Las demandas son claras: erradicar la violencia
de género, crear mecanismos reales para su atención, solución a las
quejas, despido a profesores, administrativos y alumnos acosadores y
mecanismos efectivos para reconocer la violencia contra las mujeres
México, 29 ene. 20. AmecoPress/SEMlac.- El
último sábado se cumplieron 83 días desde que jóvenes estudiantes de la
Universidad Nacional Autónoma de México tomaron y pararon actividades
escolares en la Facultad de Filosofía y Letras, y las escuelas
preparatorias 3, 7 y 9, en demanda de parar la violencia contra las
mujeres.
Y aunque se han instalado mesas de trabajo no hay acuerdos. El
viernes el Consejo Técnico de Facultad de Filosofía discute cómo
resolver el futuro del semestre académico, pero no se reanudó el
diálogo. Las autoridades no han resuelto más de 460 quejas de acoso
sexual a pesar de que están identificados 385 agresores.
En estos dos meses se sumaron nuevos agravios, según todos los
reclamos y las denuncias de las y los estudiantes que marcharon el 21 de
enero: intimidación al grupo Mujeres Organizadas, algunas de ellas
detenidas durante 12 horas -22 de enero-, más anuncios reiterados de
demandas penales desde la UNAM para quienes han hecho destrozos en las
instalaciones en paro.
Las quejas de acoso en la UNAM entre el 9 de junio de 2018 y el 7 de
junio de 2019 llegaron a 463, pero se han sumado 20 más en los últimos
meses, presentadas ante el Subsistema Jurídico por acoso sexual, que
académicas, estudiantes y mujeres de la administración de 14
universidades del país definieron como impunes y sin solución.
Mientras tanto, el Consejo de Filosofía y Letras estudia el futuro
escolar su intervención se da en un momento en el que las negociaciones
entre autoridades y estudiantes en paro están detenidas, y no obstante
la instalación de mesas de diálogo, el 15 de enero fue la última y no
hay solución.
Las demandas son claras: erradicar la violencia de género, crear
mecanismos reales para su atención, solución a las quejas, despido a
profesores, administrativos y alumnos acosadores y mecanismos efectivos
para reconocer la violencia contra las mujeres.
Según el grupo Pan y Rosas, una de las exigencias principales es la
renuncia de abogadas y abogados de las unidades jurídicas de cada
plantel que evaden las denuncias por violencia de género argumentando
que no proceden en la universidad; en el caso de la prepa 9, se exige
también el despido de profesores con denuncias.
Los acontecimientos en la UNAM - de acuerdo con el pliego de demandas
y las expresadas en la movilización del 21 de enero- es que el Jurídico
de la UNAM no ofrece soluciones, como su actuar en el caso de la muerte
de Lesvy Osorio, Aidé Mendoza y la desaparición de Mariela Vanessa.
Comentarios recurrentes
"Es que de por sí no es fácil ir a denunciar, imagínate, decir que un maestro te tocó, o que un chavo te hizo algo".
También algunos chicos dijeron que solo hicieron los paros para
eliminar violencia de género, y no para las denuncias de corrupción,
discriminación y abuso de poder de otros profesores, que son parte de lo
que reclaman con la toma de instalaciones.
"Una amiga mía denunció a un compañero y la señorita que atendía le
dijo: ’¿cómo alguien de tu edad te va a querer prostituir?, eso no te lo
va a creer nadie’. Y después el chavo se enteró que había ido a
denunciarlo", lamentó otra.
Problema de fondo
El 27 de noviembre académicas, feministas y estudiosas del fenómeno
en las instituciones de Educación Superior, desde la Universidad de
Hidalgo lanzaron un pronunciamiento -que publicamos íntegro- donde
conminan a las Universidades a resolver el fenómeno de la violencia que
ha llegado, se multiplica y crece en las universidades del país.
Exigieron a las universidades que los modelos de atención para
atender la violencia de género deben convertirse en una política
institucional que tenga continuidad, permanencia y trascendencia para la
vida universitaria.
Sostienen que las Instituciones de Educación Superior, así como los
diferentes órganos del Estado, están obligadas a dar respuesta a las
demandas para solucionar los problemas de violencia contra las mujeres.
Exigieron que los organismos nacionales que rigen la Educación
Superior en México deben comprometerse con la resolución del problema de
la violencia contra las mujeres y que ello significa elaborar un
programa nacional real y con dinero. Es decir, que asignen recursos
económicos suficientes a las unidades, centros y/o programas de atención
y prevención a la violencia feminicida.
Denunciaron la grave situación de precariedad y violencia que
experimentan las estudiantes, académicas y trabajadoras administrativas
en las Universidades del país.
Y reconocieron que las colectivas feministas de estudiantes
(activistas) exigen generar diálogos intergeneracionales, porque ser
escuchadas e incluidas como interlocutoras en la discusión de los
procesos y estrategias realizadas en las universidades para erradicar la
violencia contra las mujeres.
A pesar de ello el tiempo pasa, y el pronunciamiento no ha tenido respuesta.
El tiempo pasa y no se levantarán las huelgas
El resumen de Mujeres Organizadas señaló a SEMlac que en estos 83
días quienes conforman la toma de Filosofía y Letras y las escuelas
preparatorias han denunciado el hostigamiento por parte de las
autoridades de la UNAM; y aunque sé que mantienen mesas de diálogo con
las mismas, las autoridades quieren que termine la huelga, sin dar
soluciones. El paro, dijeron, se mantendrá.
Las alumnas de las escuelas en paro exigen la destitución de los
profesores y trabajadores de la universidad acusados de acoso y
maltrato, así como medidas para su prevención.
En el caso de la Faculta de Filosofía, se pide la modificación del
estatuto general de la UNAM (para reconocer la violencia de género como
una falta grave) y que la máxima casa de estudios del país cuente con
tres psicólogas que acompañen a las denunciantes en su proceso.
Asimismo, exigen que se ofrezca una disculpa pública a la familia de
Mariela Vanessa Díaz Valverde (alumna que desapareció desde hace más de
un año) y no retirar las pintas del plantel.
Exigen, igualmente, diálogo abierto. Por otro lado, existen demandas
que habían sido formuladas desde el proceso del 3S, de 2017; que se
revisen los protocolos para atender la violencia de género.
Por su parte, las autoridades se comprometieron a analizar el pliego
de demandas, y documentos. Además, sostienen que hay avances, los cuales
serán analizados por las alumnas, y con base en ello, se determinará la
fecha para que se realice la próxima mesa de diálogo. La última fue el
15 de enero.
Vieja historia
Desde 2006 se han registrado 300 ataques sexuales -sin tomar en
cuenta las agresiones que no se denuncian-, 36 muertes al interior de
las instalaciones de la UNAM y cinco desapariciones, de las cuales sólo
cuatro fueron encontrados.
El asesinato de Lesvy Berlín Osorio es uno de los casos que más ha
estremecido a la comunidad universitaria, en particular porque, según
las huelguistas, la Rectoría y la Fiscalía de la Ciudad de México se
empeñaron en justificar su muerte diciendo que fue suicidio y reteniendo
pruebas.
Según ellas, luego de las movilizaciones y mítines que se realizaron
en Ciudad Universitaria por el esclarecimiento de ese asesinato, y de la
preocupación que se manifestó entre la comunidad estudiantil por la
creciente ola de violencia; las autoridades de la UNAM tomaron medidas
"de maquillaje" (rejas, cámaras, cierre de espacios) que, lejos de
frenar la violencia, fueron interpretadas como medidas de espionaje de
los estudiantes y trabajadores que se organizan.
Última postura de la UNAM
El 6 de enero, a través de un comunicado publicado luego del período
vacacional de fin de año, la UNAM explicó que se han realizado acciones
para atender las demandas de las estudiantes e iniciar el regreso a
clases; aunque también advirtió que ya se presentaron demandas contra
quienes resulten responsables de los destrozos en las instalaciones
tomadas.
"La UNAM manifiesta que los desencuentros en las comunidades deben
ser resueltos siempre a través del diálogo, pues no se puede estar de
acuerdo en que se afecte el desarrollo de las actividades académicas de
miles de universitarias y universitarios".
La Universidad informa sobre las diversas acciones emprendidas a lo
largo de las últimas semanas, tendentes a reanudar las actividades
académico administrativas y a atender las demandas en dos planteles del
bachillerato y en la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) que
permanecen cerrados por parte de grupos feministas.
