2/02/2013

Guatemala: Tarjetas para salvar la vida de mujeres


El Ministerio de Desarrollo Social ha ordenado la impresión de un millón de tarjetas salvavidas para repartir al menos a 800.000 mujeres en bolsas de alimentos






Guatemala, 27 ene. 13. AmecoPress/SEMlac.- Son del tamaño de una tarjeta de presentación. Se dan de mano en mano o de casa en casa, y pueden salvar una vida si se utilizan a tiempo para denunciar cualquier tipo de violencia: física, económica, sexual o sicológica.

Con estas palabras, miembros del ejército, policía y Comités de Desarrollo, así como líderes comunitarios, se dirigen a hombres y mujeres cuando las reparten para explicarles por qué entregan ese mecanismo de protección en sus comunidades.
Las tarjetas se han personalizado de acuerdo con el área de la que se trate, con los números de emergencia de las instituciones que existen en la localidad, para que las víctimas mujeres no desembolsen en transporte o busquen con dificultad la dirección de una institución que no conocen.
"Escuintla libre de violencia contra la mujer", "Mixco libre de violencia contra la mujer", "Zona 18 libre de violencia contra la mujer": esos textos se imprimen en las tarjetas por área, para que también las mujeres se identifiquen con las instituciones de seguridad donde viven, trabajan o estudian.
Los alcaldes de cada localidad, incluso, asumieron el compromiso, desde octubre de 2012, de respaldar el mecanismo de prevención para que las tarjetas se repartan en las localidades más lejanas.
"Los trifoliares dieron resultado en su tiempo, pero una mujer no puede tenerlo en casa porque son poco manipulables, o los maridos se los quitan, por eso esta nueva variante es práctica y se puede esconder en cualquier lugar", indica Margarita Urrutia, del grupo político de mujeres.
Los trifoliares son materiales impresos repartidos desde hace diez años como parte de una campaña de prevención informativa, pero demasiado extensos y grandes de tamaño, por lo que las mujeres no pueden guardarlo, indica Hilda Morales, Defensora de la Mujer de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH).
"Las tarjetas fueron diseñadas para que las guatemaltecas puedan guardarlas en su cartera, en la bolsa del pantalón o en un monedero, porque en este país los maridos, novios y hasta los parientes hombres suelen arrebatar de las manos de ellas cualquier documento para mantenerlas bajo su dominio", destaca Norma Cruz, de la Fundación Sobrevivientes.
"En algunas regiones hay mujeres que ni siquiera portan un documento de identificación, porque se los esconden o se los rompen para que no puedan denunciar o huir del círculo de violencia intrafamiliar en el que viven", agrega Cruz.
Y añade: "Mucho menos acceden a tener en sus manos una guía de qué hacer si se es víctima de violencia intrafamiliar".
Se han distribuido al menos 80.000 tarjetas salva vidas en los lugares donde más muerte violenta de mujeres se reporta y en 2013 se espera que unas 200.000 más estén circulando en el país.
Ana Godínez es una de las que ha recibido la tarjeta. Ella asegura que, en su comunidad, varias mujeres que eran golpeadas por sus maridos, cuando estos llegaban bebidos a casa, denunciaron la violencia y varios de ellos ya han sido capturados. "Antes no sabían cómo actuar ni a dónde llamar", precisa.
La ministra de Desarrollo Social, Lucy Lainfieta, ha ordenado la impresión de un millón de tarjetas salvavidas para repartir al menos a 800.000 mujeres en bolsas de alimentos. Las bolsas seguras son un mecanismo social desarrollado por el gobierno para combatir el hambre en el país y apoyar a mujeres de escasos recursos.
Silvia Torres, jefa de la Fiscalía de la Mujer de Mixco, uno de los municipios más violentos del país donde fueron distribuidas, señala que un mes antes de haber sido entregada la tarjeta habían recibido 250 denuncias en 30 días, pero 15 días después de entregado este mecanismo de prevención, las denuncias se duplicaron a 500.
La Multisectorial por la Vida y la Seguridad de las Mujeres, que está conformada por al menos 30 instituciones del Estado y la Sociedad Civil, respalda el mecanismo que surgió como una propuesta de la Comisión Presidencial para el Abordaje al Feminicidio, tras analizar las campañas de prevención existentes.
"Así como también para no estar investigando más muertes, sino previniendo que ocurran más feminicidios", dice a SEMlac Norma Sactic, de la Agrupación Moloj.
En Guatemala, la Policía Nacional Civil reporta que al menos 43.000 denuncias fueron atendidas por la línea 110, el teléfono de emergencia oficial mediante el cual la población víctima llama en busca de ayuda, indica el director de la entidad, Gerson Oliva.
El mecanismo de la tarjeta salvavidas se acompaña de un documento que es colocado en tiendas, supermercados, postes, mercados y lugares públicos y que informa sobre la medida de autoprotección que deben tener las guatemaltecas dentro y fuera de la vivienda.
Caminar por sitios iluminados, evitar el paso por sitios baldíos, tener un número de un taxista de confianza, memorizar los números de emergencia, salir de noche acompañada, son, entre otros, los consejos.
En el tema de violencia intrafamiliar, las medidas sugieren tener la llave de una habitación a la mano por si el agresor quiere golpearla, alejarse de lugares donde haya cuchillos u objetos filosos, poseer una copia de sus medidas de restricción y memorizar el número de emergencia de la Policía.
Las medidas de restricción, como también se les conocen, impiden que el agresor se acerque a la víctima tanto en su círculo laboral, familiar o escolar. Quien violente esta orden es llevado a prisión inmediatamente.
Para Amalia Mazariegos, de la Oficina de Atención Legal Gratuita a la Víctima, tener en sus manos la tarjeta salvavidas puede significar para la mujer unos años más de vida, ya que los registros oficiales indican que 80 por ciento de las muertes ocurre por violencia intrafamiliar y 20 por ciento por el crimen organizado, "entiéndase pandillas, narcotráfico, sicariato", destacó.
Las estadísticas del Instituto de Ciencias Forenses señalan que al menos 640 guatemaltecas fueron asesinadas en 2012, aproximadamente 60 menos que en 2011. De ellas, 80 por ciento murió por arma de fuego y 90 por ciento conocía a su victimario, destacan las investigaciones del Ministerio Público.
Hay regiones de este país donde son asesinadas hasta 60 mujeres al año y Escuintla es uno de ellos. José Alberto Álvarez, auxiliar del Procurador de los Derechos Humanos de ese departamento, dijo que la idea es posicionar en el colectivo social el concepto de erradicar la violencia contra las mujeres como la vía para el desarrollo de las familias.
En esa zona de la costa sur del país, las guatemaltecas son asesinadas dentro de los cañaverales y sufren violencia sexual y física previa a la muerte.
"Aquí, la Tarjeta Salvavidas es un componente fundamental de la campaña basada en la promoción de la cultura de la denuncia" para prevenir más asesinatos, señala Álvarez. La violencia económica, sexual, psicológica y física son -en ese orden- los delitos que más denuncian las guatemaltecas, según la fiscalía contra la mujer del Ministerio Público.
Yolanda Sandoval, jefa de dicha unidad, detalló que del 3 al 4 de enero de 2013 hubo al menos 51 denuncias de violencia sexual y sicológica en la fiscalía central, sin tomar en cuenta las otras fiscalías. A eso se agrega las 1.713 violaciones sexuales ocurridas en 2912 y que actualmente se investigan.
Al mecanismo de la tarjeta también se le une el de la distribución de carteles con las sanciones contra los agresores. La ley contra el feminicidio y otras formas de violencia contra la mujer penaliza la violencia sexual y física con cinco a 12 años de cárcel, y a la violencia sicológica con penas de cinco a ocho años, mientras el feminicidio tiene un castigo de 25 a 50 años de condena inconmutables.
El oficial de la Policía Nacional Civil, Ovidio Rabanales, indicó que en 2012 se logró la detención de, al menos, 1.054 agresores de mujeres, y los delitos que más capturas tuvieron fueron aquellos en los que el hombre dejó de dar una pensión alimenticia.
En segundo lugar, los capturados fueron por violencia sexual y violencia física y, por último, debido a violencia sicológica, mientras que la captura por feminicidio ascendió a 45 hombres que cometieron este delito.
Foto: Archivo AmecoPress. 

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