” y “combate
al narcotráfico”. Para tal efecto la Fuerza de Tarea llevará a cabo
“patrullajes aéreos, terrestres y de reconocimiento en la frontera de
más de mil kilómetros, además del intercambio de información e
inteligencia, estandarización de protocolos y procedimientos para
realizar operaciones de interdicción con el apoyo de tecnología e
inteligencia del Comando Sur.” http://www.jornada.unam.mx/2017/04/26/politica/003n1pol
Como
antecedentes de la militarización de Chiapas tenemos la que realizó el
gobierno federal en la década de 1970. En ese entonces se vivía la
coyuntura de las guerras revolucionarias y en particular la que se
desarrollaba en el vecino Guatemala. El gobierno federal inició la
construcción de la Carretera Fronteriza para facilitar el despliegue de
tropas y pobló la Región del Marqués de Comillas del municipio de
Ocosingo y la franja fronteriza del municipio de Las Margaritas con
indios tzotziles para evitar la creación de santuarios guerrilleros. De
esa forma el gobierno federal construyó el Yunque que facilitó a los
kaibiles la tarea del Martillo para aniquilar a los movimientos rebeldes
armados. Además organismos internacionales de la ONU, y los gobiernos
federal y estatal desarrollaron una intensa labor de contención en
pueblos indígenas de la entidad con el Programa de Desarrollo
Socioeconómico de Los Altos de Chiapas y creó la estratégica Radio
Comunidad Indígena.
En la década de 1980 se ampliaron las
instalaciones militares subordinadas a la VII Región Militar. Muy cerca
de San Cristóbal de Las Casas se construyó la infraestructura de la 31
Zona Militar.
En 1994, a raíz de la revuelta zapatista, el
Ejército Federal ocupó las Cabeceras Municipales de San Cristóbal de
Las Casas, Ocosingo, Altamirano y Las Margaritas, y en febrero de 1995
ocupó el territorio zapatista y posiciones en las zonas Altos y Norte de
Chiapas. El despliegue militar terrestre es notorio en todas las vías
de comunicación. En poblados, puntos y comunidades emblemáticas. Esta
ocupación militar y los intensos programas sociales son centrales en la
Estrategia Contrainsurgente del gobierno federal para neutralizar
política y militarmente a los rebeldes.
La ubicación de
los mandos de las fuerzas armadas es la siguiente: En Tuxtla Gutiérrez,
la comandancia de la Región Aérea del Sureste y de la VII Región
Militar. En Las Casas, de la 31 Zona Militar. En Tapachula de la 36 Zona
Militar. En Ocosingo, de la 39 Zona Militar y del 67 batallón San
Quintín.
De la Armada, tenemos en Tuxtla Gutiérrez, la
Coordinación de la Armada Chiapas. En Puerto Madero, Tapachula, la
Comandancia del Sector Naval Militar en Chiapas y la Comandancia del
Grupo ASIECHIS de Infantería en Chiapas.
Regresando
a la frontera, en 2012: “Doscientos soldados estadunidenses, apoyados
por helicópteros artillados y armamento de grueso calibre, realizan
operaciones en Guatemala, justo en la frontera con México. Su objetivo:
combatir a los cárteles de Sinaloa y de Los Zetas, organizaciones que se
asentaron en Centroamérica.
Oficialmente se trata de una
operación conjunta entre los ejércitos de Estados Unidos y Guatemala,
denominada Martillo. Sin embargo es el Comando Sur de la marina
estadunidense el que dirige las acciones, en tanto que sus soldados
tienen privilegios e inmunidad en casos de destrucción de bienes
inmuebles o muertes de civiles” (Proceso No 2113 )
En
2014, un centenar de oficiales de la Gendarmería Nacional arribaron a
Tapachula, “para participar en acciones de seguridad en la frontera con
Guatemala”. En 2015, se anunció que: “La secretaría de la Defensa
Nacional (Sedena) y el gobierno estatal construirán un cuartel militar
en el municipio de Chicomuselo, situado en la región sierra del estado,
fronterizo con Guatemala, con la finalidad de “reforzar el esquema de
seguridad” en Chiapas,” (…) “tendrá una extensión de más de 60
hectáreas, donadas por el gobierno de Chiapas, y contará con una unidad
tipo corporación (Batallón), incluyendo una unidad habitacional militar”
( http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2015/03/11/ ).
El
2 de febrero de 2017, “El Jefe del Comando Sur de los Estados Unidos,
el almirante Kurt Tidd, así como el encargado de América Latina en el
consejo de seguridad nacional, Craig Deare, y la embajadora
norteamericana en México, Roberta Jacobson, viajaron a Tapachula,
Chiapas, para conocer de cerca el trabajo fronterizo que realizan las
fuerzas federales mexicanas. ( http://www.estadomayor.mx/70529 )
Hoy
podemos afirmar que no hay zona o territorio en Chiapas sin la
presencia militar y que muy pronto tendremos en acción la Fuerza de
Tarea México-Guatemala bajo el mando militar yanqui.
Todo estará dispuesto para que, cuando lo crean necesario, abran el Frente de Guerra en la Frontera Sur.
Chiapas 2017… continuará.
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