9/16/2017

Programa Tiempo de Mujeres en CFRU radio universitaria de Guelph sab 16 sept 2017


TIEMPO DE MUJERES
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MUJERES POR LA DEMOCRACIA
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Noticias de Género en la Red
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Estamos en tiempos de grandes lluvias y fuertes huracanes, estamos también en tiempos de solidaridad, y es que estos desastres naturales provocan además diversos problemas en la salud mayormente de las mujeres y las niñas y niños, es el caso de Perú donde las mujeres y las niñas están enfrentando algunos de los retos que incluyen la amenaza de la fiebre del dengue y el virus del Zika para las embarazadas así como problemas en el acceso a servicios de planificación familiar y un gran riesgo de violencia por razón de género que se incrementa en situaciones de emergencias humanitarias 

Y continuando con el tema de los desastres naturales y la solidaridad, las mujeres organizadas de México tras el terremoto de 8.2 solicitan ayuda ante esta crisis humanitaria ya que muchas de las poblaciones no cuentan con la suficiente ayuda del gobierno y las necesidades inmediatas estan siendo poco  atendidas 

Seguimos en mi bello México su mujeres y la pobreza, porque es la pobreza la causante de que muchas mujeres sirvan para el negocio ilícito de las drogas, ante la falta de educación y oportunidades muchas mujeres se ven forzadas a trabajar en el narcotráfico 

Sabemos que los estereotipos limitan el avance de las mujeres, una prueba reciente en Argentina muestra como las niñas no se ven en posibilidades de ser científicas marcadas por los esteretipos de que son profesiones masculinas por lo que un grupo de especialistas se cuestionan de qué manera se puede involucrar a atraer más a éstas ciencias a las estudiantes

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(tiempo del Este)

Mujeres se benefician de mejoras en el procesamiento de pescado


Por Friday Phiri
El salado del pescado evita las pérdidas y aumenta los beneficios en la cadena de valor. Crédito: Friday Phiri/IPS
El salado del pescado evita las pérdidas y aumenta los beneficios en la cadena de valor. Crédito: Friday Phiri/IPS
MONGU, Zambia, 13 sep 2017 (IPS) - La pesca, en mar abierto o en ríos, y la acuicultura, son una fuente de alimentos y de ingresos para 820 millones de personas en el mundo, ya sea por la captura directa, el procesamiento, la comercialización o la distribución.
Además, para muchas de ellas, la actividad forma parte de su identidad cultural tradicional.
En el oeste de Zambia, la pesca no solo es una gran fuente de ingresos para la población local, sino también una forma de vida. Pero numerosos estudios de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) alertan de que la pesca ilegal, no declarada ni reglamentada es una gran amenaza para la sostenibilidad de esta industria, y esta zona no escapa a esa situación.
“Cambiaron. La mayoría de los hombres con que trabajamos ahora nos tratan como a iguales": Joyce Nag’umbili.
La mala gestión tras la captura fue una de las principales causas de la pesca ilegal, pero también de la sobrepesca.
“La mayoría de la gente no conoce. Creen que la sobrepesca es la mejor forma de compensar las pérdidas que tienen en la cadena de valor”, se lamentó Hadon Sichahi, un vendedor de pescado de esta occidental localidad de Mongu.
“Es una cadena, el comerciante cree que las rupturas en el transporte deben recuperarse comprando más pescado a menor precio, lo que hace que los pescadores aumenten la captura o hasta violen la ley para pescar más”, explicó.
Sichiali se refería a la prohibición anual que rige entre diciembre y marzo para que los peces se reproduzcan y que ha sido una fuente de conflicto entre los pescadores y las autoridades. Pero el problema empeoró en los últimos años por la disminución de la captura, lo que se atribuye al cambio climático.
Pero gracias al proyecto Investigación Participativa, algunas de esas dinámicas están cambiando, en especial en lo que respecta a las mujeres, quienes, según la FAO, representan por lo menos 19 por ciento de las personas directamente involucradas en el sector primario de la pesca, y una proporción mayor en el sector secundario, como es el procesamiento.
Concentrado en mejorar la comercialización y la gestión tras la captura, el proyecto Fondo para Cultivar el Futuro de África (CultiAF) logró mejorar notoriamente la participación femenina en la pesca.
Según el último informe técnico del proyecto implementado en Zambia y en Malawi, las mujeres que participaron en una dinámica de representación teatral, una herramienta utilizada para modificar comportamientos de género, aumentaron su participación en la pesca de cinco por ciento, al inicio, a 75 por ciento, en la actualidad.
“Me gustaría alentar a los distintos actores de la pesca a utilizar esos métodos pues la tecnología mejorada mostró que se pueden reducir las pérdidas de forma significativa y que la pesca procesada con esas tecnologías tiene un mayor valor en promedio que los procesada con métodos tradicionales”, indicó el secretario permanente de la provincia Oeste, Mwangala Liomba, en la reunión de presentación de los resultados finales del proyecto, en junio.
“Eso permite que los pescadores, los procesadores y los comerciantes tengan más dinero. Las intervenciones requieren menos tiempo, lo que aumenta el tiempo disponible de las mujeres que procesan”, explicó.
“Además, el uso de representaciones dramáticas que desafían las normas de género permitieron que las procesadoras de la llanura inundable adoptaran y se beneficiaran por igual de las mejores tecnologías de procesamiento que reducen las pérdidas”, abundó.
Financiado por el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (IDRC) y el Centro Australiano para la Investigación Internacional en Agricultura (Aciar), el proyecto de tres años, dirigido por científicos del Ministerio de Pesca y Ganadería, la Universidad de Zambia y la organización WorldFish, se propone mejorar la efectividad, reducir las pérdidas y promover la igualdad de género en la cadena de valor de la pesca.
Los investigadores realizaron análisis de la cadena de valor para comprender las pérdidas de biomasa tras la captura y los cambios en el contenido de nutrientes, así como las normas de género y las relaciones de poder.
“En Zambia, el estudio concluyó que hay pérdidas físicas de pescado en los tres nodos de la cadena de valor y difieren de forma significativa en cada uno”, precisó Alexander Shula Kefi, uno de los principales investigadores del proyecto.
En el procesamiento se pierde en promedio el mayor volumen, 7,42 por ciento, seguido de la comercialización, 2,9 por ciento, indicó.
Los pescadores registran la menor pérdida, dos por ciento, aunque no es significativamente diferente de la pérdida en el nodo comercial. La principal causa de la pérdida física de pescado resultaron ser las roturas en los nodos de procesamiento y comercialización, según Kefi.
“Las mujeres pierden más del triple del peso de su partida de pescado que los hombres, lo que indica que no es solo la función de procesamiento lo que genera pérdidas, sino que hay también hay diferencias por género en los nodos”, añadió Kefi.
Para hacer frente a ese asunto, el proyecto utilizó la herramienta de representación dramática durante la implementación, y logró aumentar 35,7 por ciento los comportamientos de los hombres que no son típicamente masculinos.
“Cambiaron”, aseguró Joyce Nag’umbili, de 36 años, quien hace tiempo trabaja en el distrito de Senanga. “La mayoría de los hombres con que trabajamos ahora nos tratan como a iguales. Algunos hicieron a un lado su ego y nos preguntan sobre ciertas tecnologías que no entienden bien”, acotó.
No ha sido fácil para ella ocuparse de sus dos hijos y de ocho huérfanos. Y el proyecto CultiAF le permitió salvar su trabajo con las tecnologías para reducir las pérdidas y aumentar los márgenes de ganancia.
“Cuando comenzó el proyecto, mi capital de base eran solo (unos 22 dólares), pero ahora asciende a (888 dólares). En los últimos dos años, pude comprar dos terrenos y materiales de construcción por unos (555 dólares)”, relató, contenta.

Según los resultados, las pérdidas físicas acumuladas, disminuyen de 38 por ciento a 19,3 por ciento aplicando las nuevas tecnologías piloto de hornos de ahumado mejorados, saladura, uso de secado con hielo y solar.
En el aspecto nutritivo, “el pescado ahumado con la tecnología de horno mejorada tuvo un contenido proteico significativamente mayor que el ahumado con el método tradicional”, aseguró Nyambe Lisulo Mkandawire, del Departamento de Nutrición y Ciencias Alimentarias de la Universidad de Zambia.
Además, se implementó otro proyecto para desarrollar herramientas y respaldar mecanismos para la concreción de oportunidades para jóvenes en la cadena de valor de la pesca y el maíz tras la cosecha.
La iniciativa Expandiendo Oportunidades Empresariales para Jóvenes Africanos en la Cadena de Valor Agrícola en África Austral se lleva adelante en Malawi, Zambia y Zimbabwe con el fin de servir de vehículo para la comercialización de productos de investigación.
El proyecto, a cargo de Africa Entrepreneurship Hub (AEH), otorgó y financió a 23 grupos de jóvenes emprendedores. En el marco de la iniciativa se capacitaron y mentorearon 70 empresarios y se desarrolló una plataforma de comercialización electrónica, así como herramientas de negocios para asistir a los proveedores de servicios de desarrollo empresarial y a empresarios.
La plataforma tiene dos componente: una aplicación móvil, donde los vendedores (de pescado sin procesar o procesado) y compradores se registran y encuentran mercados, explicó Jonathan Tambatamba, de AEH.
“Por ahora funciona solo con SMS (mensajería instantánea) porque la mayoría de los usuarios tienen teléfonos celulares básicos”, precisó.
El segundo componente es un sistema de tutorías. En ese contexto, ocho negocios recibieron apoyo para la construcción de capacidades y contaron con el seguimiento de un mentor.
La iniciativa cuenta con seis mentores que suministraron asesoramiento para la gestión empresarial a través de la plataforma.
Traducido por Verónica Firme
                        

México: Pobreza, característica de mujeres presas por narcotráfico


INMujeres propone un tratamiento médico y jurídico con perspectiva de género
Investigadora señala que son producto de la desigualdad
Cd. de México, 12 sep. 17. AmecoPress/SemMéxico.- En México 4.3 por ciento de mujeres de entre 12 y 65 años de edad ha consumido alguna droga ilegal alguna vez en su vida (2016), en tanto que más de dos mil mujeres estaban acusadas por haber cometido algún delito relacionado con drogas (2013); la mayoría de estas últimas son mujeres pobres.

El consumo de drogas ilícitas, por un lado, así como su producción y venta son dos aspectos en los que las mujeres no están al margen y de acuerdo con el Instituto Nacional de las Mujeres (INMujeres), las mujeres demandan un tratamiento médico-psicológico, pero también un abordaje jurídico desde la perspectiva de género.


En ese sentido, la doctora en sociología Concepción Núñez Miranda, sostiene que estas mujeres no son producto de la delincuencia sino de un sistema de desigualdad.

El consumo de drogas ilícitas entre mujeres

Las cifras derivadas de la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas refieren también que la edad de inicio de consumo de drogas entre las mujeres es a los 18.2 años; los hombres a los 17.7 años. De quienes consumen alguna droga ilícita solo el 12.8 por ciento de mujeres recibe tratamiento, frente al 20.3 por ciento de los hombres.
De acuerdo con los datos 2016 de dicha encuesta, “cualquier droga” ocupa el más alto porcentaje de consumo entre las mujeres (10.3 %), seguido de la mariguana (8.6 %) y la cocaína (3.5 %), seguido de los alucinógenos, inhalables y estimulantes de tipo anfetamínico, con 0.7, 1.1. y 0.9, respectivamente.
Comparativamente con otras encuestas, se observa un incremento en el consumo de mariguana, tanto en mujeres como en hombres, en tanto que el consumo de cocaína se mantuvo estable.
Otro dato relevante es que 12 por ciento de los 3.2 millones de estudiantes mujeres de secundaria y el 22 por ciento de los dos millones de mujeres que estudian bachillerato habían consumido alguna droga alguna vez en su vida.
En relación con la rehabilitación, la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas indica que en 2015 se registraron seis mil 513 ingresos de mujeres a estos programas, ellas representan el 11.3 por ciento de los casi 56 mil que acudieron a los centros de rehabilitación gubernamentales.

Las prisioneras por narco

Las mujeres privadas de su libertad por diferentes delitos ascienden en México a más de 12 mil personas, siendo los delitos relacionados con drogas el delito más común con un porcentaje del 12 por ciento en 2013; este porcentaje en América Latina alcanza al 70 por ciento de mujeres.
INMujeres señala que la pobreza es un factor que lleva a las mujeres a involucrarse en delitos de tráfico ilegal de drogas, muchas veces por imposición de sus parejas; ellas, además, tienen poca o nula educación y son responsables de sus familias.
Por ello, la dependencia federal propone una política con un enfoque realista basado en evidencias, que favorezca el tratamiento en lugar del encarcelamiento, una política basada en la perspectiva de género que permita mirar que existen motivos distintos que las llevan a cometer estos delitos por ser mujeres.

Deshilando condenas, bordando libertades

La doctora en sociología Concepción Núñez Miranda quien ha investigado el caso de mujeres presas por narcotráfico señala que estas mujeres comparten pobreza y olvido.
En el libro Deshilando condenas, bordando libertades explica que un mundo donde la pobreza en lugar de disminuir, crece, es necesario analizar qué ocurre con el modelo de reproducción económico social que provoca más pobreza y que haya más personas proclives a ser utilizadas para la producción, circulación y venta de sustancias prohibidas.
“La pobreza que se respira (en sus comunidades) al mismo tiempo las ahoga, dice Núñez Miranda, quien sostiene que invariablemente los procesos penales de estas mujeres están llenos de anomalías, uno de ellos la falta de traductores en los interrogatorios y que éstos son irregularmente demasiado largos.
El estudio, que le ha valido varios premios y reconocimientos, así como la sensibilización a jueces mexicanos, aunque el sistema mexicano no ha variado su postura, señala que la historia de vida de un grupo de mujeres presas por narcotráfico contribuye a explicar la situación extraordinaria que viven estas mujeres, principalmente indígenas.
Su investigación la llevó a articular diferentes fenómenos sociales actuales: el tráfico ilegal de narcóticos, la pobreza, la justicia y los derechos humanos, analiza sus repercusiones en un sector de personas pertenecientes a la clase social más desprotegida y vulnerable del país: las mujeres de los pueblos originarios, quienes sufren opresiones múltiples, las cuales son violentadas no sólo por una sociedad de desiguales, sino por costumbres que aumentan su opresión y su marginalidad, y cuyos cuerpos son utilizados de “mulas de carga” en la cadena de producción, circulación y venta de marihuana, convertidas en datos, en números utilizados para que el Estado justifique ante el imperio que está combatiendo el “Narcotráfico”.
Foto: SEMMéxico

Chihuahua, entidad emblemática por el feminicidio lo tipifica como delito


Demanda añeja de organizaciones y activistas

Tras 20 años de resistencia para reconocer la problemática, el pasado 12 de septiembre, el Congreso del estado de Chihuahua votó por unanimidad la adhesión del Artículo 126 BIS al Código Penal local, que reconoce como feminicidio a quien prive de la vida a una mujer por razones de género, con una pena de 30 a 60 años de prisión y la reparación integral del daño.
La tipificación fue el resultado de tres propuestas analizadas por una mesa técnica de redacción conformada por organizaciones civiles pioneras en documentar y registrar el feminicidio en la entidad, como Justicia para Nuestras Hijas, y de abogadas y abogados de Chihuahua, quienes revisaron las iniciativas presentadas por diputados del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) una del Partido del Trabajo y la planteada por el gobernador del estado, Javier Corral Jurado.

Desde abril pasado, se analizaron los tres planteamientos para definir que comete el delito de feminicidio quien prive de la vida a una mujer por razones de género, cuando la víctima presente signos de violencia sexual de cualquier tipo; antes o después de la privación de la vida se haya infligido lesiones, mutilaciones o cualquier otro acto que atente contra la dignidad humana; existan antecedentes o datos que el activo ejerció violencia física, psicológica, económica o patrimonial o de cualquier tipo (independiente de que haya denunciado o no); y por misoginia.
Cuando el responsable sea un funcionario público; se cometa por dos o más personas; si existe un vínculo de parentesco o relación sentimental; cuando la víctima sea menor de edad o adulta mayor; de pueblos originarios; esté embarazada o tenga alguna discapacidad, la pena se incrementará de uno a veinte años a la pena de prisión impuesta.
Aún falta su publicación en el Periódico Oficial del estado de Chihuahua.

CHIHUAHUA Y CIUDAD JUÁREZ, UNA HISTORIA DE FEMINICIDIO

La tipificación del feminicido en la entidad, es una demanda añeja de organizaciones, académicas y familiares de víctimas y es que desde 1992, Ciudad Juárez y Chihuahua, cobraron relevancia en el país y luego en el mundo, por los asesinatos de mujeres que eran encontradas en lotes baldíos y otros espacios públicos, con signos de extrema violencia que pronto llevaron a formular varias hipótesis, que buscaban, de acuerdo con organizaciones civiles expertas en el tema, minimizar el odio hacia las mujeres en esa entidad.
Desde hace más de 20 años, familiares de las víctimas acompañados de diversas organizaciones civiles, iniciaron un registro hemerográfico a partir de notas periodísticas de medios locales que publicaban los asesinatos de mujeres. Así se empezó a documentar un patrón: en su mayoría eran mujeres pobres, trabajadoras de la maquila, con ciertas características físicas, la mayoría, presentaba signos de violencia extrema.
Lo anterior, llevó a formular diversas hipótesis por parte de las autoridades encargadas de investigar los asesinatos quienes en un principio hablaban de “crímenes pasionales”, para luego ir modificándolas a asesinos seriales, crimen organizado, rituales satánicos, y extracción ilegal de órganos.

Desde entonces, las familias, las madres, tuvieron que enfrentar la misoginia de ministerios públicos, policías, inclusive gobernadores quienes minimizaban las desapariciones de mujeres y asesinatos asegurando que “se habían ido con el novio”  “que ellas se lo buscaron por usar ropa provocativa” o “porque las mujeres buenas no salían de noche”; siempre, sostienen las organizaciones, responsabilizando a las mujeres de la violencia vivida, y evadiendo su responsabilidad para aceptar que no se estaba previniendo la violencia contra ellas.
La larga e interminable lista de casos con características similares, la impunidad imperante en la entidad y el hartazgo de madres y familias ante el sistema de justicia mexicano, los llevaron a voltear la mirada hacia instancias internacionales, como el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, la Comisión y luego la Corte.
En 2001 en el Campo Algodonero, en Ciudad Juárez, 8 mujeres fueron halladas asesinadas con signos de tortura sexual y en avanzado estado de descomposición pero solamente tres de estos casos logaron llegar hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH), pues los demás, debido a la mala investigación por parte de las autoridades, las identidades de las víctimas no pudieron ser corroboradas por sus familiares, por lo que no pudieron llegar a la Corte.

