11/29/2014

Cualquier hijo de policía o militar: Papá, reprimiste a muchos jóvenes rebeldes por órdenes del gobierno?


Pedro Echeverría V.
Por la inmediata libertad de los 11  rebeldes
y la aparición de los 43 de Ayotzinapa

Imágenes integradas 11. Padre, ¿Qué son los vándalos de los que habla el presidente, la radio y la televisión, es verdad que son jóvenes rebeldes que quieres derrocar al gobierno para imponer el caos? ¿Por qué hasta en la iglesia se dice que el mundo era un caos hasta que vino dios a organizarlo? ¿Si dios lo organizó por qué no lo hizo con justicia e igualdad de modo que los que trabajan la tierra, en las fábricas, los de trabajos duros y sucios, posean los ingresos necesarios para vivir honestamente y que los que no trabajen –tal como los ricos que poseen mansiones, automóviles, mucho dinero- se les niegue el derecho a poseer? Se me hace que el dios “infinitamente bueno” no intervino y quienes organizaron el mundo eran lo que se llama la clase dominante. 
2. ¿Será que dios haya hecho todo si parece que este mundo está de cabeza? Si el mundo estuviera de pie –como debe estar- todo lo que viéramos sería justo: nadie se iría a la cárcel por  luchar para que haya justicia en México y, por tanto, nadie saldría a protestar contra la represión. Tú mismo, padre, no recibirías órdenes de golpear a jóvenes valientes que arriesgan su vida y su libertad para que haya justicia en México. ¿Recuerdas que me has dicho que como militar arriesgas tu vida al enfrentarte a los jóvenes, pero que tienes que actuar porque así te exigen tus superiores? Aunque los jóvenes jamás acuden armados a las protestas y manifestaciones, creo que sí te arriesgas, porque los jóvenes llevan mucho coraje contra el gobierno acumulado por años. 
3. Papá, ¿Qué pasaría si toda la tropa –viendo que la situación de México se complica y que el gobierno en vez de solucionar los problemas de fondo se dedica reprimir- toma un día el acuerdo de no reprimir a los jóvenes rebeldes? No hijo, esas son tonterías porque no conoces a los jefes. Nuestros jefes han tomado cursos en EEUU, en Colombia, en Perú y muchos lugares y cada vez que regresan son más déspotas y engreídos. Son algo así como robots que no escuchan argumentos. Da la impresión de que en lugar de cursos militares recibieron profundos “lavados de cerebros” para luchar contra todo aquello que se rebele. No hijo, en el ejército, la marina y en asuntos militares no caben consejos porque todas son órdenes de arriba y sin discusión. 
4. Papá, ¿Qué pasaría si al presidente Peña Nieto –ante las graves dificultades que tiene: No crece la economía, el desempleo repunta, los salarios son cada vez más miserables, la inseguridad, las movilizaciones- los EEUU intervinieran automáticamente –como lo han hecho en todos los países- para asegurar que sus intereses estuvieran garantizados? Sus intereses, es decir, sus propiedades, sus inversiones, sus ganancias, sus bancos, sus soldados, sus ciudadanos. ¿Y el ejército mexicano –tú mismo- qué haría? Hijo, nosotros –desde que nacimos como institución- sabemos que sólo debemos recibir órdenes y no podemos actuar por conciencia o a la libre. Pero te diré en antes de renunciar cualquier gobierno prepara las condiciones y se adelantan todos los pasos. 
5. Papi, aunque nos has asegurado dándonos comida, ropa, vivienda, escuela, una vida regular, te adelanto que no sería militar porque es un poco triste no poder decidir acerca de nuestra persona y nuestra vida. Pienso que ser hombre o mujer libre es otra cosa, a pesar de que el sistema esté de cabeza. Aunque te duela debo decirte que a ustedes los mandan a reprimir a jóvenes o a adultos –y a ti sé que te duele, pero no tienen otro camino- porque están defendiendo –de manera natural y con dignidad- sus derechos. ¿Papi, realmente crees que los 11 jóvenes presos, que irrumpieron el 20 de noviembre en la noche frente al Palacio Nacional, se merezcan estar en la cárcel? Nunca los jóvenes han sido violentos en estos casos, pero si los provocan responden con dignidad. 
6. Veía, sentía que mi padre estaba muy preocupado por lo que le decía, pero después de 18 años de trabajar como militar-policía, sólo le quedaba solicitar su cambio a un departamento que no tuviera que ver directamente con la represión mientras llegaba su jubilación. Me decía: Mira hijo, muchos de la tropa hacen méritos para obtener más grados militares. Todos buscan quedar bien con los altos mandos para obtener mejores ingresos y mejores comisiones. No pienses que estar en el ejército es fácil porque también entre nosotros hay mucha competencia para destacar y recibir premios. Por eso lo que sucedió el 20 de noviembre frente a Palacio –donde tuve la mala suerte de estar- no es nada para alegrarse porque habían mucho jóvenes de tu edad. 
7. ¿Y a ti padre no te enviarán pronto a otro país a tomar cursos? Posiblemente no porque ya no me ven agresivo, es decir, dispuesto a hacer acciones atrevidas que en cada momento son necesarias. Quizá por ello no me den otros grados ni me aumente más mis salarios. No creas, ya tengo un poco de miedo porque las cosas en el país parece que se complican mucho. Hace 15 años, gobernaba Zedillo y no se preveía que la descomposición llegara a este grado. Creí que con el gobierno del PAN de Fox vendría la paz y la honestidad y, al contrario la corrupción, la delincuencia y se inseguridad se agravaron. Con el gobierno de Calderón empeoró la situación y parece que hoy nada se ha compuesto y todo sigue igual de mal. Hijo, cúidate, pues sólo pienso en ustedes. 
8. Pienso que si todos los militares fueran bondadosos y cariñosos como mi padre, habría mucho menos violencia en la policía y el ejército. Él habla conmigo y estoy seguro que me escucha. Ha cambiado tanto que si le ofrecieran otro trabajo con idénticos ingresos y jubilación no lo pensaría dos veces. Él sabe y parece decir que a los jóvenes hay que escucharlos, no hay que tratarlos mal para que sus protestas se ventilen y los problemas que plantean sean solucionados. Yo no escogí ser hijo de militar-policía, pero mis estudios y entendimiento me han enseñado que debo ser libre y no un robot subordinado. Desafortunadamente, por pobreza y desempleo ha tenido que actuar en la milicia. Pero todavía es tiempo para que las cosas cambien. (29/XI/14) 

