VIOLENCIA
Al feminicidio se suman las agresiones en casa y comunidades
Archivo | CIMACFoto | Patricia Chandomí
Por: Anaiz Zamora Márquez
Cimacnoticias | México, DF.-En contraste con el feminicidio en Chihuahua –donde las mujeres son “levantadas” por desconocidos, asesinadas y sus cuerpos abandonados en el desierto–, en Oaxaca, ellas viven con el enemigo en casa.
Y es que en esa entidad del sur del país, tanto las agresiones físicas como los homicidios por razón de género son cometidos en su gran mayoría por personas que mantienen un vínculo cercano con las víctimas, lo que evidencia el grado de inseguridad que viven las oaxaqueñas.
En su informe ciudadano “¡Justicia ya! Feminicidio y violencia contra las mujeres en Oaxaca a dos años del gobierno de la alternancia 2011-2012”, el Colectivo Huaxyacac advierte que la inacción de las autoridades locales ante el incremento en 50 por ciento de los casos de feminicidio en 2011 y 2012, manda a la población el mensaje de que la “vida y la integridad femenina no valen nada”.
Al mismo tiempo que se han disparado los asesinatos de mujeres en el estado, se han recrudecido diversas agresiones a la integridad física, psicológica, sexual y emocional de la población femenina, y todo ello enmarcado por la omisión y deficiencias de las autoridades encargadas de investigar los crímenes.
Por lo anterior, el Colectivo Huaxyacac considera que las acciones contra la violencia de género en la entidad no deben enfocarse solamente a la ola de feminicidio, sino también a la atención y prevención de la violencia intrafamiliar, así como a la capacitación del personal judicial.
Otros informes y estudios confirman que Oaxaca es triste ejemplo de cómo la violencia estructural contra las mujeres inicia en los hogares y comunidades desde que son niñas, y culmina con el asesinato perpetrado por un ser cercano, como el padre o el propio hijo.
ENTIDAD CRÍTICA
Según el informe de Huaxyacac, los casos de feminicidio en la entidad han aumentado en casi 50 por ciento al registrarse 173 asesinatos de mujeres entre diciembre de 2010 y noviembre de 2012 (primeros dos años de gobierno del actual mandatario estatal, Gabino Cué –postulado por los opositores PAN y PRD–), en contraste con los 111 homicidios documentados de diciembre de 2008 a noviembre de 2010 (últimos dos años de gestión del anterior gobernador, Ulises Ruiz, emanado del PRI).
En total, de diciembre de 2010 a noviembre de 2012 se documentaron al menos 4 mil 265 agresiones contra las oaxaqueñas, incluidos los asesinatos.
De los casos de homicidios perpetuados en 2011 sólo hay un sentenciado y por los de 2012 no se ha emitido ninguna sentencia. De las denuncias por violencia intrafamiliar en 2012 sólo hay seis sentenciados y durante 2011 no hubo ninguna sentencia.
Con anterioridad, en otro documento (“Feminicidio en Oaxaca, informe ciudadano 2008-2009”), organizaciones civiles ya habían denunciado que en el 58 por ciento de los asesinatos de mujeres hubo exceso de fuerza física, a la par que se agudizaron otros tipos de violencia como la física y la sexual.
Igualmente, en 2008 el estado ocupó el primer lugar a nivel nacional y el de mayor prevalencia de algún tipo de violencia contra las mujeres. En el primer semestre de 2012 la Comisión Nacional para la Erradicación de la Violencia Contra la Mujer (Conavim) confirmó en un estudio que Oaxaca se ubica en los primeros sitios de violencia estructural contra la población femenina.
En el informe ciudadano 2008-2009 se asienta que 61 de cada 100 mujeres de 15 años y más han enfrentado algún tipo de violencia, ya sea por parte de su pareja o en algún ámbito de su comunidad.
Asimismo se constata que un número significativo de los agresores son los compañeros o ex compañeros sentimentales de las mujeres. Incluso existe información de agresiones cometidas por sus padres, así como por sus propios hijos.
TODA UNA TRADICIÓN
En su momento, la Consultoría de Estrategias para la Igualdad Social (Conesis) advirtió que en las comunidades de origen rural e indígena, como en Oaxaca, persisten tradiciones machistas y patriarcales que discriminan a las mujeres.
Puso como ejemplo que la venta de niñas para matrimonios forzados “vulnera su integridad poniéndola en un riesgo constante de ver afectada su salud e impidiendo su derecho a decidir”.
Otro factor que contribuye a la impunidad es la falta de denuncia. Según “Feminicidio en Oaxaca, informe ciudadano 2008-2009”, el índice de denuncias al respecto es mínimo, ya que del total de mujeres que ha sufrido alguna agresión sólo el 15 por ciento acudió ante las autoridades.
De acuerdo con el reporte, las oaxaqueñas no denuncian porque consideran que la agresión “no tuvo importancia”, “es algo normal”, o “su pareja tiene derecho a reprenderlas”.
Pero también hay un amplio sector de la población femenina que no interpone una denuncia pues considera que las autoridades no son confiables, o que la situación no va a cambiar, concepciones que se derivan del poco acceso que tienen las mujeres a la justicia.
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