Tras varios años en el Sistema Interamericano, en 2009, la CoIDH sentenció al Estado mexicano por no salvaguardar la vida de las mujeres en la entidad, al tiempo que reconoció que existía una violencia sistemática contra mujeres y niñas de este estado fronterizo con Estados Unidos.
En el punto 231 de la sentencia, la Corte reconoce "que los homicidios de las víctimas fueron por razones de género y están enmarcados dentro de un reconocido contexto de violencia contra la mujer en Ciudad Juárez"; mientras que en el Párrafo 143 de la misma señala: "en el presente caso, la Corte, a la luz de lo indicado en los párrafos anteriores, utilizará la expresión ‘homicidio de mujer por razones de género’ también conocido como feminicidio".
Asimismo, pidió al Estado mexicano, crear un tipo penal que permitiera sancionar de manera adecuada los asesinatos de mujeres, con el fin de que estos no cayeran en la impunidad y se repitieran los hechos. Además de fortalecerlo con la creación de protocolos especializados para indagarlos.
Desde 2004, la feminista y antropóloga Marcela Lagarde y de los Ríos, quien fue legisladora y una de las principales impulsoras de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de violencia, insistió también en la necesidad de tipificar el feminicidio como tipo penal, no sólo a nivel federal, sino que cada entidad lo tipificara, y Chihuahua no era la excepción.

Han sido varias las peticiones para la tipificación y mucha la resistencia para hacerlo. Finalmente, después de 20 años de asesinatos dolosos contra mujeres y niñas en la entidad que se convirtió en emblemática por esta violencia, el pasado 12 de septiembre fue la última en tipificar el delito que desde entonces, ha cobrado la vida, según datos de la Fiscalía General de Justicia de Chihuahua, de mil 541 mujeres tan sólo en Ciudad Juárez.

CIMACFoto: César Martínez López
Por: Hazel Zamora Mendieta y Lourdes Godínez Leal
Cimacnoticias | Ciudad de México.-

Mujeres supervivientes del terremoto solicitan ayuda al movimiento feminista internacional


Las mujeres permanecen en la calle y no han recibido ayuda muchas persona
Piden alimentos enlatados, pañales, toallas sanitarias y agua para consumo humano

 
Oaxaca, 14 sep. 17. AmecoPress/SemMéxico.- Rogelia González Luis, una de las líderes zapotecas de esta región, llamó a la solidaridad de las feministas mexicanas y del mundo para con las mujeres sobrevivientes del terremoto de la noche pasado jueves 7 de septiembre.

En tanto, la periodista Martha Izquierdo Manuel solicitó ayuda de la población mexicana porque las afectaciones alcanzan a miles de familias, más allá de la zona cero del terremoto hasta donde todavía no hay suficiente comida y la gente empieza a vivir una crisis humanitaria.

Entrevistadas por separado por SemMéxico, González Luis e Izquierdo señalaron que sin duda esta crisis está afectando más a las mujeres y la infancia, porque en la región son las mujeres las proveedoras de los alimentos para sus hijas e hijos y hoy no tienen posibilidades ni siquiera de elaborar totopos, un producto hecho de maíz en hornos especiales que también colapsaron en muchas casas.
Ellas están en la calle, ahí duermen, tienen miedo, esperan con zozobra la próxima réplica, otras mujeres se han ido a remover escombros, dice la directora de la Radio Bianii Luu Nezaa (BLN), Iluminando tu vida, en el 100.7 de FM, que transmite desde Ciudad Ixtepec.
En tanto, la fundadora del Grupo 8 de Marzo y del grupo político social Simona Robles, Rogelia González, narró que hay tristeza y desesperación entre las mujeres como las jefas de familia, viudas y personas mayores que enfrentan un futuro incierto tras el derrumbe de sus techumbres, cocinas y casas completas.
Ambas explicaron que la ayuda no está llegando a todos los municipios afectados, incluso, dijo González, en Juchitán hay barrios y secciones que permanecen sin la atención adecuada.
Esto, explicó, porque parece que los víveres los están repartiendo solo en los refugios a donde no toda la gente está llegando debido a que muchas están resguardando sus casas y esperan ayuda, además del miedo que se siente frente a las más de 900 réplicas ocurridas durante los últimos días.
De los municipios afectados y que esperan la solidaridad de la gente destacan: San Mateo del Mar, San Dionisio del Mar, San Francisco del Mar, San Francisco Ixhuatán, Unión Hidalgo, pueblos cercanos al mar donde las casas quedaron prácticamente enterradas.
Otras de las poblaciones que enumeró por su parte Martha Izquierdo son Asunción Ixtaltepec, San Pedro Comitancillo, Ciudad Ixtepec, Guevea de Humboldt, Santa María Guienagati, Santiago Mixtepec, “porque lamentablemente la ayuda se ha focalizado a Juchitán, la zona cero del terremoto del pasado jueves”, donde también hay mujeres y hombres de todas las edades están en la calle sin alimentos.
Ambas señalaron que es necesario traer agua para beber, ya que en algunos comercios un garrafón lo están vendiendo hasta en 100 pesos, lo que no es posible adquirir pues la economía se empieza a reactivar en algunos sectores apenas esta mañana.
Incluso, dice Martha Izquierdo, muchas mujeres se quedaron sin trabajo, principalmente aquellas que laboraban en casas particulares y otras no tienen posibilidades de elaborar sus productos tradicionales por el derrumbe de sus viviendas.
Entre los productos que se necesitan destacan además víveres, comida enlatada como atún, toallas sanitarias, pañales tanto para menores como personas adultas y discapacitadas, ropa interior, frijol, arroz, aceite, papel higiénico, azúcar, leche en polvo para los bebés, galletas, colchonetas, principalmente.
La periodista Martha Izquierdo dijo que en la estación radiofónica que dirige están entregando medicamentos para personas enfermas de la presión, diabetes e insuficiencia renal, además de paracetamol y naproxeno, entre otros.
Tanto Rogelia González como Martha Izquierdo desde el primer día iniciaron la entrega de despensas de acuerdo con sus posibilidades y gracias a donaciones que han hecho algunas personas, “amigas feministas y militantes de algunos partidos”, dijo González.
Foto: SemMéxico.

Matar mujeres libres



Gabriela Rodríguez
La Jornada 
La mayoría de quienes asesinan y de quienes son asesinados son hombres, sin embargo, el número de víctimas del sexo femenino se está incrementando en el país, y además hay una forma distinta de matar hombres y de matar mujeres, la diferencia está en las formas.
Los hombres se matan en riñas y a balazos, por dinero y poder. A las mujeres se les asesina por oponerse a lo que ellas deben de ser de acuerdo con su género. Se les ataca por no acceder a los deseos, por celos, por incumplir su papel femenino de sometimiento y exclusividad, por ser libres y no comportarse como objetos pasivos. Antes de quitarles la vida hay que violarlas, luego garantizar impunidad. El rector de la Universidad Madero de Puebla, Job César Romero, expresó con nitidez el factor de libertad que está atrás de la violencia de género: este tipo de hechos se suscitan porque las mujeres se han vuelto más liberales. Para mí se debe a la descomposición de la sociedad y a las libertades que las chicas tienen. Ahora, cualquiera de ellas puede salir, a muy altas horas de la noche puede regresar. Ellas han ido ganando espacios en las familias para tener esa libertad, esa autonomía para viajar en su carro o en otros medios. Yo creo que en esa libertad, y en descomposición de la sociedad, se vuelven presas.
Hasta hace unos años, Ciudad de México era nuestra isla de libertades, en ningún país de la región ni en ninguna otra entidad, los derechos de las mujeres habían avanzado tanto como en este territorio: derecho a decidir sobre nuestro cuerpo, al divorcio simplificado, al matrimonio del mismo sexo, tipificación del feminicidio como un delito autónomo, las más avanzadas leyes y programas para garantizar el acceso a una vida libre de violencia. Hoy la ciudad se estancó, y más, el ejercicio de los derechos de las mujeres retrocedió, la integridad de las capitalinas está en altísimo riesgo por el desprecio de funcionarios y por aumento del crimen organizado, tan negado por la máxima autoridad local. Hay que saber que el crecimiento del crimen organizado cambió las pautas. A la guerra del señor Calderón le debemos que el pueblo mexicano esté armado, que aumente la trata de mujeres, la brutalidad y el uso de armas de fuego a la hora de matarlas.
En esta ciudad están dadas las condiciones para declarar Alerta de género. De 2012 a 2016 las autoridades capitalinas han reconocido como feminicidios 260 casos: 17 en la delegación Álvaro Obregón; tres en Azcapotzalco; siete en Benito Juárez; 18 en Coyoacán; seis en Cuajimalpa; 24 en Cuauhtémoc; 29 en Gustavo A. Madero; nueve en Iztacalco; 59 en Iztapalapa; cinco en Magdalena Contreras; 12 en Miguel Hidalgo; seis en Milpa Alta; 16 en Tláhuac; 22 en Tlalpan; 11 en Venustiano Carranza ,y 16 en Xochimilco. Un conjunto de organizaciones no gubernamentales denunciaron aumento en las formas violentas de los asesinatos de mujeres en Ciudad de México: extrema saña en sus cuerpos, quitan la vida con disparos de arma de fuego, uso excesivo de fuerza física, asfixia, golpes, son degolladas o apuñaladas. La procuraduría capitalina reduce y manipula las cifras: de noviembre para acá, registra 101 casos atendidos por el laboratorio de genética forense, sólo considera aquellos casos en los que el MP tuvo la voluntad de investigarlos y tipificarlos como feminicidio, lo cual no corresponde al total de asesinatos de mujeres (feminicidios y homicidios dolosos). A ello se suma la desaparición de niñas y mujeres, muchas veces vinculada a la trata: de 2 mil 494 mujeres ausentes o extraviadas, se localizaron mil 836, y quedan 644 mujeres pendientes de localizar (60 por ciento entre recién nacidas y 17 años de edad).
Ante la falta de debida diligencia y de perspectiva de género, el Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos para Todas y Todos y el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio solicitaron a la Secretaría de Gobernación, al Instituto Nacional de las Mujeres y a las autoridades capitalinas la emisión de la alerta por violencia de género contra las mujeres en Ciudad de México. Se pide reconocimiento real de la problemática de feminicidio, establecer un mecanismo de supervisión técnica y operativa, expertas/os en investigación criminal que evalúe las actuaciones integrales del protocolo de feminicidio, actualizar los estándares de protección a fin de garantizar efectivamente el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia.
Hay que reconocer que desde noviembre de 2016, la bancada de Morena en la Asamblea Legislativa solicitó la alerta de género en Ciudad de México. La diputada Beatriz Rojas lamentó que el PAN, el PRI y el PRD rechazaran la propuesta y que las autoridades capitalinas respondieran que hay violencia, pero no tanta ( El Universal 16/11/16). La madre de Lesby, la chica asesinada recientemente en la UNAM, denuncia que la procuraduría capitalina revictimiza a familiares de la víctima y argumenta suicidio donde hay claros signos de feminicidio.
La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) tendría que retomar su papel de defensor en estos casos, pero desafortunadamente ha perdido autonomía y se ha convertido en un actor distante de las víctimas y de los familiares; ha sido omisa, permisiva y funcional a intereses del gobierno local, ya no se pronuncia ante casos que ameritarían una voz muy firme, además ha hecho nombramientos vinculados a gobernantes que ponen en tela de juicio su imparcialidad. Más de 40 organizaciones civiles piden la no relección, que no continúe Perla Gómez Gallardo al frente de la CDHDF, exigen dotar de legitimidad el proceso de elección del próximo/a dirigente y elegir un perfil idóneo que abone al cambio la situación de deterioro en que nos encontramos, las y los chilangos.
Twitter: GabrielaRodr108