Detrás del discurso de Enrique Peña Nieto, está el Terrorismo de Estado. Enfrente está el pueblo garante que lucha por sus derechos


Detrás del discurso de Enrique Peña Nieto, está el Terrorismo de Estado. 

Enfrente está el pueblo garante que lucha por sus derechos.

 

Ante las manifestaciones anunciadas para el 1° de diciembre en el segundo aniversario de la toma del poder presidencial de Enrique Peña Nieto y ante la memoria de la represión ese día, el Estado se prepara para la represión y realiza secuestros, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias, fabricación de delitos, tortura y persecución políticas acompañadas de campañas mediáticas y supuestos informes de inteligencia para infundir temor.


Sandino Bucio Dovalí, activista poeta, integrante de la Acampada Revolución 132sufrió el intento de posible desaparición forzada y gracias a que contó con el video y la voz de alerta inmediata se pudo documentar que alrededor de las 15:30hrs en las inmediaciones de Ciudad Universitaria, al salir de una asamblea, agentes federales vestidos de civil y usando vehículos no oficiales, lo llevaron con rumbo desconocido, para después presentarlo en la Subprocuraduría Especializada en Investigación de la Delincuencia Organizada, SEIDO. Durante su secuestro lo amenazaban con violarlo y desaparecerlo al igual que a los de Atyotzinapa.

Afortunadamente la voz de alerte inmediata y el video de su desaparición http://youtu.be/02royCklrsk   hizo posible que en la madrugada del 29 de noviembre 2014, pudiera recobrar su libertad y además, de poder acusar a los agentes que lo detuvieron y torturaron.

De la misma manera, 29 de noviembre 2014, se logró la libertad de los 11 detenidos del Zócalo del 20 de noviembre, llevados a penales de máxima seguridad Roberto César Jasso del Ángel, Ramón Domínguez Patlán, Hugo Bautista Hernández, Atzin Andrade González, Juan Daniel López Ávila, Laurence Maxwell Ilabaca (originario de Chile), Luis Carlos Ricardo Moreno, Francisco García Martínez en Perote, Veracruz y de las Hillary Analí González Olguín, Tania Damián Rojas y Liliana Garduño Ortega llevadas a Nayarit, todas las pruebas presentadas en videos que registraron las detenciones arbitrarias y tortura a que fueron objeto y ante la falta de pruebas de los delitos fabricados por la PGR.

 

Deploramos que los agentes federales utilicen este mismo patrón en contra de luchadores sociales. Recordamos que el 15 de noviembre de 2014 a dos amigos de Sandino Bucio Jacqueline Santana, música y estudiante de excelencia de la carrera de economía de la FES Aragón, y Bryan Reyes Rodríguez, músico, maestro de flamenco y estudiante de la Escuela Nacional de Música, fueron detenidos y se les "fabricó" el delito de robo con violencia de  500 pesos a una agente federal acompañada que se encontraba con dos de sus compañeros.

Reforcemos la unidad y esfuerzo para conseguir por la libertad de Jacqueline, Bryal,  los 11 del Zócalo y los 15 libres bajo fianza pero sujetos a proceso detenidos del Aeropuerto del 20 de noviembre y de todos los presos políticos en México.

 

Ahora, es necesario el castigo a los responsables de la falsa acusación, tortura y fabricación de delitos, además de la reparación integral de daños.

 

‪#‎Ayotzinapa ‪#‎AcciónGlobalporAyotzinapa. ‪#‎20NovMxAyotzinapa

http://www.limeddh.net/?p=455

 

http://youtu.be/bgQ4M1TofDg

 

 


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Dr. Adrián Ramírez López
Presidente
Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos A.C.
¡Una llama encendida para los derechos de los pueblos!
¡2005-2015 Década de Lucha contra la Impunidad!

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Programa es Tiempo de Mujeres un espacio de genero en la radio de la Universidad de Guelph, CFRU sabado 29 de noviembre

Desde cfru 93.3 fm la Radio de la Universidad de Guelph
en Ontario, Canadá
escuchalo cada sabado en www.cfru.ca

MUJERES POR LA DEMOCRACIA


Bienvenida al programa de hoy
Noticias de Género en la Red

Género en la mira con

 Daniela Villegas
Angelica Rivera en Marie Claire
hoy egénero en la mira el espacio de nuestra amiga y compañera la maestra en estudios de género Daniela Villegas quien por cierto se encuentra en Sydney Autralia estudiando un doctorado,nos habla sobre el material de la rapera oaxaqueña Mare advertencia lirika con su canción Devuélvanmelas, la música ha sido a través del tiempo una herramienta de denuncia, pero pocos la utilizan, el compromiso de la artista es ya un valor añadido de dar voz a las víctimas de un Estado completamente indiferente, lo mejor que nos puede pasar es escuchar letras con sentido, canciones que nos aporten conocimiento y nos compartan historias con las que debemos por lo menos ser solidarias

“Nos sentimos marginadas y la experiencia que he visto es que las mujeres están sufriendo mucho por el Cambio Climático. Nos está afectando, al campo y a la producción. Ya no se sabe cuándo es cada estación y por eso hemos venido”: son palabras de la lideresa rural boliviana Bertha Guarachi durante un encuentro informativo el 9 de diciembre en las negociaciones climáticas de la COP-20 en Lima, los avances en materia de género han sido resultados de la lucha de las mujeres comprometidas, una lucha feminista que se ocupa por la equidad de género, de espacios, de derechos, la COP-20, dedicó el pasado martes la jornada al “Día De lGénero”, como espacio para reflexionar sobre el rol que deben tener las mujeres en las negociaciones climáticas, entre crecientes corrientes conservadoras sobre el tema

Sabemos que en diversas partes del mundo existen guerras o conflictos donde participan algunos países como Estados Unidos, ya sea con armamento, o con injerencia militar, que por lo general llevan a cabo diversas violaciones a los derechos humanos, una es contra las mujeres y las niñas, la violación es un delito que lacera a la sociedad, no basta con señalar culpables sino con restituir de alguna forma el daño ocasionado, hablaremos sobre una ley que permite financiar servicios de aborto destinados a mujeres y niñas que fueron violadas en contextos de guerra y conflicto, las y los activistas se encuentran ahora trabajando sobre esta la Ley Conocida como la Enmienda Helms, la ley detalla los servicios de salud para mujeres que pueden beneficiarse con la asistencia de Estados Unidos al extranjero, pero se rquiere no sólo de eso sino además atención necesaria después de la violación, tanto servicios sociales y legales como psicológicos y físicos


“Mi vida es un destierro sin retorno. No tuvo casa mi errante infancia perdida, no tiene tierra mi destierro. Mi vida navegó en nave de nostalgia (…) pensaba zarpar un día, y el presentido viaje me dejó en otro puerto de partida” reza el poema Destierro, escrito por Alaide Foppa, una feminista luchó por la libertad y derechos de las mujeres del mundo


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Luchas feministas desde el Sur global




De una punta del Océano Atlántico al otro lado del Océano Pacífico, las hermanas Mirabal, Máxima Acuña y Juana Azurduy figuraron como las mujeres latinoamericanas más representativas este 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en el marco del 13 Encuentro Feminista Latinoamericano y el Caribe (EFLAC XIII) realizado del 22 al 25 de noviembre en Lima, Perú.


Las Mariposas como también eran conocidas las hermanas Mirabal, activistas dominicanas asesinadas el 25 de noviembre de 1960 por la dictadura de Rafael Trujillo en la República Dominicana se convirtieron en símbolo contra la violencia hacia las mujeres, de tal modo que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) designó en 1999, el 25 de noviembre como el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

A 15 años del primer homenaje formalizado por la ONU, a las hermanas Mirabal, se continúan haciendo actos de concientización sobre los distintos tipos de violencia que viven las mujeres, entre los cuales se encuentra la intervención pública de la Alfombra Roja, realizada en un acto de solidaridad feminista con el EFLAC XIII, por el Colectivo Mujer, conformado por mujeres de América Latina, residentes en Sydney, Australia.

Mujeres vestidas de rojo en alusión a la sangre derramada por las distintas violencias vividas por las mujeres, se acostaron sobre el asfalto en la Plaza Iberoamericana de la ciudad de Sydney formando una alfombra hecha del cuerpo social, ese cuerpo femenino que se ve una y otra vez trasgredido, manipulado, violentado por el Estado.


“Hoy en día, el sur del mundo tiene un mensaje: Nosotras, las mujeres tenemos derecho a una vida libre digna sin violencia, decimos Basta, Ni una más, ¡Aborto Sí, aborto no, ESO lo decido yo!”, reclamaron las organizadoras de la Alfombra Roja.

Justo es ése Sur global aquél desde el que se sitúan las feministas de Colectivo Mujer del que habla el académico portugués Boaventura de Sousa Santos como el Sur pero “que no es geográfico sino metafórico: el Sur antiimperial. Es la metáfora del sufrimiento sistemático producido por el capitalismo y el colonialismo, así como por otras formas que se han apoyado en ellos como, el patriarcado”.

Desde la metáfora del Sur global que es más metafórico que materializado geográficamente en un punto exacto, al asumir que dentro de ese Sur pensado como del Tercer Mundo existen profundas inequidades que dan paso a varias riquezas como Nortes que se identifican con lo europeo y de Primer Mundo. Por lo tanto se asume la existencia de varios nortes en los sures y varios sures en los nortes. El Norte y el Sur resultan ser vistos desde una perspectiva simbólica.

De ahí que la acción de la Alfombra Roja en la Plaza Iberoamericana en la ciudad de Sydney se torna profundamente simbólica, pues es un espacio donde se rinde homenaje a los conocidos como héroes de las naciones latinoamericanas, donde justo el único busto de personaje latinoamericano femenino es el de Juana Azurduy, guerrillera del siglo XIX y heroína de la independencia de Bolivia y Argentina.

