Antonio Gershenson
Desde hace muchos años, hemos
visto y vivido grandes historias con los ferrocarriles en México. Hubo
momentos en que fueron el principal transporte, y ahora eso pertenece al
pasado. Junto con otros bienes, los trenes se privatizaron.
Ahora, con el gobierno de López Obrador, se presenta una oportunidad
para el reinicio del sistema de trenes. Tendremos la recuperación del
mejor transporte: el ferrocarril.
Pero debemos tener en cuenta que se han registrado muchos cambios en
el mundo en materia de ferrocarriles. En Europa durante muchas décadas
tuvo gran crecimiento y como ejemplo de ese desarrollo tenemos la ruta
del Tren Siberiano, por su crecimiento y extensión en ferrovías, de San
Petersburgo al océano Pacífico.
Además, hemos sido testigos de un crecimiento mundial diferenciado
por país, el mayor es el de China, cuya población es la más grande del
mundo. Está a punto de lograr 35 mil kilómetros de vías para
ferrocarriles de alta velocidad y con esto se establecerá un récord
mundial.
Esa velocidad ha sido del orden de 300 kilómetros por hora. Pero
equipos en desarrollo están llegando a los 600 kilómetros por hora.
Se calcula que se tendrán al año 2 mil 300 millones de viajes: es
enorme la cantidad de viajes de ferrocarril que se realizan en China.
Prácticamente hay vías en todo el país y en casi todas las direcciones.
Al sur, van a varios países, y al norte, llegan hasta el Everest, la
montaña más grande del mundo. Las líneas férreas chinas van, también,
hasta India, una nación enorme con altas tasas de población y la segunda
más importante del mundo por sus líneas ferroviarias. Sus redes dejan
atrás a las europeas, que llegaron a ser las más importantes.
Actualmente, son millones de personas que se están transportando por tren en esos países asiáticos.
Cuando estuve en China, hace alrededor de siete años, la mayoría de
las personas se transportaban en tren, especialmente los hombres que
trabajaban en las costas y regresaban a sus hoga-res en los fines de
semana; esto ha sido posible, gracias a la líneas ferroviarias de alta
velocidad. Es pertinente señalar que, no obstante la gran cantidad de
población económicamente activa, no vi a ningún desempleado en sus
calles.
Considero que en México debemos construir ferrocarriles porque es un
sistema de transporte más eficiente, más amplio y limpio. La mejor
solución para el transporte colectivo.
Por ejemplo, en San Petersburgo, antes de las revoluciones de febrero
y de octubre, ya se tenían hasta siete terminales de ferrocarril, cada
una cercana a una salida de la ciudad.
La utilización del transporte aéreo, como se ha privilegiado desde
hace unos años, implica un mayor uso de combustible fósil. La
optimización del transporte ferroviario es una de las alternativas para
la transición energética.
De acuerdo con lo establecido en la Ley de Transición Energética en su artículo 48, los fondos que la administración pública federal destine para la transición energética y el aprovechamiento sustentable de la energía, tendrán por objeto captar y destinar recursos financieros públicos y privados, nacionales o internacionales, para instaurar acciones que sirvan para contribuir al cumplimiento de la estrategia y apoyar programas y proyectos que diversifiquen y enriquezcan las opciones para el cumplimiento de las metas en materia de energías limpias y eficiencia energética.
En este sentido, este fondo de la administración pública federal debe
contemplar la rehabilitación de las líneas férreas y garantizar que
éstas lleguen a cualquier punto de la República Mexicana. Estamos
ciertos que los trenes eléctricos pueden ser la base para la
transformación del transporte público, una que permita la distribución
rápida y más barata de mercancías y de todo tipo de insumos, además de
personas. Los niveles en descenso del uso de hidrocarburos, al mismo
tiempo que promueven la utilización de las llamadas energías
limpias, permitirán la utilización, también optimizada, del petróleo y sus derivados. El combustible de uso cotidiano e indiscriminado debe desaparecer paulatinamente, con un programa adecuado de transición energética, de acuerdo con la ley.
Nos congratulamos por la formación del Consejo Consultivo para la
Transición Energética. En su funcionamiento estará al frente la
Secretaría de Energía y será integrado por un secretario técnico
–subsecretario de la dependencia–, representantes de las secretarías de
Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, así como
dela de Comunicaciones y Transportes, de la de Desarrollo Agrario,
Territorial y Urbano, de la de Hacienda y Crédito Público, de la del
Medio Ambiente y Recursos Naturales y la de Salud. Lo integran también,
representantes de la Comisión Reguladora de Energía, un representante de
la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía, uno más del
Cenace –Dirección General del Centro Nacional de Control de Energía– y
representantes de la industria energética, instituciones académicas y de
diversos organismos no gubernamentales.
La formación del citado consejo es un esfuerzo importante para la
agilización en la rehabilitación del sistema ferroviario nacional con el
cual se estarán dando pasos decisivos para la transición energética.
Será entonces que volvamos a ver, como antes, trenes a lo largo y ancho
de todo el país.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario