5/31/2025

Avanzan preparativos para la XVI Conferencia Regional de la Mujer de América Latina y el Caribe con sede en CDMX

 

.-Ciudad de México.- La región de América Latina y el Caribe estarán en la mira durante la XVI Conferencia Regional sobre la Mujer que se celebrará del 12 al 15 de agosto en la Ciudad de México. En coordinación con ONU Mujeres y el Gobierno de México, se han producido las primeras reuniones subregionales a fin de reconocer las diversas necesidades de las mujeres los márgenes de lo político, económico, social, cultural y ambiental.

En cada uno de estos encuentros, la representación de cada gobierno y organismos internacionales expusieron algunos avances en sus respectivos informes que presentarán en la Conferencia, siendo el tema principal: la transformación estructural y cultural para impulsar la sociedad del cuidado y la igualdad de género.

De este modo, se esbozan los primeros pasos en aras de conmemorar la XVI Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, una reunión punta de lanza en el mundo que se celebra desde 1977 cada 3 años, considerada la reunión por la defensa de los derechos humanos de las mujeres más importante de la región; un foro que nació de la articulación feminista. En el caso particular de México, esta es la segunda ocasión que es sede; la primera en 2004 cuando fue casa de la Novena Conferencia Regional y ahora, 21 años después, albergará la décimo sexta conferencia regional.

La línea de actividades estará construida de la siguiente forma:

  • Presentación de la hoja de ruta de la XVI Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe – del 12 al 15 de agosto en Ciudad de México.
  • Una vez presentados, se elaborarán documentos de cada una de las delegaciones y se hará lectura de las demandas de la sociedad civil.
  • El jueves 14 de agosto se darán 3 mesas de trabajo enfocadas en el desarrollo de políticas públicas de cuidado.
  • El viernes 15 de agosto, como cierre, se dará una conmemoración llamada «Memoria y Futuro» que recordará los 50 años de la Primera Conferencia Mundial sobre la Mujer (1975) y los 30 años de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing (1995), seguido por la consideración de los acuerdos y la clausura.

Así, estos son los aspectos más destacables de qué sucedió en estas reuniones preparativas y algunos apuntes que son imprecindibles a reconocer a 3 meses de esta conferencia internacional.

Mujeres en el Caribe: Lucha contra el cambio climático y migración

Con sede en Barbados, esta reunión convocó a las y los representantes de los gobiernos del caribe anglófono para discutir aportes sustantivos y construir el documento de posición que presentará en la próxima conferencia, además, de poner la lupa cuáles son los avances de cada Estado.

La reunión fue inaugurada por Diane Quarless, directora de la Sede Subregional de la CEPAL para el Caribe; Isiuwa Iyahen, directora ad interim de la Oficina Multipaís de ONU Mujeres para el Caribe; y Daniela Pacheco, directora de Política Exterior Feminista y Cooperación Internacional de la Secretaría de las Mujeres de México, en representación de México.

¿Qué se discutió aquí?: Teniendo como eje rector el objetivo general de la sociedad de cuidados, se colocaron sobre la mesa algunos de los desafíos -y obstáculos- que han cooptado y atravesado la autonomía de las mujeres: los movimientos migratorios y el cambio climático.

Según atajaron las representantes de Anguila, Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Granada, Guyana, Islas Turcas y Caicos, Jamaica, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, Surinam y Trinidad y Tobago, existe un rezago importante para cambiar rumbo a la sostenibilidad de la vida y la corresponsabilidad. Esto está ligado a los fuertes flujos migratorios; familias desplazadas en busca de mejores oportunidades o a causa del cambio climático. Una dinámica que termina por dejar a la mujer como único sostén del hogar y cuidadora de la familia.

Para las voces caribeñas, el eje transversal de la sociedad del cuidado es frenar los impactos ambientales -y sociales- que el cambio climático acarrea y que tiene particular impacto en las mujeres.

Mujeres al Sur de América: Pobres instituciones y marcos normativos

El 8 de abril se gestó esta reunión y fue inaugurada por Ana Güezmes García, directora de la División de Asuntos de Género de la CEPAL; María-Noel Vaeza, directora regional para las Américas y el Caribe de ONU Mujeres; y Citlalli Hernández Mora, secretaria de las Mujeres de México, en su calidad de país anfitrión de la XVI Conferencia Regional.


Los problemas esenciales que se identificó en esta parte de la región fue un «nudo estructural» que no está permitiendo avanzar hacia mejores sociedades. Este «nudo» hace alusión a todas las condiciones que el sistema impone a las mujeres y a las estructuras del Estado que se traduce a pobres políticas públicas e instituciones ineficientes.

Se destacó que en esos países 1 de cada 4 mujeres no cuenta con ingresos propios, en contraparte, 1 de cada 10 hombres enfrenta esta misma situación, según datos del Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe. Los problemas expuestos desde la CEPAL para el Sur de América fueron:

  • Baja capacidad de crecimiento
  • Elevados niveles de desigualdad
  • Débil gobernanza institucional
  • Feminización de la pobreza
Gabriela Rivadeneria, directora de la Cooperación Técnica de la Secretaría de las mujeres dio a conocer en esta reunión que se conformará un Comité Organizador para garantizar el éxito de la Conferencia Regional, además de que México impulsará espacios autogestionados como el Foro Feminista y el Foro Parlamentario.

Desde esta parte del continente, se realizó el compromiso de llevar a la Conferencia la diversidad de las voces de la región, priorizando las necesidades de las mujeres indígenas y de las organizaciones civiles. En esta reunión, se contó con la participación de Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay, Perú, Uruguay, Venezuela y Ecuador.

México y Centroamérica: Crimen organizado y migración

Celebrada el 9 de abril, esta reunión subregional fue convocada por ONU Mujeres, la CEPAL y el Gobierno de México. Aquí participó la titular de la Secretaría de las Mujeres, Citlalli Hernández Mora y representantes de los gobiernos de Costa Rica, Cuba, Honduras, Guatemala, Nicaragua, Panamá y República Dominicana.

El documento de posición para esta parte de la región se titula «La sociedad del cuidado: gobernanza, economía política y diálogo social para una transformación con igualdad de género», y fue Ana Güezmes García, directora de la División de Asuntos de Género de la CEPAL quien presentó los avances de este documento donde se destacó que:

«Los procesos demográficos, las tendencias epidemiológicas y el cambio climático aumentarán los requerimientos de cuidados en los próximos años. Necesitamos un pacto regional que garantice el cuidado como derecho humano y bien público, con mecanismos de financiamiento sostenibles y corresponsabilidad social y de género» -Ana Güezmes García, directora de la División de Asuntos de Género de la CEPAL.

En representación de México y durante la presentación del esbozo de la hoja de ruta, Gabriela Rivadeneira, directora general de Cooperación Técnica de la Semujeres señaló que, si bien se impulsará una Conferencia transformadora, el Estado también debe reconocer su rol promotor sin perder de vista los fenómenos que han obstaculizado el acceso a una sociedad de cuidados y sostenible: la violencia, el crimen organizado y la inseguridad alimentaria.

Estos ejes estuvieron presentes y destacaron como los elementos únicos, es decir, en ninguna otra conferencia subregional se reconoció el impacto del crimen organizado y su nexo directo en recrudecer el trabajo de cuidados de las mujeres. Los efectos tienen distintas causales, sin embargo, se puede ejemplificar con el trabajo de las madres buscadoras; víctimas indirectas del crimen organizado, que dedican su vida a buscar a sus seres queridos volviendo insostenible el trabajo de cuidados.

El comentario de Gabriela Rivadeneira no sólo fue atinado, sino que además, esbozó las diferencias que atraviesa a cada mujer de la región; no sólo es caer en la trampa de hablar de cuidados como eje económico, sino realmente, comprender todos los efectos que contribuyen a que las mujeres no accedan a una verdadera autonomía. Y al menos, en la región de Centroamérica y México, el crimen organizado y la inseguridad, golpea fuertemente a las mujeres que intentan sostener sus hogares ante crisis como la desaparición de sus seres queridos, los homicidios, el reclutamiento forzado y el feminicidio.

Entretanto, el resto de los países reforzaron el compromiso de promover sistemas de cuidados y estrecharon la posibilidad de fortalecer alianzas con los países vecinos de Centroamérica.

«Las Reuniones Subregionales permitieron avanzar en la construcción colectiva de una visión compartida sobre la sociedad del cuidado como pilar de un nuevo modelo de desarrollo en América Latina y el Caribe. Este proceso reafirma el compromiso de los Estados con la Agenda Regional de Género y con el fortalecimiento del multilateralismo, en un momento clave para renovar pactos sociales, consolidar políticas públicas transformadoras y proyectar soluciones regionales con impacto global.» -ONU Mujeres

Ley «agresor sale de casa», avanza en Comisiones. Pendiente conocer garantías de seguridad para mujeres

 

La presidenta de la instancia indicó que el espíritu del dictamen radica en la salida del ofensor del domicilio para garantizar el derecho a una vida libre de violencia, de mujeres, niñas, niños y adolescentes, por lo que se modifica la fracción VII del artículo 34 Quáter de dicho ordenamiento.

La iniciativa «el agresor sale de casa» es un primer paso para separar al agresor de la víctima, esta no contempla que en México solo el 28.6% de los hogares son encabezados por una mujer, quien es propietaria de la vivienda, frente a los 71.4% de los hombres, según datos del INEGI. En las zonas rurales, la brecha es aún mayor, pues solo 22.7% de las mujeres tienen casa propia en comparación al 77.3% de los hombres.

Si bien, la iniciativa especifica que no importa de quién sea el hogar y que las mujeres no necesitan acreditar que la propiedad es suya, ¿qué pasará con aquellas que viven en el hogar de los familiares de su agresor? o ¿cómo se aseguran que el agresor no tome represalias conociendo la ubicación exacta de donde la víctima y sus hijas e hijos se encuentran?

Estas cuestiones no se abordan explícitamente en el proyecto para reformar la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.

El proyecto «El agresor sale de casa» fue una propuesta en 2020 de la entonces jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, la cual fue implementada en la Ciudad de México durante la administración del expresidente Andrés Manuel López Obrador. Como su nombre lo indica, se prioriza que sea el agresor quien abandone el domicilio en donde habita la familia. Más tarde, en 2024 Citlali Hernández, titular de la Secretaría de las Mujeres, propuso replicar esta iniciativa a nival nacional.

Durante la discusión de la Comisión de Género, la diputada María Teresa Ealy apuntó que la iniciativa representa una medida esencial y urgente para resguardar la integridad y seguridad de las víctimas y así avanzar en la protección de sus derechos, especialmente el de las mujeres; por lo que, el proyecto «es paso más en esa ruta de avance y consolidación de los derechos de las mujeres».

La diputada Katia Castillo mencionó que no se puede seguir permitiendo que sean las mujeres víctimas de violencia quienes tengan que huir, esconderse o dejar su vida atrás parara mantenerse a salvo: «La carga no debe recaer en quien ha sido violentada, sino en quien ha ejercido la violencia»; por lo que, con la reforma es el Estado quien cumple con la responsabilidad de prevenir, atender y erradicar la violencia.

Por último, la diputada Mildred Dávila afirmó que esta ley permitirá garantizar un espacio seguro a las víctimas y a sus dependientes. Además, señaló que se trata de una herramienta preventiva, de dignidad, de justicia y de reparación, la cual será implementada con perspectiva de género evitando la revictimización y permitiendo que los procesos judiciales se desarrollen sin represalias.

El texto vigente señala: la desocupación por la persona agresora del domicilio conyugal o de pareja, independientemente de la acreditación de propiedad o posesión del inmueble, aún en los casos de arrendamiento del mismo y en los casos de reingreso de la mujer en situación de violencia, una vez que se resguarde su seguridad. La modificación agrega que esta medida será aplicada con el fin de garantizar la seguridad y protección de la víctima y sus dependientes.

Al hablar a favor, la diputada María Teresa Ealy Díaz (Morena) aseguró que este dictamen representa una medida esencial y urgente para resguardar la integridad y seguridad de las víctimas y avanzar en la protección de sus derechos, especialmente en el caso de las mujeres. 

La diputada Katia Alejandra Castillo Lozano (Morena) explicó que la reforma coloca en el centro la protección a mujeres, niñas, niños y adolescentes que viven en contexto de violencia, porque la permanencia del agresor en el mismo entorno no solo impide la denuncia, sino que perpetúa el ciclo de abuso y pone en riesgo la vida y la integridad de las víctimas.

La diputada Mariana Benítez Tiburcio (Morena) dijo que es una de las propuestas más importantes para esta Comisión y un acto de congruencia con los derechos de las mujeres. “Mi voto es a favor y celebro que lo estemos aprobando”, expresó.

La diputada Ofelia Socorro Jasso Nieto (PRI) expresó que solicitar el abandono obligatorio del agresor del domicilio, tiene por objeto que las víctimas tengan toda certeza y seguridad de seguir habitando en esa casa, además con ello se establece una medida de protección para las personas afectadas por la violencia familiar.

De Morena, la diputada Mildred Concepción Ávila Vera afirmó que se trata de un avance trascendental en la construcción de un país más justo, digno y seguro para las mujeres, por lo que con su aprobación se responde con hechos a una deuda histórica del Estado mexicano.

El otro lado de la reforma

De acuerdo con la última Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021, al menos 39.9% de las mujeres que tienen o tuvieron una relación de pareja, experimentaron alguna situación de violencia. Asimismo, datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública entre 2015 y 2021, registraron un millón 450 mil 876 casos de violencia familiar en México.

Por otro lado, la Red Nacional de Refugios (RNR) informó que los primeros 4 meses del 2025 hubo un aumento de violencia contra las mujeres en donde tuvieron que dar acompañamiento a 5 mil 720 mujeres y mil 19 infancias, siendo este un aumento del 18% con respecto al año anterior. Por grupos de edad, la RNR identificó que son las mujeres de entre 15 y 25 años, seguido de un grupo de mujeres entre 26 y 35 años y finalmente de 36 a 50 años.

De la misma manera, 1 de cada 10 mujeres ingresaron solas debido a que sus hijas e hijos le fueron arrebatados por su agresor. También se identificó que el principal agresor de las infancias y de las mujeres son las exparejas, en el 83.7% de los casos, las infancias reconocen a su papá como su principal violentador.

En 2025, Red Nacional de Refugios aumentó 18% número de mujeres que acompañan por casos de violencia – cimacnoticias.com.mx

Los refugios para mujeres víctimas de violencia surgieron en México en los años 90 como una iniciativa de la sociedad civil y de la lucha de las mujeres que busca prevenir el feminicidio. Desde entonces se han convertido en espacios seguros para las mujeres y sus infancias en los que se brinda seguridad, así como atención integral y especializada.

Si bien la lucha feminista busca erradicar el delito del feminicidio y que los refugios dejen de existir una vez que existan condiciones en los que las mujeres puedan vivir una vida libre de violencia, la realidad es que son una necesidad primaria para miles de mujeres en todo el país. Sin embargo, al no considerar los refugios como una política de estado, la vida de las mujeres depende de una convocatoria y de la asignación presupuestal que sostienen a los refugios, las cual año con año disminuye o presenta retrasos.

¿Qué dice la iniciativa «el agresor sale de casa»?

La propuesta de la bancada de MORENA, busca reformar y adicionar diversas disposiciones de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, particularmente del capítulo VI «De las medidas u órdenes de protección», en el que se pretende incluir en el artículo 27° la creación del Registro Nacional de Medidas y Órdenes de Protección de las Mujeres, Adolescentes, Niñas y Niños para agrupar información sobre medidas emitidas, su vigilancia, cumplimiento y supervisión.

El articulo 27° Bis establecerá que, el registro será administrado por la Secretaría de Gobernación, a través de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM), en coordinación con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública y las fiscalías generales de justicia de las entidades federativas. Sin embargo, el 31 de diciembre de 202, la CONAVIM se extinguió oficialmente cuando fue absorbida por la Secretaría de las Mujeres.

Denuncian despido masivo en Conavim contra 100 trabajadoras. Exigen respuestas a Citlalli Hernández – cimacnoticias.com.mx

Los objetivos del registro serán llevar un control sobre las órdenes de protección a nivel nacional cuando se trate de violencia contra mujeres; permitir el acceso a la información en tiempo real a las autoridades encargadas en su cumplimiento; establecer un mecanismo de supervisión para evitar incumplimientos y garantizar la protección efectiva de las víctimas; y facilitar la interoperabilidad con las fiscalías y tribunales para el monitoreo y aplicación de sanciones en caso de violaciones a las órdenes de protección.

En el artículo 34° Ter, fracción XI, se señalará la desocupación inmediata del domicilio por parte del agresor en casos de violencia grave o de riesgo para proteger la integridad de la víctima sin importar a quien le pertenezca la propiedad. El Ministerio Público será el responsable de dictar esta medida y deberá ser ejecutada de manera inmediata por las autoridades competentes.

Por último, en el artículo 34° Quáter se dictaminará que, en casos de peligro o extrema urgencia, el Ministerio Público podrá determinar la desocupación inmediata de la persona agresor del domicilio o posesión del inmueble, aun en los casos de arrendamiento para garantizar la seguridad y protección de la víctima y sus dependientes.

De acuerdo con la diputada y presidenta de la Comisión de Igualdad de Género de la Cámara de Diputados, los artículos que propone la iniciativa como el 27°, 27° Bis y 34° Ter, ya se encuentran enunciados en otros ordenamientos legales; sin embargo, el espíritu del dictamen radica en la salida del agresor para garantizar el derecho a una vida libre de violencia para las mujeres, adolescentes, niñas y niños.

El antecedente

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, firmó el decreto el pasado 16 de diciembre del 2024, por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones en siete leyes secundarias, con el objetivo de promover la igualdad sustantiva, la perspectiva de género, el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia y la erradicación de la brecha salarial por razones de género.

“Son cuatro ejes muy importantes de estas leyes secundarias que protegen y fortalecen a las niñas y a los niños y a las mujeres en nuestro país, fortalecen sus derechos. Hoy las mujeres en México tienen un marco jurídico que las respalda y ahora, nos toca que todo esto sea una realidad en México, y que en los estados se adhieran a estas grandes reformas de protección a las mujeres (…)”.

“En las leyes, hoy están protegidas las mujeres en México. Quizá somos uno de los países con mayor avance en la legislación de protección y derechos de las mujeres”, puntualizó durante la conferencia matutina: “Las mañaneras del pueblo”.

Al respecto, la secretaria de Mujeres, Citlalli Hernández Mora, explicó que se reformaron y adicionaron diversas disposiciones de siete leyes:

  • Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres: se modifican los artículos 5, 9, 17, 26, 33 y 34, para definir la brecha salarial como la diferencia de retribución salarial, por razones de género, en la realización de un trabajo de igual valor. Se establece que las políticas públicas del Estado mexicano deben encaminarse a garantizar la igualdad entre mujeres y hombres en todos los ámbitos de la vida cotidiana, y también se despliegan las  políticas públicas para erradicar la brecha salarial en razón de género y se establece para ello, un Certificado de Igualdad de Género y no Discriminación.
  • Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia: se modificaron los artículos 1, 2, 5, 25 Bis, 27, 28, 30, 34 Bis, 34 Ter, 44, 46, 46 Bis, 47, 48, 49 y 50 y se crea el Capítulo VII. Se considera a la ley como reglamentaria del artículo 4º, en materia de acceso de las mujeres, niñas y niños a una vida libre de violencias.

Asimismo, se establece que en casos de violencia de género el agresor sale de casa, sin importar la acreditación de la propiedad. Se crea el Registro Nacional de Medidas y Órdenes de Protección de las Mujeres, Adolescentes, Niñas y Niños para prevenir actos de violencia; se faculta a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana para, entre otras cosas, implementar el Registro Nacional y a la Secretaría de las Mujeres para crear los lineamientos de operación de dicho Registro Nacional y evaluar su desempeño.

  • El Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares: se modifican los artículos 554 y 573, para establecer medidas de protección en favor de las mujeres, adolescentes, niñas y niños. Además se conceptualiza la violencia vicaria: “Cualquier acto u omisión que, con el objetivo de causar perjuicio o daño a las mujeres, se dirige contra las hijas y/o hijos, familiares o personas allegadas, ya sea que se tenga o se haya tenido relación de matrimonio o concubinato; o mantenga o se haya mantenido una relación de hecho con la persona agresora; lo anterior aplica incluso cuando no se cohabite en el mismo domicilio”.
  • El Código Nacional de Procedimiento Penales: se reforman los artículos 132, 137 y 139 para facultar a las policías, a los Ministerios Públicos a atender las órdenes de protección que se ejercen cuando una mujer va con una autoridad y manifiesta que ha vivido violencia. Y se establece la supletoriedad de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia en materia de delitos relacionados con las violencias de género.
  • Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública: se modifican los artículos 3, 5, 7, 20, 25, 29, 39, 40, 41, 62, 75, 77, 110, 127 Ter, y 134. Además, se crea el capítulo VII. Se faculta a las instituciones policiales para aplicar medidas y órdenes de protección para mujeres, adolescentes, niñas y niños. Se establece una coordinación entre autoridades para la implementación integral de las medidas u órdenes de protección. Se crea el Registro Nacional de Medidas u Órdenes de Protección, que será actualizado por autoridades de los tres órdenes de gobierno y se establece la obligación de las legislaciones locales para capacitar.
  • Ley Federal del Trabajo y la Ley de los trabajadores al Servicio del Estado, reglamentaria del Apartado B del artículo 123 de la Constitución: se reforman los artículos 86 y 28 para establecer que el Estado deberá desplegar acciones en favor de la erradicación de la brecha salarial en razón de género y se extienden los permisos maternos y paternos para las personas trabajadoras que realicen una adopción.
     

“Esto abre también la puerta a que los Congresos locales homologuen ya en la materia, tanto con las reformas constitucionales, como con estas reformas. Esto ya, como saben, se presentó los primeros días de octubre y hoy con la firma de la Presidenta estaría ya acabando todo el ciclo de estas reformas”, aseveró la titular de la Secretaría de las Mujeres.

Al respecto, la consejera jurídica del Ejecutivo Federal, Ernestina Godoy Ramos, hizo un llamado a los congresos estatales y a los gobiernos locales para que inicien el proceso de armonización de sus Constituciones y de las leyes con el objetivo de garantizar la protección de las mujeres en todos los niveles.

Las mujeres padecen una emergencia silenciosa en Gaza

 Las mujeres padecen una emergencia silenciosa en Gaza, la de la higiene menstrual, que hasta el bloqueo del ingreso de la ayuda por parte de Israel solventaban precariamente con los llamados kits de la dignidad.

Una mujer y su bebé en un campamento de personas desplazadas en la Franja de Gaza. En medio de los ataques que cada día cobran decenas de vidas, centenares de miles de mujeres y niñas son víctimas de una emergencia silenciosa, al no poder acceder a elementales cuidados de salud menstrual. Imagen: Unrwa

NACIONES UNIDAS – Mientras los palestinos de Gaza se hunden cada vez más “en el abismo”, casi 700 000 mujeres y niñas se enfrentan a una “emergencia silenciosa de higiene menstrual”, con graves consecuencias para su salud, protección, dignidad y derechos humanos, han destacado agencias de las Naciones Unidas.

La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (Ocha) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa) calculan que en Gaza se necesitan 10,4 millones de compresas sanitarias al mes.

Sin embargo, tres meses después del inicio del bloqueo total de la ayuda por Israel en Gaza, las existencias de productos sanitarios y menstruales están casi agotadas. Desde el cierre de los pasos fronterizos el 2 de marzo estos kits de dignidad siguen sin poder entrar en la Franja, donde 2,3 millones de personas han padecido 600 días de guerra.

Los precios de los pocos productos menstruales y sanitarios que quedan se han disparado, llegando a quintuplicar su costo de antes de la guerra, lo que los pone fuera del alcance de la mayoría de la gente.

“No se trata sólo de una escasez de suministros, sino de una verdadera crisis de salud, dignidad y protección”, deploró la Ocha en uno de sus reportes.

Las agencias de la ONU subrayan que una higiene menstrual deficiente en situaciones de emergencia “aumenta el riesgo de infecciones y complicaciones ginecológicas” a largo plazo. También podría “aumentar la exposición a la violencia de género, el acoso y la explotación”.

“Las restricciones de movimiento y acceso a servicios esenciales para mujeres y niñas aumentan su aislamiento y vulnerabilidad”, indican la Ocha y el Unfpa.

Recalcan que, en los refugios superpoblados, las mujeres y las niñas carecen de intimidad, aseos seguros y acceso al agua, “lo que las obliga a adoptar estrategias de supervivencia que comprometen tanto su seguridad como su dignidad”.

También “la inseguridad del agua afecta a 90 % de los hogares de Gaza, obligando a las familias a tomar decisiones imposibles entre beber, cocinar o lavarse”.

Debido a la grave escasez, las mujeres y las adolescentes utilizan ropa vieja, telas rotas o esponjas en lugar de compresas. “Sin agua limpia, no pueden lavar ni reutilizar los materiales de forma segura, lo que aumenta el riesgo de infección”, señalan los reportes.

Algunas mujeres de Gaza afirman que se saltan comidas o reducen la ingesta de líquidos para evitar utilizar aseos insalubres. En los refugios superpoblados y sin intimidad, la gestión de la menstruación se convierte en un riesgo en sí mismo.

“Las niñas describen la menstruación como una fuente de vergüenza, pánico y aislamiento. Para muchas, es un momento de profunda ansiedad y angustia, especialmente en situaciones de desplazamiento donde la privacidad es inexistente”, describe el reporte de Unfpa.

Las agencias de la ONU indican que, a pesar de las graves limitaciones de acceso y las interrupciones en la cadena de suministro, están intentando ayudar a la población. Desde octubre de 2023, más de 300 000 mujeres y niñas han recibido toallas sanitarias desechables para dos meses.

Los kits de dignidad, los suministros de higiene menstrual y la ayuda financiera han permitido a más de 150 000 mujeres comprar artículos esenciales como compresas, jabón, ropa interior y toallas de baño.

Esta “emergencia silenciosa de higiene menstrual” se produce mientras la acumulación de residuos sólidos en la ciudad de Gaza ha alcanzado un “nivel alarmante”, con más de un cuarto de millón de toneladas de residuos que se acumulan e impactan las condiciones sanitarias y medioambientales.

El creciente volumen de residuos sin recoger “ha creado las condiciones idóneas para la propagación de enfermedades, atrayendo a insectos y roedores, y suponiendo una grave amenaza para la salud pública”, advirtió la Ocha.

Los servicios municipales han recogido algunos residuos y los han trasladado a vertederos provisionales de la ciudad. Pero estas medidas son limitadas debido a la grave escasez de combustible y de vehículos para recoger los residuos.

Entretanto, continúan incesantes los bombardeos sobre la Franja y el Ministerio de Salud de Gaza, que controla la milicia Hamas, informó que 62 palestinos murieron y 184 resultaron heridos este jueves 29, sin incluir los hospitales del norte de la Franja.

Según esa fuente, desde que comenzó la guerra han muerto 54 249 personas, 123 492 han resultado heridas, y miles siguen desaparecidas.

El actual conflicto se desató el 7 de octubre de 2023, después de que milicianos e Hamas atacaron el sur israelí y en la operación murieron cerca de 1200 personas y 250 fueron tomadas como rehenes, que en su mayoría ya han sido canjeados por prisioneros palestinos o perecieron durante el cautiverio.

A-E/HMa

Rosario Castellanos en su centenario. Un legado vivo

 

.-Maestra de la palabra, Rosario Castellanos es, junto con Juan Rulfo y Elena Garro, una de las voces más originales e inspiradoras del siglo XX, una escritora original que invita a las nuevas, y no tan nuevas generaciones, a explorar o revisitar mundos literarios que conmueven, impactan y apelan a la inteligencia y la sensibilidad. Gran poeta y narradora, Castellanos fue también dramaturga, ensayista y periodista atenta a los movimientos sociales y culturales de su tiempo. Su mirada crítica y empática, su escritura dramática, irónica o poética dan vida a personajes marginados, a hombres atrapados en el afán de poder y la ceguera del prejuicio, a mujeres, ansiosas de libertad, encorsetadas en rígidas normas sociales.

En la escritura, Castellanos encontró voz, presencia y sentido de sí. Su poesía, que inicia con formas y temas más apegados a la tradición, alcanza cumbres expresivas en poemas como “Lamentación de Dido”, donde la reina, traicionada por Eneas, enuncia el drama de la pasión amorosa (“Lo amé con mi ceguera de raíz”), del abandono (“Rasgué mi corazón y echó a volar una bandada/de palomas negras”), y la lucidez de una heroína trágica que permanece en la memoria más allá de la muerte. En los años 60 y 70, la poeta esgrime el filo de la ironía y la indignación contra los estereotipos machistas que enclaustran y mutilan a las mujeres en falsas visiones de sí mismas; invita a dejarlas atrás y a buscar (“Otro modo de ser humano y libre/Otro modo de ser”). Atenta también a las injusticias históricas y políticas, reivindica a la Malinche, denuncia la sombría violencia desatada el 2 de octubre y apela al poder de la memoria contra la indiferencia y el olvido (“Recuerdo, recordemos/ hasta que la justicia se siente entre nosotros”).

En la narrativa de Castellanos, por otra parte, Balún- Canán y Oficio de tinieblas, son dos novelas clásicas, en cuanto abiertas a nuevas lecturas e interpretaciones.  La primera, obra de inspiración autobiográfica, que recrea el mundo de su infancia en Comitán, marcado por dolorosas pérdidas (la de su hermano y, en la ficción, su nana), saca a la luz la dinámica destructiva de la injusticia y de la violencia social y cultural en Chiapas, donde el racismo seguía (sigue) imponiendo a las comunidades indígenas un yugo insoportable. En esta novela y, con más agudeza y dramatismo, en «Oficio de tinieblas», Castellanos se acerca al mundo indígena con empatía y sensibilidad, sin idealizarlo.

Con extraordinaria lucidez y maestría literaria, Castellanos expone la dinámica de la explotación que, falsamente legitimada en la tradición, socava la humanidad de los subordinados y los empuja a la rebelión. La violencia, normalizada, de los poderosos, el peso de un orden social que niega toda posibilidad de cambio, provoca el estallido desesperado – incendio o levantamiento – porque el deseo de libertad y autonomía, la aspiración a una vida plena son inherentes al ser humano. La represión, devastadora en «Oficio de tinieblas», destruye las aspiraciones indígenas, pero también expone la crueldad desmedida de un sistema social resquebrajado y contradictorio. La prosa, a menudo poética, de Castellanos nos transmite la densidad de la cosmovisión indígena, la frágil belleza de la naturaleza, el ímpetu del fuego y del viento, el frenesí de la violencia.  

Feminista de vanguardia, Castellanos devela también en estas novelas la violencia social y cultural que asfixia a niñas y mujeres en ámbitos cerrados donde campea el machismo cotidiano. Si la muerte del hermano deja una honda herida en la niña de Balún- Canán, saber que su madre no habría llorado su muerte como la de su hijo varón, intensifica su dolor. En «Oficio de tinieblas», resentimientos y frustraciones envenenan las relaciones entre madre e hija, el desafío a la doble moral y la hipocresía condenan al fracaso, en la sociedad conservadora de Ciudad Real. En las comunidades indígenas, las mujeres padecen con particular desasosiego el peso de la miseria, son señaladas si, casadas, no pueden tener hijos. Las acecha, además, la amenaza de violencia sexual perpetrada por blancos que ni siquiera las ven como seres humanos.

En la agudeza de sus ensayos y artículos periodísticos dedicados a las mujeres de su tiempo, Castellanos apunta las contradicciones de una sociedad donde se idolatra a figuras como la madre, pero se tolera el engaño a la esposa, se estigmatiza a la soltera; donde, sobre todo, persisten las desigualdades y las injusticias. Al mismo tiempo, documenta los cambios sociales y culturales que acabarán por modificar las relaciones de género y las formas de pensar, y, en Excélsior, por ejemplo, denuncia acontecimientos políticos como la toma de la universidad por el ejército y la atmósfera represiva en los meses siguientes, acto de singular valentía en esos tiempos obscuros.

Castellanos nos ha legado una literatura viva que, en su centenario, merece celebrarse.

Denuncian al IMSS, solicita requisitos adicionales a la ley y con ello frena el derecho al aborto

 

El reciente informe «Maternidad o castigo. Hacia la despenalización del aborto en México» de la organización Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) señaló que en junio de 2023 presentaron un amparo en contra de la norma interna del IMSS al ampliar dichas facultades en la obstrucción al acceso del servicio de aborto durante las primeras doce semanas de gestación.

Anteriormente, esta solo imponía requisitos adicionales cuando se trataba de casos por violación, por ejemplo, GIRE identificó que en muchas ocasiones la institución solicita: realizar un ultrasonido a la mujer embarazada, solicitar una opinión jurídica y establecer una solicitud firmada por dos testigos o presentar una orden de un juez o agente del ministerio público.

El pasado 9 de junio de 2024, la Jueza Décima de Distrito en Materia Administrativa en la Ciudad de México ordenó a la institución que el personal médico debía seguir los procedimientos de aborto a mujeres víctimas de violencia física o sexual en apegado a la NOM-046; sin embargo, el IMSS impugnó esta decisión quedando pendiente la resolución hasta el día de hoy.

Actualmente, el informe semanal sobre notificaciones inmediatas de muerte materna reveló que las principales causas de defunción son: enfermedad hipertensiva, edema y proteinuria en el embarazo, el parto y el puerperio (13.2%); hemorragia obstétrica (12.7%); aborto (11.3%) y embolia obstétrica con el (5.4%).

La NOM-46

La NOM-046 establece los criterios a observar en la detección, prevención, atención médica y orientación proporcionada a las usuarias y usuarios de los servicios de salud que son víctimas de violencia familiar o sexual, así en primera instancia, la norma establece la obligación de las instituciones de salud de ofrecer atención médica.

Es misma debe restaurar al grado máximo posible la salud física y mental y ofrecer medidas médicas alternativas si el caso lo requiere, cuando sea solicitado o que las condiciones lo permitan y deben ser aplicadas con perspectiva de género.

La norma contempla que en casos de violencia familiar o sexual se debe dar aviso al Ministerio Público, registrar cada caso y notificarlo a la Secretaría de Salud, y capacitar a sus directivos y al personal operativo de manera continua en la materia y los contenidos de la NOM 046. Asimismo, promover los mecanismos internos necesarios y contar con un manual de procedimientos apropiado y tomar en cuenta las aportaciones que brinden o presten organismos de la sociedad civil especializados en el tema.

Cuando hablamos de embarazo por violencia sexual esta se contempla como una emergencia médica en la que se permite recurrir al aborto, incluso cuando cada entidad federativa determina en su código penal las circunstancias bajo las cuales se puede o no acceder a este servicio al considerarlo o no como un delito y bajo que temporalidad.

El aborto por violación está normado por la Ley General de Víctimas (LGV), el Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Prestación de Servicios de Atención Médica y finalmente, la NOM 046, esta última se regulo en 2016 para alinear su contenido con lo establecido en la LGV.

¿Qué especifica en casos de violencia sexual?

En el apartado «Para el tratamiento específico de la violencia sexual», la norma establece que, en casos de violación, las instituciones prestadoras de servicios de atención médica deberán ofrecer de inmediato y hasta un máximo de 120 horas después del hecho, la anticoncepción de emergencia junto a la previa información completa sobre la utilización de ese método para que la persona tome una decisión informada.

Las instituciones deberán informar de riesgos posibles como infecciones de transición sexual y la prevención a través de la quimioprofilaxis contra el VIH/SIDA, es decir, medicamentos para prevenir infecciones. También deberán registrar las evidencias médicas de violación, cuando sea posible y con el consentimiento de la persona afectada, así como proporcionar consejería y orientación sobre las instituciones públicas, sociales o privadas a las que puede acudir para recibir otros servicios.

En casos de embarazo por violación, las instituciones públicas prestadoras de servicios de atención médica deben facilitar el acceso al servicio de aborto si es que la víctima lo solicita o en caso de que sea menor de edad, si lo solicitan sus padres o tutores legales. Antes de llevarlo a cabo, se debe brindar información completa sobre los posibles riesgos y consecuencias del aborto para garantizar una decisión informada.

La norma advierte, que se tendrá que respetar la objeción de conciencia del personal médico y de enfermería encargados de llevar a cabo este servicio y de la misma manera, las instituciones deberán apegarse a las disposiciones federales aplicables, ya que actualmente solo 23 estados de la república han despenalizado el aborto hasta las 12 semanas de gestación y no todos lo llevan a cabo bajo las mismas condiciones.

Aun así, las instituciones públicas deben contar con personal capacitado en el procedimiento y que no sean objetores de conciencia. Por el contrario, si al momento de ofrecer el servicio no cuenta con condiciones y personal adecuadas, se debe referir a la víctima de inmediato a otra unidad de salud que sí cuente con ese tipo de personal e infraestructura.

La criminalización del aborto por el personal de salud

Garantizar el acceso seguro al aborto es una medida de salud pública fundamental para las mujeres, ya que permite su autonomía y dignidad. Sin embargo, organizaciones de la sociedad civil, colectivas feministas y personas defensoras de derechos humanos reportan que persisten barreras para acceder a este servicio incluso en entidades donde ya está despenalizado.

En México, ya son 23 las entidades federativas donde el aborto esta despenalizado. Además, recordemos que, en 2021 la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) dictaminó la inconstitucionalidad de criminalizarlo a nivel federal. A partir de ese momento, depende de cada estado su regulación establecida en los Códigos Penales bajo ciertas situaciones o condiciones en el que se realice la ILE.

De acuerdo con la organización GIRE, entre 2012 y 2023 atendieron 46 casos de criminalización de mujeres y acompañaron 27 de ellos. El rango de edad de las mujeres estuvo entre los 15 y los 42 años y los casos ocurrieron en once entidades (Aguascalientes, Chiapas, Chihuahua, Ciudad de México, Durango, Estado de México, Hidalgo, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí y Yucatán).

De los 27 casos acompañados, en ninguno se criminalizó al personal de salud y, en varios de ellos, fue ese personal adscrito a los hospitales el que denunció o dio aviso al personal de seguridad pública o a las fiscalías o procuradurías locales. La mayoría de estos casos concluyeron porque se solicitó el cierre por falta de actividad procesal por parte de las fiscalías o por no acreditarse los elementos del delito.

«El fenómeno de la criminalización por parte del personal de salud tiene consecuencias graves. La percepción de que las personas que decidieron abortar han cometido un delito solo las somete a escrutinio y las coloca bajo sospecha, sino que pone en riesgo la calidad de la atención médica que reciben. Al privilegiar los temas legales, la participación y las actividades del personal ministerial antes, durante y después de la atención médica, se puede afectar la recuperación de las personas investigadas» -Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) en «Maternidad o castigo. Hacia la despenalización del aborto en México»

No obstante, las barreras para acceder al aborto por parte de las instituciones de salud, así como su criminalización por el personal terminan por vulnerar los derechos humanos de las mujeres, representando uno de los mayores obstáculos para que el aborto sea aceptado socialmente como un servicio de salud.

«Soy periodista y mujer»: Menstruar y reportear en coberturas adversas

 

.-Ciudad de México.- El periodismo no conoce de treguas y tampoco lo hace con mujeres periodistas en sus coberturas, quienes deben enfrentar en ocasiones algunos contextos adversos para una adecuada gestión menstrual y este tema, debería convertirse en parte de las agendas políticas para socializar lo que enfrentan para cumplir con el trabajo de sus redacciones.

Politizar la menstruación en el periodismo urge y así lo señalan las periodistas: Antonia Ramírez en la zona de La Montaña de Guerrero que se rebela a continuar manteniendo en silencio sus dolores menstruales; hasta el sur de México, con Itzel Huerta que coloca en el visor una realidad opuesta, donde el silencio es la única manera de sobrevivir al mundo de la nota roja.

Ser periodista y acudir a coberturas especiales en contextos de marginación, violencia o crimen organizado, implica un doble esfuerzo por conseguir la nota, especialmente, cuando el dolor menstrual se vuelve paralizante. 

Sin importar el crisol por el que se mire, nombrar este trabajo periodístico y lo que hay detrás, va más allá de compartir vivencias consideradas íntimas, es una apuesta política por desmantelar el androcentrismo del periodismo porque ellas, viven este proceso sin ninguna red de apoyo laboral. 

Entre pantalones traspasados por la sangre menstrual, suéteres a la cintura, mallones térmicos y toallas dobles, las periodistas de distintas latitudes de México salen de sus casas para adentrarse a localidades rurales donde deberán cambiarse su toalla sanitaria al aire libre cada tanto tiempo y así no perder la nota, la entrevista o la declaración.

Las mujeres que ejercen un trabajo de periodistas en zonas recónditas del país van dotadas de toallas sanitarias y una botella de agua para su saneamiento, pero se enfrentan también a jornadas extensas y sin acceso al servicio sanitario.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en «Estadísticas a propósito de las personas ocupadas como periodistas y locutoras, 2020», en México hay 44 mil 364 personas dedicadas al periodismo, de este universo, el 28.6% son mujeres; la mayoría, tiene menos de 50 años. Es decir, que existen aproximadamente 12 mil 688 mujeres quienes enfrentan un proceso menstrual; muchas, se ven atravesadas por contextos adversos.

Antonia

Antonia Ramírez Marcelino, mujer nahua de Ocotequila, municipio de Copanatoyac, Guerrero. No sólo carga sobre sus hombros la responsabilidad de llevar la información a su comunidad, sino además, ha volcado su trabajo a escuchar y escribir sobre las necesidades de las mujeres; una línea editorial que estrecha los vínculos de confianza con otras. Las mujeres nahuas encuentran en Antonia un refugio y una ventana abierta para colocar en la agenda mediática la violencia, sus exigencias y omisiones municipales. 

En entrevista, Antonia sostiene que, si bien existe un temor latente por su trabajo, también sabe que es cuidada. El tejido social que ha construido es sólido y a su alrededor, las mujeres cuidan de ella, lo que la hace rememorar el himno feminista: «Si tocan a una, respondemos todas«.

De forma cotidiana, la periodista viaja a distintas comunidades en busca de nuevas historias y denuncias. Este hecho implica subir a las montañas de Guerrero y ahí, desempeñar un trabajo periodístico que puede tomar días; entre neblina, barrancas y peñas, Antonia permanece en estos espacios recogiendo información, donde muchas veces, no existen servicios de drenaje, luz, ni agua. 

¿Cómo sostener un proceso como la menstruación en este contexto adverso? Sin posibilidad de acceder a productos de higiene menstrual, ni agua para el saneamiento personal, nace el dilema para ponderar: Resistir la dismenorrea y el sangrado a cambio de cumplir con las obligaciones como periodista o bien, mover toda una agenda de trabajo, lo que aplazará por días las investigaciones. 

Antonia detalla que su sangrado menstrual es abundante y experimenta fuertes dolores abdominales, en sus rodillas y cadera, por tanto, cuando inicia su periodo y debe subir a la región de la Montaña es complicado, pero siempre tiene la certeza de que en las cabeceras municipales o Ayuntamientos podrá encontrar un baño, sin embargo, el panorama se ve complicado cuando debe prepararse para subir a localidades más recónditas donde no todas las personas cuentan con un baño en sus casas; aquí, ella busca espacios al aire libre donde, de forma presurosa, pueda cambiar su toalla sanitaria.

Esto se da usualmente en Metlatónoc o Cochoapa el Grande. Este último considerado por las Naciones Unidas como el municipio más pobre del país, donde según datos de la Secretaría de Economía (2020), al menos el 84.2% de las personas viven en situación de pobreza extrema; la población habla mixteco y el 53.3% de la comunidad está conformada por mujeres. 

En Cochoapa el Grande, según recoge el  Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), hasta 2020, la principal carencia en esta localidad es el acceso a servicios básicos, seguido de seguridad y vivienda. Al menos hasta 2020, 26 mil 300 personas señalaron la necesidad de servicios básicos; en un panorama atravesado por la pobreza extrema, el hambre y la vulnerabilidad, hablar de gestión menstrual y derecho a una menstruación digna está fuera de la conversación comunitaria. 

Y no porque las mujeres no lo padecen, sino porque la localidad, se sostiene en valores patriarcales, donde los voceros no reconocen las necesidades de sus pares. 

«Lo que pasa en la montaña es que pues los voceros siempre han sido los hombres; los hombres que son quienes dan como sus necesidades y a veces en una comunidad, pues los hombres tienen una necesidad y las mujeres pues tienen una necesidad diferente», dice Antonia.

Entonces, sin acceso a servicios de saneamiento, ni a la posibilidad de costear productos de gestión menstrual, el trabajo de Antonia se ve comprometido. Desde el autocuidado, la periodista prefiere dilatar sus investigaciones y frenar el trabajo de campo los días en que su menstruación comienza, en caso de que sea extremadamente necesario, procura salir sólo dos días; se planea una logística a fin de eficientar los tiempos, donde se sale de madrugada para aprovechar el día y terminar el trabajo lo antes posible. 

Su testimonio esboza una realidad sobre el androcentrismo que escribe el periodismo: La agenda laboral de muchas mujeres periodistas está decidida con base en su periodo menstrual. 

«Cuando yo, por ejemplo, voy a Metlatónoc o Cochoapa, sí pienso: Ay no, lo voy a programar cuando no esté menstruando, hasta eso incide nuestra agenda. También uno de los retos es visibilizar a las mujeres y cuáles son sus necesidades (…) Imagínate, estamos menstruando y tenemos cólicos y luego vamos a una comunidad lejos, está lloviendo, te dan ganas de ir al baño y te quieres cambiar, los hombres nunca van a padecer esto»

Fuente: Cortesía

Cuando llega el momento de viajar y permanecer hasta 3 días fuera de casa, Antonia refiere que siempre prepara sus toallas sanitarias, pero también, ropa extra. 

Esto último, es la estrategia más indispensable, pues siempre existe la posibilidad de que su sangre menstrual traspase su ropa, lo que apuntala a que la planeación de la periodista va más allá de acudir a una cobertura con una mochila liviana y su cámara.

Trasladarse implica prepararse de todos los escenarios posibles que podrían darse durante la menstruación; un trabajo incisivo de cuidados pasivos que demanda de una meticulosa guía. Toallas en distintos tamaños, medicamentos, múltiples pares de ropa interior, papel, pantalones y ropa abrigadora, pues en algunas regiones de La Montaña, el aire es gélido y agudiza el dolor menstrual de Antonia. 

 “Cuando vas a un lugar donde hace mucho frío, te provoca más dolor y afecta tu productividad; afecta tu concentración en el trabajo, hay que llevar ropa de más porque todo el tiempo estás pensando: ¿Y si me mancho? Para mí son los dolores, sí, lo que no me deja trabajar es el dolor, me lastiman las rodillas y también la cadera, especialmente, los primeros tres días porque además, mi menstruación dura mucho, como 6 días”, dice Antonia. 

Pero las implicaciones no sólo están concentradas durante estos primeros días, sino que, desde una semana antes,se gesta su síndrome premenstrual, mismo que le produce incomodidades y aminora su desempeño laboral. En el caso particular de Antonia, son los dolores punzantes en sus senos y cambios abruptos en su estado de ánimo los que terminan mermando su trabajo como reportera, especialmente, cuando se trata de cubrir temas duros. 

¿Cómo te sientes haciendo tu trabajo sintiéndote así de vulnerable?: Me pongo extremadamente sensible; lloro mucho. Me suelto a llorar y sé que es mi ciclo haciendo que una se comporte de esa manera (…) Sí, se padece, a veces una está cubriendo o escuchando la historia de alguien y dan muchas ganas de llorar, pero me tengo que aguantar, porque yo sé que es mi trabajo: «No, delante del público no, no me puedo romper y ponerme a llorar, no puedo mostrar sentimiento», porque pues eres periodista, escuchas las historias y tratas de mantener ese perfil, no eres protagonista; no le vas a robar el foco a la víctima. 

Entre síntomas premenstruales y una menstruación de hasta seis días, se puede calcular que la periodista puede pasar hasta 15 días entre dolores, sangrado, cambios de ánimo y sensibilidad. Son días fluctuantes donde muchas veces, Antonia refiere despertar con un estado anímico decaído, sin embargo, las responsabilidades con su agenda y sobre todo, el compromiso que tiene con las comunidades no la hacen claudicar: “Mi otra yo siempre me dice que me tengo qué levantar, aún cuando los dolores son fuertes, me tomo unas pastillas y a continuar con el trabajo”.

En su búsqueda por encontrar nuevas alternativas para su gestión menstrual, Antonia dio con la copa menstrual; un instrumento que le permitiría pasar horas sintiéndose cómoda y sin derrames. O al menos, eso pensaba.

La copa menstrual, considerada por muchas, el mejor producto de gestión menstrual, puede resultar ineficiente cuando se pretende usarla en contextos adversos, en sumatoria con sangrados excesivos. Si bien para Antonia la copa fue salvavidas hace algunos años, ha dejado de ser la opción más cómoda; refiere que, en esta etapa de su vida, la copa le produce mucho dolor e irritación, esto sin mencionar, que sacarla del conducto vaginal y lavarla, es una tarea compleja cuando te encuentras en espacios sin acceso a baños, ni saneamiento. 

“En esas comunidades resultaba incómodo cambiar la copa, especialmente, porque necesitas agua para enjuagar [la copa] y lavarte las manos, mi flujo es tan abundante que mi copa menstrual, yo me la cambiaba hasta ocho veces al día”

Así, se vuelve a la usanza de las toallas sanitarias y se quiebra el paradigma de la industria menstrual que sostiene que los métodos son diversos; las toallas sanitarias se mantienen al frente como opción sostenible para gestionar los sangrados abundantes, aún, cuando ello implique incomodidad, derrames, rozaduras en muslos e incluso, infecciones vaginales. 

Antonia, quien recientemente se ha incorporado al proyecto radiofónico La Voz de la Montaña, del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas, recuerda que nunca tuvo una educación menstrual durante su adolescencia y el único atisbo de información, se lo compartió su hermana mayor quien le refirió que un día, iba a sangrar.

Este pasaje en su vida quedó profundamente grabado y ahora, atravesada por las necesidades de las mujeres de La Montaña, el feminismo y la reapropiación de su cuerpo, la periodista apuesta por una revolución; una “pequeña tiranía” en donde nombra su menstruación, sus sentires y lo comparte con sus compañeros de trabajo. Lo que parecía desafiante, hoy, es un acto político: “Yo no me voy a quedar callada”, dice Antonia.

“Los periodistas ni saben de esto porque no lo decimos, por eso no hay que quedarse calladas. Hay que hablar de nuestra menstruación y de lo que nos duele para que también vayan sabiendo lo que nos pasa. Yo creo que, como nunca lo hablamos, entonces, no podemos decirle al compañero [por ejemplo] que necesitamos una toalla, siempre estamos esperando que llegue una mujer periodista para decirle y no, esto no tiene que ser así por eso yo estoy tratando de cambiarlo”.

Fuente: Cortesía

Armada con su grabadora y movida por las causas más justas, el periodismo de Antonia abre las brechas en La Montaña de Guerrero, donde su visión rebelde y feminista la ha convertido en una de los personajes más incómodos para los líderes de las comunidades; su habilidad para cuestionar la realidad e identificar la exclusión de las mujeres en la toma de decisiones, la orillan a siempre preguntar: ¿Y las mujeres en dónde están? Un trabajo que, dice la reportera, produce el rostro desencajado de los voceros de las comunidades, “es siempre ponerlos en jaque”. 

 “Los pones a pensar, los incómodas. Cuando vienen campesinos con sus exigencias, pues los voceros son hombres y cuando terminan de hablar, yo pregunto:  «Oigan, vienen muchas mujeres, quiero entrevistar a una mujer” y me responden “Es que ellas casi no hablan”, siempre decidiendo por nosotras, por eso más las busco y lo mismo con la fotografía. Cuando hacen plantones por días ahí están las mujeres cuidando, haciendo comida y encargándose de varias cosas, pero en las negociaciones, ellas no están y ahí estoy para buscar sus testimonios, pero si no les dices, ni las toman en cuenta. No reconocen sus necesidades que son muchas, pero la principal, es que las mujeres de la Montaña accedan a la educación, que tengan una carrera y decidan cómo quieren vivir”

Del otro lado del mapa, a más de 17 horas de esta revolución que abandera Antonia en Guerrero, se encuentra su par, la reportera chiapaneca Itzel Huerta, una de las únicas 2 mujeres que cubren la nota dura en la localidad de Comitán de Domínguez, en la barra fronteriza con Guatemala. 

Itzel y Mariana

Itzel Hurtado nunca buscó el periodismo; el periodismo la encontró y halló en el poder de la palabra, el sustento para sacar adelante a su hijo, derribar inseguridades y saberse capaz de ser una de las periodistas más poderosas de Comitán de Domínguez -o de las Flores-. 

En entrevista, narra todo lo que implicó su búsqueda por encontrar su camino en el periodismo, y cómo, la felicitación de su maestro en la preparatoria sería catapulta suficiente para saber que dentro de ella, existía la posibilidad de que el periodismo era su territorio. Reportera autodidacta con más de una década de trayectoria, Itzel reporteó por primera vez un incendio; su narración fue tan buena que se llevó las primeras planas -y palmas- en Comitán y desde entonces, el apellido «Hurtado» está en la primera fila de la noticia. 

Pero en una localidad donde hay aproximadamente 60 periodistas y las mujeres no representan ni el 10%, hacerse camino implica hacerlo a punta de codazos. Hay que ganarse un lugar y desafiar las normas de un periodismo tradicional manejado en su totalidad por hombres. 

En una localidad atravesada por los conflictos sociales, las organizaciones campesinas e indígenas, así como el arribo violento del crimen organizado, son los reporteros los únicos responsables de estar en cobertura, mientras que las pocas mujeres periodistas son dejadas en oficina y lideran la nota rosa de cultura, sociedad y espectáculo. 

Itzel Huerta, junto a otra mujer, son las únicas 2 periodistas en todo Comitán que están en calle cubriendo la nota roja y dura; entre gases lacrimógenos, patrullas. protestas, balaceras, amenazas, golpes y apedreadas, Huerta resiste. 

La perspectiva de las mujeres y el feminismo han llegado como un chispazo a la vida de la periodista, llevándola a denunciar casos de violencia obstétrica, un hecho que la llevó a recibir amenazas; las medidas cautelares, dice, se dan cuando policías van a buscarla a las 2:00 de la tarde y, después, a las 8:00 de la noche para preguntarle: ¿Está usted viva?

Itzel también ha sido apedreada con resorteras y encapsulada por elementos de seguridad, pero no hay arrepentimiento de su trabajo; el periodismo, dice, le ha permitido avanzar, le dio techo y comida para sacar adelante a su hijo como madre autónoma. Eso sí, las jornadas pueden llegar a ser extenuantes y en promedio, puede pasar hasta 12 horas fuera de casa. 

La pasión por su trabajo la empujan a mantener este ritmo acelerado, pero hay una semana donde Itzel levanta las manos en señal de rendición: Cuando tiene su menstruación. 

Itzel, una mujer de 43 años, ha experimentado cambios en su menstruación; ha dejado de ser regular como hasta hace unos años y ahora, los sangrados se han vuelto violentos, dolorosos e imprevistos. 

«Cuando estás en campo no hay dónde cambiarte, dónde dejar discretamente tu toalla o lavarte porque tienes esta sensación de que hueles, la menstruación me debilita, me da extremadamente mucho sueño y me duele la cabeza, con el sol y la lluvia  pues me duele más (…) empiezas a ver a todas las personas como tus enemigos y te dan ganas de mandar a la fregada todo esto, quiero sacar bandera blanca y decir: Ya, ya estuvo, hasta aquí llegué»

Itzel es una mujer grande y un problema constante durante su menstruación, eran las rozaduras en los muslos y glúteos a causa del plástico que contienen las toallas sanitarias; son pequeñas y no lograban blindarla de los sangrados: «Esa es la lata que tengo, ¿por qué se empeñan en hacer toallas tan pequeñas«, dice la reportera. 

¿La solución?: Calzones menstruales o pañales. 

Los sangrados de Itzel llegan sin aviso, ni síntomas previos y esto, ha mermado seriamente su trabajo; es cargar con la vergüenza de ensuciarse, de estar sola en un grupo de hombres reporteros de nota roja y de aprender a gestionar todo sola, sin posibilidad de pedir apoyo. 

La reportera rememora aquella ocasión donde viajó a la Frontera Comalapa, límite de la Sierra Madre. Un municipio de apenas 80 mil habitantes donde al menos el 50% de la población vive en situación de pobreza moderada según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL).

Entre rancherías de ganadería y agricultura, Itzel Huerta se encontraba trabajando; usaba un pantalón de mezclilla y su suéter. Hasta que se le preguntó: ¿Estás en tus días? La reportera respondió que no; no era momento de su menstruación y tampoco presentaba síntomas que apuntaran a estos días en su ciclo. 

«Me dijo que estaba batídisima y yo sólo pensé: No puede ser, no puede ser, ¿cómo le hago para cambiarme?, ¿y en dónde? Estaba en una comunidad donde no hay baños, sólo letrinas o baños exteriores»

Itzel se cubrió y sucintamente, preguntó en el lugar más cercano si le daban posibilidad de entrar a lavar su pantalón. Ahí, entre letrinas, la reportera se despojó de los jeans y de su ropa interior; lavó todo y dejando el pantalón húmedo volvió a ponérselo a fin de que no se notara que sólo estaba húmedo en ciertas partes. 

«Sólo me quedó ponerme así, la toalla a raíz [sin calzoncillos] y con mi pantalón húmedo, húmedo. Todavía me puse un suéter encima. Toda la gente se me quedaba viendo y mis compañeros me decían, ¿pues qué te pasó? Y yo les respondía: Nada, me mojé, me cayó encima agua ¨[…] sentía mucha pena, pero aún así, me tenía que regresar hasta las 8:00 de la noche y era apenas mediodía»

Fuente: Cortesía

Este pasaje en la vida de Itzel lleva a cuestionar: ¿Qué sucede con las redes que tejemos con los compañeros periodistas?, ¿por qué la periodista enfrentó este proceso en soledad?

Y la respuesta se esboza con el propio androcentrismo de la profesión; en un espacio donde la mujer reportera es vista como un agente extraño, los periodistas de nota dura mantienen las armas arriba de poner a prueba todo el tiempo; «No les importa, si estás o no [menstruando], no te ven como a una mujer, ¿quieres ser respetada? Aguántala»

En el 90% de las veces, Itzel sale a coberturas únicamente con hombres y aunque el dolor menstrual pueda ser incapacitante, no existe este puente de comunicación para explicarles que se siente mal, que se ha manchado o que no puede seguir el ritmo por sus dolores de cabeza. 

«Eres su compañero, si quieres ser respetada tienes que trabajar a su par, si hay que comer tacos en la calle, ellos te quieren ahí, si hay que sentarse en el piso, pues te sientas ahí con ellos, si hay que montarse a un carro para irte a una ranchería, pues esperan que te trepes como ellos»

¿Y entonces en quién te recargas cuando te sientes mal y estás en cobertura?: Pues sola, aprendes a gestionar tu dolor. 

En el periodismo se maneja una estructura muy arcaica sobre el sesgo en las fuentes; la nota roja y dura implica estos valores de compadrazgo patriarcal y visiones de virilidad. Un techo que aún se mantiene estéril y que a las mujeres les cuesta trabajo penetrar; adaptarte a estas reglas no es una opción, sino una obligación si deseas ejercer la fuente. 

Y esto no quiere decir que los compañeros sean crueles, repara Itzel, pero el trato siempre es parejo y de la reportera, siempre se espera que haga las labores que tiene qué hacer, con o sin dismenorrea. 

«Me toca andar luego en los comandos militares con ellos, te dan la mano y te vas ahí [con los otros reporteros] y si estás menstruando pues vas sola en esos momentos, ni modo, te tocó la rifa del tigre ese día y hay que aguantarla”

En esta misma entidad, labora Mariana Morales, una reportera con 12 años de experiencia quien ha vivido la experiencia dolorosa de ver a Chiapas caer de forma paulatina en el nido del narcotráfico. Cuando empezó, dice, todo se trataba de conflictos sociales, la lucha de los pueblos contra los proyectos mineros y el movimiento de las comunidades indígenas, pero desde 2021, la agenda en Chiapas se ha vuelto extremadamente violenta. 

Con la lucha del territorio en la frontera sur, los negocios del narcotráfico comenzaron a extenderse por toda la entidad y en medio, como corresponsal de Reforma, Mariana se mantiene vivaz para perseguir la nota. 

“Yo siempre he trabajado en medio de disputas, por eso, yo digo que estoy cubriendo una guerra aquí en Chiapas”

Fuente: Cortesía

Al igual que Itzel Huerta, Mariana ha sido víctima de amenazas por funcionarios públicos enfrentando campañas de desprestigio en su contra y una ola de violencia digital que le produjo sentimientos de incertidumbre. 

Oscilando entre Tuxtla, Tapachula y San Cristobal de las Casas, Mariana ha identificado que su estado anímico tiene una repercusión directa con su ciclo menstrual; cuando está expuesta a situaciones de peligro, amenaza y violencia, su periodo se vuelve doloroso y abundante. 

Mariana experimenta dolores en sus articulaciones, en vientre, inapetencia e incomodidad en su cadera. La perspectiva medular es cómo las agendas atravesadas por la violencia pueden tener repercusiones, no sólo en la salud mental de las periodistas, sino también, en su proceso menstrual. 

Cuando el sangrado está próximo a llegar, la reportera medita la situación y mueve sus temas a fin de garantizar una menstruación sin dolores incapacitantes. Las coberturas que son complejas, son puestas para otro momento y los temas de eos temas se “acolchan” en aras de que el cuerpo no experimente emociones que evoquen la ansiedad y/o estrés. 

Esta es la autodefensa de Mariana: Cuidarse y procurar su salud mental días antes de su regla

“Hago ejercicio, me acuesto y trato de tomar té, sé que los temas que me ponen tensa hacen que la regla me llegue con dolor, por eso trato de buscar estos espacios para que no venga tan ruda, [intento] que mi contexto de violencia no se junte [con la menstruación] porque sí, hay una conexión entre una historia difícil y mi regla”

La periodista recuerda cuando estuvo fuera del país por medio año y se mantuvo lejos del periodismo; en esos meses, conectó consigo misma, su cuerpo se sentía cómodo y la menstruación se volvió un proceso sin dolor. Sin embargo, cuando volvió a trabajar a Chiapas, los síntomas volvieron; los cólicos incapacitantes así como la sensación de cuerpo cortado. Desde este momento para Mariana, fue evidente que el ritmo de vida le agudiza el sangrado y narrar temas de violencia, tiene repercusiones serias en su desempeño, en el cuerpo, en su estado de ánimo y afecta su ciclo menstrual.

Mariana no tiene complicaciones con pedir un descanso en el trabajo cuando lo necesita, sin embargo, se hila la forma en que las periodistas de campo desarrollan estrategias de sobrevivencia; estrategias que les permitan afianzar su desempeño, cumplir con sus obligaciones y a la par, ser periodista con menstruación habitual.

Anecdotario: Chilate, Pozole, Mezcal y Aborto Legal en Guerrero

Cabe señalar que Guerrero fue la octava entidad en México en mayo de 2022 en despenalizar el aborto hasta las 12 semanas de gestación como causal para permitir su interrupción tras este periodo. En ese momento se modificaron los Artículos 154, 155, 156, 157 y 159, y la derogación del artículo 158 del Código Penal local. 

El pasado lunes 26 de mayo en el Congreso del Estado de Guerrero, promotoras del aborto, peticionaras, e integrante de redes de defensoras presentaron desde la alegría y la resiliencia el Anecdotario donde se narran las historias que tejen el camino que llevó a este marco con el que ahora se pueden acercar a los servicios de Salud para garantizar la interrupción del embarazo como un derecho para todas.

En la presentación, la coordinadora del Observatorio de Violencias contra las Mujeres en Guerrero, Viridiana Gutiérrez Sotelo sostuvo que, entregarán el documento resolutivo del encuentro a la gobernadora, Evelyn Salgado Pineda, a la Mesa Directiva del Congreso y a la Fiscalía Estatal, porque se tiene una preocupación por la manera tan lenta con la que se han llevado las medidas de la Alerta por Agravio Comparado, que en realidad es el seguimiento a la despenalización de este derecho.

«Nos preocupa muchísimo. Muchas de las compañeras estuvieron hablando en el encuentro, el tema de los matrimonios forzados los cuales también tienen un marco legal vigente, que los prohíbe y que penaliza, en la práctica el delito sigue sucediendo», remarcó la peticionaria de la Alerta por Agravio Comparado.

En entrevista, Gutiérrez Sotelo, insistió que, tienen una alta preocupación porque los matrimonios de niñas y adolescentes siguen sucediendo en Guerrero, donde según cifras oficiales de Salud, se registra a la entidad como el segundo lugar a nivel nacional en embarazo infantil y adolescente, de niñas de entre 11 años y 15 años de edad con embarazos. Entonces, tendría que ser una preocupación de todos y de todas para erradicar el embarazo infantil porque sabemos que es producto de violencia sexual.

La promotora de la despenalización del aborto, enfatizó que este documento fue firmado por todas las integrantes de la red conformada por las organizaciones peticionarios, y será entregado en los próximos días. 

«Esperemos que haya una respuesta, y que haya un trabajo en conjunto para erradicar estos problemas enormes que se suman a la gran lista de problemas sociales que tiene Guerrero y que me parece que se tiene que poner una mayor atención», sentenció Gutiérrez Sotelo.

Mientras que, en su participación, María Luisa Garfias Marín de Aliadas por la Justicia A.C., enfatizó que es necesario despenalizar a la saciedad esa moral. Porque todavía se sigue castigando a la mujer practicándole un legrado, en vez de darle el medicamento, Hoy en día, abortar médicamente no tiene ningún riesgo. 

Por otro lado, María de la Luz Estrada, socióloga y experta en el estudio de violencia de género, que ha acompañado muy de cerca el proceso de esta lucha en Guerrero, recordó que ya existe un programa de interrupción legal del embarazo, y una guía para solicitantes de servicios de aborto así como hospitales asignados. 

«Es un esfuerzo colectivo, se están buscando estrategias para avanzar en un derecho tan complicado, que es el derecho a la salud sexual y reproductiva. Por eso, festejamos para mirar en dónde siguen habiendo obstáculos. Esto no acaba, esto siempre tiene retrocesos, tenemos que estar luchando por la vida de las niñas, las adolescentes y mujeres en Guerrero». 

El evento también acudieron, Gabriela Candela Garzón de la Red Guerrerense por los Derechos de las Mujeres, Janiseli Renata González Moreno del Observatorio de Violencias Contra las Mujeres. Por otro lado, la senadora, Beatriz Mujica Morga, la presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género, Leticia Mosso Hérnandez , asó como la consejera del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana, Dulce Merary Villalobos Tlatempa; la diputada, Catalina Apolinar Santiago, presidenta de la Comisión de Pueblos y Comunidades Indígenas y Afromexicanas.

En el encuentro organizado por las integrantes del Observatorio de Violencias contra las mujeres, y por la Red por los Derechos de las Mujeres, también estuvo la ilustradora del Anecdotario, la acapulqueña Mónica Hernández Castro «Demonika», quien plasmó desde el arte la representación de la lucha por el aborto legal, el icónico pañuelo verde con los trajes y danzas representativas de Guerrero como la Danza de los Tigres en Chilapa, Los Diablos de la Cost Chica de Cuajinicuilapa, y El Tlacolorero.

Demonika, agregó que como muralista y defensora está trabajando en murales informativos para la interrupción del embarazo, «Más adelante yo creo que sacaré nuevos anecdotarios porque la historia todos los días se escribe, y más mujeres se están sumando a la lucha».