Escrito por Wendy Rayón Garay
Foto: Canva.- Ciudad
de México.- Detrás de cada adolescente inconforme con su apariencia se
encuentra el deseo por cumplir con un estereotipo de belleza establecido
en sociedades patriarcales y esto lleva a que mujeres busquen someterse
a algún procedimiento que permita alcanzarles esos estándares de
belleza establecidos en edades más tempranas, lo que significaría una
acto de violencia estética.
No olvidemos que las sociedades
patriarcales impulsan mayores exigencias sobre los modelos de belleza
para las mujeres, estos patrones promueven la discriminación racial y
capacitismo que produce rechazo a cualquier persona que no tenga piel
blanca, cabello claro, ojos claros, nariz respingada, estatura adecuada o
delgadez extrema. Para alcanzar estos estándares las cirugías estéticas
se han convertido en herramientas, y por ello, es común que
adolescentes soliciten a sus padres una cirugía como regalos de
cumpleaños.
Esta información trae a cuenta el caso de la
adolescente Paola Nicole quien murió el pasado 25 de septiembre a los 14
años luego de someterse a una cirugía estética para colocarse implantes
mamarios, lo que presuntamente resultó en complicaciones fatales.
Fue
por eso que el pasado 30 de septiembre la senadora Gina Campuzano del
Partido Acción Nacional (PAN) propuso la Ley Nicole, para prohibir
procedimientos estéticos en menores de edad.
“Se
trata de poner límites éticos y sanitarios cuando hay niñas, niños y
adolescentes de por medio. Se trata de que la medicina vuelva a ser
cuidado y no comercio. De que el bisturí nunca se use para tallar
inseguridades infantiles en un quirófano sin garantías”, resaltó.
Para
la psicóloga Aidee Elena Rodríguez Serrano, académica de la Facultad de
Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), crear
la necesidad en las adolescentes de modificar sus cuerpos a través de
cirugías es una forma de violencia estética que influye en la
autoaceptación causando que constantemente estén inconformes con ellas
mismas. En este escenario, propuso que las madres y padres desarrollaren
un papel de guía y educación para orientarlos en cuestiones de salud
física y mental, pudiendo acompañarlas en su etapa de desarrollo de
forma más sana y libre de violencias.
La
Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos indica que madres y padres
deben hacerse tres preguntas esenciales: ¿es realmente la o el
adolescente por sí misma la que desea la cirugía o cambio?, ¿es realista
que la o el adolescente sepa acerca de los beneficios que se puede
obtener con la cirugía estética o el cambio que pretende?, y ¿puede ser
la o el adolescente madura para apreciar los riesgos y desventajas de la
cirugía estética?
Por ello, para poder enseñar a las adolescentes
a tener una mejor relación con sus cuerpos y mejorar su autoestima, la
psicóloga Aidee Elena Rodríguez Serrano recomienda no hacer comentarios
sobre los cuerpos ajenos o alentar a la modificación con operaciones
estéticas, sobre todo de las niñas y adolescentes. Esto se extiende no
solos sobre temas de belleza, sino en sus capacidades, autoaceptación, y
validarlas como personas.
Es importante señalar que el número de
procedimientos estéticos van en aumento, datos de la Sociedad
Internacional de Cirugía Plástica y Estética (ISPAS) señalan que a nivel
mundial se realizaron 17 millones 415 mil 678 procedimientos
quirúrgicos y 20 millones 535 mil 686 procedimientos no quirúrgicos
durante 2024. Sin embargo, lo más preocupante es que el 83% de las
cirugías quirúrgicas y el 84.2% de operaciones no quirúrgicas en el
mundo se hicieron en mujeres.
México ocupa el sexto lugar con la mayor cantidad de operaciones estéticas.
Del
total de 734 mil 82 procedimientos quirúrgicos realizados en México,
292 mil 478 se hicieron en cara y cabeza, 294 mil 071 en cuerpo completo
y extremidades, y 147 mil 533 en mama. Por otro lado, de los 560 mil
865 procedimientos no quirúrgicos, 421 mil 893 se hicieron a través de
inyecciones, 70 mil 83 fueron rejuvenecimientos faciales y 68 mil 889
implicó otro tipo de método.
En México, 18 mujeres al día se realizan labioplastias para rejuvenecer la vulva. Mutilación voluntaria – cimacnoticias.com.mx
A
pesar de la lucha de las mujeres por la autonomía de sus cuerpos,
siguen siendo regidas por los estándares de belleza. Carmen Gonzales
Martín, autora del texto ‘La doncella de hierro y la odalisca: metafísica de una imagen femenina’ considera que existen estereotipos encubiertos que crean una falsa sensación de progreso sobre la imagen femenina.
La metáfora de la doncella de hierro en El mito de la belleza de
Naomi Wolf, nos recuerda que, este instrumento de tortura medieval con
púas afiladas, restringe y moldea a quienes lo usan como lo hacen las
cirugías estéticas. Gracias a ellas, las mujeres asumieron el papel de
autoformar sus cuerpos bajo la presión social de alcanzar estándares
estrictos.
De esta manera, Carmen plantea que las mujeres creen
que toman decisiones libres sobre la liberación sexual y la
reapropiación del cuerpo, cuando en realidad cumplen nuevos estándares
de control voluntariamente, lo que continúa con la percepción de que las
mujeres son objetos despojados de su individualismo.
Pese a que,
desde afuera, podría parecer que se trata de una decisión libre, para
la psicóloga Aidee Elena Rodríguez Serrano, académica de la Facultad de
Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en
entrevista para Cimacnoticias en la adolescencia las decisiones
son influidas por los factores que les rodean. Por ejemplo, la
publicidad, los medios de comunicación, redes sociales, figuras públicas
o celebridades, y el mercado estético siendo ellas más susceptibles a
recibir constantes mensajes sobre su imagen personal. Aunque una causa
más directa son los comentarios que llegan a recibir desde niñas sobre
su apariencia.
Otra factor es la preocupación por conseguir una
pareja y establecer una relación heterosexual con «valores
tradicionales» donde el hombre rico sea el proveedor, mientras que las
mujeres adoptan el papel de cuidadoras abandonando la independencia
económica. En la dinámica interponen sus cuerpos como un tipo de
enganche o precio a pagar para mantener ese estilo de vida. Dicha
tendencia se ha expandido a través de redes sociales con las llamadas tradwife o las baby sugar.
Cultura digital #Tradwife o #Esposa Tradicional, romantiza sumisión en las mujeres – cimacnoticias.com.mx
Médicamente, por qué no
Desde
una perspectiva médica, el personal médico recomienda que el cuerpo
alcance su completo desarrollo, por lo que, desaconsejan las
intervenciones en menores de 18 años, ya que diversas partes de su
cuerpo aún no están consolidadas. Aunque es común ver que cirugías como
la rinoplastia o cirugía estética de la nariz comienza a practicarse a
los 14 años en mujeres y a los 16 años en hombres, se pide no
normalizarlo.
Por el contrario, el articulo «Adolescentes y cirugía estética: enfoque en el aumento de senos y la liposucción»
señala que las cirugías reconstructivas para corregir una anomalía
(labio leporino o paladar hendido), pueden proporcionar un beneficio a
las niñas y adolescentes.
Para dimensionar las consecuencias de
una cirugía estética, el mismo texto advierte que, cuando se trata de
una operación de senos, la mayoría de las complicaciones están
relacionadas con el prostético. Por ejemplo, existe riesgo de una
contractura capsular, endurecimiento del tejido cicatricial que rodea el
implante, sentir el seno duro y doloroso, ruptura del implante, fugas,
sangrado posoperatorio, hematomas, reacciones a la anestesia, pérdida de
sensibilidad y cicatrices.
Los riesgos médicos por implantes
mamarios aumentan en años posteriores a la cirugía incluso aunque estos
tienen una duración de 10 años aproximadamente.
Con ello, hay
otras consecuencias como lactancia insuficiente y falla en la detección
de tumores mamarios cancerosos aproximadamente en un 55%, lo doble del
promedio en mujeres sin implantes. No obstante, el cuerpo de una
adolescente no es apto para estos cambios, ya que el desarrollo de los
senos puede continuar incluso después de los 18 años donde hay
probabilidades de que aumente de peso.