Asimismo, insiste en la necesidad de que los planteles sean devueltos
a sus respectivas autoridades, a fin de reanudar las clases a la
brevedad.
Los acercamientos
Hasta el 15 de enero se han efectuado nueve reuniones donde la UNAM
sostiene que se han alcanzado acuerdos en lo general en todos los puntos
y queda pendiente el acuerdo sobre los momentos en los que se llevarán a
cabo los procesos necesarios para cumplir las peticiones, para lo cual
se requiere su completo funcionamiento.
En la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL), las reuniones estuvieron
encabezadas por el director Jorge Enrique Linares Salgado, y se han
hecho diversas propuestas durante el período especialmente en la etapa
vacacional. El viernes 3 de enero se hizo una propuesta a las Mujeres
Organizadas para realizar un diálogo público; sin embargo, ello no
sucedió, cuando era urgente revisar punto por punto las demandas no
atendidas.
En esa Facultad también exige la destitución de profesores y
funcionarios por acoso, así como la implementación de cursos para
maestros con perspectiva de género y protocolos contra la violencia que
viven las alumnas. Su protesta estalló después de que autoridades de la
facultad borraran un mural que mostraba un beso entre Victoria Alada y
Atenea, lo que fue calificado de "lesbofobia". Además, acusaron a la
Unidad de Atención a Víctimas de Violencia de Género de ser incompetente
por las pláticas que dio a los estudiantes de primer ingreso de dicha
facultad.
En su pliego petitorio pidieron la renuncia de la maestra Amparo
Yadira Cordonado Zavala, quien es abogada de dicha Unidad del plantel.
Por otro lado, existen documentos sobre cómo la violencia contra las
mujeres es una realidad en las universidades del país, donde el año
pasado se registraron un total de 364 quejas por acoso y hostigamiento
sexual en 20 planteles alrededor de la República. Y aunque hoy la UNAM
lidera el número de casos por hostigamiento y acoso sexual, existen
universidades que no cuentan con un protocolo de actuación y no
registran, por tanto, estos delitos.
En el caso de la UNAM, entre el 9 de junio de 2018 y el 7 de junio de
2019 se presentaron 463 quejas ante el Subsistema Jurídico, y se
identificó a 385 presuntos agresores.
Desde el miércoles la UNAM informó sobre la instalación de las mesas,
en un comunicado acompañado de fotografías en las que se veía el rostro
de adolescentes que se acercaron a las mesas en las Prepas y en la
Facultad de Filosofía y Letras, también en paro.
MANIFIESTO FEMINISTA CONTRA LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES
"MÁS ALLÁ DE LA SIMULACIÓN EN LAS INSTITUCIONES DE EDUCACIÓN SUPERIOR"
Las académicas, estudiantes, y participantes del Cuarto Encuentro de
Discusión y Análisis de Estrategias e Intervención a la Violencia por
Motivos de Género en las Instituciones de Educación Superior, reunidas
en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo el 27 de noviembre del
2019, y como parte de los resultados de nuestras reflexiones sobre el
problema expuesto en las siete mesas de discusión, manifestamos a las
diversas Instituciones de Educación Superior y a la comunidad que las
conforma; a los diferentes niveles de gobierno; y al público en general,
lo siguiente:
Reconocemos los esfuerzos de algunas de las Instituciones de
Educación Superior en el país para atender los temas de violencia por
motivos de género; sin embargo:
Ante la violencia estructural y de género que vivimos en México,
denunciamos la grave situación de precariedad y violencia que
experimentan las estudiantes, académicas y trabajadoras administrativas
en las Universidades del país, debido a la interseccionalidad
(raza/etnicidad, clase y edad) que las atraviesa como mujeres.
Las colectivas feministas de estudiantes (activistas) exigen generar
diálogos intergeneracionales, que se reconozcan e incorporen sus
experiencias de acción y lucha, ser escuchadas e incluidas como
interlocutoras en la discusión de los procesos y estrategias
implementadas en las universidades para erradicar la violencia contra
las mujeres y por motivos de género.
Debe ser reforzada dentro de las universidades una cultura a la no
violencia hacia las mujeres y por motivos de género mediante actividades
formativas, talleres, difusión y otras formas de visibilización y
sensibilización sobre el problema.
Los modelos de atención de las Instituciones de Educación Superior a
la violencia por motivos de género deben convertirse en una política
institucional que tenga continuidad, permanencia y trascendencia para la
vida universitaria.
Los organismos nacionales que rigen la Educación Superior en México
(Conacyt, ANUIES, Dirección General de Educación Superior universitaria,
entre otras), deben comprometerse con la resolución del problema de la
violencia contra las mujeres y de género en las IES, elaborar un
programa nacional con recursos destinados a ello, así como procurar las
formas de vinculación interinstitucional para atender los casos.
Las Instituciones de Educación Superior, así como los diferentes
órganos del Estado, están obligados a dar respuesta a las demandas para
solucionar los problemas de violencia por motivos de género
(especialmente violencia sexual y feminicidios) en las Instituciones de
Educación Superior y centros de investigación.
Es necesario que las autoridades universitarias asignen recursos
económicos suficientes a las unidades, centros y/o programas de atención
y prevención a la violencia por motivos de género.
Demandamos que en los planes y programas académicos de las diferentes
Instituciones de Educación Superior se implementen de manera
obligatoria asignaturas referentes a epistemologías feministas y teoría
de género y que estas asignaturas sean impartidas por personal
capacitado en los temas.
Las instituciones encargadas de regular la educación superior en el
país deben llevar a cabo un registro nacional sobre los casos de
violencia contra las mujeres y por motivos de género (Banco Nacional de
Datos) y considerar las diferentes formas de reparación del daño para
las víctimas.
Exigimos, como una necesidad urgente, que las Instituciones
Educativas construyan protocolos y reglamentos claros para la atención y
prevención de la violencia por motivos de género y que sean
socializados mediante procesos de difusión efectivos dirigidos a toda la
comunidad universitaria; y que estos sean acompañados de legislaciones
que eviten procesos de simulación institucional.
Exigimos que los funcionarios/as, autoridades y tomadores/as de
decisiones de las Instituciones de Educación Superior se capaciten y
sensibilicen, como un compromiso ético para atender y prevenir la
violencia contras las mujeres y por motivo de género.
Exigimos que la investigación sobre violencia por motivos de género
se realice desde principios éticos, que se implementen estrategias y
metodologías de investigación-acción que den cuenta no sólo de la
prevalencia de la violencia por motivos de género en las universidades,
sino además incentiven su denuncia y posibles caminos o modelos de
intervención/acción para erradicarla.
Exigimos el reconocimiento en intervención a la violencia de género
hacia orientaciones sexo-afectivas no heterosexuales en el ámbito de las
Instituciones de Educación Superior en México; así como crear espacios
seguros para expresar las diversidades sexuales y de género a través de
metodologías participativas.
Por todo lo anterior, después de exponer el grave problema de la
violencia contra las mujeres y por motivos de género, reconocemos que la
universidad como una institución colonizadora, sigue reproduciendo el
sistema heteropatriarcal, que ha normalizado y naturalizado diversas
formas estructurales de violencia falocéntrica, por lo que exigimos se
erradique la criminalización y persecución a las académicas,
trabajadoras administrativas y estudiantes feministas de todas las
Instituciones de Educación Superior que trabajan para transformar a la
comunidad universitaria hacia el respeto a los derechos humanos.
Atentamente
1.-Universidad Autónoma Metropolitana: Unidades Xochimilco, Iztapalapa, Lerma y Azcapotzalco
2.-Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo
3.-Universidad Nacional Autónoma de México
4.- Universidad Autónoma de la Ciudad de México
5.-Universidad Autónoma de Ciudad Juárez
6.-Universidad de Guanajuato
7.-Universidad Pedagógica Nacional
8.-Instituto Nacional de las Bellas Artes y Literatura
9.-Universidad Autónoma de Querétaro
10.- Universidad Veracruzana
11.-Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
12.-Colegio de la Frontera Sur
13.-Universidad Intercultural del Estado de México
14.-Universidad Autónoma de San Luis Potosí
15.-Universidad Humanista de Hidalgo
16.-Universidad Autónoma de Quintana Roo
17.-Universidad Autónoma de Chapingo
18.-Escuela Nacional de Antropología e Historia
19.- Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
Foto: SemMéxico.
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