El Ministerio de Desarrollo Social ha ordenado la impresión de un millón de tarjetas salvavidas para repartir al menos a 800.000 mujeres en bolsas de alimentos
Guatemala,
27 ene. 13. AmecoPress/SEMlac.- Son del tamaño de una tarjeta de
presentación. Se dan de mano en mano o de casa en casa, y pueden salvar
una vida si se utilizan a tiempo para denunciar cualquier tipo de
violencia: física, económica, sexual o sicológica.
Con
estas palabras, miembros del ejército, policía y Comités de Desarrollo,
así como líderes comunitarios, se dirigen a hombres y mujeres cuando
las reparten para explicarles por qué entregan ese mecanismo de
protección en sus comunidades.
Las
tarjetas se han personalizado de acuerdo con el área de la que se
trate, con los números de emergencia de las instituciones que existen
en la localidad, para que las víctimas mujeres no desembolsen en
transporte o busquen con dificultad la dirección de una institución que
no conocen.
"Escuintla
libre de violencia contra la mujer", "Mixco libre de violencia contra
la mujer", "Zona 18 libre de violencia contra la mujer": esos textos se
imprimen en las tarjetas por área, para que también las mujeres se
identifiquen con las instituciones de seguridad donde viven, trabajan o
estudian.
Los alcaldes
de cada localidad, incluso, asumieron el compromiso, desde octubre de
2012, de respaldar el mecanismo de prevención para que las tarjetas se
repartan en las localidades más lejanas.
"Los
trifoliares dieron resultado en su tiempo, pero una mujer no puede
tenerlo en casa porque son poco manipulables, o los maridos se los
quitan, por eso esta nueva variante es práctica y se puede esconder en
cualquier lugar", indica Margarita Urrutia, del grupo político de
mujeres.
Los
trifoliares son materiales impresos repartidos desde hace diez años
como parte de una campaña de prevención informativa, pero demasiado
extensos y grandes de tamaño, por lo que las mujeres no pueden
guardarlo, indica Hilda Morales, Defensora de la Mujer de la
Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH).
"Las tarjetas
fueron diseñadas para que las guatemaltecas puedan guardarlas en su
cartera, en la bolsa del pantalón o en un monedero, porque en este país
los maridos, novios y hasta los parientes hombres suelen arrebatar de
las manos de ellas cualquier documento para mantenerlas bajo su
dominio", destaca Norma Cruz, de la Fundación Sobrevivientes.
"En algunas
regiones hay mujeres que ni siquiera portan un documento de
identificación, porque se los esconden o se los rompen para que no
puedan denunciar o huir del círculo de violencia intrafamiliar en el
que viven", agrega Cruz.
Y añade: "Mucho menos acceden a tener en sus manos una guía de qué hacer si se es víctima de violencia intrafamiliar".
Se han
distribuido al menos 80.000 tarjetas salva vidas en los lugares donde
más muerte violenta de mujeres se reporta y en 2013 se espera que unas
200.000 más estén circulando en el país.
Ana Godínez es
una de las que ha recibido la tarjeta. Ella asegura que, en su
comunidad, varias mujeres que eran golpeadas por sus maridos, cuando
estos llegaban bebidos a casa, denunciaron la violencia y varios de
ellos ya han sido capturados. "Antes no sabían cómo actuar ni a dónde
llamar", precisa.
La ministra de
Desarrollo Social, Lucy Lainfieta, ha ordenado la impresión de un
millón de tarjetas salvavidas para repartir al menos a 800.000 mujeres
en bolsas de alimentos. Las bolsas seguras son un mecanismo social
desarrollado por el gobierno para combatir el hambre en el país y
apoyar a mujeres de escasos recursos.
Silvia Torres,
jefa de la Fiscalía de la Mujer de Mixco, uno de los municipios más
violentos del país donde fueron distribuidas, señala que un mes antes
de haber sido entregada la tarjeta habían recibido 250 denuncias en 30
días, pero 15 días después de entregado este mecanismo de prevención,
las denuncias se duplicaron a 500.
La
Multisectorial por la Vida y la Seguridad de las Mujeres, que está
conformada por al menos 30 instituciones del Estado y la Sociedad
Civil, respalda el mecanismo que surgió como una propuesta de la
Comisión Presidencial para el Abordaje al Feminicidio, tras analizar
las campañas de prevención existentes.
