Escrito por Karina Escalona
Quito, agosto (SEMlac).- El acceso de las mujeres a puestos de
decisión en Ecuador, especialmente por el apoyo e implementación de
políticas públicas y legislaciones que sustentan este proceso, fue
resaltado por ONU Mujeres, con una destacada trayectoria en la
asistencia técnica a instituciones y organizaciones no gubernamentales.
Moni Pizani, representante de ONU Mujeres en el territorio andino,
reconoció el lugar que ocupa Ecuador, entre los países de la región, en
la participación política de las mujeres.
Pizani comentó, en entrevista a SEMlac, el papel del gobierno, junto
a organizaciones civiles, en el impulso de proyectos y medidas como la
inclusión en la nueva ley penal de cuatro artículos que sancionan el
maltrato físico, sexual y sicológico contra la mujer y otros
integrantes de la familia.
De acuerdo con estadísticas de esta organización, de enero de 2003 a
julio de 2012 se incrementó la presencia femenina en los gabinetes
ministeriales en cerca del 10 por ciento.
Si bien es cierto que las cifras por sí solas no constituyen un
método de evaluación efectivo, sí resulta notable cuando se establece
un paralelo con las acciones institucionales y la voluntad política,
precisó Moni Pizani.
La funcionaria ponderó, además, las alianzas entre diversas
entidades que colaboran para revertir las desigualdades de género y una
campaña de sensibilización que abarca variados segmentos de la sociedad
ecuatoriana.
En su opinión, se trata de un proceso al que se suman actualmente
instituciones de los más diversos sectores e involucra municipios y
provincias, alineado con un amplio sistema de políticas públicas que
abarcan desde el apoyo a la asamblea nacional, hasta los ministerios y
los gobiernos locales.
Además de potenciar la participación femenina en la toma de
decisiones, ONU Mujeres apoya en Ecuador la gestión de diversas
entidades en otros temas como la planificación de presupuestos desde la
perspectiva de género, paz y seguridad, empoderamiento económico y
erradicación de la violencia, agregó Pizani.
Entre otros proyectos de la entidad de Naciones Unidas, se incluye
"Quito: ciudades seguras para todas y todos", con apoyo del gobierno
municipal.
La capital ecuatoriana es la única urbe latinoamericana que
participa de esta iniciativa, dedicada al rescate de los espacios
públicos como sitio seguro para todas las personas y el pleno disfrute
y desarrollo de las más diversas actividades.
Como parte de una estrategia para garantizar la seguridad y
contribuir con el objetivo de eliminar las formas de violencia contra
las mujeres, existe también en Ecuador un programa de apoyo a la Corte
Nacional y otras instancias del poder judicial, enfocado no solo en la
asesoría, sino en la capacitación a todos los niveles, y que llega
incluso a los conductores de taxis, con la intención de abarcar a toda
la sociedad ecuatoriana en función de este objetivo.
Se trata, explica Pizani, de garantizar políticas públicas globales
que repercutan en sectores como el empleo, la defensa, la seguridad y
la participación femenina, en todos los ámbitos.
La funcionaria considera que aún quedan desafíos, pese al avance
experimentado durante los últimos años en la participación política,
una constitución de avanzada en América Latina en materia de derechos y
un código penal que establece el feminicidio como delito.
Entre esos retos menciona la diferencia en los ingresos de hombres y
mujeres, la feminización de la pobreza y los índices de violencia.
"Por eso son tan necesarios las políticas públicas y el apoyo
gubernamental a diferentes instancias, proyectos de empoderamiento
femenino, acceso a la educación, capacitación y evaluación de
indicadores económicos", resalta Pizani.
También la prioridad que se le otorgue a la planificación de
presupuestos desde la perspectiva de género, que repercutan
directamente en el objetivo supremo de la equidad entre hombres y
mujeres, agregó.
Asegurar la presencia femenina en puestos de dirección, a todos los
niveles, no garantiza la eliminación de las brechas de género, pero sí
constituye un significativo avance, más allá del empoderamiento
femenino, en la toma de decisiones que beneficien la implementación de
acciones que reduzcan las desigualdades, concluyó Pizani.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario