Ciudad de México.- Este 2020, México destinó 3 mil millones de pesos
para la atención sexual y reproductiva; sin embargo, el embarazo
adolescente le cuesta cada año al país 21 veces más, es decir, cerca de
63 mil millones de pesos en cifras cerradas.
El impacto económico total del embarazo adolescente y de la
maternidad temprana en México sobre la actividad productiva (empleos e
ingresos) se estima en casi 63 mil millones de pesos, esto representa
0.27 por ciento del Producto Interno Bruto del país, dio a conocer el El
Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en su informe Consecuencias socioeconómicas del embarazo en adolescentes en México.
Esta cifra se obtuvo de sumar la pérdida de ingresos anuales por
desempleo o costo de oportunidad del empleo debido al embarazo
adolescente, que equivale a 3 mil millones de pesos mexicanos, más la
medición de la brecha salarial entre la maternidad temprana y la
maternidad adulta, la cual asciende a una pérdida anual de 59 mil 809
millones 921 mil 131 de pesos.
En total, los costos socioeconómicos anuales del embarazo adolescente
debido a la pérdida de ingresos, empleos y actividad laboral, asciende a
62 mil 975 millones 418 mil 770, es decir, casi 63 mil millones de
pesos en cifras cerradas.
Este costo lo paga el país entero, pero “en primer lugar, el mayor
impacto económico lo registran las mismas mujeres mexicanas, sus hijos y
sus grupos familiares”, reconoció el Fondo de Población.
De acuerdo con el informe, en 2018 una mujer mexicana que fue madre
en la adolescencia tuvo un ingreso medio anual de 46 mil 627 pesos,
mientras que el ingreso de una mujer que fue madre en edad adulta fue de
68 mil 190 pesos mexicanos.
Impacto económico por abandono escolar y gastos en salud
Con el embarazo adolescente, México también pierde en términos
económicos por los costos del abandono escolar, la salud y la no
recaudación fiscal. De acuerdo con UNFPA, 62 por ciento de las mujeres
que han experimentado la maternidad temprana tiene educación secundaria y
sólo 6.68 por ciento tienen educación medio-superior.
El abandono y el rezago educativo vinculados al embarazo adolescente
representan para el país un costo o pérdida anual estimada en 30 mil 908
millones 859 mil 716 pesos.
Además, cada año los servicios públicos de salud destinan 5 mil 884
millones 524 mil 505 pesos mexicanos para atender embarazos y partos de
adolescentes; asimismo, las familias destinan mil 806 millones 549 mil
489 pesos anuales para la atención en salud de las niñas y adolescentes.
Se estima que 107 mujeres adolescentes mueren al año por razones
vinculadas con la maternidad.
Asimismo, toda la sociedad costea las consecuencias de que el Estado
no consiga disminuir el embarazo adolescente, toda vez que el impacto
económico por los ingresos fiscales no percibidos debido a esta
problemática es de 11 mil 265 millones 42 mil 910 pesos.
¿Qué hace México para evitar este impacto económico?
De acuerdo con UNFPA, la única política de México para hacer frente a
esta problemática es la Estrategia Nacional para la Prevención del
Embarazo en Adolescentes (ENAPEA), que se implementó desde hace cinco
años y cuyo objetivo es reducir a la mitad la tasa de embarazos en
adolescentes de entre 15 a 19 años de edad y erradicar el embarazo en
niñas de 10 y 14 años para el año 2030.
Este 2020, México destinó en el Presupuesto de Egresos de la
Federación un total 3 mil millones de pesos para los programas Atención a
la Salud y Salud materna, sexual y reproductiva, entre los que está la
ENAPEA. Estos 3 mil millones de pesos — la máxima cantidad que ha dado
el país para la salud sexual y reproductiva– representan 21 veces menos
de lo que, según estimó UNFPA, pierde cada año el país por los embarazos
adolescentes.
A esto se suma que, año con año, las organizaciones civiles expertas
en derechos sexuales y reproductivos exigen mayor transparencia al
presupuesto asignado y gasto ejercido para la ENAPEA, toda vez que en
2017, el Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir reveló en la
investigación “Evaluación a la Estrategia Nacional para Prevenir el
Embarazo Adolescente”, que la Secretaría de Salud utilizó 40 por ciento
del presupuesto destinada a la ENAPEA en rubros que no tienen relación
directa con las líneas de acción y objetivos de esta estrategia, como la
renta de servicios de maquinaria pesada, pago de servicios como luz y
agua, fumigación y lavandería, sin explicar cómo esos gastos contribuyen
a la prevención del embarazo en adolescentes.
En cinco años, la ENAPEA no ha conseguido disminuir el embarazo
adolescente. En 2019, México todavía era el país miembro de la
Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). De
hecho, según cifras de UNFPA, entre 2009 y 2018 la cifra de nacimientos
en madres adolescentes se elevó.
En 2009, el Consejo Nacional de Población (Conapo) estimó una razón
de fecundidad de 1.74 nacimientos por cada mil niñas de 10 a 14 años,
pero para 2014 la razón de fecundidad pasó a 2.01 y en 2018 llegó a
2.28. Lo mismo sucedió con la tasa de fecundidad en niñas de 12 a 14
años, ya que pasó de 2.82 nacimientos por cada mil niñas en 2009 a 3.34
en 2014 y a 3.77 en el año 2018. México sólo logró reducir la razón de
fecundidad en el grupo de mujeres de 15 a 19 años, al pasar de 69.2
hijos por cada mil mujeres en 2007 a 77.0 en 2012 y luego a 70.6 en
2016.
A la falta de presupuesto se suma que en México persisten barreras
estructurales para el ejercicio de los derechos sexuales y
reproductivos, como la falta de acceso a la salud, ausencia de educación
sexual, desigualdades económicas, políticas y sociales, la violencia
contra las mujeres, y la falta reconocimiento de la sexualidad como
fuente de bienestar y placer, explicó a Cimacnoticias la cocoordinadora
de programa en Balance, Lizbeth Adriana Quezada, al presentar en enero
de 2020 el informe ACELERAR EL AVANCE salud y derechos sexuales y reproductivos para todos, que elaboró entre 2016 y 2018 la Comisión Guttmacher-Lancet.
COVID-19 aumenta el reto
Con la pandemia por Covid-19, el Fondo de Población observó un
aumento de la violencia de género en todas sus modalidades y estimó 114
mil 600 embarazos no planeados, 52 mil 700 abortos, 200 muertes
maternas, 2 mil 600 muertes neonatales y, para 2021, se prevén 21 mil
575 nuevos embarazos adolescentes.
El UNFPA concluyó que para el caso de México, una inversión
aproximada de 108 mil 546 130 mil pesos en educación puede contribuir a
que las niñas y adolescentes concluyan la educación media y superior.
Esta inversión tendría, en términos económicos, un retorno de inversión
de 9 mil 748 millones de dólares, es decir, 217 mil 672 millones 840 mil
pesos.
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