"Así como
también para no estar investigando más muertes, sino previniendo que
ocurran más feminicidios", dice a SEMlac Norma Sactic, de la Agrupación
Moloj.
En Guatemala,
la Policía Nacional Civil reporta que al menos 43.000 denuncias fueron
atendidas por la línea 110, el teléfono de emergencia oficial mediante
el cual la población víctima llama en busca de ayuda, indica el
director de la entidad, Gerson Oliva.
El mecanismo
de la tarjeta salvavidas se acompaña de un documento que es colocado en
tiendas, supermercados, postes, mercados y lugares públicos y que
informa sobre la medida de autoprotección que deben tener las
guatemaltecas dentro y fuera de la vivienda.
Caminar por
sitios iluminados, evitar el paso por sitios baldíos, tener un número
de un taxista de confianza, memorizar los números de emergencia, salir
de noche acompañada, son, entre otros, los consejos.
En el tema de
violencia intrafamiliar, las medidas sugieren tener la llave de una
habitación a la mano por si el agresor quiere golpearla, alejarse de
lugares donde haya cuchillos u objetos filosos, poseer una copia de sus
medidas de restricción y memorizar el número de emergencia de la
Policía.
Las medidas de
restricción, como también se les conocen, impiden que el agresor se
acerque a la víctima tanto en su círculo laboral, familiar o escolar.
Quien violente esta orden es llevado a prisión inmediatamente.
Para Amalia
Mazariegos, de la Oficina de Atención Legal Gratuita a la Víctima,
tener en sus manos la tarjeta salvavidas puede significar para la mujer
unos años más de vida, ya que los registros oficiales indican que 80
por ciento de las muertes ocurre por violencia intrafamiliar y 20 por
ciento por el crimen organizado, "entiéndase pandillas, narcotráfico,
sicariato", destacó.
Las
estadísticas del Instituto de Ciencias Forenses señalan que al menos
640 guatemaltecas fueron asesinadas en 2012, aproximadamente 60 menos
que en 2011. De ellas, 80 por ciento murió por arma de fuego y 90 por
ciento conocía a su victimario, destacan las investigaciones del
Ministerio Público.
Hay regiones
de este país donde son asesinadas hasta 60 mujeres al año y Escuintla
es uno de ellos. José Alberto Álvarez, auxiliar del Procurador de los
Derechos Humanos de ese departamento, dijo que la idea es posicionar en
el colectivo social el concepto de erradicar la violencia contra las
mujeres como la vía para el desarrollo de las familias.
En esa zona de
la costa sur del país, las guatemaltecas son asesinadas dentro de los
cañaverales y sufren violencia sexual y física previa a la muerte.
"Aquí, la
Tarjeta Salvavidas es un componente fundamental de la campaña basada en
la promoción de la cultura de la denuncia" para prevenir más
asesinatos, señala Álvarez. La violencia económica, sexual, psicológica
y física son -en ese orden- los delitos que más denuncian las
guatemaltecas, según la fiscalía contra la mujer del Ministerio
Público.
Yolanda
Sandoval, jefa de dicha unidad, detalló que del 3 al 4 de enero de 2013
hubo al menos 51 denuncias de violencia sexual y sicológica en la
fiscalía central, sin tomar en cuenta las otras fiscalías. A eso se
agrega las 1.713 violaciones sexuales ocurridas en 2912 y que
actualmente se investigan.
Al mecanismo
de la tarjeta también se le une el de la distribución de carteles con
las sanciones contra los agresores. La ley contra el feminicidio y
otras formas de violencia contra la mujer penaliza la violencia sexual
y física con cinco a 12 años de cárcel, y a la violencia sicológica con
penas de cinco a ocho años, mientras el feminicidio tiene un castigo de
25 a 50 años de condena inconmutables.
El oficial de
la Policía Nacional Civil, Ovidio Rabanales, indicó que en 2012 se
logró la detención de, al menos, 1.054 agresores de mujeres, y los
delitos que más capturas tuvieron fueron aquellos en los que el hombre
dejó de dar una pensión alimenticia.
En segundo
lugar, los capturados fueron por violencia sexual y violencia física y,
por último, debido a violencia sicológica, mientras que la captura por
feminicidio ascendió a 45 hombres que cometieron este delito.
Foto: Archivo AmecoPress.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario