1. La democracia al estilo yanqui, mexicano u occidental, de asesinatos, robos y saqueos, de cambios obligatorios de gobierno cada cuatro u ocho años atendiendo una formalidad, de profunda desigualdad, es tonta o absolutamente burguesa. Si el pueblo trabajador manda, pone y quita a sus gobernantes según le sirvan o no, pues podrán estar en el cargo un año o veinte, para eso sirve “la revocación de mandato”. López Obrador no solo firma -podría incluso, para no enojar a los neoliberales empresarios, al PAN y PRI, prometer que se suicidaría- pero si cumple con todo lo prometido y el pueblo exige la reelección, su obligación es obedecer al pueblo –que está por encima de todo-hasta que este lo quite.
2. ¿De dónde surgió esa “fantástica” idea burguesa de cambiar la cara de los gobernantes cada cuatro u ocho años, nombrándola “democracia”, sino de los teóricos burgueses de la revolución francesa y la independencia de EEUU y de sus copiadores de Constituciones? La democracia es burguesa, capitalista, de la minoría explotadora, es la “democracia real o directa de la burguesía”, en toda la historia, no hay otra. Su sustituto es “gobierno de los trabajadores o autogobierno”. Este –como muchas cosas- nunca ha existido por el bloqueo ideológico y real del capitalismo, pero hay que hacer posible lo que hasta ahora parece imposible como la destrucción del capitalismo.
3. Si López Obrador logra acabar con los altos salarios y aumentar los bajos ingresos del pueblo, si logra crecer al país arriba del tres o cuatro por ciento, si incrementa la producción petrolera y baja el precio de las gasolinas, si logra proporcionar buenos servicios de salud y educativos y, sobre todo, libera a decenas de miles de campesinos de las cárceles y las llena con altos delincuentes políticos y empresarios, todos saldremos a las calles a exigirle que continúe en la Presidencia hasta acabar con la pobreza y la desigualdad. Ya en prisión los principales políticos del PRI y del PAN, así como los empresarios estrechamente ligados a narcotráfico, los grupos delincuenciales caerán por falta de alianzas y apoyos.
4. Está bien que López Obrador le diga “sí” y firme toda petición de empresarios, PAN y PRI, para evitar que le corten la cabeza muy pronto; pero esa política que parece de entreguismo y de miedo, debe ponérsele fin mediante el apoyo de masas en las calles. Por algo se ha dicho que Morena es un partido, pero también un “movimiento” y esto sólo puede demostrarse andando. Por ello he escrito en varias ocasiones que debe existir una gran comisión de movilización en los comités de partido en cada estado, dispuesta a concentrar a la gente frente a la burguesía y a educarla en esas batallas. Me recuerda las movilizaciones en la Argentina de Perón, en el Perú de Haya de la Torre y algunas del cardenismo mexicano.
5. Me parecen baladí los dimes y diretes de si López Obrador se reelegirá o no, si vale o no su firma. La bronca es que si soluciona problemas de fondo, si cambia de raíz la situación económica y política del país, si coloca las bases para acabar con el neoliberalismo que dominó el México en los últimos 36 años, será reelecto porque el pueblo lo pedirá. Si por el contrario, en unos años resulta igual que Peña, Calderón, Fox, Zedillo y Salinas, entonces debe ser quemado junto a ellos “en leña verde”, tal como desde hace décadas ha pedido el pueblo. Obvio, devolviendo antes todos los miles de millones de dólares depositados en paraísos fiscales. ¿Alguien podría imaginar cuantos millones de empleos se crearían con esos dineros?
6. En México se han registrado reelecciones de Santa Ana, de Juárez, de Díaz, pero la mucho más prolongada ha sido la reelección de la burguesía que se inició en 1917 con Carranza y puede que haya concluido en 2018 con Peña Nieto. ¿O algún tonto puede decir que algún gobierno no sirvió a la burguesía? De 1917 a 2018 (un siglo) hubo una feroz dictadura de la burguesía contra el pueblo. Hay una ligera esperanza en que López Obrador termine con ella y que los trabajadores todos se eduquen para autogobernarse. Si esta oportunidad no es aprovechada por los lópezobradoristas, por los izquierdistas honestos, por los trabajadores, no estaremos contribuyendo a enterrar el capitalismo y el imperio de los EEUU. (20/III/19)
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