Escrito por Autor Invitado
por Noé Ixbalanqué Bautista Martínez*
@balamke
La mercadotecnia es el arte (léase tal como tekné, es decirécnica,
no creación) de salirse con la suya a costa de toda ética y principios
de civilidad y armonía social. Para ello se vale de la mentira,
del desacato a la ley y de la contaminación. Todo aquello que la
mercadotecnia toca, lo echa a perder y lo desacredita, distrayéndole de
su objetivo primordial, todo ello sin contar que le encarece. Tal es el
caso cuando la mercadotecnia interviene en la política.
En la ciudad de Puebla podemos ver que
actualmente ha sido inundada por publicidad de revistas que podemos
clasificar como “de lobby de dentista” en cuyas portadas aparece un
precandidato a la presidencia municipal. Con ello claramente dichos
políticos están faltando al principio normativo de la ley electoral,
tanto la estatal consignada en la fracción II del art. 7 del Reglamento
de Quejas y Denuncias del IEE Puebla, que define a los actos
anticipados de precampaña, así como el art. 211 del Código Comicial
federal, que al efecto establece expresamente:
3. Los precandidatos a candidaturas a cargos de elección popular que participen en los procesos de selección interna convocados por cada partido no podrán realizar actividades de proselitismo o difusión de propaganda, por ningún medio, antes de la fecha de inicio de las precampañas…
Es decir, los señores que aparecen en
las fotos de los parabuses, espectaculares, autobuses urbanos y en
puentes están faltando a este principio. Claro, pero ellos
argumentarán: “no estamos haciendo precampaña, ya que son las revistas
las que están haciendo su publicidad y casualmente nosotros salimos en
sus portadas”. Nosotros, los que estamos enterados del medio, sabemos
perfectamente que este tipo de revistas carecen del presupuesto
suficiente para publicitarse de la manera tan agresiva como lo están
haciendo ¿Acaso el precandidato está pagando tal publicidad? ¿Existe un
arreglo entre los empresarios detrás de tales revistas con los
precandidatos para luego “cobrar la factura”?
A algún ingenioso y creativo de
mercadotecnia se le ocurrió la “brillante” idea de saltarse la ley con
esta estrategia con tal de posicionar la imagen del desconocido o
desprestigiado político y a sus aspiraciones a ocupar la silla que
dejará vacante el gris Eduardo Rivera. Las preguntas ahora son: ¿Creen
todos estos señores que los ciudadanos somos tontos? ¿Qué clase de
políticos y posibles gobernantes serán estos señores si se pasan la ley
por “donde les conté”? ¿Vamos a dejar que una versión municipal del
“Gober mercadotécnico” administre nuestra ciudad?
* Noé Ixbalanqué Bautista es
egresado de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación por la
Universidad de las Américas, Puebla. Actualmente es maestro en Estética
y Arte por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Ha
impartido cursos en la UDLAP relacionados con la realización televisiva
y videográfica así como de la reflexión y pensamiento cinematográfico.
De 1998 a 2007 fue docente en la Universidad Iberoamericana Puebla. En
esta institución coordinó la academia de Lenguajes y Medios, además de
iniciar una línea de investigación sobre fenómeno televisivo desde la
lingüística y estética denominada “Hacia una teoría del lenguaje
televisual”. Ha impartido cursos relacionados con la teoría, reflexión
y producción de lenguajes audiovisuales en diversas universidades
poblanas. También ha impartido cursos y talleres de actualización a
docentes para el uso del video y la televisión como recursos
educativos. Ha sido crítico de cine en la radio y televisión poblanas.
Coordinó las Licenciaturas en Comunicación de la Comunidad Educativa
Siglo XXI.
Ha sido también coordinador de
comunicación en Alumex S.A. Consultor de comunicación organizacional,
guionista en Televisa San Ángel, subdirector de imagen del H.
Ayuntamiento del Municipio de Puebla, crítico de cine en programas
radiofónicos y televisivos locales. Es creativo y director de programas
de televisión, spots y videoclips musicales. Es asesor de comunicación
para campañas políticas.
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