El papel de la mujeres latinoamericanas en las luchas contra las distintas violencias que experimentan se refleja también en su constante defensa de los recursos naturales y entorno en el que viven, como se señaló en el EFLAC XIII a partir del caso de Máxima Acuña quien ha vivido por 24 años en Tragadero Grande, Sorochuco, en la región de Cajamarca al norte de Perú y desde 2011 ve amenazada su vida, la de su familia y la de los pobladores de la región al querer ser expulsada de su propiedad por parte de la empresa Yanacocha para el proyecto minero Conga.

El pasado mes de agosto un Juez en la región de Cajamarca sentenció a Máxima Acuña junto con su familia a dos años de prisión y al pago de 5000 soles (unos 23,500 pesos mexicanos). El delito, defender sus tierras que según la empresa Yanacocha son propiedad de la minera.

Ante tales atropellos y la criminalización de la protesta es el momento en que más se requiere de la unidad de las feministas alrededor del mundo y especialmente de las feministas de la región latinoamericana y del Caribe para quienes el capitalismo representa un desafío de grandes proporciones y devela las violencias hacia las mujeres que se heredan desde el pasado colonial en América Latina y el Caribe. 

Ya no pueden arrebatarnos la realidad

“Peña Nieto es el primer telepresidente de México. Sus reformas ofrecieron una nueva telenovela nacional, pero demasiado pronto se le atravesó la realidad. Para sobrevivir tendrá que salir de la pantalla y enfrentar lo que está afuera de ella: un país dolorosamente verdadero": Juan Villoro.


 lasillarota.com


Una niña con los cabellos restirados con dipitidoo (jalea para mantener el cabello en perfecto orden)  en una cola de caballo cruel y perfecta, sale a jugar al parque Juárez.  Una pequeña y tranquila ciudad del sureste mexicano, en el año de 1968. La “provincia” que le dicen, tan llena de encantos. Un grupo de muchachos se reúne alrededor del monumento a don Benito, llevan un micrófono, hablan por turnos. ¿Qué dicen? Hablan de cárceles y asesinatos. La niña pregunta: “¿Qué dicen esos muchachos? ¿Mataron estudiantes?  ¿Quién los mató? ¿Por qué? ¿Qué dicen, qué dicen?”.  Hay adultos que sí dan una explicación: “No pasó nada, no escuches sus mentiras, son una bola de greñudos mariguanos”.
Es el año en el que la televisión irrumpió en las salas de algunas familias en Tabasco.  Las olimpiadas. Casi todas las niñas que juegan juntas traen los cabellos restirados con dipitidoo. Creo que esa gelatina y su cotidiana aplicación podría conducirnos a un análisis interesante de los ideales de femineidad de una época. Es el año de las olimpiadas. No sabemos más nada. Nos da por suponer que lo sabemos todo, eso sí. Vivimos llenos de certidumbres a ultranza. La diferencia entre los hombres y las mujeres es clarísima, rotunda, definida hasta en sus más mínimos detalles.  Hay “las mujeres decentes” y “las otras”. Hay “las buenas familias”, y “los otros”. Pretendemos –en toda naturalidad- que los tonos de piel definen vidas, son un destino.
El “no es de una familia conocida” es una frase que levanta barreras casi infranqueables. Nos sentimos buenísimas personas. ¿Cómo les digo? A una no se le puede ocurrir que está enredada en un discurso excluyente y discriminatorio cuando se haya convencida/o de vivir en el exacto y correcto orden del mundo.  Es un hecho: no hay ningún otro orden en ningún otro mundo. Una mezcla de genética y designios divinos, me imagino.  Son las olimpiadas. No sabemos más nada. Natasha Kushineskaya, arrasa con el corazón de las/los mexicanos. La niña dipitidoo tiene aspiraciones en la vida: ganarse algo de la gracia de Natasha, un algo de sus maravillosos desplantes en la pista, ser una mujer “decente” y que la virgen María la libre de casarse con un “mariguano”.  Los mariguanos y las indecentes, eso sí existe, hasta en las mejores familias.
¿Me deslizo en la ironía? Es cierto, pero yo amé  ese mundo. Era el mío. Mi único mundo conocido. No sé qué “falló” en el camino. No lo sé. No sé por dónde otras realidades se fueron infiltrando por las ranuras de las ventanas, atravesando las paredes. No sé en qué momento se me ocurrió que podíamos estar equivocados. En algo, quizá. A veces. ¿Acaso los adultos podían estar equivocados? No sé en qué momento me convertí en una niña “rara” y “traumatizada”, a la que ya no le interesaba ganar el maratón de las comulgadas para coronar a la virgen el diez de mayo.
¿En qué momento una/o se convierte en un/a traidor/a  de todo aquello a lo que ama? Creo que sucede por “defecto”. El dolor invade las fortalezas. El dolor atraviesa los puentes levadizos que no logran retirarse a tiempo.  Hay un dolor que está hacia adentro –oh, sí, siempre está- que fluye y se encuentra con “eso” que viene de fuera. Yo no sé cómo sucede que un día la realidad de la injusticia social es más fuerte que todo lo que pudieran decir Jacobo Zabludovsky y Lolita Ayala.
Yo no sé cómo sucede que una noche a una se le derrumba su mundito en la cabeza y sabe que no es, nunca podrá ser lo suyo ese territorio de: “Es una fácil”. “Es un maricón”. “Lo único que quieren esos resentidos es alborotar a la indiada”.  Yo no sé en qué momento esas palabras, esa realidad que nombra esas palabras, se escuchan como puñaladas. No es una elección, nada más sucede. ¡Oh!, qué deseos surgen de que la televisión se funda a la hora de las noticias. Qué deseos de llorar a gritos en el patio del Colegio de religiosas, a mitad de la iglesia: “Nada de esto es cristiano. Nada”. La información apenas nos llegaba. Editada, distorsionada. Y sin embargo, por las ranuras se colaba la incoherencia. Basta mirar tantito alrededor, se colaba.
Mirábamos las telenovelas. El “guapo” se va a enamorar de una mujer que se dedica al trabajo doméstico con un salario miserable, lo que es horriblemente injusto, no porque estemos ante la explotación laboral, sino porque ella es “güera” y entonces lo que le pasa es terrible, ¿cómo terminó en el lado equivocado de la acera? Luego se va a descubrir que a ella de chiquita se la robaron unos gitanos, o algo así. La vida –a través del guapo millonario- repara la injusticia. Él la desposa y la convierte –por fin- en una “mujer digna”, que se sienta en la sala de una casa iluminada por candelabros de los que cuelgan largas gotas de cristal cortado.
Yo amé ese mundo, yo lo amé, yo me aferré a él con todas mis fuerzas hasta el principio de la adolescencia.
Pero las calles se inundaban. Un “algo” invisible se deslizaba hasta la sala de la casa y escalaba los zapatitos de charol.
La vida puede ser otra cosa.
La vida está en otra parte.
Así, como si se tratara –sobre todo- de un problema geográfico.
Aquellos tiempos, que me digo. Aquellos tiempos. México ha cambiado tanto, que me digo. Tanto. Hay reduccionismos que ya son imposibles.
¿De veras?
Y sin embargo, ¿cuántas veces a través de los años he cerrado los ojos ante las notas –cotidianas- que describen feminicidios? ¿Cuántas veces he dejado “para después”, esos mails que me hacen llegar activistas contra la violencia de género? Miedo de asumir el horror que está allí. Me aferro a las telenovelas que no veo, a los zapatitos de charol que se me quedaron incrustados en el alma, al dipitidoo que no me deja pensar.
Como si bastara con cerrar los ojos. Como si sumarnos al silencio no fuera una manera tremenda de perpetuar el horror. Como si se valiera tener miedo. Como si la impotencia fuera más grande que la esperanza.
Ayotzinapa
Como un llamado inapelable para millones de personas. Como un cuestionamiento que hiere y sangra. Como un parteaguas. Un vuelco que habrá que ir dando, reflexionado y despacio.
Un orden que se revierte: la esperanza –hoy- es más grande que la impotencia.
La impotencia es el resultado de millones de ciudadanos aislados hacia adentro de sus casas. Somos más, cada vez más en las calles. Compartiendo, conversando. Imaginando estrategias pacíficas.
Hay Méxicos que marchan porque nos urge cambiar, entiendo “marchar” como una actitud hacia la realidad actual. No todos pueden participar de las marchas. Me refiero a cómo vivimos este parteaguas. ¿Es un parteaguas?
Y hay tantos otros Méxicos, tantos.
¿Cómo negarlos? Dice, escriben, piensan:
“Las marchas de acarreados”. “¿Quién los azuza?”. “Pobres adoctrinados”.  “Qué bueno que mataron a esos zánganos”. “Que los maten para que no se reproduzcan”. “Habrá que investigar si la violación es culpa de él, o si ella lo provocó”. “Que regrese Díaz Ordaz”, “Resentidos y nacos”. “Lo único que quieren es desestabilizar al país”.  “¿Por qué no educaron a como se debe a sus hijos?”. “¿Querían venir a manifestarse, putas?”,  “Deja de explicarme tonterías, yo vi las escenas en la televisión”. ¿Van a cambiar México saqueando al Oxxo para comer Sabritas? “Por qué no se van a vivir todos a Cuba?”.  “Puras lesbianas y rojillos muertos de hambre”.
Así va. También. Así va.
El dolor en la piel del otro… no nos alcanza. Es suyo, lo dejamos solo.
No nos basta para dolernos, para entender.
Conozco tan bien ese México en donde el Mal sólo sucede porque alguien anda “en malos pasos”, no trae la carga genética adecuada, no lo educaron a como debe de ser.
Ese México que se atrinchera en la negación, aunque el desastre les muerda los dedos de los pies…
La realidad real y la “realidad” televisada
Nos retiramos de la marcha a tres cuadras del zócalo, comenzamos a caminar hacia Bellas Artes, vimos entrar al último contingente por la calle 5 de mayo: Feministas contra la violencia. Las mantas y pancartas denunciaban el feminicidio, llamaban a la suma de causas indispensables: Los 43 desaparecidos, y los miles de niñas, adolescentes y mujeres desaparecidas y asesinadas en México.
En toda impunidad.
Esa parte de la marcha, la que avanzó durante horas por la calle de cinco de mayo, la
cerraba la danza milenaria de un grupo de concheras. La tarde transcurrió en paz. Amable, solidaria. Largos contingentes silenciosos. Consignas. Música.
¿Verdad que fuimos miles y miles viviendo esa realidad?
¿Verdad que transformar la realidad de manera pacífica nos parecía/nos parece tan inminente y posible?
¿Quién podría arrancarnos la realidad real?
Uno, dos, tres, cuatro… hasta 43.
Llegamos a casa de una amiga congeladas/os en el cuerpo, y con el corazón tibiecito y abrigado.  Las preguntas eran las que casi todas/os nos hacemos: ¿Hacia dónde vamos? ¿Cómo evitar el desgaste y la desmovilización? ¿Cómo se articula un movimiento social tan rico y diverso? ¿Cómo vamos hacia una suma de “causas”, en la que cada reivindicación específica de equidad y justicia sea respetada? Qué pasmosa horizontalidad.
Encendimos la televisión.
La marcha pacífica se había convertido en el zócalo en una oleada de pánico y violencia. En dos frases los conductores mencionaban “la marcha pacífica”, y de inmediato las escenas, tanto más poderosas que las palabras, se deslizaban sólo, sólo, sólo hacia la violencia. Sin duda cierto que un pequeño número de personas, pequeñísimo comparado con los miles y miles que marchamos, realizaba actos de violencia. 
Nos seguimos preguntando: ¿Les pagan por destruir? ¿Están convencidos de que la violencia es el camino? ¿Ambas realidades se suman? Retomando las palabras de  Navegaciones Pedro Miguel: “Las tres magnas columnas que convergieron en el Zócalo marcharon impulsadas por la ausencia de los asesinados, la incertidumbre de los desaparecidos, el dolor de los padres; por la rabia contra los atroces, los indolentes y los encubridores y cómplices; por la solidaridad con las comunidades sometidas a guerras depredadoras, y por la empatía que borda tejido social en las calles entre miles de caras desconocidas y –el agravio se suma a la lista– por la exasperación ante la sempiterna repetición del duelo entre toletes y provocadores: los pagados y los que, de manera gratuita, prestan sus inestimables servicios al Estado al que dicen odiar”.
Me permito reproducir este video grabado por Adriana Hernández en el Zócalo.
Las escenas en la pantalla: los granaderos atacaban a “los vándalos”, y aquello, en esa “realidad” que suelen inventar las televisoras, parecía, quería parecer, pretendía parecer: los granaderos en la heroica defensa de la Patria a punto de ser devastada por el “extraño enemigo”. Nos quedamos atónitos. Las imágenes de los encapuchados se repetían desde diversos ángulos en una interminable recreación de la violencia.
Después corría un video que nos llevaba a los enfrentamientos durante la marcha hacia el aeropuerto. La exhibición de la violencia nocturna y diurna. La violencia.
¿Acaso suponen que la realidad real se puede editar de esa manera? Lo dan por hecho. ¿Por qué no funcionaría hoy, lo que funcionó por décadas?
No quedaba nada de los rostros en duelo de las familias de los desaparecidos. Nada de los cantos de los jóvenes de la escuela de música. Nada del contingente de H.I.J.O.S. Ni del Movimiento por la Paz y la Justicia. Encapuchados. Granaderos. Una manifestación de 30,000 personas (según las cifras oficiales) se disolvía entre escudos, toletes, bates y piedras.
Toda diferencia guardada porque cada circunstancia es y ha sido específica, esa noche sentí que me avasallaban varios Méxicos. Como en una alucinación volví a ver a Natasha Kishinskaya. Etérea, maravillosa. Volaba. Volví a ver a los “greñudos mariguanos” del parque Juárez. No había nada que cuestionarle a las instituciones. Nada. Eran los guardianes del bien y el orden. Alguna vez fuimos esas/os niñas/os que miraban las noticias “y se educaban”.
Sentí un largo dolor retrospectivo. Allí está, lo mismo. Digo evidencias, ya lo sé. En mi casa no hay televisión, el jueves descubrí que es un error. Hay que mirar de cerca lo que hacen con la realidad. No sólo decir: “ya sé lo que hacen, ni para qué lo veo”.
La realidad real tras las horas de marcha pacífica comenzó a circular de inmediato por las redes sociales. Fotos, videos, testimonios. Los granaderos acosando y golpeando a ciudadanas/os lejanísimos de un coctel Molotov. Pánico.
Sembrar el pánico.
Inventar el escenario de la violencia desatada.
No tienen manera, me digo, no tienen manera de arrebatarnos la realidad.
A la mañana siguiente, desde este México herido, llamé hacia otro México.
No lo pensé así, por supuesto.
-“Quieren destruir al país, a qué intereses sirven esos pobres manipulados?-¿Viste en la televisión lo que hicieron? No respetan nada. Dice el periódico que eran miles, ahora la mayoría está contenida, pero al rato  comienzan todos a quemar carros, a destruir casas y comercios.  Van contra la propiedad privada. ¿Te imaginas?  Odian a la sociedad. ¿Quién los azuza? Los resentidos los envenenan contra la sociedad”.
-“Fue una marcha pacífica e interminable”.
-“¿Pacífica? ¿Sigues sin televisión? ¡Infórmate! Si los dejan destruyen a la sociedad”.
La “sociedad”, pues.
¿Ya les dije? “La sociedad”.

@Marteresapriego

Nuevos retos y desafíos para los feminismos de ALC



Lima: XIII Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe (EFLAC)

Redacción AmecoPress

Lima, 27 nov. 14. AmecoPress.- Después de tres días de intensos debates culminó el XIII Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe (EFLAC) con nuevos y retos y desafíos orientados a seguir construyendo un mundo sin opresiones para las mujeres y todas las personas, a partir del reconocimiento de las múltiples expresiones e identidades feministas que enriquecen sus apuestas y luchas.

La cita feminista también mantuvo aspectos clave de su agenda como la despenalización del aborto y la erradicación de todas las formas de violencia contra las mujeres en su amplia diversidad.


El evento reunió a 1.500 feministas de los países de ALC entre el 22 y 25 de este mes en las instalaciones del Parque de la Exposición de Lima donde se instalaron los espacios para el desarrollo de sus plenarias, casi un centenar de actividades autogestionadas y otras abiertas a todo público que tuvieron lugar en el Centro Cultural de España y el Auditorio Taulichusco.

La lectura de la declaración final estuvo a cargo de la feminista peruana Gina Vargas Valente, quien inició expresando la riqueza de los tres días en el EFLAC donde se reconocieron, aprendieron y disputaron miradas, posicionamientos e interpretaciones que han aportado a la construcción de conocimientos colectivos.
Sin embargo, indicó que quedan pendientes nuevas interrogantes y enredos ante los cuales no existe una sola respuesta, lo que evidencia la riqueza de los feminismos de América Latina y la vigencia de los EFLAC como espacio para seguir encontrándose y debatiendo.

Respecto del horizonte de interculturalidad e interseccionalidad que orientó la reflexión del primer día de plenaria, la declaración destacó la diversidad feminista politizada que reconoce las distintas ubicaciones sociales, económicas, culturales, sexuales, geopolíticas y de estrategias, así como las diferencias y desbalances de poder al interior de los feminismos.

Al respecto, el documento precisa que se esfuerza por cuestionar dicha situación y mencionó la exigencia de presencia y palabra que hicieron sentir las feministas negras durante el EFLAC.

Sobre el horizonte referido a la sostenibilidad de la vida, la declaración señaló que la relación entre capitalismo, heteropatriarcado y colonialidad ha resuelto el sustento de la vida con la explotación del trabajo de las mujeres a favor de la acumulación de los mercados. Y alertó sobre el hecho que el avance del capitalismo extractivo y depredador amenaza la sostenibilidad de la vida, lo que pone en cuestión los actuales modos de consumo y producción.

En torno a Cuerpo y Territorio, abordado en la tercera plenaria del EFLAC, la declaración presentó contenido más amplio. Valoró la variedad de territorios y cuerpos desde donde se construye el discurso y la práctica feminista y reafirmó que ambos son parte central de las luchas feministas.

En ese sentido destacó la reflexión dada desde diferentes posicionamientos y cosmovisiones por la multiplicidad de actoras feministas como las jóvenes, las de sabiduría acumulada, urbanas, rurales, indígenas, negras, lesbianas, mestizas, heterosexuales críticas, con discapacidad, transexuales, trabajadoras sexuales, trabajadoras del hogar, migrantes Ante la imposibilidad de que un EFLAC pueda desenredar por sí solo los nuevos desafíos, remarca la necesidad de que sean visibilizados y reconocidos para ser pensados colectivamente en sucesivos encuentros.

Asumiendo el reto permanente de pluralizar los feminismos, el documento plantea encontrar la forma de poner en diálogo –no de acuerdo- el reconocimiento e intercambio de los diferentes posicionamientos, donde la disidencia nutra las reflexiones pues cuando las disputas son reconocidas y trabajadas, el movimiento crece y amplía su horizonte de posibilidades.

La declaración final también abordó uno de los nudos críticos en este EFLAC referido a la identidad de género disidente y a la exigencia de incorporar a personas trans masculinos en los EFLAC en tanto sujetos fuera de la mirada dicotómica hombre-mujer.

Sobre este punto, la plenaria acordó trabajar un mecanismo que haga posible el desarrollo de un proceso de reflexión cuyas conclusiones se lleven al siguiente EFLAC.

Además de lo señalado, el cónclave feminista reconoció otros nudos y retos ante los cuales declaró su compromiso de trabajar por la erradicación de la criminalización de sus decisiones, cuerpos y sexualidad, y por la despenalización del aborto y la libertad de las mujeres presas por realizar esta práctica como ocurre con las 17 en El Salvador.

Hizo suya la demanda por la aparición con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa (México) y expresó su consternación por la impunidad ante la violación de los derechos humanos en el país. También se solidarizó con las mexicanas que denuncian la desaparición forzada y el feminicidio y con todas las que en la región de ALC sufren persecución por el ejercicio de esta lucha.

Se comprometió a continuar las luchas contra el racismo y colonización de los cuerpos de las mujeres y de sus territorios, y a sostener su demanda de justicia para las mujeres indígenas y el término de las persecuciones, encarcelamiento y asesinatos que vienen sufriendo.

Asumió como suya la causa de la campaña Agua sí Oro no de las mujeres de Cajamarca-Perú y exigió la libertad de la campesina Máxima Acuña, acosada judicialmente por defender su territorio, y de Dina Mendoza, criminalizada por defenderla.

Sobre el conflicto armado interno demás de 60 años en Colombia, denunció la utilización del cuerpo femenino como territorio de guerra y demandó que las feministas tengan presencia protagónica en el proceso de dialogo y construcción de paz en dicho país.

Se solidarizó con la lucha de las trabajadoras sexuales por el reconocimiento de todos sus derechos e indicó que el asunto de la diferencia entre trata y trabajo sexual merece más debate y profundización al interior de los feminismos.

También reconoció que es la sociedad patriarcal la que discapacita los cuerpos de las mujeres, lo que constituye otra forma de discriminación invisible que las feministas se comprometieron a deconstruir, combatir y erradicar.
Fotos: Archivo AmecoPress

"El movimiento de mujeres es la fuerza civil más resistente en el mundo"


Patricia Sánchez Espinosa, abogada y periodista mexicana

 Gloria Analco

México DF., 26 nov. 14. AmecoPress/SEMlac.- La principal resistencia civil en el mundo la han protagonizado las mujeres por su tenaz lucha "a no desaparecer", declaró Patricia Sánchez Espinosa, experta en movimientos ciudadanos que, en forma pacífica, han derribado gobiernos.

El sistema patriarcal, a través del tiempo, ha tratado de borrar a las mujeres de todos lados: de la historia, de la política, de las organizaciones e inclusive, de la economía, afirmó la especialista, para quien una de las formas de la actual resistencia civil "es visibilizar lo que se ocultó en el pasado".

Agregó que el reto principal "es ver de qué manera escribimos libros de historia donde aparezca la real participación que han tenido las mujeres a través de los tiempos".

Sánchez Espinosa, abogada y periodista mexicana, fue entrevistada por SEMlac luego de haber dictado una conferencia sobre "La construcción de una ciudadanía", a propósito de la presente coyuntura en la que "la masacre de Ayotzinapa", como ya se le conoce a la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de esa localidad del estado de Guerrero, "ha prendido la chispa que muchos y muchas esperaban para que despertáramos".

En sus declaraciones, Espinosa precisó que las mujeres siguen resistiendo y luchando para vencer el rechazo a crear políticas públicas que cierren la brecha entre hombres y mujeres, y consideró que hay todavía muchos muros que derribar para evitar que se perpetúe la condición de vida desigual entre ambos, con lo cual se pretende someter a una perenne discriminación a más de la mitad de la ciudadanía mexicana.

La única manera de salir de esa condición, dijo, "es aprender a usar nuestra voz, recuperar el valor que por tanto tiempo se nos negó por el hecho de ser mujeres y hacer valer que este mundo es tan nuestro como de los hombres".

Respecto a la peor de las violencias que sufren muchas mujeres, la del feminicidio, señaló que tenemos que salvarnos a nosotras mismas, porque si seguimos confiando en que el Gobierno lo hará, podríamos morir o ser asesinadas mientras esperamos".

En su charla, consideró que las y los mexicanos debemos ser responsables en este momento coyuntural que estamos viviendo y no dejarnos llevar por la tentación de la violencia.

"Tenemos la oportunidad de transformar México" -puntualizó- y opinó que la única manera en que la ciudadanía puede aspirar a construir un país democrático y justo es a través de métodos no violentos y de resistencia civil, y no mediante un levantamiento armado.

Durante su intervención, que tuvo lugar el pasado 20 de noviembre en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), proyectó un documental que recoge los detalles de cómo estudiantes de Serbia se documentaron con bibliografía sobre "la no violencia" para derribar el gobierno de Slobodan Milosevic, en unas elecciones en las que él buscó su reelección en forma fraudulenta.
"La forma en que luchemos determinará aquello que consigamos. Es incomprensible manifestarse en contra de la violencia mediante hechos violentos. Es absurdo buscar la democracia a través de actos antidemocráticos", recalcó.

Agregó que existe la falsa idea de que la no violencia o la resistencia civil pacífica se relaciona con la inacción, la cobardía o la sumisión, pero que nada está más lejos de la realidad, ya que ha habido varios casos de éxito en que el poder popular logró imponerse de manera pacífica para cambiar la forma de gobierno.

Mencionó los casos de Mahatma Gandhi, en la India; de Nelson Mandela, en Sudáfrica; la Revolución Cantada, con la que Estonia logró la independencia de la otrora Unión Soviética; la Revolución Naranja, cuando Ucrania logró establecer un sistema democrático; el Movimiento Solidaridad encabezado por Lech Walesa, que derribó un gobierno totalitario en Polonia, entre otros.

Patricia Sánchez, que contó con un público de académicos, periodistas, activistas y estudiantes, dijo que la lucha no violenta se basa en la fuerza de las masas y, por tanto, del convencimiento de la gente de que el fin que se persigue es justo.

Puntualizó que el poder de cualquier jefe de Estado depende de la obediencia y cooperación de sus gobernados, pero que una vez que ese respaldo es retirado, el personaje en cuestión se desmorona. "Es cuando recurren a la violencia, lo cual es señal de que han perdido el apoyo popular", dijo.

Además, agregó, recurren a calificar a sus opositores como "vándalos, delincuentes o terroristas" para justificar la represión, y frente a esto manifestó que la población descontenta tiene la opción de mostrarle al mundo que es una mayoría la que no está de acuerdo con ese régimen, como mostró la película que proyectó sobre la caída de Milosevic, donde el trabajo intenso y bien organizado de los estudiantes fue sumando cada vez más fuerzas entre la población, hasta que una aplastante mayoría le mostró que había quedado minada su legitimidad.

Concluyó que, para que un movimiento de masas tenga éxito, es importante contar con una organización y objetivos claros sobre lo que se quiere conseguir, además de armarse de estrategias sustentadas en sumar cada vez más fuerzas.

Foto: Archivo AmecoPress. Patricia Sánchez Espinosa, abogada y periodista mexicana.